Prof. Edgar Lopategui Corsino
M.A., Fisiología del Ejercicio

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CIENCIAS DEL EJERCICIO Y LA MEDICINA DEL DEPORTE:
BASES CONCEPTUALES Y TEÓRICAS

Prof. Edgar Lopategui Corsino
M.A., Fisiología del Ejercicio

Catedrático Asociado
Universidad Interamericana de Puerto Rico
Recinto Metropolitano
 Facultad de Educación y Profesiones de la Conducta

Departamento de Educación
Programa de Tecnología Deportiva

PO Box 191293, San Juan, PR 00919-1293
[email: elopategui@intermetro.edu, elopateg@gmail.com, saludmedpr@gmail.com, Tel: 250-1912, X2286, 2245]

Cómo citar de esta referencia:
Lopategui Corsino, E. (2023). Ciencias del ejercicio y la medicina del deporte: Bases conceptuales y teóricas. Saludmed.com: Ciencias del Movimiento Humano y de la Salud. Recuperado de http://saludmed.com/es/cienciasejer.html o de http://saludmed.com/es/cienciasejer.pdf

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Sumario  | Introducción | Preliminares | Conceptos | Guías | Tendencias | Naturaleza  | Estudio | Transdisciplinario | Direcciones | Conclusión | Refs

Sumario

En este documento vigente se discutirá todo lo relacionado con las ciencias del movimiento humano.  Se enfatizará en las perspectivas de las ciencias del ejercicio, ciencias del deporte, la medicina del deporte, la educación física y en los deportes competitivos y de tipo recreativo.  Se iniciará el escrito actual con una explicación del concepto de ciencias del movimiento humano, junto a sus elementos constituyentes.  Luego se justificará la importancia de integrar las ciencias del ejercicio, las ciencias del deporte, la educación física y los deporte en la sociedad, dado que sirven como medida de prevención primaria en el campo de la salud pública.  Luego, se exploran las oportunidades académicas y ocupacionales en estas profesiones coligadas al movimiento humano.  Seguido, se delinean las tendencias y direcciones prospectivas de las ciencias del ejercicio, las ciencias del deporte, la medicina del deporte, la educación física y los deportes.  Por último, se reflexiona sobre lo discutido en este artículo.

  Palabras Claves:  movimiento, movimiento humano, ciencias del movimiento humano, ciencias del ejercicio, ciencias del ejercicio clínica, ciencias del deporte, medicina del deporte, educación física, deporte, ejercicio, actividad física, aptitud física, comportamiento sedentario.

Abstract

This document will discuss everything related to the human movement sciences.  Emphasis will be placed on the perspectives of exercise science, sports science, sports medicine, physical education, and competitive and recreational sports.  The current writing will begin with an explanation of the concept of human movement sciences, together with its constituent elements.  Then, the importance of integrating exercise sciences, sports sciences, physical education and sports in society will be justified, since they serve as a primary prevention measure in the field of public health. Then, academic and occupational opportunities in these professions linked to human movement are explored.  Next, trends and prospective directions in exercise science, sports science, sports medicine, physical education, and sports are outlined.  Finally, it will be analyzed the discussions exposed at this paper.

  Key Words:  movement, human movement, human movement science, exercise science, clinical exercise science, sports science, sports medicine, physical education, sports, exercise, physical activity, physical fitness, sedentary behavior.

INTRODUCCIÓN       

        El bienestar de una sociedad depende de múltiples factores y medidas inherentes en el sistema de salud pública.  Las profesiones asociadas a las ciencias del movimiento humano asisten a tal encomienda, particularmente a partir de la prevención primaria, secundaria y terciaria.  Así, los comportamientos saludables que se enfocan hacia una vida activa pueden ayudar a prevenir enfermedades y contribuyen favorablemente a la salud a lo largo de las etapas de la vida (Walton-Fisette & Wuest, 2024, p. 9-10 ).  El propósito de este manuscrito es proveer una introducción a los tópicos claves pertenecientes a las subdisciplinas de las ciencias del ejercicio, las ciencias deporte, la medicina del deporte y la educación física.

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CONSIDERACIONES PRELIMINARES

        En la actualidad, el estudio y aplicación de las disciplinas que forman parte de las ciencias del movimiento humano poseen una importancia excelsa para la colectividad humana (Thatcher, Thatcher, Day, Portas, & Hood, 2009).  Las ciencias del ejercicio y las ciencias del deporte representan las disciplinas principales que integran las ciencias del movimiento humano.  Derivado de éstas emerge la medicina del deporte.  Otras profesiones y actividades basadas en el movimiento humano incluyen la educación física y, en esencia, los deportes, sean de conjunto o individuales.  Por su parte, las ciencias del ejercicio poseen un subcomponente de enfoque clínico asociado a las ciencias médicas y las ciencias de la salud.  Este campo se conoce como ciencias del ejercicio clínica (Scott, 2016).


CONCEPTOS BÁSICOS: CIENCIAS DEL EJERCICIO Y MEDICINA DEL DEPORTE 

        La encomienda promordial del manuscrito actual consiste en la discusión de términos coligados con las ciencias del movimiento humano.  La razón de esto es poder alcanzar un entendimiento integrado en e; señalado campo.  Particularmente se beneficia aquel gremio interesado en incurrir por primera vez en uno o más segmentos que forman para de la profesión de las ciencias del ejercicio y la medicina del deporte.

CONCEPTOS ASOCIADOS CON LAS CIENCIAS DEL MOVIMIENTO HUMANO, CIENCIAS DEL EJERCICIO, LA MEDICINA DEL DEPORTE Y LA FISIOLOGÍA DEL MOVIMIENTO HUMANO

        Varios conceptos son necesarios definirlos en vista que forman parte de campo científico regido por el movimiento humano.

Ciencias del Ejercicio

        Las ciencias del ejercicio representan un grupo variado de disciplinas científicas (o ciencias aplicadas) encargadas de analizar y estudiar los principios teóricos, fisiológicos e investigativos inherentes en movimiento humano, es decir, la actividad física, el ejercicio y el deporte.  Así, este campo evalúa e investiga las consecuencias del movimiento humano sobre las dimensiones de la salud y los constituyentes de la aptitud física, con la finalidad de mejorar las dimensiones físicas y mentales de la población.  Por ejemplo, se estudian los beneficios del ejercicio para la salud, partiendo de un enfoque preventivo (primaria o secundaria) o terapéutico (prevención terciaria).  Este último asunto concierne al uso del ejercicio, las actividades físicas y el deporte para el tratamiento de enfermedades crónico-degenerativas (e.g., diabetes sacarina o mellitus) y diversos disturbios psicológicos (Kent, 1998, p. 178; Mileva & Zaidell, 2022).  Las múltiples disciplinas que forman parte de las ciencias del ejercicio son: 1) la anatomía y fisiología; 2) la fisiología del ejercicio; 3) el aprendizaje motor/control motor; 4) la nutrición (dietética); 5) la biomecánica/kinesiología aplicada; 6) la prescripción de ejercicio; 7) las pruebas de condición física; 8) el coaching de bienestar; 9) la psicología del deporte, el ejercicio y la salud, entre otras (Ward-Ritacco, Capítulo 1, 2022).

Ciencias del Ejercicio Clínica

        Campo orientado a la aplicación del ejercicio para el cuidado de la salud (Scott, 2016).

Ciencias del Deporte

        Las ciencias del deporte representan aquel campo que estudia y aplica los principios derivados de las investigaciones científicas coligadas con las ciencias del ejercicio y del deporte. La mencionada disciplina se caracteriza por evaluar sistemáticamente la información teórica y empírica que atañe al rendimiento deportivo, esto a base del método científico.  Este conocimiento resultante se utiliza para mejorar la calidad del entrenamiento deportivo con la finalidad de optimizar las ejecutorias competitivas de los atletas que participan en los deportes de conjunto o individuales (Kent, 1998, p.480; Mileva & Zaidell, 2022).

Medicina del Deporte

        La medicina del deporte alude a los aspectos científicos y clínicos de los problemas relacionados con el ejercicio (Lamb, 1994, p. 5).

Aptitud Física Corporativa

        Se refiere al desarrollo o supervisión de programas de aptitud física en los sitios de trabajo y centros comunitarios (Housh, Housh, & Devries, 2018).

Rehabilitación Clínica

        Describe el empleo del ejercicio como medio para el tratamiento de patologías, lesiones o posterior a una intervención quirúrgica.  El contexto laboral puede ser un hospital u otro escenario clínico (Housh, Housh, & Devries, 2018).

Ciencias Aliadas a la Salud

        Representa un campo de estudio y de práctica ocupacional bajo un escenario clínico (e.g., hospitales) con la finalidad de promocionar un estado de bienestar adecuado.  Bajo este contexto, los científicos del ejercicio poseen oportunidades de trabajo (Housh, Housh, & Devries, 2018).

TERMINOLOGÍA FUNDAMENTAL RELACIONADA CON EL MOVIMIENTO HUMANO, LA ACTIVIDAD FÍSICA, EL EJERCICIO Y LA APTITUD FÍSICA

        Consistentemente a través del material elaborado en este documento, se mencionan varios conceptos que refieren a un tipo de movimiento o se relacionan con las conductas activas.  Dentro del mencionado colectivo se describen el significado de movimiento humano, actividad física, ejercicio, aptitud física, actividad física de intensidad moderada a vigorosa y la vida activa.

Movimiento Humano

        Dado que este documento gira entorno a la importancia de la salud individual y pública que posee el movimiento humano, es imperante iniciar con la descripción de tal término clave.  Toda alteración en la ubicación de un objeto, o cuerpo, describe lo que es movimiento.  Así, el movimiento humano implica cualquier cambio en posición del cuerpo, como un todo o de sus segmentos, relativo a un marco de referencia en el ambiente o a las partes del organismo humano (Hamill, Knutzen, & Derrick, 2015, pp. 4, 6; Knudson & Hoffman, 2018).  El movimiento humano se manifiesta en la forma de actividad física, ejercicio, deportes y actividades recreativas activas.

Actividad Física

        En segunda instancia, se prevé describir el significado de actividad física y luego el de ejercicio.  Convencionalmente, la actividad física ha sido definida como cualquier movimiento humano producido por los músculos esqueléticos, lo cual resulta en un gasto energético (Caspersen, Powell, & Christensen, 1985).  Las actividades físicas se pueden clasificar bajo varios renglones, identificadas como: 1) transporte (e.g., caminar a lo largo de varias procedencias y destinos), 2) doméstico (e.g., tareas cotidianas del hogar), 3) ocupacional (e.g., esfuerzos físicos realizados en el trabajo y participación escolar en educación física), 4) actividades durante el tiempo de ocio (e.g., práctica de actividades recreativas que involucren un esfuerzo físico y la participación en deportes) y 5) entrenamiento (e.g., los regímenes de entrenamiento físico enfocados hacia las competencias deportivas) (Dudley, Cairney, & Lauff, 2022; Kent, 1998, p. 386).

Ejercicio

        Por el otro lado, el concepto de ejercicio representa una forma de actividad física previamente planificada, con una estructura y de tipo repetitivo, dirigido hacia el mejoramiento de la aptitud física (Caspersen, Powell, & Christensen, 1985).  El ejercicio es un tipo de movimiento basado en actos conscientes que involucra la activación de una diversidad de músculos esqueléticos.  Por lo común, el ejercicio persigue un objetivo específico, que podría ser mantener una salud óptima o como parte de un programa de entrenamiento físico-deportivo dirigido a preparar a un atleta a la competición exitosa (Kent, 1998, pp. 176-177; Mooren & Skinner, 2012; Scott & Broom, 2022, glossary).  El ejercicio posee un componente clínico fuerte, asunto que requiere un llamado para la comunidad médica.  Lo anterior se inserta en la práctica de la Fisiología del Ejercicio Clinica (o Clinical Exercise Physiology, abreviado con las siglas CEP) y en lo que se conoce como el Ejercicio es Medicina® (o Exercise is Medicine® abreviado EIM).  De este modo, el ejercicio representa un medio preventivo o terapéutico para la gran variedad de enfermedades crónico-degenerativas, patologías neurocognitivas y disturbios mentales que existen hoy día.  También, se benefician múltiples poblaciones particulares (e.g., adultos mayores, ancianos, niños, adolescentes, embarazadas, individuos obesos y otros).  El ejercicio esta accesible a la mayor parte de las personas y asiste en mejorar la calidad de vida del individuo o de la sociedad (Boone, 2016, pp. 295-323; Ehrman, Gordon, Visich, & Keteyian, 2019; Feehan, Tripodi, & Apostolopoulos, 2022; Sallis & Moore, 2016).

Aptitud Física

        El concepto de aptitud física amerita también ser discutido en esta sección.  Por lo común, la aptitud física representa cierto colectivo de atributos particulares que posee un individuo, lo cual le permite llevar a cabo eficientemente (con la suficiente energía, vigor y fatiga mínima) actividades físicas asociadas a las diversas tareas cotidianas y actividades recreativas activas.  Con esto, también la persona podrá aún poseer reservas para confrontar emergencias imprevistas (Caspersen, Powell, & Christensen, 1985; President's Council on Physical Fitness and Sports,1971) (vea Gráfico 1).  Por su parte, según Nieman (1986, p. 34) la aptitud física alude a un estado de energía elevado que protege al organismo humano ante las patologías crónicas y degenerativas vinculadas con la inactividad física, es decir, las enfermedades hipocinéticas.  La aptitud física se divide en dos grupos, uno relacionado con la salud y otro vinculado con destrezas.  En el caso de los componentes conexos a la salud, se halla la tolerancia cardiorrespiratoria, composición corporal, fortaleza muscular, tolerancia muscular y la flexibilidad.  En la otra categoría (asociado con destrezas) se encuentra la agilidad, coordinación, balance, potencia, reacción al tiempo y la velocidad (ACSM, 2021, pp. 1-2; Caspersen, Powell, & Christensen, 1985).

Actividad Física de Intensidad Moderada a Vigorosa

        Las actividades físicas de intensidad moderada (de 3 a 6 METs) fue una de las primeras directrices medulares de actividad física.  Por su parte, las intensidades vigorosas (mayor de 6 METs) se ubicaron bajo la práctica de ejercicios y deportes, aunque fue recomendada como una alterativa para para aquellos participantes que así lo deseaban.  Esto, siempre que se cumpliese los 30 minutos diarios de estas acciones Pate et al., 1995; U.S. Department of Health and Human Services [USDHHS], 1996, 1998).  Las recomendaciones federales más recientes enfatizan en las actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa (moderate-to-vigorous physical activity) para niños, adolescentes, adultos, adultos mayores, adultos con enfermedades crónicas o incapacidades y mujeres embarazadas.  Tales niveles de intensidades deben ser aplicados durante un mínimo de 150 minutos a la semana (USDHHS, 2018). A nivel mundial, también las guías recomiendan actividades físicas de intensidad de moderada a vigorosa.  En este caso, lo indicado son 60 minutos diarios de actividades físicas (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2021).

Vida Activa

        La vida activa representa un estilo de vida (o comportamiento) que incorpora actividades físicas regulares en la rutina cotidiana, ocupacional y recreativa.  Una vida activa posee varios niveles, dependiendo de la intensidad, duración y frecuencia en que participa la persona, según establece las guías de actividad física, sea la federal (Estados Unidos Continentales) o la global (OMS).  Además, se ha sugerido que el estilo de vida activo incluye otras dimensiones vitales de la salud.  Entre estos componentes, se identifican: 1) la nutrición adecuada; 2) la ausencia de tabaquismo (i.e., no fumar cigarrillos, tabaco o pipa); 3) evitar el uso de sustancias nocivas a la salud (e.g., drogas, alcohol); 4) control del estrés negativo; 5) dormir suficientes horas de sueño; 6) practicar medidas de seguridad apropiadas a nivel personal y ambiental y 7) practicar una responsabilidad social en la comunidad donde convive la persona. A nivel personal, se han estudiado diversos regímenes que asisten a la ciudadanía en prevenir e interrumpir las conductas sedentarias.  También, se han instaurado estrategias que orientan al individuo a planificar, iniciar y mantener una vida activa (Blair, Dunn, Marcus, Carpenter, & Jaret, 2021; Haskell, Blair, & Bouchard, 2012; Hormenu & Ansah, 2018).

        Actualmente, existen varias investigaciones, marcos conceptuales, tendencias e iniciativas conducentes a promocionar la vida activa entre los integrantes de la población, sean niños (Kilborn, Cameron, McGowan, & Rohr, 2015), niños obesos (Sallis et al., 2014), adultos mayores (Centers for Disease Control and Prevention, 2004; Rojo-Pérez, Fernández-Mayoralas, & Rodríguez-Rodríguez, 2021) y la población general (Department of Local Government, Sport and Cultural Industries, 2017-2019).  En otro orden, se ha estudiado la vida activa bajo el contexto del Modelo Ecológico.  En este esquema se evalúan las posibles consecuencias de un grupo de variables socio-ecológicas sobre los estilos de vida activos.  Los principales factores que pudieran determinar tales estilos de vida dinámicos son: 1) las perspectivas intrapersonales (e.g., la dimensión biológica y psicológica). 2) el ambiente sociocultural (o dimensión interpersonal), 3) el ambiente construido por el ser humano (en las ciudades, escuelas, trabajos [i.e., escenario ocupacional]), 4) el ambiente físico natural, 5) el contexto de las políticas públicas (leyes y reglas que influyen sobre la seguridad, transportación, los códigos de construcción, el acceso a las instalaciones físicas, el presupuesto para las instalaciones físicas y otras similares), entre otras.   Coligado a lo anterior, bajo las consideraciones de varios contextos (e.g., los sistemas educativos de una sociedad), se ha investigado la influencia de las políticas públicas, el ambiente y las consideraciones financieras sobre de la vida activa de las personas y grupos.  En este último asunto, se hallan el gremio de los individuos obesos (e.g., niños obesos), ciertos colectivos raciales/étnicos y comunidades de bajo ingreso (Sallis et al., 2014).

Ejercicio Verde

        El ejercicio verde alude a la participación de la población en actividades físicas bajo un ambiente físico natural.  Este concepto plantea la relación simbiótica de los beneficios a la salud que disponen las actividades físicas (de índole psicológicos, sociales, físicos y otras) con las ventajas al bienestar general evidenciadas cuando las personas que experimentan ambientes físicos naturales sean parques, bosques o zonas terrestres en el campo (i.e., la naturaleza rural).  Esta combinación recíproca, una vida activa manifestada en escenarios de la biodiversidad, multiplica los beneficios para la salud del movimiento humano, a nivel individual y comunitario.  La finalidad del ejercicio verde radica en estrechar los efectos adversos a la salud del comportamiento sedentario, controlar el desarrollo urbano desmedido e infiel al ecosistema y el abatimiento de los recursos naturales por el ser humano (fauna y flora). También, el ejercicio verde mantiene motivado a los individuos durante su participación en actividades físicas, a la vez que crea consciencia de la importancia de preservar el ambiente físico natural (Geddes & Passmore, 2021; Pretty, 2004; Pretty, Griffin, Sellens, & Pretty, 2003; Rogerson, Barton, Prett, & Gladwell, 2020).

CONCEPTOS VINCULADOS CON LA BIOENERGÉTICA

        En este manuscrito, es vital la discusión conceptual del componente bioenergético de la actividad física.  En esencia, la bioenergética describe el estudio de la dinámica inherente en la energía que manifiesta el organismo humano (Draper & Marshall, 2012, p. 236).  El lector debe comprender los significados de calorimetría, energía, trabajo, expendio energético (EE) y equivalentes metabólicos (METs).

Energía y Trabajo

        Por definición clásica, energía implica la capacidad para generar trabajo.  La unidad de medida internacional clásica para energía es el julio (J), aunque la caloría (c [en minúscula] o cal) se utiliza con más frecuencia en el campo de la nutrición.  Una caloría equivale aproximadamente a 4.184 julios (Dunford, Doyle, & Killian, 2022, pp. 3, 38, 44-45, 575; Kent, 1998, p. 168).  Por su parte, el trabajo ocurre cuando algún grado de fuerza se destina sobre un objeto, lo que causa que este se mueva a lo largo de la dirección de la fuerza, es decir provoca el desplazamiento del objeto o su recorrido a través de una longitud (distancia o desplazamiento).  A partir de una matemática generalizada, el término trabajo (T) se define como la aplicación de una fuerza (F) a lo largo de una distancia (d), o fuerza por distancia (Fd).  Sin embargo, el cálculo matemático real de trabajo requiere que se acompañe la ecuación con el ángulo (posición [theta o θ]) entre la fuerza aplicada y la dirección (o ruta) del movimiento (i.e., el vector del movimiento).  Esto significa que trabajo (T) es el producto de la fuerza (F) aplicada, el ángulo (theta o θ) sobre el cual la fuerza es adjudicada en el objeto y la distancia (d) en que se mueve tal objeto.  Por lo tanto, T = Fd cos θ (Beam & Adams, 2023, p. 4; Boone, 2013, glossary; Saghiv & Sagiv, 2020, p. 542; Scott, 2009, p. 19).  Más exactamente, la energía se refiere a la cantidad de la energía metabólica liberada durante la acción mecánica (e.g., movimiento ocasionado por los músculos esqueléticos) junto al calor que genera el metabolismo del cuerpo (Beam & Adams, 2023, p. 5).

Calorimetría y Expendio Energético

        La energía metabólica que genera el organismo humano se convierte en calor.  Consecuentemente, es posible cuantificar esta energía si se mide el calor metabólico resultante, lo que se conoce como calorimetría.  La calorimetría (directa o indirecta), o la medición del calor (o energía), expresa este fenómeno mediante múltiples unidades de energía (calor), como lo son la caloría (c ocal), kilocaloría (kcal), julio (J), kilojulio (KJ), equivalentes metabólicos (METs) y otras.  En conexión a lo previo, la cantidad de energía imperante para preservar la vida humana y activar los músculos esqueléticos para el movimiento, se describe con el nombre de expendio energético (EE).  Esto denota, desde una perspectiva general y simple, que el EE se manifiesta durante dos fases: 1) el reposo: Expendio Energético en Reposo (EER) o Resting Energy Expenditure (REE) y 2) en la actividad física: Expendio Energético de la Actividad Física (EEAF) o Physical Activity Energy Expenditure (PAEE).  Otra manera de identificar, y expresar verbalmente, el valor de PAEE es describirlo como aquel calor producido (termogénesis) que se deriva exclusivamente de movimientos humanos ajenos al ejercicio, conocido con el nombre de Non-Exercise Activity Thermogenesis (NEAT).  Lo previo expresa que el EE generado (medido en la forma de calor) diariamente en la actividad (Activity Energy Expenditure, AEE) no solo proviene de las actividades físicas (PAEE o NEAT), sino también del ejercicio (Exercise Energy Expenditure, ExEE), lo que implica que AEE = ExEE + PAEE (o NEAT).  Una de las características esenciales del movimiento humano radica en la generación de energía requerida para que el organismo se pueda trasladar como un todo o mover sus segmentos a partir de sus articulaciones.  Este costo energético necesitado para movimiento, el denominado PAEE, es de beneficio para la salud.  Otra porción del EE (la más grande) encausada a mantener el cuerpo vivo durante el reposo se reconoce como energía basal.   Lo anterior se identifica como la Tasa Metabólica Basal (TMB) o Basal Metabolic Rate (BMR), descrita como aquella tasa de metabolismo mínima inherente en el organismo humano durante un estado de reposo completo y en ayuna (i.e., en ausencia de la contribución térmica de los alimentes que poseen energía potencial).  Por lo general, aunque no siempre (depende del contexto en cómo se establece), el BMR equivale a la Tasa Metabólica en Reposo (TMR) o Resting Metabolic Rate (RMR).  Sin embargo, por lo regular el RMR es levemente más alto que el BMR, el cual se establece bajo condiciones muy estrictas.  También, el BMR (y el RMR) puede aludir al REE, es decir: BMR = REE y BMR = REE.  En términos simplistas, la suma de esta energía (REE + PAEE) se conoce como el Expendio Energético Total (EET) o Total Energy Expenditure (TEE), es decir: TEE = REE + PAEE.  Ahora bien, la realidad es que el TEE es el resultado de la suma del REE, el efecto térmico que se produce al consumir alimentos (Termic Effect of Feeding [TEF] o Diet-Induced Thermogenesis [DIT]) y el AEE, ósea, TEE = REE + TEF + AEE (o TEE = RMR + DIT + AEE).  El efecto térmico de los alimentos abarca de un 5% a 10% del costo energético total generado por el organismo humano.  Asociado con estos conceptos de costo energético, se halla el nivel de actividad física o Physical Activity Level (PAL).  El PAL describe el EE diario promedio de la actividad física a lo largo del tiempo, o el costo energético adjudicado a la suma de todas las actividades físicas realizadas durante un periodo de 24 horas (hrs).  La mencionada medida representa el TEE dividido entre la TMB (o el REE).  Así, el valor de PAL puede ser estimado del promedio de 24 hrs referente TEE entre el REE.  Expresado en forma matemática, PAL = TEE/REE (o PAL = TEE/RMR).  Un estilo de vida inactivo se define como un PAL de 1.3 a 1.5 (Capelli & Zamparo, 2012; Carteri & Feldmann, 2019; Buchner, 2010; Chowdhury, Peacock, & Thompson, 2022; Hills, Mokhtar, & Byrne, 2014; Kent, 1998, pp. 62, 169, 386, 434; Peacock, Chowdhury, & Thompson, 2022; Scott, 2009, pp. 123-127, 137, 139-141; Sizer & Whitney, 2023, p. 319).

METs

        Asociado con los niveles de las intensidades pautadas para las intervenciones de las actividades físicas y la prescripción de ejercicio, se vislumbra el término METs.  Tal concepto se establece como equivalentes metabólicos, o una unidad de medida energética relacionada con el costo metabólico de la actividad física, según lo expresa el consumo de oxígeno (VO2) relativo a la masa corporal (MC), o peso del cuerpo.  Desde la perspectiva basal (o en reposo), el MET se haya vinculado a la tasa metabólica basal (TMB).  Esta última medida energética en reposo representa el valor metabólico (tasa de energía) más bajo que utiliza el ser humano para sostener la vida (sin consumir alimentos, a una temperatura corporal normal y en completo reposo).  La TMB se determina cuando el organismo humano se encuentra en reposo, bajo una postura en decúbito y supinación (boca arriba), estado de inanición (i.e., en ayuna) y en ausencia de haber participado en alguna actividad física o ejercicio las pasadas 24 horas.  Con esto, una unidad del mencionado equivalente metabólico alude a un índice que define el expendio energético (EE) durante un estado en reposo y sentado.  Asimismo, los METs representan múltiplos de la TMB, definido 1 MET como aquel consumo de oxígeno (VO2) relativo, instaurado al valor de 3.5 mililitros (mL) de oxígeno (O2) por cada kilogramo (kg) de la masa corporal (MC) por minuto (3.5 mL
· kg-1 · min-1).  También, 1 MET equivale a 1 kilocaloría (kcal) por kilogramo (kg) de la masa corporal (MC) por hora (hr) (1 kcal · kg-1 · hr-1).  Los METs se utilizan para comparar el EE que generan los diversos tipos de actividades físicas (ACSM, 2021, pp. 2, 152; Kenney, Wilmore, & Costill, 2022, pp. 328, 331-332; Kent, 1998, pp. 62, 319; Murray & Kenney, 2020, capítulo 3; Powers, Howley, & Quindry, 2021, p.30). 

CONCEPTOS VINCULADOS CON EL SEDENTARISMO

        En este segmento de las definiciones claves incorporadas en el trabajo actual, se describen términos que se hallan conectados con la ausencia, o participación ínfima, de actividades físicas o ejercicios. También se integran conceptos pertinentes con las conductas sedentarias y a la problemática de estar sentado por periodos de tiempo excesivos.

Inactividad Física

        La inactividad física ha sido otra temática de estudio en la literatura científica vinculada con las ciencias del ejercicio.  El señalado concepto se define como la ausencia de un nivel apropiado respecto a las recomendaciones nacionales, o globales, más recientes de actividades físicas.  Esto implica que en este contexto los individuos no cumplen con estas guías vigentes de actividad física, es decir, prevalece una insuficiencia en la actividad física.  Más concisamente, los individuos inactivos físicamente no participan en actividades físicas bajo intensidades de moderada a vigorosa.  Lo anterior puede variar según la edad (e.g., niños, adultos), el género (varones, mujeres), algunas afecciones y limitaciones físicas (e.g., ciertas enfermedades crónicas e incapacidades) el nivel socioeconómico, los grupos étnicos (e.g., hispanos), personas marginadas, la ubicación geográfica donde se vive (e.g., ciudad versus. la zona regional), la disponibilidad de programas que fomentan la actividad física, la disponibilidad de instalaciones físicas que facilitan las actividades físicas (e.g., falta de parques, aceras para caminar e instalaciones deportivas/recreativas), inseguridad ciudadana bajo zonas demográficas urbanas y otros factores ambientales/ecológicos.  Aquella población que no coincide con las recomendaciones de actividad física posee un riesgo elevado para incurrir en problemas de salud (e.g., enfermedades cardiovasculares [e.g, CC, presión arterial alta, enfermedad periférica arterial], diabetes tipo 2, osteoporosis, osteoartritis, algunos tipos de cáncer, accidentes cerebrovasculares, enfermedad renal crónica, Parkinson, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, demencia/Alzheimer, patologías psicosociales y emocionales) y de mortalidad originada por todas las causas (de muerte) (Healey, 2019; Owen, Healy, Matthews, & Dunstan, 2010).

Comportamiento Sedentario

        En el otro extremo del espectro, desde el movimiento hasta las conductas sedentarias, se halla el comportamiento sedentario, o simplemente el sedentarismo.  Los estilos de vida sedentarios se caracterizan por actividades que generan muy poca energía, como cuando se está sentado o reclinado, pero no incluye los periodos de dormir.  Estar sentado (o tiempo sentado) durante periodos de tiempo prolongados conforma una de las conductas sedentarias más comunes que afectan a la salud.  Estas actividades que generan un costo de energía muy disminuido incluyen estar sentado mientras se viaja por automóvil, autobús, avión, una embarcación marítima, por tren, se lee alguna documentación o se habla por teléfono sentado, entre otros escenarios similares.  Para restringir esta problemática, se recomienda interrumpir con regularidad (e.g., colocarse de pie y moverse) los señalados periodos extendidos de tiempo sentado, idealmente confinado a menos de una hora.  Otro enfoque radica en minimizar el tiempo de pantalla (e.g., sentado frente a pantallas desplegadas por dispositivos electrónicos), por lo menos a no más de dos horas por día (Foreman, 2020, pp. 35-45; Healey, 2019; Jochem, Schmid, & Leitzmann, 2018).

        Por definición, el comportamiento sedentario describe aquellas actividades en que se encuentra despierto el individuo, cuyo expendio energético (EE) se encuentra marcadamente por debajo de los niveles basales (en reposo), incluyendo acciones inactivas de estar sentado (e.g., tiempo de pantalla sedentario, como lo es ver televisión, trabajar frente a una computadora, participar en juegos electrónicos y otras formas de entretenimiento basado en pantallas que proyectan algo) y posturas del cuerpo donde se está reclinado o recostado.  Más concretamente, el comportamiento sedentario integra aquellas actividades inactivas en que se está despierto, caracterizadas por un gasto energético que oscile de 1.0 a 1.5 unidades metabólicas (o definido como menor o igual a 1.5 METs), estando sentado, reclinado o recostado (Owen, 2017; Pate, O’neill, & Lobelo, 2008; Sedentary Behaviour Research Network [SBRN], 2012; Tremblay, Colley, Saunders, Healy & Owen, 2010; Tremblay el al., 2017).  Para los detalles de este concepto, se recomienda consultar las Definiciones de Consensos planteadas por la Sedentary Behaviour Research Network, identificada por las siglas SBRN (ir a: https://www.sedentarybehaviour.org/sbrn-terminology-consensus-project/spanish-translation/).  Los niveles elevados de un comportamiento sedentario se encuentran asociado con un incremento para el riesgo de enfermedades crónico-degenerativas, independientemente de los niveles de actividad física.  También, esta conducta de muy poco costo energético propicia un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas, incluyendo las enfermedades cardiovasculares (Katzmarzyk et al., 2019).  Como hallazgo importante, aun cuando las personas sean fieles a las directrices de las actividades físicas nacionales (o globales) se mantiene el riesgo para incurrir en algún tipo de afección crónica si se persiste con la conducta sedentaria (Ekelund et al., 2019; Yancey, Whitt-Glover, Porter, & Herrmann, 2014).  Para más detalles respecto a este tópico, consulte la literatura (publicada en salumed.com) preparada por este servidor (Lopategui Corsino, 2016, http://www.saludmed.com/sedentarismo/sedentarismo.html).

Actividades Basadas en Pantallas

        Un concepto muy unido a las conductas sedentarias son las actividades basadas en pantallas.  Ésta se define como aquellos comportamientos sedentarios que involucran el uso de medios electrónicos que disponen de un EE muy disminuido, como ver televisión, usar una computadora, jugar videojuegos y otros (colectivamente llamados tiempo de pantalla).  El mencionado estilo de vida sedentario es extremadamente nocivo para la salud.  Por ejemplo, ver televisión durante 3 horas o más por día se encuentra asociado con un mayor riesgo para la desmineralización ósea y deficiencia en la aptitud muscular (Healey, 2019; Martinez-Crespo & Perez de Azpillaga, 2011).

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LA NECESIDAD DE SEGUIR LAS GUÍAS, ESTÁNDARES, DOCUMENTOS DE POSTURAS Y LAS OPINIONES DE LOS EXPERTOS
EN EL CAMPO DE LAS CIENCIAS DEL MOVIMIENTO HUMANO

        Es crucial que los especialistas del ejercicio y deportes estén conscientes de las guías, estándares y documentos de postura de las organizaciones que regulan el control de calidad de la práctica en el ámbito de esta ocupación.  Los señalados preceptos se cimientan en prácticas basadas en la investigación.  Así, urge que el profesional de las ciencias de movimiento humano y la medicina del deporte ejerza su ocupación fundamentada en los estudios científicos-empíricos y en los estándares de su profesión.  Además, se sugiere que estos especialistas se certifiquen bajo su escenario de trabajo y sigan las competencias educativas pertinentes a su campo de especialidad.

        El conocimiento de estas guías, estándares y documentos de posturas de las organizaciones profesionales asiste al profesional del movimiento humano y deportes en mantener un nivel elevado en la práctica de su ocupación.  El argumento antecedente consiste en: 1) un aumento respecto a la seguridad de la praxis, 2) disminución de lesiones o eventos clínicos mortales, 3) la prevención de litigios legales y 4) asegura prácticas de inclusión.  También, cada profesional del movimiento humano debe estar claro del alcance de la práctica en su campo, sea un técnico deportivo, coach, entrenador personal, terapeuta atlético, terapista físico, fisiólogo del ejercicio clínico, masajista, nutricionista y otros.  Algunos ejemplos de criterios que imperan ser considerados, y evaluados, coligados a la magnitud que se extiende el campo de la praxis, son: 1) los límites de la profesión, 2) referidos a otros profesionales de la salud y 3) prácticas que requieran una certificación o licencias basadas en reválidas (Kompf, Tumminello, & Nadolsky, 2014).

        Una de las organizaciones de renombre internacional que debe seguir todo profesional del ejercicio y deporte es el Colegio Americano de la Medicina del Deporte, o American College of Sports Medicine (ACSM), la cual dicta las pautas a seguir en este campo.  Los aspectos de seguridad, legal y de ética son todos cubiertos por esta organización.  Otras organizaciones son igualmente importantes.

GUÍAS

        Por lo común, las guías que rigen la profesión de las ciencias del ejercicio y de la actividad física se diseminan en la forma de publicaciones digitales o impresas.  La autoría, o edición, de estas impresiones (sean virtuales o físicas) se originan de organizaciones profesionales (privadas y públicas) a nivel global/internacional, del gobierno federal (i.e., Estados Unidos Continentales) o local (i.e., de algún país o nación particular).  Por ejemplo, las guías que regulan la planificación y el diseño de programas de ejercicios para la población general aparentemente saludables, y las enfermedades crónico-degenerativas e incapacidades, son divulgadas por la ACSM (Gordon, Chambliss, Durstine, Jett, & Ross, 2021; Liguori & American College of Sports Medicine [ACSM], 2021; Moore, Durstine, & Painter, 2016).  Otra organización reconocida alineada a estas guías de ejercicios para la población con enfermedades cardiovasculares y pulmonares es la American Association of Cardiovascular & Pulmonary Rehabilitation (AACVPR), con dos publicaciones medulares (American Association of Cardiovascular & Pulmonary Rehabilitation [AACVPR], 2020, 2019).  Otras guías radican en el diseño de ejercicios conducentes a la aptitud acuática (Aquatic Exercise Association [AEA], 2018), la salud y aptitud corporativa (Pronk, 2009) y las guías/estándares de las instalaciones físicas pertenecientes a los centros de salud/médicos y de aptitud física (Roy, 2013; Sanders, 2019).

        Existen otras guías que atañen la participación en actividades físicas de alguna población dada.  También, han sido desarrolladas por ciertas entidades globales o federales.  Al igual que arriba, las mencionadas guías de actividades físicas se han difundido en la forma de publicaciones digitales o impresas.  Las recomendaciones de actividades físicas se revelan por la Organización Mundial de la Salud (OMS) (ir a: https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/349729/9789240032194-spa.pdf?sequence=1&isAllowed=y) y el U.S. Department of Health and Human Services (USDHHS) (ir a: https://health.gov/sites/default/files/2019-09/Physical_Activity_Guidelines_2nd_edition.pdf).

DOCUMENTOS DE POSTURAS (POSITION STANDS)

        Junto con las guías, existen artículos que exponen las posturas y consensos de organizaciones y entidades profesionales ante diversas temáticas, algunas controversiales, vinculadas con las ciencias del movimiento humano.  Por lo regular las señaladas posiciones son desarrolladas por un comité de expertos que forman parte de estas sociedades.  Tales enunciados son distribuidos desde el portal web de éstas, entre los que se pueden distinguir la ACSM (ir a: https://www.acsm.org/education-resources/pronouncements-scientific-communications/position-stands), la Federación Internacional de Medicina del Deporte (FIMS) (ir a: https://www.fims.org/knowledge/position-statements/), la National Strength and Conditioning Association (NSCA) (ir a: https://www.nsca.com/about-us/position-statements/), la Canadian Society for Exercise Physiology (CSEP) (ir a: https://csep.ca/category/publications/position-stands/), la National Athletic Trainers' Association (NATA) (ir a: https://www.nata.org/news-publications/pressroom/statements/position), la American Medical Society for Sports Medicine (AMSSM) (ir a: https://www.amssm.org/Publications.php), la British Association of Sport and Exercise Sciences (BASES) (ir a: https://www.bases.org.uk/spage-resources-bases_position_stands.html), el Exercise & Sports Science Australia (ESSA) (ir a: https://www.essa.org.au/Public/Advocacy/Position_Statements.aspx), entre otros.

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TENDENCIAS Y CAMPAÑAS EN EL CAMPO DE LAS CIENCIAS DEL MOVIMIENTO HUMANO

        En la actualidad existen varias propensiones y esfuerzos de organizaciones profesionales, las cuales se detallan en este y otros segmentos del manuscrito.  Como parte de las tendencias emergentes que existen hoy día en el campo de las ciencias del movimiento humano, se hallan diversas campañas nacionales de varias organizaciones orientadas hacia la promoción de guías y recomendaciones que atañe a la salud, el ejercicio, y la actividad física regular deseable. Los movimientos más relevantes son: El Ejercicio es Medicina® (Exercise is Medicine®, EIM), las Personas Saludables 2030 (Healthy People 2030), el Índice Americano de Aptitud Física (American Fitness Index. AFI) y la Guía de Actividad Física para Americanos (Physical Activity Guidelines for Americans).  Las directrices de actividad física se discutirán más adelante (Ward-Ritacco, Capítulo 1, 2022).

EL EJERCICIO ES MEDICINA®

        En la actualidad, el ejercicio se emplea como un medio para la salud preventiva primaria.  También, este tipo de movimiento humano se utiliza para el tratamiento de diversas enfermedades crónico-degenerativas.  Lo anterior toma la forma de una prescripción del ejercicio, sea para la población general o dirigida para las personas con diversas patologías crónicas o incapacidades.  Por lo regular esto es la función de un fisiólogo del ejercicio, capacitado en este campo clínico (Boone, 2023, p. 115).  Esto ha sido un asunto de importancia excelsa para varias entidades profesionales asociadas a las ciencias del ejercicio y la medicina del deporte, entre las más importantes la ACSM.  Como resultado se concibe la campaña El Ejercicio es Medicina® (Exercise is Medicine®, abreviado EIM) (ir a: https://www.exerciseismedicine.org/), buscando principalmente que los médicos, no muy versados en la prescripción de ejercicio, otorguen referidos de sus pacientes a los especialistas del ejercicio (e.g., fisiólogo del ejercicio clínico (Liguori & ACSM, 2021, p. 447).

        La coalición profesional de salud preventiva y terapéutica, el EIM, fue fundada en el año 2007 por el Colegio Americano de Medicina del Deporte (American College of Sports Medicine, abreviado ACSM) y Asociación Americana de Medicina (American Medical Association, abreviado AMA).  La razón de la señalada iniciativa fue integrar la actividad física y el ejercicio en el sistema para el cuidado de la salud que dispone el gobierno.  Esto, fue justificado por la evidencia del colectivo abundante investigaciones científicas que apoyan tal argumento.  Así, la iniciativa EIM busca desarrollar intervenciones efectivas del movimiento humano (i.e., actividades físicas, ejercicio y acciones recreativas activas) bajo el contexto de los proveedores de salud, incluyendo los médicos, fisiólogos del ejercicio clínicos, entrenadores personales y otros.  Hoy día esta campaña ha extendido hacia un grama grupo de países en Americ Latina, Europa, Australia, Africa y Australia (Lobelo, Stoutenberg, & Hutber, 2014; Sallis & Moore, 2016).

        Con miras mantener una control de calidad elevado bajo el escenario para el diseño e implementación de ejercicios y actividades físicas, se ha desarrollado un programa de acreditación dirigido hacia: 1) los proveedores de la salud tradicionales que poseen la finalidad de integrarse con los profesionales de las ciencias del ejercicio y 2) los profesionales especializados en las ciencias del movimiento humano (e.g., fisiólogos del ejercicio), la iniciativa de EIM ha creado una alianza con la ACSM, la Medical Fitness Association (MFA) y la AMA.  Como resultado, se posibilitad que estos profesionales se certifiquen en este campo.  Tal sistema de acreditación para este gremio de servidores de la salud, se desglosa en tres aspectos, a saber: 1) la preparación profesional conducente hacia la prescripción de ejercicio, 2) el desarrollo de las destrezas necesarias para poder trabajo efectivamente en el sistema para el cuidado de salud y 3) la adquisición de aquellas destrezas requeridas en la praxis asociada a la modificación de la conducta entre los participantes que atiente este proveedor (Ehrman, Gordon, & Keteyian, 2023) (ir a: https://www.exerciseismedicine.org/eim-in-action/exercise-professionals/exercise-is-medicine-credential/).

        A raíz de esta propensión, emanan otras vertientes similares, como lo fue El Ejercicio es Medicina en la Universidad (Exercise is Medicine on Campus, abreviado EIM OC).  La mencionada iniciativa fue lanzada en el 2009 con la finalidad de concientizar a las instituciones educativas de tomar acción, y comprometerse, con fomentar el ejercicio y la actividad física entre los estudiantes, personal docente y los recursos humanos gerenciales (Ward-Ritacco, Capítulo 1, 2022) (ir a: https://www.exerciseismedicine.org/eim-in-action/eim-on-campus/).

PERSONAS SALUDABLES 2030

        La toma decisiones que afectan la salud se encuentra vinculadas con el nivel de educación para la salud que ha recibida la persona, sea de forma informal o formal.  Cualquier actividad, o elección, posee el potencial de afectar uno o más dimensiones que forman parte del bienestar (i.e., física, mental, social, emocional, espiritual, ambiental, financiera y ocupacional).  De las diversas variables que afectan a la salud (i.e., los factores genéticos, el ambiente y los comportamientos), uno de los más cruciales son los estilos de vida, particularmente aquellos incurridos durante la edad media del individuo.  Este comportamiento consciente que influye sobre la salud personal, o más bien la elección de salud, puede ser beneficioso, o perjudicial para el bienestar del individuo, dependiendo del tipo de selección coligado a la salud.  Por ejemplo, conviene tomar la decisión de participar en actividades físicas y ejercicios, mantener una dietética saludable, minimizar el uso de sustancias nocivas a la salud y otras.  Esto asiste en evitar una morbilidad o mortalidad prematura (Fahey, 2023, p. 5, Hoeger, Hoeger, Hoeger, & Meteer, 2022, pp. 4, 28; Liguori & Carroll-Cobb, 2022, capítulo 1).  Un enfoque nacional encausado a educar a la población con respecto a las acciones saludables son los objetivos de salud.

        En cada década, el gobierno federal (Estados Unidos Continentales) desarrolla un plan de salud cimentado en varios grupos de objetivos específicos orientados hacia la promoción de la salud y la prevención de enfermedades.  Los mencionados objetivos de salud se conocen con el nombre de Personas Saludables 2030 (Healthy People 2030, ir a: https://health.gov/healthypeople).  Estos objetivos sirven de base para motivar y guiar a las personas en tomar decisiones que favorezcan a su salud.  Tal plan de salud basado en objetivos enfatiza que esto no solo es un asunto individual o personal, sino que también deben estar involucrado los estados, las comunidades, los planteles escolares, las organizaciones nacionales la industria o corporaciones y los grupos familiares, todos apoyando y promocionando comportamientos saludables (Corbin, Welk, Corbin, & Welk, 2023, pp. 3-5; Edlin & Golanty, 2023, pp. 12-13; Fahey, 2023, p. 8).  En síntesis, la tendencia Personas Saludables 2030 (Healthy People 2030) representa una iniciativa fundamentada en el principio de los objetivos nacionales y el monitoreo conducente al progreso de un nivel de salud elevada y la prevención de enfermedades, enfocadas como metas prospectivas delineadas en múltiplos de diez años (e.g., 2030) (Ward-Ritacco, capítulo 1, 2022).

EL ÍNDICE AMERICANO DE APTITUD FÍSICA®

        El Índice Americano de Aptitud Física (American Fitness Index®, abreviado AFI, ir a: https://americanfitnessindex.org/), representa un ejemplo de una iniciativa nacional que ayuda a los oficiales locales, grupos comunitarios, organizaciones de salud y ciudadanos individuales en evaluar aquellos factores que contribuyen a la aptitud física, salud y calidad de vida de las ciudades (Ward-Ritacco, capítulo 1, 2022).

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NATURALEZA, CONTENIDO Y ALCANCE DE LAS CIENCIAS DEL MOVIMIENTO HUMANO Y LA MEDICINA DEL DEPORTE

        La aplicación de las ciencias del movimiento humano y la medicina del deporte en el escenario deportivo y en la salud preventiva representa un asunto de vital importancia, dado que propicia un incremento en la ejecutoria competitiva, disminuye la probabilidad de incurrir en lesiones atléticas y asiste en la obtención de una salud óptima.  La perspectiva científica del movimiento humano es sumamente amplia, pero se puede clasificar en: 1) ciencias del ejercicio (incluyendo su versión clínica), 2) ciencias del deporte y 3) el campo de la educación física.  Por su parte, la medicina del deporte representa otro cambio sumamente extenso muy asociado a las ciencias del ejercicio y del deporte.

CIENCIAS DEL EJERCICIO

        Las ciencias del ejercicio atañen al estudio científico de los mecanismos y razones para las respuestas del movimiento humano.  Este campo trabaja dos vertientes principales, que son: 1) el campo de la salud pública que atañe a la actividad física y 2) el aspecto competitivo del deporte (Housh, Housh, & Devries, 2018).  Los beneficios para la salud en cuanto a las intervenciones de la actividad física consistente y bajo intensidades apropiadas se encuentra evidenciado y validado en la literatura científica investigativa (¿).  Para detalles sobre este planteamiento, consulte las revisiones de la literatura publicado por este servidor (Lopategui Corsino, 2016, 2022 y 2023).

Ciencias del Ejercicio Clínica

        Una subcategoría de las ciencias del ejercicio es su versión clínica.  Como fue mencionado previamente, esta perspectiva enfatiza en las problemáticas de la salud y en la prevención o terapéutica de las enfermedades crónico-degenerativas.

MEDICINA DEL DEPORTE

        En términos genéricos, la medicina del deporte se refiere a un campo amplio orientado hacia el cuidado de la salud relacionado con la actividad física y deporte.  Representa un campo amplio que integra diversos aspectos especializados dirigidos hacia el ofrecimiento de servicios para la prevención y el cuidado de la salud.  La población objeto son los individuos físicamente activos o el gremio atlético, clasificados como aquellos que dedican sus esfuerzos hacia el mejoramiento del rendimiento o para el cuidado/manejo de lesiones (Prentice, 2017, p. 4).


OPORTUNIDADES DE ESTUDIO Y TRABAJO EN LA PROFESIÓN DE LAS CIENCIAS DEL MOVIMIENTO HUMANO

        Los profesionales en este campo poseen una gran diversidad de oportunidades de estudio en el mercado laboral, incluyendo el emprendimiento.  Una profesión que hoy día se ha diversificado en las ramas de las ciencias del ejercicio y deporte es la educación física.  El origen de muchos componentes de las ciencias del ejercicio emerge a raíz de necesidades particulares de una sociedad, como lo ha sido las transformaciones evolutivas de la aptitud física y el aeróbico como ejercicio y estrategia para mantener una buena salud y evitar enfermedades.  Todo esto recae en comportamiento saludables que enfatizan el movimiento humano.  Los escenarios ocupacionales potenciales que poseen las estudiantes subgraduados y graduados preparado en el campo de las ciencias del movimiento humano incluyen: 1) aptitud corporativa, 2) rehabilitación clínica, 3) aplicaciones en el contexto laborar de las ciencias aliadas y 4) docente o investigador en las organizaciones de educación superior, 5) consultor en el sector privado y otras (Housh, Housh, & Devries, 2018; Walton-Fisette &, Wuest, 2023, pp. 5-6, 9-10).

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PERSPECTIVA TRANSDISCIPLINARIA DE LAS CIENCIAS DEL EJERCICIO

        Son muchos y variados las disciplinas profesionales coligadas al movimiento humano, las cuales constituyen las ciencias del ejercicio y del deporte.  Aquí se destacan la fisiología del ejercicio, la fisiología del ejercicio clínico, la kinesiología, la biomecánica, el aprendizaje/control motor, la psicología deportiva, la sociología deportiva, la bioquímica del ejercicio, entre otras (Lamb, 1984).

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DIRECCIONES PROSPECTIVAS EN EL CAMPO DE LAS CIENCIAS DEL MOVIMIENTO HUMANO

        Las ciencias del ejercicio continúan tomando auge mundialmente.  Esta profesión requiere que los estudiantes se adiestren primero en las ciencias biomédicas básicas como lo son la anatomía, biología, química y otras.  Lo anterior es la normativa que prevalece en la actualidad y para el futuro (Housh, Housh, & Devries, 2018).

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CONCLUSIÓN

        Las ciencias del movimiento humano y la medicina del deporte representan un campo de suma importancia bajo el contexto de la vida diaria y en el escenario deportivo, sea competitivo o recreativo.  Tal profesión provee servicios de salud preventivos o terapéuticos para la población general, asiste al deportista durante su ejecutoria competitiva y al tratamiento agudo o crónico de lesiones vinculadas con la práctica de actividades atléticas o de ejercicio. Para esta carrera se proveen una gran variedad oportunidades de estudio, se a nivel subgraduado o graduado.  De igual forma, existen muchas posibilidades de trabajo en el señalado campo.

        En síntesis, las necesidades apremiantes que impera en la salud pública de cualquier población, demanda que hallan más profesionales en este campo para proveer servicio preventivos o terapéuticos ante enfermedades crónico-degenerativas y aquellas de tipo infectocontagiosas.  Dado esto, toma validez e importancias la profesión de las ciencias del ejercicio, en particular su vertiente clínica.  En lo que atañe a las disciplinas requeridas para los deportes competitivos o recreativos, toma vigencia las ciencias del deporte, la medicina del deporte y la educación física.  De hecho, las bases técnicas, salubristas y de aptitud física lo establece la profesión de la educación física.

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REFERENCIAS

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Autor del artículo: Prof. Edgar Lopategui Corsino
Última actualización del artículo: 20 de marzo de 2023