Prof. Edgar Lopategui Corsino
M.A., Fisiología del Ejercicio

 

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LA IMPORTANCIA DEL EJERCICIO Y LA ACTIVIDAD FÍSICA EN LA SALUD, Y SU UTILIZACIÓN EN LA
PREVENCIÓN Y CONTROL DE ENFERMEDADES CRÓNICO-DEGENERATIVAS, INFECTO-CONTAGIOSAS,
ASI COMO PARA SU INTERVENCIÓN EN OTRAS POBLACIONES PARTICULARES

Prof. Edgar Lopategui Corsino
M.A., Fisiología del Ejercicio

Catedrático Asociado
Universidad Interamericana de Puerto Rico
Recinto Metropolitano
 Facultad de Educación y Profesiones de la Conducta

Escuela de Educación
Departamento de Educación Física

PO Box 191293, San Juan, PR 00919-1293
[email: elopategui@intermetro.edu, elopateg@gmail.com, Tel: 250-1912, X2286, 2245]

Cómo citar de esta referencia:
Lopategui Corsino, E. (2013). La importancia del ejercicio y la actividad física en la salud, y su utilización en la prevención y control de enfermedades crónico-degenerativas, infecto-contagiosas, así como para su intervención en otras poblaciones particulares. Saludmed.com: Ciencias del Movimiento Humano y de la Salud. Recuperado de http://www.saludmed.com/articulos/Fisiologia_del_Ejercicio/Ejercicio_y_Enfermedades-Cronicas.html

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Reseña | Introducción | Conceptos | Evaluación Salud | Pruebas Ejercicio | Rx Ejercicio | Enfermedades | Efectos Ejercicio | Ejercicios Enfermedades | Conclusión | Referencias

Reseña

El propósito principal de este trabajo fue discutir diversas patologías discapacitantes y exponer la prescripción de ejercicio para cada una de éstas.  La presente revisión se inicia con una introducción, seguido de conceptos fundamentales de importancia.  Luego, se presentan los sistemas cruciales que corresponden a la evaluación del estado de salud para los potenciales participantes de un programa de ejercicios dirigido a individuos aparentemente saludables y para poblaciones diversas, como lo son aquellos grupos que poseen algún tipo de enfermedad, personas obesas, niños, envejecientes, embarazadas y mujeres.  En el próximo tópico, se dilucidan los protocolos evaluativos requeridos para establecer la capacidad funcional.  Basado en las guías actuales desarrolladas por el Colegio Americano de Medicina del Deporte (American College of Sports Medicine o ACSM, siglas en ingles), se explican los procedimientos a seguir requeridos en el desarrollo de la prescripción de ejercicio para el colectivo que se entrena, o rehabilita, en acorde con el perfil médico y las necesidades particulares para cada integrante del programa de ejercicios o actividades físicas.  En el tema posterior, se describen las causas y tratamiento médico convencional para una variedad de afecciones.  Según evidencia la literatura científica, se revelan las respuestas fisiológicas del ejercicio agudo para una diversidad de problemas de salud, así como las adaptaciones morfofuncionales que resultan de un programa de ejercicio y actividad física de naturaleza crónica.  Subsiguientemente, se procede a generar las correspondientes variables requeridas para la planificación y diseño de un programa de ejercicio y actividad física para estas poblaciones particulares.  Este programa de ejercicios terapéuticos se basó en las guías más recientes establecidas por la ACSM.  Se enfatiza en la necesidad de promocionar el movimiento internacional conocido como El Ejercicio es Medicina® (Exercise is MedicineTM).  A continuación, se expone la premura de establecer una licenciatura para los fisiólogos del ejercicio clínicos, de manera que éstos sean los que tomen el liderato exclusivo para la creación y desarrollo de los diversos programas de ejercicio y actividad física dirigidos a impartir un tratamiento alterno para la gran gama de enfermedades de naturaleza incapacitante e, inclusive, de enfermedades infecto-contagiosas. Finalmente, el autor expone su conclusión general que atañe a este trabajo de revisión.

  Palabras Claves: homeostasis, salud, bienestar, enfermedad, patología, calidad de vida, ejercicio, ciencias del ejercicio, ciencias del movimiento humano, fisiología del ejercicio, fisiología del movimiento humano, fisiología del deporte, fisiología del trabajo, actividad física, actividad física de ocio, vida activa, estilo de vida físicamente activo, equivalencia metabólica, METs, termogénesis de actividades no vinculadas al ejercicio voluntario, NEAT, expendio energético, costo energético, costo metabólico, actividad física de intensidad moderada, actividad física de intensidad vigorosa, actividad física de intensidad leve, actividad física de intensidad moderada a vigorosa, inactividad física, fisiología de la inactividad física, sedentario, sedentarismo, fisiología del sedentarismo, comportamiento sentado, tiempo sentado, ver televisión, reducción del tiempo sentado, interrupción en el tiempo sedentario, acelerómetro, medición del acelerómetro, ejercicios funcionales, entrenamiento funcional, capacidad funcional, aptitud física, aptitud física funcional, componentes de la aptitud física relacionados con la salud, consumo de oxígeno máximo, tolerancia cardiorrespiratoria, frecuencia cardiaca máxima, prevención, prevención primaria, acciones de salud, estilos de vida, patrones de estilos de vida, comportamientos, comportamientos saludables, salud cardio-metabólica, enfermedades crónicas, enfermedades incapacitantes, enfermedades discapacitantes, enfermedades crónico-degenerativas, enfermedades hipocinéticas, enfermedades infecto-contagiosas, enfermedades infecciosas, ejercicio crónico, ejercicio agudo, respuesta, adaptación, prescripción de ejercicio, entrenamiento físico, entrenamiento funcional, el ejercicio es medicina, rehabilitación cardiaca, rehabilitación cardiopulmonar, ejercicios terapéuticos, recreación terapéutica, evaluación de la salud preparticipación, cuestionario de salud, inventario de salud, PAR-Q & YOU, estratificación de los factores de riesgo, pruebas de aptitud física, índice de masa corporal, circunferencia de la cintura, prueba ergométrica de tolerancia cardiorrespiratoria máxima, prueba ergométrica de tolerancia cardiorrespiratoria submáxima, prueba electrocardiográfica de esfuerzo, epidemiología, estadísticas vitales, expectativa de vida al nacer, muerte prematura, morbilidad, mortalidad, tasa de mortalidad, determinantes ambientales, aterosclerosis, aterosclerosis coronaria, arterosclerosis, enfermedades cardiovasculares, riesgo, riesgo relativo, factores de riesgo, riesgo metabólico, factores de riesgo cardio-metabólicos, riesgo relativo, factores de riesgo para cardiopatías coronarias, lípidos, colesterol, HDL-C, glucemia, glucemia posprandialtrombosis venosa profunda, DVT, cardiopatías coronarias, hipertensión arterial, enfermedades cerebrovasculares, neurotrauma, apoplejía, cáncer, neoplasmas malignos, resistencia a la insulina, sensitividad a la insulina, diabetes sacarina, diabetes mellitus, diabetes mellitus insuloindependiente, diabetes mellitus tipo 2, obesidad, obesidad abdominal, obesidad central, obesidad mórbida, síndrome metabólico, enfermedad de Alzheimer, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, asma bronquial, artritis, osteopenia, osteoporosis, sarcopenia, problemas en la espalda baja, enfermedad de Parkinson.

INTRODUCCIÓN

        El ser humano representa una entidad viviente que posee una expectativa de vida al nacer relativamente prolongada (véase Gráfico 1).  Según el Departamento de Salud, en su Informe Anual de Estadísticas Vitales en Puerto Rico (2004), la esperanza de vida al nacer en Puerto Rico para el 2002 era de 77.1 años para la población general (ambos sexos).  En cambio, en el 1950 la expectativa de vida general no sobrepasaba los 61 años de edad (60.9). Cuando el tratamiento estadístico se analiza por sexo, la población femenina exceden por 7 años a los varones, 80.9 años y 73.2 años, respectivamente.  Por el contrario la esperanza de vida al nacer en el 1950 era muy similar para ambos sexos, 62.4 años en las hembras y 59.5 años en el grupo de varones.

Gráfico 1: Expectativa de Vida para Puerto Rico. Esperanza de vida al nacer, por sexo, en Puerto Rico para los años 1902 a 2002 (Adaptado de: Informe Anual de Estadísticas Vitales 2003. pp. 227-228, por Departamento de Salud, Secretaría Auxiliar de Planificación y Desarrollo, 2004, San Juan, Puerto Rico: ELA, Copyright 2004 por Departamento de Salud. Recuperado de http://www.estadisticas.gobierno.pr/iepr/LinkClick.aspx?fileticket=7ADJ6fSujrM=&tabid=186).

        Dependiendo de varios factores (i.e., estilos de vida, cuidado de la salud, el ambiente físico-biológico, el ambiente social y los factores genéticos) (Lopategui, 2006, pp. 11-12; McGinnis, Williams-Russo Knickman, 2002) que inciden en la salud del organismo humano, éste puede disfrutar una existencia productiva (véase Gráfico 2).

Gráfico 2: Factores que Determinan la Salud. Los cinco factores generales que afectan el bienestar del individuo (Datos de: "The Case for more Active Policy Attention to Health Promotion," por M. J. McGinnis, P. Williams-Russo, y J. R. Knickman, 2002, Health Affairs, 21(2), p. 83. Copyright 2003 por Project HOPE - The People-to-People Health Foundation. doi:10.1377/hlthaff.21.2.78. Recuperado de http://content.healthaffairs.org/content/21/2/78.full.html).

        Claro esta, intervienen variables imprevistas, y aquellas que no son posibles controlar, que alteran el equilibrio homeostático de los sistemas orgánicos del individuo.  Por ejemplo, siempre existe la posibilidad de accidentes que emergen súbitamente, los cuales pueden ocasionar alguna discapacidad o la muerte.  A pesar de esto, la política pública se dirige hacia la prevención primaria, es decir, hacia acciones de salud que previenen el surgir prematuro de enfermedades degenerativas y una posible mortalidad resultante (véase Gráficos 3 y 4) (Lopategui, 1997, pp. 2-9).

Gráfico 3: Acciones de Salud. Las tres principales estrategias enfocadas hacia el logro, y mantenimiento, de una salud óptima, la prevención de múltiples patologías o el tratamiento de disturbios de la salud (Información de: "Historia Natural de la Enfermedad y Niveles de Prevención (Definición de Conceptos)," por A Morales Bedoya, s.f., Puerto Rico: Universidad de Puerto Rico, Recinto de Ciencias Médicas, Escuela de Salud Pública. Copyright s.f. por: Arturo Morales. Recuperado de http://www.rcm.upr.edu/PublicHealth/medu6500/Unidad_1/Rodriguez_Historia-natural-Prevencion.pdf).

 

Gráfico 4: Niveles de Prevención. Niveles de aplicación para las medidas preventivas dirigidas a mantener una buena salud individual y colectiva, así como evitar la enfermedad o accidente (Información de: Educación para la Salud. 11ma. ed.; pp. 7-11, 41-46, 258-259 por L. F. De Vattuone y M. L. Graig, 1985, Buenos Aires: Librería "El Ateneo" Editorial. Copyright 1985; Ciencias de la Salud. 2da. ed.; pp. 47-51, por B. Y. Higashida Hirose, 1991, México: McGraw-Hill Interamericana. Copyright 1991 por: McGraw-Hill Interamericana de México, S.A., de C.V.; Cátedra de Medicina Preventiva y Social. pp. 16-21, por F. Olivieri, et al., 1982, Argentina: Editorial Universitaria de Buenos Aires. Copyright 1982; Salud Pública. pp. 26-27, por J. L. Vaquero Puerta, 1982, Madrid: Ediciones, S. A.. Copyright 1982).

        Entonces, se trata de fomentar aquellos comportamientos que sean saludables y evitar las conductas consideradas como de riesgo.  En este sentido, el ejercicio y la actividad física representan variables significativas vinculadas con el logro y mantenimiento de una vida saludable.  La meta es, pues, incentivar a la población general a que se involucren en una mayor cantidad de actividades físicas diarias y se motiven ha participar en programas de ejercicio regulares.  Esto significa que la meta es erradicar la vida sedentaria cotidiana y ocupacional a nivel global.

        Con el fin de disminuir las tasas de morbilidad y mortalidad que poseen una etiología hipocinética, es decir, aquellas que son originadas, principalmente, por la inactividad física, se han desarrollado varios delineamientos e iniciativas (Haskell, Lee, Pate, Powell, Blair, Franklin, Macera, Heath, Thompson & Bauman, 2007; Nelson, Rejeski, Blair, Duncan, Judge,  King, Macera, & Castaneda-Sceppa, 2007) que buscan reducir las causas de muerte por enfermedades crónicas discapacitantes, donde uno de los factores de riesgo principales es la falta de ejercicio y la poca actividad física.

TENDENCIAS EN EL CAMPO DE LA SALUD Y APTITUD FÍSICA

        El paradigma de la salud se encuentra constituido por un colectivo de dimensiones, los cuales poseen el potencial de afectar favorablemente, o de forma adversa, al bienestar de la persona.  Estos componentes son el social, cultural, económico, genético y el cuidado de la salud (Blanchet, 1990).

        Se ha observado que gran parte de las variables que afectan la salud colectiva, y la personal, son los patrones de los estilos de vida que manifiesta una cultura o un grupo de personas.  De hecho, el 40% de los determinantes que pueden alterar el equilibrio de la salud provienen de los comportamientos o estilos de vida (McGinnis, Williams-Russo Knickman, 2002).  Esto significa que una gran porción de los factores que inciden en el estado de salud del individuo son prevenibles, con atención especial a las conductas constructivas (i.e, saludables o positivas).  Una de las acciones de prevención de mayor impacto en la salud de una sociedad o individuo es el grado de regularidad con que se realizan las actividades físicas, así como ejercicios o entrenamiento físico (Roberts, & Barnard, 2005).

Evolución de la Salud Pública

        A través de los años, las acciones de la salud pública, encaminadas hacia un fin educo-preventivo o terapéutico, evidencian una tendencia dinámica, pues reflejan el ajuste requerido ante las demandas sociales y económicas de la sociedad que corresponde a cada época.  También, tal enfoque de la salud a nivel colectivo varía conforme surgen nuevos hallazgos provenientes de las investigaciones científicas que atañen a las ciencias de la salud y el movimiento humano.

        Al presente, las estrategias dirigidas a mejorar la salud del ser humano, o a mantener un nivel óptimo de la salud para una variedad de culturas, toman en consideración la ayuda que puede disponer diversas disciplinas, como lo son la psicología, sociología, antropología y otras.  Este tipo de práctica se conoce con el nombre de transdisciplinario y se fundamenta en que el ser humano representa un ente unitario que puede ser afectado mediante un conjunto variado de dominios, es decir, vertientes biológicas o físicas, psicológicas y sociales.  Esto significa que el individuo es un ser biopsicosocial, es decir, su bienestar dependerá de múltiples dimensiones, incluyendo también el componente espiritual y ecológico.  Esto se encuentra alineado con la gran diversidad cultural insertada en nuestra sociedad (Santiago & Rosa, 2007).

        Entonces, los esfuerzos que tienen como meta mejorar la calidad de vida, para una colectividad o individuo, visualizan al ser humano como una entidad integrada de múltiples dimensiones, lo cual se conceptualiza como un enfoque holístico (Lopategui, 2006, p. 4). 

El Movimiento Humano: Perspectiva, Tendencias y Direcciones

        Nuestra sociedad refleja un grave problema de salud en todas sus dimensiones, particularmente la mental/emocional y la física.  La industrialización y el desarrollo de la tecnología de la información (TI) han creado una cultura muy dependiente de las máquinas y medios de comunicación electrónicos.  Consecuentemente, el ser humano ha dejado atrás la herramienta de sobrevivencia más antigua que posee, el movimiento (ejercicio, actividad física).  Consecuentemente, se ha evolucionado hacia un patrón de estilo de vida hipocinético, permitiendo que los medios de comunicación televisiva se adueñen de nuestras decisiones intrínsecas. El resultado es una población enfermiza, con una diversidad de disturbios cardio-metabólicos, incluyendo e problema de la obesidad (véase Gráfico 5).

Gráfico 5: Evolución del Ser Humano hacia una Vida Sedentaria. Posible camino que ha seguido el ser humano, desde sus orígenes hasto el presente.  Se observa que se vive bajo una conducta de inactividad física, que conyeva a problemas crónicos, como la obesidad (Adaptado de: Pederson, B. K. (s.f.). Physical activity and health - What are the challenges?).

         El Comportamiento Sedentario y el Estudio de la Inactividad Física o Sedentarismo

        En Puerto Rico, y en otros países, uno de los factores de riesgo principales para las cardiopatías coronarias (enfermedades en las arterias coronarias del corazón) es el sedentarismo.  Este tipo de comportamiento se manifiesta cuando la persona incurre en muy poco, o ningún, movimiento a lo largo de periodos extensos de tiempo, donde se genera un escaso costo metabólico (Tremblay, Colley, Saunders, Healy & Owen, 2010).  Por el otro lado, se ha expuesto que el concepto sedentario implica un tipo particular de comportamiento, el cual dispone de un subyugado movimiento físico y un atenuado expendio energético, específicamente menor, o igual, a 1.5 METs (Pate, O’neill & Lobelo, 2008; Tremblay, Colley, Saunders, Healy & Owen, 2010).  Se ha definido al MET como la razón de la tasa metabólica de trabajo a un tasa metabólica estándar de 1.0 • kg-1 • h-1 (Ainsworth, Haskell, Whitt, Irwin, Swartz, Strath, O'Brien, Bassett, Schmitz, Emplaincourt, Jacobs & Leon, 2000).  Para un adulto, el valor de un MET representa el promedio de la tasa metabólica basal relativa a la masa corporal (MC) por minuto (min), lo cual equivale aproximadamente a 3.5 O2 ml • kg-1 • min-1 (American College of Sports Medicine [ACSM], 2014, pp. 424, 468-469; McArdle, Katch & Katch, 2013, p. 204).  También, 1 MET implica la tasa del expendio energético que ocurre durante el estado de reposo del organismo humano, específicamente en posición sentado (United States Department of Health and Human Services [USDHHS] (2008, p. C-4).  Esto significa que los METs representan múltiplos del costo energético en reposo, una estrategia que facilita el cálculo, y expresión, del expendio energético de las actividades físicas (McArdle, Katch & Katch, 2013, p. 205) (véase Gráfico 6).

Gráfico 6: El Concepto del MET. Descripción en el formato de mapa conceptual del significado de MET (Adaptado de Sports and Exercise Nutrition. 4ta. ed.; pp. 204-205, por W. D. McArdle, F. I. Katch, & V. I. Katch, 2013, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2013 por Lippincott Williams & Wilkins, a Wolters Kluwer business; Resource Manual for Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 7ma. ed.; pp. 424, 468-469, por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por: American College of Sports Medicine; "Physical Activity Guidelines Advisory Committee Report, 2008", p. C-4, por: U. S. Department of Health and Human Services, 2008. Recuperado de http://www.health.gov/paguidelines/report/pdf/CommitteeReport.pdf).

        Fisiología de la Inactividad Física o del Sedentarismo

        La problemática del sedentarismo se ha estudiado a la saciedad (de Pontes, dos Santos, Monteiro, Carvalho de Araújo, da Silva, Duarte, Kumamoto, & Sandoval Vilches, 2008; Mark, 2008; Pate, O’neill, & Lobelo, 2008; Castillo, & Ramírez, 2009; Owen, Leslie, Salmon, & Fotheringham, 2000).  Los efectos morfofuncionales agudos y crónicos de la inactividad física representan uno de los enfoques estudiados por la fisiología de la inactividad física (o fisiología del sedentarismo) (Hamilton, Hamilton & Zderic, 2007).

        Tremblay, Colley, Saunders, Healy y Owen (2010), diseñaron un modelo que describe el continuo del movimiento.  Conforme se lleven a cabo los tipos de comportamiento que afecten el movimiento físico, con diferentes gradientes de intensidad, se evidencian una variedad de respuestas y adaptaciones fisiológicas y estructurales.  Este modelo presenta en los extremos del continuo a la fisiología del sedentarismo, ubicado en el lado izquierdo, y a la fisiología del ejercicio, el cual se encuentra localizado en el extremo derecho de este continuo (véase Gráfico 7).

Gráfico 7: La Escala Continua del Movimiento Físico. Este paradigma del movimiento físico pretende explicar las fronteras de estudio entre la fisiología del ejercicio y la fisiología de la inactividad física.  También, tal modelo sirve de guía para los fisiólogos clínicos al establecer estrategias de comportamiento que interrumpan el comportamiento sedentario, así como recomendaciones de actividades físicas y ejercicios para los participantes (Adaptado de: "Physiological and health implications of a sedentary lifestyle," por M. S. Tremblay, R. C., Colley, T. J., Saunders, G. N., Healy, y N. Owen, 2010, Applied Physiology, Nutrition, and Metabolism, 35(6), p. 726. doi:10.1139/H10-079. Recuperado de http://www.sfu.ca/~leyland/Kin343 Files/sedentary review paper.pdf).

        A lo largo del continuo del movimiento físico, se identifican varios puntos particulares que generan un costo metabólico específico, cuantificado en unidades metabólicas equivalentes (METs).  Este paradigma enfatiza en la importancia de evitar aquellos comportamientos sedentarios, o interrumpir los periodos de tiempo extensos dedicados a la inactividad física.  Esto aplica tanto a la población que sigue fielmente las guías actuales de actividad física, como a los individuos que no practican tales recomendaciones de actividad física.  Más adelante se abundará sobre este asunto.  Se ha sugerido que las estrategias para la modificación del comportamiento sedentario, dirigidas a reducir el mismo e incrementar el expendio energético diario, son más efectivas que las intervenciones de actividad física y ejercicio (Tremblay, Esliger, Tremblay & Colley, 2007). 

        Comportamiento Sentado

        Una tendencia actual en la línea de investigación científica vinculada con el estudio de la fisiología de la inactividad física es el problema de estar mucho tiempo sentado, conocido como sitting time, y sus consecuencias desfavorables para el bienestar (Bassett, Freedson & Kozey, 2010; Brown, Miller, & Miller, 2003; De Cocker, De Bourdeaudhuij, Brown, & Cardon, 2008; Hamilton, Healy, Dunstan, Zderic, & Owen, 2008; Katzmarzyk, Church, Craig, & Bouchard, 2009; Owen, Bauman, & Brown, 2008; Owen, Healy, Matthews & Dunstan, 2010; Proper, Cerin, Brown, & Owen, 2007).  Además, se han estudiado los efectos de interrumpir los periodos de estar sentado (interruption in sedentary time, sitting time reduction), así como otras intervenciones que involucren mayor participación en actividades físicas (De Cocker, De Bourdeaudhuij, Brown, & Cardon, 2008; Dunstan,  Kingwell, Larsen, Healy, Cerin, Hamilton, Shaw, Bertovic, Zimmet, Salmon, & Owen, 2012; Healy, Dunstan, Salmon, Cerin, Shaw, Zimmet, & Owen 2008; Owen, Bauman, & Brown, 2008; Rutten, Savelberg, Biddle, & Kremers, 2013).  Más aún, la relación entre el tiempo sentado y la productividad en el trabajo ocupacional ha sido otra vertiente de estudio para el comportamiento sentado de los individuos (Pronk,  2010; Pronk, Katz, Lowry & Payfer, 2012).  Entonces, para prevenir posibles complicaciones médicas a largo plazo que resultan de periodos prolongados de permanecer sentados (Ej: enfermedades cardiovasculares), se recomienda que las personas indaguen por alguna razón para disminuir el tiempo total sentado diariamente, ya sea en el trabajo, el hogar o durante su tiempo libre (Roy, 2012).  Por ejemplo, el individuo sentado, se puede colocar de pie y activar las articulaciones del cuerpo, caminar entre otras intervenciones que interrumpen los periodos de estar sentado. Más adelante se esbozarán algunas recomendaciones a este respecto.

        La Perspectiva Sedentaria de la Población

        Se ha demostrado que la mayoría de los adultos consumen sus horas despiertas de ocio en una postura sentada o mediante una actividad de leve intensidad (Owen, Healy, Matthews & Dunstan, 2010).  Este último estado de actividad física puede tomar la forma de una postura de pie o ambulación lenta.  Como regla general, los estudios epidemiológicos toman como referencia como un comportamiento sedentario al tiempo dedicado a ver televisión (Salmon, Owen, Crawford, Bauman, & Sallis, 2003).

        Comportamientos de las personas durante las horas que se encuentran despiertas.  Algunos investigadores epidemiólogos han estudiado el comportamiento de la población durante el tiempo libre y laboral (Hamilton, Hamilton & Zderic, 2007; Hamilton,  Healy, Dunstan, Zderic & Owen, 2008; Tremblay, Esliger, Tremblay & Colley, 2007).  Dado el supuesto que el ser humano duerme ocho horas dentro de un ciclo de 24 horas por día, luego que éste se despierte por la mañana y realice sus actividades físicas, o ejercicios físicos correspondientes, existe la interrogante sobre a qué se dedica las restantes 16 horas esta persona, es decir, durante el tiempo que no se encuentra involucrado en actividades físicas o ejercicios (véase Gráfico 7).

Gráfico 8: Posibles Actividades que realiza un Individuo desde el Instante que se Despierta por la Mañana. El presente diagrama de flujo ilustra una secuencia cronológica hipotética de los tipos de comportamientos, particularmente sedentarios, que lleva a cabo una persona al levantarse a las siete de la mañana.  La modalidad más común de una actividad sedentaria es el tiempo sentado.  Obsérvese, que a pesar que esta persona cumple con las recomendaciones de actividad física, la misma no es lo suficiente para contrarrestar los efectos adversos a la salud que resulta a raíz de las prolongadas horas que permanece sentado este individuo, una vez llegada las onces de la noche. A este tipo de conducta se le ha denominado con el nombre de "teleadicto" o "active couch potato" (Adaptado de: "Too little exercise and too much sitting: Inactivity physiology and the need for new recommendations on sedentary behavior," por M. T. Hamilton, G. N. Healy, D. W. Dunstan, T. W. Zderic, y N. Owen, 2008, Current Cardiovascular Risk Reports, 2(4), 292-298. Recuperado de http://www.markantoffice.com/oxidesk/images/too little exercise and too much sitting_inactivity physiology and the need for new recommendations on sedentary behavior.pdf).

        Lo alarmante es que conforme continúan los avances en la TI, mayor potencial tendrán los comportamientos sedentarios, definidos como el tiempo sentado (Dunstan, Healy, Sugiyama & Owen, 2010; Owen, Leslie, Salmon & Fotheringham, 2000).   

        Estadísticas del comportamiento sedentario.  Utilizando medidas objetivas, mediante el uso de acelerómetros, varios estudios científicos han evidenciado que aproximadamente el 60% (9.3 horas/día) de la población adulta incurre en un comportamiento sedentario durante sus horas que se encuentran despierto.  En otro periodo del día, los adultos le dedican alrededor de un 35% (6.5 horas/día) a una diversidad de actividades físicas de intensidad leve o ligera.  El bloque del día que los adultos le asigna a la ejecución de actividades físicas que representan una intensidad de moderada a vigorosa, es tan solo de un 5% (0.7 horas/día) (Dunstan, Healy, Sugiyama & Owen, 2010; Healy, Wijndaele,  Dunstan, Shaw, Salmon, Zimmet, & Owen, 2008; Healy, Dunstan,  Salmon, Cerin, Shaw, Zimmet, & Owen, 2007; Owen, Bauman & Brown, 2009) (véase Gráfico 9).

Gráfico 9: Distribución del Tiempo dedicado a las Actividades Físicas y los Periodos Sedentarios. Esta gráfica sectorial presenta la distribución de tiempo que las personas adultas le dedican a las actividades físicas de moderada a vigorosa intensidad, leve intensidad y circunstancias sedentarias, según fue medido de manera objetivamente por un acelerómetro. (Adaptado de: "Objectively measured light-intensity physical activity is independently associated with 2-h plasma glucose," por G. N. Healy, D. W.Dunstan, J. Salmon, E. Cerin, J. E. Shaw, P. Z. Zimmet, y N. Owen, 2007, Diabetes Care, 30(6), 1384-1389.  Recuperado de http://care.diabetesjournals.org/content/30/6/1384.full.pdf+html; "Objectively measured sedentary time, physical activity, and metabolic risk: the Australian Diabetes, Obesity and Lifestyle Study (AusDiab)," por G. N. Healy, K. Wijndaele, D. W. Dunstan, J. E., Shaw, J., Salmon, P. Z., Zimmet y N. Owen N., 2008, Diabetes Care, 31(2), 369-371. Recuperado de http://care.diabetesjournals.org/content/31/2/369.full.pdf+html; "Too much sitting: a novel and important predictor of chronic disease risk?," por N. Owen, A. Bauman y W. Brown, 2009, British Journal of Sports Medicine, 43(2), p. 82. Recuperado de http://bjsm.bmj.com/content/43/2/81.full.pdf+html; "‘Too much sitting’ and metabolic risk – Has modern technology caught up with us?," por D. W. Dunstan, G. N. Healy, T. Sugiyama y N. Owen, 2010, European Endocrinology, 6(1), p. 20. Recuperado de http://www.touchendocrinology.com/articles/too-much-sitting-and-metabolic-risk-has-modern-technology-caught-us?page=0,0).

        Modalidades de los comportamientos sedentarios.  Por lo regular, el tipo de conducta sedentaria más común entre la población adulta es permanecer sentado (Ej: frente a una pantalla de televisión) por periodos de tiempo prolongados (Hamilton, Healy, Dunstan, Zderic & Owen, 2008; Owen, Bauman & Brown, 2009).  Se ha documentado que ver televisión representa aquel comportamiento sedentario más común en varios sectores globales, tal como los Estados Unidos Continentales (Nielsen Television Audience Report, 2010-2011), el continente de Australia (Australian Bureau of Statistics, 2006), y España (Vioque, Torres & Quiles).  No sería sorprendente que los paises de latinoamérica (Ej: Puerto Rico, Panamá y otros), tal actividad sedentaria fuera también muy popular.  Alrededor de 59 horas con 28 minutos por semana las familias en los Estados Unidos Continentales observan televisión (Nielsen Television Audience Report, 2010-2011).  Este comportamiento genera la tasa metabólica más baja, en comparación con otras actividades que se realizan sentado (o recostado, en decúbito), como lo son coser, leer, conducir un auto y jugar cartas (Ainsworth, Haskell, Whitt, Irwin, Swartz, Strath, O'Brien, Bassett, Schmitz, Emplaincourt, Jacobs & Leon, 2000).  Además, el problema de ver televisión consiste en que la mayoría del contenido de los anuncios de televisión son de comidas y bebidas, los cuales estimulan a las personas consumir kilocalorías adicionales, comúnmente alimentos poco saludables (Byrd-Bredbenner & Grasso, 1999; Bowman, 2006; Dietz & Gortmaker,1985; Gore, Foster, DiLillo, Kirk & West, 2003; Hu, Leitzmann, Stampfer, Colditz, Willett & Rimm, 2001; Harrison & Marske, 2005; Lank, Vickery, Cotugna & Shade, 1992).  También, el gran volumen gastado por la población durante los periodos transcuridos observando la televisión previene que estos individuos participan en actividades físicas y ejercicios (Ching, Willett, Rimm, Colditz, Gortmaker & Stampfer, 1996; Tucker & Bagwell, 1991).  La suma de estos factores asociados con ver televisión origina un mayor incremento para riesgo de alcanzar un estado de obesidad (en niños y adultos), si lo comparamos con otros tipos de comportamientos sedentarios (Andersen, Crespo, Bartlett, Cheskin, & Pratt, 1998; Gortmaker, Must,  Sobol, Peterson, Colditz, & Dietz, 1996; Hu, Li, Colditz, Willett & Manson, 2003; Robinson, 1999).  De hecho, en colectivos pediátricos, se ha encontrado que la merma en el tiempo dedicado a ver televisión para esta población dispone de un manejo más efectivo para el control de la masa corporal (MC) y en la prevención de la obesidad (Epstein, Valoski, Vara,  McCurley, Wisniewski, Kalarchian, Klein & Shrager, 1995; Faith, Berman, Heo, Pietrobelli, Gallagher, Epstein,  Eiden & Allison, 2001).  Cabe señalar que el exceso de tiempo dedicado a dormir, también posee un riesgo de tipo metabólico (Bjorvatn, Sagen, Øyane, Waage, Fetveit, Pallesen & Ursin, 2007).

        El Concepto del Comportamiento Sedentario y Tiempo Sentado

        El consenso de la literatura científica ha establecido que el comportamiento sedentario se define como aquella actividad que genera un expendio energético que fluctúa de 1.0 a 1.5 unidades de equivalente metabólico (METs) (Pate, O’neill & Lobelo, 2008; Tremblay, Colley, Saunders, Healy & Owen, 2010).  Se puede argüir que el estado de un comportamiento sentado ocurre durante la mínima activación de los músculos esqueléticos, observado durante periodos de estar sentado de forma estática, o simplemente recostado en posición decúbito.  No obstante, se ha sugerido que tal actividad, de muy poca activación energética, representa cualquier periodo de tiempo sentado inactivo (Owen, Healy, Matthews & Dunstan, 2010; Sedentary Behaviour Research Network, 2012) en una variedad de contextos ambientales.  Esto se conoce como una definición operacional del término comportamiento sedentario.  El concepto de tiempo sentado, es, pues, una modalidad que describe la manera más común que los individuos se involucran durante los periodos de inactividad física (véase Gráfico 10).  Entonces, se ha establecido que la población adulta pasa gran parte de su tiempo despierto en una posición de postura sentada (Ej: almorzando sentado) o en actividades caracterizadas por una leve intensidad, como lo podría ser estar de pie y llevando a cabo algún movimiento lento de traslación (Owen, Healy, Matthews & Dunstan, 2010).  La conducta sedentaria, de muy bajo costo metabólico, se establece durantes las oras del día en que se encuentra despierto el individuo, tanto en los escenarios ocupacionales (Ej: el trabajo), como durante el tiempo de ocio (Ej: en el hogar).  Por ejemplo, ver televisión, estar sentado frente a una pantalla de computadora o monitor de juego, conduciendo el automóvil, viajando sentado en sistemas de transportación pública, participando en actividades de entretenimiento sentado (Ej: asistiendo a una obra teatral), entre otros, representan algunos ejemplos de actividades de muy bajo costo metabólico (Owen, Healy, Matthews & Dunstan, 2010). 

Gráfico 10: El Concepto de Comportamiento Sedentario.  En este gráfico se describe, de manera diagramático, el significado de comportamiento sedentario. (Adaptado de: "Too much sitting: the population health science of sedentary behavior," por N. Owen, G. N. Healy, C. E. Matthews, y D. W Dunstan, 2010, Exercise and Sport Sciences Reviews, 38(3), 105-113. doi: 10.1097/JES.0b013e3181e373a2.  Recuperado de http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3404815/; "The evolving definition of ‘‘sedentary’’," por R. R. Pate, J. R. O’neill, y F. Lobelo, 2008, Exercise and Sport Sciences Reviews, 36(4), 173-178. doi:10.1097/JES.0b013e3181877d1a.  Recuperado de http://journals.lww.com/acsm-essr/Fulltext/2008/10000/The_Evolving_Definition_of__Sedentary_.2.aspx; "Letter to the editor: standardized use of the terms "sedentary" and "sedentary behaviours"," por Sedentary Behaviour Research Network, 2012, Applied Physiology, Nutrition, and Metabolism, 37(3), 540-542. doi: 10.1139/h2012-024. Recuperado de http://www.nrcresearchpress.com/doi/pdf/10.1139/h2012-024; "Physiological and health implications of a sedentary lifestyle," por M. S. Tremblay, R. C Colley, T. J. Saunders, G. N. Healy, y N. Owen, 2010, Applied Physiology, Nutrition, and Metabolism, 35(6), 725-740. doi:10.1139/H10-079. Recuperado de http://www.sfu.ca/~leyland/Kin343%20Files/sedentary%20review%20paper.pdf).

        En otro entorno, se considera que una actividad física posee una leve (o ligera) intensidad, cuando la misma se ejecuta estando la persona de pie y que demande un costo energético que alcance el valor de 2.9 METS (Owen, Healy, Matthews & Dunstan, 2010).  En comparación, aquellas actividades físicas y ejercicios que se realizan a una intensidad de moderada a vigoroso, se caracterizan por un costo energético de 3 a 8 METs (Ainsworth, Haskell, Whitt, Irwin, Swartz, Strath, O'Brien, Bassett, Schmitz, Emplaincourt, Jacobs, & Leon, 2000).

        La Importancia de las Actividades Físicas de Leve Intensidad

        Se ha establecido que aquellas actividades de leve, o ligera, intensidad son consideradas de importancia en cuanto a su contribución al expendio energético total que generan las personas diariamente (Donahoo, Levine & Melanson, 2004).  Este dato se encuentra alineado con el principio conocido como la termogénesis de las actividades no asociadas con el ejercicio físico (Nonexercise Activity Thermogenesis o NEAT) (Levine & Kotz, 2005).  Las actividades NEAT representan aquellas que no perteneceen al grupo de ejercicios físicos o deportes.  El trabajo laboral, las postura de pie, caminar por las tiendas, el baile, y otras, son algunos ejemplos de actividades físicas de tipo NEAT.  El costo metabólico que producen estos tipos de actividades físicas son suficientes para asistir en las medidas preventivas, y terapéuticas, para el problema de la obesidad (Levine, 2004; Levine, Eberhardt & Jensen, 1999; Levine, Lanningham-Foster, McCrady, Krizan, Olson, Kane, Jensen & Clark, 2005).   Además, se ha demostrado que este nivel de intensidad es el suficiente para interrumpir apropiadamente los periodos de tiempo sentado.  Por ejemplo, la literatura científica ha sugerido que el solo hecho de activar los músculos esqueléticos posturales durante la acción de colocarse de pie, la contracción isométrica resultante que generan estos músculos antigravitacionales es suficiente para producir cambios favorables en la enzima lipoproteína lipasa (LPL) (Hamilton, Hamilton, Zderic, 2007; Hamilton, Healy, Dunstan, Zderic & Owen, 2008).  Este tipo de enzima, que reside en las fibras de los músculos esqueléticos, reducen los disturbios de los lípidos en el plasma para las poblaciones diabéticas, así como para la aterosclerosis ocasionada por régimen dietético inapropiado (Fan, Unoki, Kojima, Sun, Shimoyamada, Deng, Okazaki, Shikama, Yamada & Watanabe, 2001).  Bajo este contexto, el solo hecho de cambiar de una postura sentada a una erecta entorpece las respuestas adversas que emergen de niveles reducidos de la LPL, evidentes durantes periodos prolongados de tiempo de estar sentado.  Esto significa que estar de pie deberá de considerarse como una actividad deseada, aunque de baja capacidad metabólica (Owen, Healy, Matthews & Dunstan, 2010).  Sin embargo, no se pretende que la persona permanezca de pie por periodos de tiempo muy extensos, puesto que esto puede resultar en otros problemas de salud (McCulloch, 2002). 

        Efectos Adversos a la Salud del Comportamiento Sentado

        Existe una vasta literatura científica que demuestran las consecuencias patológicas que resultan del comportamiento sedentario.  Esta conducta de inanición física puede resultar en desórdenes a nivel de la constitución ósea, el componente metabólico del organismo humano y en el sistema cardiovascular (Tremblay, Colley, Saunders, Healy & Owen, 2010) (véase Gráfico
11).

Gráfico 11: Efectos Adverss a la Salud del Sedentarismo.  Descripción diagramática de los efectos novivos del comportamiento sedentario.

        Evidencia de las investigaciones científicas. Los individuos que con frecuencia incurren en un estilo de vida sedentario, poseen el riesgo de adquirir algún tipo de enfermedad crónica (Ej: cardiopatías coronarias, diabetes tipo II y otras), a pesar si éstos se encuentren bajo un régimen de actividades físicas de moderada a vigorosa intensidad (Healy, Dunstan, Salmon, Shaw, Zimmet & Owen,2008; Healy, Matthews, Dunstan, Winkler & Owen, 2011; Healy, Wijndaele, Dunstan, Shaw, Salmon, Zimmet & Owen, 2008; Hu, 2003; Katzmarzyk, Church, Craig & Bouchard, 2009).  Este modelo se encuentra constituido por el tiempo total que se permanece sedentario y la cantidad de veces que se toman periodos de tiempo para interrumpir el tiempo sedentario.  Tales lapsos de tiempo que se apartan del tiempo sentado, o recostado, puede incluir cualquier otra actividad postural que genere un mayor gasto energético, como bien lo podría ser levantarse de una silla.  Tanto el tiempo sedentario total, como las interrupciones de este periodo de inactividad física, han evidenciado altas correlaciones tocantes a los índices cardio-metabólicos de salud, considerados como independientes uno del otro, y a otros tipos de comportamientos de tipo sedentario (Healy, Matthews, Dunstan, Winkler & Owen, 2011; Healy, Wijndaele, Dunstan, Shaw, Salmon, Zimmet & Owen, 2008; Hu, 2003; Healy, Dunstan, Salmon, Cerin, Shaw, Zimmet, & Owen, 2008; Thorp, Owen, Neuhaus, & Dunstan, 2011). 

        Vínculo del tiempo sentado con bio-marcadores cardio-metabólicos (véase Gráfico 12).  La presencia alarmante de bio-marcadores cardio-metabólicos e inflamatorios se halla estrechamente ligada con un mayor riesgo para adquirir una cardiopatía coronaria y muerte prematura (Hu, Qiao, Tuomilehto,  Eliasson, Feskens & Pyörälä, 2004; Kaptoge, Angelantonio, Lowe, Pepys, Thompson, Collins & Danesh, 2010).  Los principales disturbios cardio-metabólicos observados durante periodos prolongados de inactividad física (tiempo sentado o recostado en cama) son, a saber: 1) disminución de la sensibilidad a la insulina (resistencia a la insulina); 2) incremento en la insulina de ayuna; 3) aumento en la glucemia posterior a dos horas; 4) aumento en el colesterol total sérico; 5) reducción en el colesterol-lipoproteína de alta densidad (LAD, C-LAD) o high-density lipoprotein colesterol (HDL, HDL-C); 6) aumento en el colesterol de lipoproteína de muy baja densidad (LMBD, C-LMBD) o very low-density lipoprotein colesterol (VLDL o C-VLDL); 7) reducción en la actividad de la lipoproteína lipasa (LPL) sérica pos-heparina; 8) incremento en los niveles séricos de los triglicéridos (TG); 9) disfunción a nivel del tejido microvascular o endotelio; y 10) aumento en la presión arterial (Bauman, Spungen, 2008; Hamburg, McMackin, Huang, Shenouda, Widlansky, Schulz, Gokce, Ruderman, Keaney & Vita, 2007; Yanagibori, Kondo, Suzuki, Kawakubo, Iwamoto, Itakura & Gunji, 1998).  Un grupo de estudios científicos han demostrado que el comportamiento sentado, informado por los propios participantes del estudio (Ej: tiempo sentado frente a un televisor), se encuentra vinculado, en una manera positiva (o directamente proporcional), con diversos factores de riesgo de tipo cadio-metabólicos (Dunstan, Salmon, Healy, Shaw, Jolley, Zimmet & Owen, 2007; Healy, Dunstan, Salmon, Shaw, Zimmet & Owen, 2008; Henson, Yates, Biddle, Edwardson, Khunti, Wilmot, Gray, Gorely, Nimmo & Davies, 2013; Hu, 2003; Ford, Schulze, Kröger, Pischon, Bergmann & Boeing, 2010).  Por ejemplo, en una investigación realizada en el continente de Australia, se halló que una población adulta de Australianos, activos físicamente, presentaban considerables consecuencias clínicas, independientemente si estaban siguiendo la guías corrientes de actividad física (Healy, Dunstan, Salmon, Shaw, Zimmet & Owen, 2008).  En tal estudio, se descubrió una asociación de dosis-respuesta desfavorable, por virtud del comportamiento sedentario (tiempo sentado viendo televisión), con la circunferencia de la cintura, la presión arterial sistólica, la respuesta de la glucemia posterior a las dos horas, para ambos sexos; también con la glucemia en ayuna, TG y el HDL-C, para el grupo femenino (Healy, Dunstan, Salmon, Shaw, Zimmet & Owen, 2008).  Un estudio, en particular, halló una correspondencia perjudicial del tiempo dedicado al sedentarismo con un bio-marcador inflamatorio, conocido con el nombre de proteína C-reactiva (Healy, Matthews, Dunstan, Winkler & Owen, 2011).  Este compuesto representa un indicador de riesgo para las afecciones coronarias, apoplejías de tipo isquémicas, y la mortalidad por eventos vasculares y diversos tipos de cáncer y patologías respiratorias (Kaptoge, Angelantonio, Lowe, Pepys, Thompson, Collins & Danesh, 2010).

Gráfico 12: Consecuencias Metabólicas del Sedentarismo. Resumen de las secuelas metabólicas para la conducta sedentaria.

          Conexión entre el tiempo sentado y el riesgo para el síndrome metabólico.  Varias investigaciones científicas han vinculado el tiempo dedicado a comportamientos sedentarios con un mayor riesgo para la enfermedad del síndrome metabólico (Bankoski, Harris, McClain, Brychta, Caserotti, Chen, Berrigan, Troiano & Koster, 2011; Edwardson, Gorely, Davies, Gray, Khunti, Wilmot, Yates & Biddle, 2012).  El término de síndrome metabólico se refiere a un conjunto de factores de riesgo aterogénicos que incrementan la posibilidad de que un individuo desarrolle algún tipo de enfermedad cardiovascular.  El posible grupo de factores de riesgo metabólicos son: 1) dislipidemia (hipertrigliceridemia, hipercolesterolemia, con niveles bajos de HDL-C); 2) hiperglucemia; 3) resistencia a la insulina; 4) hipertensión (elevada presión arterial); 5) distribución central (abdominal) de la adiposidad (determinado por la circunferencia de la cintura, la Razón Cintura-Cadera [RCC o Waist-to-Hip Ratio, abreviado como WHR] o el Índice de Masa Corporal [IMC o Body Mass Index, abreviado como BMI]) y otros factores asociados con el historial familiar del paciente (Gade, Schmit, Collins & Gade, 2010; Cornier, Dabelea, Hernandez, Lindstrom, Steig, Stob, Van Pelt,  Wang & Eckel, 2008; Miranda,  DeFronzo, Califf & Guyton, 2005).  Basado en los criterios de la National Cholesterol Education Program Expert Panel on Detection, Evaluation and Treatment of High Blood Cholesterol in Adults (Adult Treatment Panel III, abreviado como ATP-III), se dispone de la presencia de un problema de síndrome metabólico si el candidato posee tres o más de los siguientes cinco factores de riesgo, que son: 1) hiperglucemia (glucemia en ayuna ≥ 110 mg/dL [6.1 mmol/L], incluyendo a la diabetes mellitus); 2) obesidad visceral (establecida como una circunferencia de la cintura [CC] ≥ 40 pulgadas [102 centímetros] en varones y ≥ 35 pulgadas [88 centímetros] para la población femenina); 3) hipertrigliceridemia ( trigicéridos [TG] ≥ 150 mg/dL [1.7 mmol/L]); 4) hipercolesterolemia (HDL-C < 40 mg/dL [1.03 mmol/L] en varones y < 50 mg/dL [1.29 mmol/L] en las mujeres); e 5) hipertensión (≥ 130/85 mm. Hg.) (National Cholesterol Education Program [NCEP], 2001).  Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), o la World Health Organization (WHO), define al síndrome metabólico fundamentado en los siguientes factores: 1) hiperglucemia (alterada tolerancia a la glucosa, alterada glucemia en ayuna, diabetes mellitus tipo II); 2) insulinorresistencia (alterada tolerancia a la glucosa, alterada glucemia en ayuna, diabetes mellitus tipo II, o reducida sensitividad a la insulina más 2 de los criterios mencionados en este listado); 3) obesidad abdominal (definida como una RCC > 0.90 en varones y > 0.85 para las féminas, y/o un IMC > 30 kg/m2; 4) hipertrigliceridemia (TG ≥ 150 mg/dL [1.7 mmol/L]); 5) hipercoleterolemia (HDL-C < 35 mg/dL [0.9 mmol/L] en varones y < 39 mg/dL [1.0 mmol/L] en las mujeres); 6) hipertensión (≥ 140/90 mm. Hg.); y otros criterios (microalbumina > 20 µg/min, o albúmina/creatina > 20 mg/g) (Alberti & Zimmet, 1998).  Finalmente, la Federación Internacional de la Diabetes, o la International Diabetes Federation [IDF], establece la prevalencia del síndrome metabólico si se cumplen los factores de riesgo metabólicos que se enumeran a continuación:  1) hiperglucemia (glucemia en ayuna ≥ 100 mg/dL [5.6 mmol/L], incluyendo a la diabetes mellitus); 2) obesidad visceral (establecida como un incremento en la CC [específica a la población étnica/racial], más 2 de los criterios aquí enumerados; 3) hipertrigliceridemia (TG ≥ 150 mg/dL [1.7 mmol/L], o el paciente se encuentra bajo un régimen terapéutico para los elevados TG); 4) hipercolesterolemia (HDL-C < 40 mg/dL [1.03 mmol/L] en varones y < 50 mg/dL [1.29 mmol/L] en las mujeres); y 5) hipertensión (presión sistólica ≥ 130 mm. Hg., o presión diastólica ≥ 85 mm. Hg., o el afectado está bajo tratamiento médico para la hipertensión) (Alberti,  Zimmet & Shaw, 2006).  Varios estudios científicos internacionales (Ej: Francia, Australia y Estados Unidos Continentales), han encontrado que un comportamiento sedentario prolongado, cuantificado como el tiempo dedicado para ver televisión, posee una significante correlación con la prevalencia del síndrome metabólico, a pesar de que los participantes del estudio estuvieran al día con las recomendaciones de actividad física (Bertrais Beyeme-Ondoua, Czernichow, Galan, Hercberg & Oppert, 2005; Dunstan, Salmon, Owen, Armstrong, Zimmet, Welborn, Cameron, Dwyer, Jolley & Shaw, 2005; Ford, Kohl, Mokdad, Ajani, 2005).  Más aún, en otro estudio efectuado en Australia, se evidenció una elevada asociación de el tiempo sentado con una mayor prevalencia para el síndrome metabólico, en poblaciones de adultos mayores de 60 años, para ambos sexos (Gardiner, Healy, Eakin, Clark, Dunstan, Shaw, Zimmet & Owen, 2011).  Para adultos mayores de 60 años de edad, aumenta el riesgo para adquirir una enfermedad del síndrome metabólico.  Este hecho se debe a que para la mayoría de estos grupos de personas de mayor edad, son más comunes las actividades sedentarias, de manera que éstos se encuentran más propensos para adquirir este problema de salud (Bankoski, Harris, McClain, Brychta, Caserotti, Chen, Berrigan, Troiano & Koster, 2011)

        Asociación entre el tiempo sentado y el riesgo para la obesidad.  El estado patológico de la obesidad, definido como un IMC mayor de 30 (Jensen, 2012, p. 1409), y el sobrepeso, representan factores de riesgo cruciales para una gran gama de afecciones metabólicas, cardiovasculares y respiratorias, tal como la diabetes tipo II, resistencia a la insulina, dislipiemias, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y disnea (dificultades respiratorias) (WHO, 2000).  La prevalencia de la obesidad es un asunto global, de tipo pandémico, el cual es muy común en los países de Latinoamérica (Aballay, Eynard, Pilar, Navarro & Muñoz, 2013).  Este problema de salud representa un potente factor de riesgo para el síndrome metabólico (Vega, 2001).  En la población pediátrica, se ha documentado que las horas extensas de tiempo sentado dedicadas a ver televisión, presentan una estrecha relación con la prevalencia de la obesidad (Andersen, Crespo, Bartlett, Cheskin & Pratt, 1998; Gortmaker, Must, Sobol, Peterson, Colditz & Dietz, 1996; Jakes, Day, Khaw, Luben, Oakes, Welch, Bingham & Wareham, 2003; Robinson, 1999).  Este hallazgo también se ha observado en adultos de ambos sexos (Ching, Willett, Rimm, Colditz, Gortmaker & Stampfer, 1996; Martínez-González, Martínez, Hu,  Gibney & Kearney, 1999; Salmon, Bauman, Crawford,  Timperio & Owen, 2000), adultos varones (Tucker & Friedman, 1989) y adultos mujeres (Hu, Li, Colditz, Willett & Manson, 2003; Tucker & Bagwell, 1991).

        Relación del tiempo sentado con el riesgo para la diabetes mellitus de tipo II.  Similar a la obesidad, la diabetes ha llegado a niveles epidémicos (Aston, G. (2013).  Esta patología se caracteriza por la presencia de hiperglucemia, lo cual puede se ocasionado por disturbios en la secreción de insulina, problemas en las acciones fisiológicas de ésta hormona, o ambos casos. Comúnmente, el diagnóstico para la diabetes se establece cuando una glucemia en ayuna indica ser mayor o igual a 126 mg/dL, en más de una ocasión (Inzucchi & Sherwin, 2012, pp. e237-2 - e237-3).  Ahora bien, con frecuencia se diagnostica una pre-diabetes cuando tal prueba de laboratorio evidencia concentraciones de la glucosa plasmática entre 100 mg/dL y 125 mg/dL, dado la ausencia de síntomas (American Diabetes Association [ADA], 2013).  En este último caso, se categorizan a este tipo de riesgo metabólico como una alteración de la glucemia en ayuna (imparired fasting glucose o IFG, siglas en ingles) (Gupta, 2013).  Los patrones de de vida sedentarios representa un riesgo para una diabetes mellitus tipo 2.  Un amplio colectivo de investigaciones científicas, han evidenciado que estos comportamientos sedentarios, reportado por los sujetos, presentan asociaciones con un incremento en el riesgo para la diabetes tipo II (Thorp, Owen, Neuhaus & Dunstan, 2011).  Bajo este contexto, un grupo de estudios científicos han observado que el tiempo sentado (Ej: ver televisión) afecta peligrosamente la homeostasis de la glucemia y la sensitividad a la insulina (Dunstan, Salmon, Healy, Shaw, Jolley, Zimmet & Owen, 2007;Healy, Dunstan, Salmon, Cerin, Shaw, Zimmet & Owen, 2007; Hu, Li, Colditz,  Willett & Manson, 2003).  Esta reprocidad entre el tiempo sedentario y los distrurbios glucémicos, con un riesgo de adquirir la diabetes, se ha observado en la respuesta a la glucemia posterior a las dos horas (Dunstan, Salmon, Healy, Shaw, Jolley, Zimmet & Owen, 2007; Healy, Dunstan, Salmon, Cerin, Shaw, Zimmet, & Owen, 2008).  Además, periodos prolongados dedicados a ver televisión inducen una alteración en el metabolismo normal de la glucosa  (Dunstan, Salmon, Healy, Shaw, Jolley, Zimmet, & Owen; Dunstan, Salmon, Owen, Armstrong, Zimmet, Welborn, Cameron, Dwyer, Jolley & Shaw, 2004). 

        Relación del tiempo sentado con la actividad bioquímica de la lipoproteína lipasa.  El grupo de enzimas de tipo LPL residen en el revestimiento de los vasos sanguíneos de los músculos y en otros tejidos que utilizan los ácidos grasos como sustratos, o para el anabolismo de los lípidos (Berg, Tymoczko, Stryer & Gatto, 2012, p. 773).  Entonces, a nivel de diversos tejidos en el organismo humano (Ej: capilares de los músculos y adipositos), la LPL se encarga de hidrolizar los TG (Garrett  & Grisham, 2013, p. 758).  Además, esta enzima es necesaria para el desarrollo de los constituyentes estructurales que forman parte de la HDL (Semenkovich, 2012, p. 1348).  Como resultado, una actividad deficiente de la LPL se encuentra asociada con elevadas concentraciones séricas de TG y bajos niveles de HDL-C (Semenkovich, 2012, p. 1348).  Consecuentemente, esto cosntituye un riesgo significativo para las cardiopatías coronarias.  Concentraciones disminuidas de LPL se han reportado en aquellos músculos esqueléticos que han reducido su actividad contráctil, a corto y largo plazo (Bey, Akunuri, Zhao, Hoffman, Hamilton & Hamilton, 2003; Hamilton, Hamilton & Zderic, 2007).  Esto es preocupante, pues presenta un riesgo para la adquisición de disturbios metabólicos y cardiovasculares.  Diversos estudios científicos han comprobado que los niveles reducidos de la LPL se encuentran vinculados con un aumento en los TG plasmáticos (Bey & Hamilton, 2003; Goldberg, Le,  Ginsberg, Krauss & Lindgren, 1988; Herd, Kiens, Boobis, & Hardman, 2001), disminución en la HDL-C sérico (Bey & Hamilton, 2003; Goldberg, Le,  Ginsberg, Krauss & Lindgren, 1988), algún efecto sobre la hipertensión (Stump, Hamilton & Sowers, 2006), diabetes ocasionada por disturbios de los lípidos (Shimada, Ishibashi, Gotoda,  Kawamura, Yamamoto, Inaba, Harada, Ohsuga, Perrey, Yazaki & Yamada, 1995), problemas de tipo metabólico que ocurre con la edad avanzada (Hamilton, Areiqat,  Hamilton & Bey, 2001), síndrome metabólico para humanos (Komurcu-Bayrak, Onat, Poda, Humphries, Acharya, Hergenc, Coban, Can & Erginel-Unaltuna, 2007; Saikia, Oyamaa, Endoa, Ebisunoa, Ohiraa, Koidea, Muranob, Miyashitaa & Shiraic, 2007) y un incremento para el riesgo de adquirir una cardiopatía coronaria (Henderson, Kastelein, Zwinderman, Gagné, Jukema, Reymer, Groenemeyer, Lie, Bruschke, Hayden, & Jansen, 1999; Wittrup, Tybjaerg-Hansen & Nordestgaard, 1999).  

        Relación entre el comportamiento sentado y ciertas enfermedades vasculares. El tejido muscular liso que se encuentra en los vasos sanguíneos es muy sensitivo a las respuestas nocivas, de tipo cardiovasculares y metabólicas, observadas durante el comportamiento sedentario.  Sujetos recostados en cama durante periodos prolongados de tiempo han manifiestado disturbios cardio-metabólicos adversos, tales como resistencia a la insulina, disfunción microvascular, dislipidemias y aumento en la presión arterial (Hamburg, McMackin, Huang, Shenouda, Widlansky, Schulz, Gokce, Ruderman, Keaney & Vita, 2007).  En este estudio, los disturbios en la microvasculatura endotelial se encontraban vinculados con una disminución en el diametro arterial, en el flujo hemodinámico y con una elevación de la presión sanguínea sistólica (Hamburg et. al, 2007).   La inactividad física resulta en una disminución del endotelio vascular encargado de los mecanismos vasodilatadores, y un aumento en el deterioro de las células endoteliales (Demiot, Dignat-George, Fortrat, Sabatier, Gharib, Larina,  Gauquelin-Koch, Hughson & Custaud,  2007).  Por ejemplo, DeSouce, Sahapiro, Clevenger y Dinero (2000) descubrieron que la inactividad física se encontraba asociada con una alteración de la función del endotelio vasomotor, al compararse con los sujetos activos físicamente. Tal alteración morfológica del endotelio vascular representa una manifestación inicial para el desarrollo de la aterosclerosis (Widlansky, Gokce, Keaney & Vita, 2003).  Una posible respuesta fisiológica alterada que puede indicar alguna afección a nivel del endotelio vascular, es una hiperemia reactiva alterada (Boutcher & Boutcher, 2005).   También, en un estudio epidemiológico, Benjamin, Larson, Keyes, Mitchell, Vasan, Keaney, Lehman, Fan, Osypiuk y Vita (2004), la disfunción del endotelio vascular se encontraba asociado con disturbios metabólicos (resistencia a la insulina), como lo son la diabetes mellitus tipo II y la obesidad.  Se han reportado situaciones de trombosis venosa profunda (TVP), o deep venous thrombosis (DVT), dentro de una variedad de contextos sedentarios (Homans, 1954; Naide, 1957; Simpson, 1940).  Se ha sugerido que la etiología de la DVT puede ser por la falta de las contracciones repetidas de los músculos esqueleticos que normalmente ocurren durante los movimientos cotidianos de leve intensidad (Zderic & Hamilton, 2012).

        Tiempo Sentado y el Riesgo de una Mortalidad Prematura o Cardiopatía Coronaria. Varias investigaciones científicas, de tipo epidemiológicas, han hallado un incremento en las causas de mortalidad general y cardiopatías coronarias como resultado de periodos de tiempo sentado muy prolongados, sin importar si la población estudiada estaba activa físicamente (Dunstan, Barr, Healy, Salmon, Shaw,  Balkau, Magliano, Cameron, Zimmet & Owen, 2010; Katzmarzyk, Church, Craig & Bouchard, 2009; Warren, Barry, Hooker, Sui, Church & Blair, 2010).

        Conclusión. Toda esta evidencia debe ser suficiente para que se incorporen en las guías de actividad física recomendaciones que postulen que la población deberá de reducir el tiempo que permanezca sentado durante sus horas de ocio y laborables.

        Periodos dedicados a Interrumpir el Tiempo Sentado

        Sin duda alguna, los periodos que permiten interrumpir el comportamiento sedentario, específicamente en la modalidad sentado, disponen de una respuesta ventajosa en relación a la salud metabólica, particularmente en las variables de tipo cardiovasculares y metabólicas (Healy, Dunstan, Salmon, Cerin, Shaw, Zimmet & Owen, 2008).  Solo se requiere que el individuo sentado se ubique de pie y ejecute algún tipo de movimiento, como sería dar algunos pasos.  Tal actividad de leve intensidad ayuda proveer efectos metabólicos beneficiosos a la salud, como lo son los niveles de glucosa sérica luego de dos horas, los TG, el IMC y la CC (Healy, Dunstan, Salmon, Cerin, Shaw, Zimmet & Owen, 2008).  Healy y colegas (2008) encontraron en aquellos sujetos que se mantuvieron sedentarios por un tiempo prolongado, un aumento de seis centímetros en la CC, en comparación con el grupo de sujetos que practicaban interrupciones frecuentes durante sus estadía sentado.  En un estudio más reciente, se halló que interrumpir los periodos de tiempo sentado con sesiones de actividades fisicas, de leve a moderada intensidad, disminuye la glucemia posprandial y los niveles de insulina en sujetos con un estado de sobrepeso u obesidad (Dunstan, Kingwell, Larsen, Healy, Cerin, Hamilton, Shaw, Bertovic, Zimmet, Salmon & Owen, 2012).  Caminar sobre una banda sinfín fue la modalidad utilizada para las actividades físicas que interumpían los periodos sentados.  En este estudio, el protocolo de actividad física se fundamentó en pausas de dos minutos durante cada 20 minutos de tiempo sentado.  En síntesis, esta investigación demuestra un metabolismo de la glucosa más efectivo como consecuencia de interrupciones de sesiones breves de actividades físicas (caminar), ejecutadas a una leve o moderada intensidad (Dunstan, Kingwell, Larsen, Healy, Cerin, Hamilton, Shaw, Bertovic, Zimmet, Salmon & Owen, 2012).  El solo hecho de permanecer en una posición de pie erecta, produce un incremento marcado en el costo energético y reducción de la masa corporal grasa (MCG) (Levine, 2004; Levine, Eberhardt & Jensen, 1999; Levine, Lanningham-Foster, McCrady, Krizan, Olson, Kane,  Jensen & Clark, 2005).  Más aún, las interrupciones del tiempo sedentario proveen de una ventaja energética, lo cual ayuda en la regulación de la MC y previene la obesidad (Henson, Yates, Biddle, Edwardson, Khunti, Wilmot, Gray, Gorely, Nimmo & Davies, 2013; Swartz, Squires & Strath, 2011) (véase Gráfico
13 y 14).

Gráfico 13: Interrupciones del Tiempo Sedentario  Se describe un mapa de concepto concerniente a las pasusas activas del tiempo sentado y su beneficio energético.

 

Gráfico 14: Beneficios Metabólicos de las Interrupciones del Tiempo Sentado  Se mencionan las ventajas para la salud cardio-metabólica cuando se interrumpen, mediante pausas activas, los periodos prolongados del tiempo sentado.

        Relación del Comportamiento Sentado con las Actuales Guías (2008) de Actividad Física

        El cúmulo de la evidencia extraída de los estudios científicos publicados durante esta última década que presentan las asociaciones del comportamiento sedentario, y sus periodos de interrupción, con varias patologías crónicas de naturaleza cardiovascular y metabólica, requiere que las presentes recomendaciones de actividad físicas (USDHHS, 2008) se modifiquen.  Posiblemente, se deba enfatizar en que las personas adultas, aparte de cumplir con los 150 minutos a la semana de actividades físicas a una moderada a vigorosa intensidad, también estén conciente de la importancia para la salud de no permanecer inactivo durante periodos prolongados de tiempo y de tomar pausas activas que interrumpan tal comportamiento sedentario (Hamilton, Healy, Dunstan, Zderic, & Owen, 2008; Owen, Healy, Matthews & Dunstan, 2010).  Este nuevo enfoque requiere que los participantes comprendan la importancia de evitar estar sentado por mucho tiempo y de levantarse con frecuencia para activar los músculos esqueléticos, sin importan el nivel el costo energético de tales actividades (comúnmente de leve intensidad) (Owen, Bauman & Brown, 2008).

        El individuo sedentario activo (teleadicto activo o active couch potato).   Existe la posibilidad que ciertas personas se encuentren involucradas en actividades físicas de moderada a vigorosa intensidad, pero en su tiempo libre, o laboral, incurren en actividades de inactividad física (muy bajo expendio energético) durante periodos extensos de tiempo.  Esto implica que la conducta sedentaria se manifiesta en el contexto de factores ambientales particulares, lo cual puede resultar en efectos específicos sobre la salud (Tremblay, Esliger, Tremblay, & Colley, 2007).  Sobre esta premisa, en un estudio realizado entre australianos adultos saludables, Healy, Dunstan, Salmon, Shaw, Zimmet y Owen (2008) hallaron que la muestra seleccionada de estos sujetos presentaban una amplia gama de factores de riesgo asociados con desórdenes metabólicos, a pesar de que tal colectivo se encontraban activos con las guías de actividad física vigente en ese momento.  Por ejemplo, esta población presentaba marcadas asociaciones de dosis-respuesta para el tiempo sentado frente a un televisor, en medidas antropométricas de cintura-cadera(particularmente la CC), presión arterial (con cambios significativos en la presión sistólica) y la glucemia posterior a dos horas, para ambos sexos.  Específicamente para el colectivo femenino, tales vinculos fueron observadas en el valor para la glucemia en ayuna, TG séricos y la HDL-C (Healy, Dunstan, Salmon, Shaw, Zimmet & Owen, 2008).  A este fenómeno se le ha designado con el nombre de teleadicto activo o active couch potato (Owen, Healy, Matthews & Dunstan, 2010).

        El camino a seguir. Los hallazgos previamente discutidos deben de preocupar a los fisiólogos del ejercicio clínicos, pues deberán de reenfocar la planificación de sus programas de ejercicios y actividad física para las poblaciones que atienden.  El hecho de que aquellos participantes involucrados en las recomendaciones de actividad física pueden estar en riesgo de una enfermedad crónico-degenerativa si persisten en mantener un comportamiento sedentario en la forma de estar sentado por periodos de tiempo prolongados, demanda mayores esfuerzos de orientación a estas personas.

        Cuantificación del Comportamiento Sedentario

        En la actualidad, la literatura científica no dispone de suficientes estudios de intervención que pueda proveer  delineamientos precisos y claros basados en el principio de dosis-respuesta, de manera que ayuden a la población a prevenir las consecuencias cardio-metabólicas adversas por permanecer sentado por periodos de tiempo prolongados.  Posiblemente, esto significa incurrir en sesiones de interrupciones breves (Ej: 2 a 5 minutos, o más) por cada 20 a 30 minutos (o hasta 1 hora) de estar sentado.  En este caso, lo más importante es proceder a interrumpciones frecuentes del tiempo sentado.  En un esfuerzo por cumplir con la encomienda de establecer la dosis apropiada para las intervenciones de actividad físicas dirigidas a interrumppir los lapsos de tempo sentado, el presente documento ofrece una guía básica a este respecto.

        Objetivos. Con el fin de evaluar más efectivamente los efectos morfofuncionales agudos y crónicos que resultan de conductas sedentarias, así como el poder ofrecer recomendaciones prácticas enfocadas a interrumpir los periodos de tiempo sedentarios, se ha propuesto emplear  variables medibles, similares a las que tradicionalmente se utilizan para establecer la dosis de la prescripción de ejercicio (Hamilton, Hamilton & Zderic, 2007; Tremblay, Colley, Saunders, Healy & Owen, 2010).  Entonces, este proceso vislumbra dos propósitos vitales, que son: 1) evaluar el estado actual del comportamiento sedentario del participante, y 2) establecer la dosis apropiada para la prescripción de las interrupciones del tiempo sedentario. 

        Duración. La duración, o tiempo, del comportamiento comprometido a estar sentado, representa una de las variables que es imperante cuantificar.  Lo sugerido que tal conducta sedentaria posea una duración entre 20 a 30 minutos, o hasta un mínimo de 60 minutos (1 hora).

        Interrupciones.  Por su parte, el constituyente que fija los periodos de tiempo para las pausas activas del tiempo sentado, se denomina como interrupciones.  Se requiere que durante tal lapso de tiempo el participante se involucre en actividades físicas que generen, como mínimo, un leve costo energético, i.e, alrededor de 1.6 a 2.9 METs (Ej: caminar lento) (Pate, O’neill & Lobelo, 2008).  No obstante, en estas interrupciones, se acepta el simple hecho de ubicar el cuerpo de pie, o en posición recta, lo cual puede generar un costo metabólico aproximado de 1.2 METs (Ainsworth, Haskell, Whitt, Irwin, Swartz, Strath,  O'Brien, Bassett, Schmitz, Emplaincourt, Jacobs & Leon, 2000).  Tal componente es de suma importancia, pues posee la encomienda de asistir en la prevención de los efectos nocivos al bienestar que resultan de permanecer por etapas de tiempo muy extensas, sin que se genere un movimiento físico significativo.  Este componente se encuentra estrechamente vinculada con la dosis del tiempo.  Por ejemplo, la duración para las interrupciones de un comportamiento sentado podrá ser de 2-5 minutos por cada 20-30 minutos de actividad sedentaria (Dunstan,  Kingwell, Larsen, Healy, Cerin, Hamilton, Shaw, Bertovic,  Zimmet, Salmon & Owen, 2012; Rutten, Savelberg, Biddle & Kremers, 2013).  Por el otro lado, otros estudios recomiendan 5 minutos de pausa activa por cada hora de inactividad física (Owen, Bauman, & Brown, 2009; Swartz, Squires & Strath, 2011).   Empleando la modalidad de colocarse de pie y caminar, se ha demostrado que este lapso de tiempo es suficiente para producir un gasto energético de una magnitud apropiada, de manera que puede controlar efectivamente la MC del individuo y provea una ayuda para prevenir los problemas de obesidad que prodrían surgir a raíz de un comportamiento sedentario constante (Swartz, Squires & Strath, 2011).        

        Frecuencia. Si el fisiólogo del ejercicio clínico desea indagar la cantidad de veces que la persona participa en una conducta de muy poca actividad física, se deberá emplear la variable conocida con el nombre de frecuencia del comportamiento sedentario.  Se requiere que este componente se analice en el contexto que se realizan estos eventos.  La frecuencia se puede concretar como las veces que se incurren en las sesiones de tiempo sedentarias por día o por semana.  Al cliente se le debe orientar de reducir la frecuencia de esta conducta e incrementar las interrupciones del tiempo sentado.

        Intensidad. La intensidad se fundamenta en el costo energético de la inactividad física o la actividad incorporada durante las interrupciones del tiempo sedentario.  La conducta sedentaria genera un expendio metabólico muy bajo.  Por ejemplo, sentado y viendo la televisión, se produce un costo energético de 0.9-1.0 METs (Ainsworth, Haskell, Whitt, Irwin, Swartz, Strath, O'Brien, Bassett, Schmitz, Emplaincourt, Jacobs & Leon, 2000).  Lo ideal es incrementar el costo metabólico de las pausas a una leve intensidad, es decir, entre 1.5 a 3 METs, ó 25 a 50% del consumo de oxígeno máximo (VO2máx) (Hamilton, Hamilton & Zderic, 2007).  Según fue discutido en párrafos previos, este tipo de gasto metabólico se conoce como la termogénesis de las actividades de no-ejercicio (Nonexercise Activity Thermogenesis o NEAT), i.e, el expendio metabólico vinculado con las actividades físicas que no correspoenden a los ejercicios físicos voluntarios (Levine, 2004).  Las actividades físicas de tipo NEAT poseen una función de suma importancia para el bienestar individual, particularmente en la prevención de la obesidad (Levine, 2004; Levine, Eberhardt & Jensen, 1999; Levine, Lanningham-Foster, McCrady, Krizan, Olson, Kane, Jensen & Clark, 2005).  Estos tipos de actividades elevan el costo energético y disponen de un efecto favorable con respecto al metabolismo de los lípidos.  Consecuentemente, a lago plazo, las actividades NEAT ayudan a regular la MC, lo cual representa una mecanismo vital para la prevención de la obesidad (Levine, Eberhardt & Jensen, 1999; Levine, Lanningham-Foster, McCrady, Krizan, Olson, Kane, Jensen & Clark, 2005).  Las actividades físicas de tipo NEAT abarcan aquellas de origen ocupacional, recreativas, las realizadas en el hogar y otras de tipo cotidianas.  El estar de pie, caminar, hablar, hacer compras, entre otras, representan ejemplos de actividades de tipo NEAT (Levine, 2004).    

        Modo. Por último, es imperante determinar el tipo (o modalidad) del comportamiento sedentario (o sentado).  Por ejemplo, el modo de esta conducta (sedentaria) puede ser ver televisión, conducir un auto durante periodos de tiempo prolongados, trabajar sentado en un escritorio o frente a una computadora, entre otros (Hamilton, Hamilton & Zderic, 2007; Tremblay, Colley, Saunders, Healy & Owen, 2010).  Además, esta variable específica los tipos de actividades física, de tipo NEAT, ha emplearse durante las interrupciones de tiempo sentado.  Como fue mencionado previamente, esto puede incluir levantarse y mover los segmentos del cuerpo, caminar o realizar otras actividades físicas de leve a moderada intensidad.  Fundamentado en la modalidad para las interrupciones de las actividades sedentarias, se han establecido varias estrategias dirigidas a disminuir el tiempo dedicado al comportamiento sedentario, particularmente para los lapsos del tiempo sentado (National Heart Foundation of Australia, 2011; Pronk, 2010; Roy, 2012).  Estas recomendaciones se pueden implementar en el hogar, trabajo ocupacional, durante las actividades recreativas de naturaleza pasiva (Ej: juegos de mesa, ir al cine), mientras se viaja en transportaciones terrestres (auto o tren) y aéreas, y en otras actividades cotidianas (Ej: mientras se espera sentado en la oficina del médico).  En los próximos párrafos se ofrecerán estas sugerencias.

        En el hogar:

        Se recomienda que durante los anuncios comerciales, la persona se levente y camine en los alrededores de la casa.  Es de vital importancia evitar dirigirse a la cocina, pues la tendencia sería consumir algún tipo alimento, sólido o líquido.  Durante el tiempo dedicado a ver televisión, se sugiere experimentar con ciertas actividades simultáneas que requiera ubicar el cuerpo en posición erecta, de modo que sea posible producir un mayor costo energético.  Por ejemplo, se puede planchar la ropa mientras se observa la pantalla.  También, es posible organizar la ropa o lavar los platos durante este periodo.  Una práctica saludable sería intentar ver la televisión de pie durante ciertos periodos de tiempo.  En aquellas circunstancias donde el individuo se encuentra trabajado frente a su computadora personal, lo ideal es tomar pausas intermitentes para caminar por el hogar, mientras se navegue por la Internet/Web, se acceda a la cuenta de correo electrónico, o se lleven a cabo otras acciones virtuales.  Si la persona se encuentra durante una sesión se charla virtual, cabe la posibilidad de invitar a la otra persona colocarse de pie y ejecutar algún tipo de movimiento físico.  Mientras se verifican los mensajes de texto y correos electrónicos en el dispositivo móvil (Ej: celular), se puede caminar por los alrededores de la casa.  De no poseer complicaciones médicas, se recomienda leer el periódico de pie.  Si la agenda personal del individuo lo permite, éste puede realizar varias actividades físicas en el hogar, tal como lavar el auto, recortar la grama, pintar la casa, y otras. 

        En el trabajo:

        Para las ocupaciones sedentarias, como trabajar en un escritorio o frente a una computadora, lo recomendado es acceder a sesiones de reposo activo, cada 20 a 30 minutos.  Tales interrupciones pueden poseer una duración entre de 5 a 10 minutos cada una.  Las posibles actividades físicas durante el descanso activo incluyen: 1) caminar por los alrededores de la oficina, 2) dirigirse al servicio sanitario, 3) caminar hacia las fuentes de agua para la hidratación correspondiente, 4) trasladarse hacia las oficinas del edificio para entregar personalmente cualquier comunicación interna (Ej un memorando), 5) llevar a cabo conversaciones de pie con un compañero de trabajo o el supervisor inmediato, 6) trabajar de pie por un breve periodo de tiempo, 7) saludar a las visitas de pie, 8) contestar las llamadas telefónicas de pie, y otras actividades de leve intensidad.  Durante reuniones prolongadas, el empleado se puede levantar periódicamente.  Al moverse de una oficina a otra, dentro del edificio donde se trabaja, se prefiere utilizar la rampa o escalera del mismo.   Otra manera de interrumpir el periodo sentado laboral es emplear un escritorio, o mesa,  que pueda ajustarse la altura, de manera que sea posible trabajar de pie, en vez de estar sentado.  De ser posible se recomienda trasladar a otro lugar la bandeja de entrada y salida de la mensajería física interna.  El propósito de este arreglo es obligar al empleado a ubicarse de pie y colocar las correspondencias de salida, o recoger la de entrada, en ésta.  Experimentar con reuniones que se lleven a cabo de pie o caminando.  Cuando se efectúen teleconferencias, emplear los audífonos o las bosinas internas de la computadora, para así poder estar de pie durante la misma.  Durante presentaciones por los alto ejecutivos de la compañía (o por el mismo personal), el empleado se puede trasladar al fondo del salón y permanecer de pie por tiempo.  Consumir los alimentos (Ej: meriendas o el almuerzo) fuera de su mesa de trabajo.

         Mientras se viaja:

        Durante las travesías en auto, hacia destinos lejanos, se sugiere planificar paradas frecuentes.  Las mismas, pueden consistir en caminar un poco o conversar de pie.  Si toma transportación pública, lo recomendado es que el individuo se mantenga de pie o ceda su asiento a una persona que lo necesite (Ej embarazadas, envejecientes, y otros).  Otra estrategia es arribar a una parada antes, durante la travesía en el tren o guagua.  Esto obligará a la persona caminar hasta su destino.  En la medida que se pueda, lo ideal es estacionar el automóvil lejos de su destino, de manera que se camine el resto del camino.  Si el lugar de arribo no queda a una distancia muy lejana, se puede intentar caminar hacia éste.  También, se puede dejar el auto en el hogar y caminar hacia la parada de la transportación pública.

        Prescripción. Luego de evaluar estas variables, el próximo paso consiste en establecer una guía dirigida a reducir este estilo de vida sedentario.  Además, se pueden implementar diversas estrategias para la modificación del comportamiento sedentario, incluyendo el tiempo sentado dedicado para ver la televisión (Foster, Gore & West, 2006) (véase Tabla 1).

Tabla 1: Cuantificación del Comportamiento Sedentario

COMPONENTE

 

DESCRIPCIÓN

Duración (minutos)
 

:

Concepto:

 

Tiempo total del comportamiento sentado

Tiempo sentado mínimo:

  20-30 minutos

  60 minutos (1 hora)

Interrupciones

:
Concepto:
  Periodos de tiempo utilizados para las pausas activas del tiempo sentado
Prescripción:
  Intensidad - Termogénesis de las Actividades de No-Ejercicio (NEAT):
    Costo energético requerido:
      Actividades físicas de leve intensidad:
        1.6 - 2.9 METs
      Levantarse de la silla, colocarse de pie, posición erecta:
        1.2 METs
  Modalidad:
    Tipos de actividades físicas:
      Colocarse de pie (1.2 METs)
      Caminar lento, suelo horizontal (2.0-2.5 METs)
  Duración:
    2-5 minutos por cada 20-30 minutos de tiempo sedentario
    5 minutos por cada 60 minutos (1 hora) de tiempo sedentario

Frecuencia

:
Concepto:
  Cantidad de veces para el comportamiento sedentario
  Veces de la conducta sedentaria por día o por semana

Prescripción:

  Reducir las sesiones del tiempo sedentario
  Incrementar las interrupciones del tiempo sentado

Intensidad (METs)

:
Concepto:
  Expendio energético:
    Tiempo sentado - Baja Intensidad:
      0.9-1.0 METs
    Interrupciones del tiempo sentado - Leve Intensidad (Actividades NEAT):
      1.5-3 METs (leve intensidad)

Prescripción:

 

Pausas activas del tiempo sentado:

    Actividades físicas de leve intensidad - Actividades de tipo NEAT:
      1.5-3 METs

Modo
(Tipo de Actividad Física)

:
Concepto:
  Tipo o modalidad del:
    Comportamiento sentado
    Actividades físicas para las interrupciones
Prescripción:
  Tipos de actividades para las pausas activas:
    Actividades físicas de leve intensidad - Actividades de tipo NEAT:
      Colocarse de pie (1.2 METs)
      Caminar lento, suelo horizontal (2.0-2.5 METs)
  Algunas Estrategias:
    Durante los anuncios comerciales, caminar en los alrededores de la casa
    Caminar intermitentemente mientras se trabajo sentado con una computadora
    Leer el periódico de pie
    Efectuar pausas de pie para hablar por teléfono o ir al servicio sanitario
    Emplear escritorios que se ajusten su altura
    Planificar paradas frecuentes durantes viajes distantes en auto
NOTA. Información de:  "Breaking up prolonged sitting reduces postprandial glucose and insulin responses," por D. W. Dunstan,B. A. Kingwell, R. Larsen, G. N., Healy, E. Cerin, M. T., Hamilton, J. E., Shaw, D. A., Bertovic, P. Z., Zimmet, J. Salmon, y N. Owen, 2012, Diabetes Care, 35(5), 976-983. doi:10.2337/dc11-1931. Recuperado de http://care.diabetesjournals.org/content/35/5/976.long2; "Role of low energy expenditure and sitting in obesity, metabolic syndrome, type 2 diabetes, and cardiovascular disease," por M. T. Hamilton, D. G. Hamilton, y T. W. Zderic, 2007, Diabetes, 56(11), 2655-2667. Recuperado de http://diabetes.diabetesjournals.org/content/56/11/2655.full.pdf+html ; "Too much sitting: a novel and important predictor of chronic disease risk?" por N. Owen, A. Bauman, y W. Brown, 2009, British Journal of Sports Medicine, 43(2), 81-83. doi:10.1136/bjsm.2008.055269. Recuperado de http://bjsm.bmj.com/content/43/2/81.full.pdf+html; "Interrupting long periods of sitting: good STUFF," por G. M., Rutten, H. H., Savelberg, S. J. H. Biddle, y S. P. J. Kremers, 2013, International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, 10(1). doi:10.1186/1479-5868-10-1. Recuperado de http://www.ijbnpa.org/content/pdf/1479-5868-10-1.pdf; "Energy expenditure of interruptions to sedentary behavior," por A. M., Swartz, L. Squires,y S. J.Strath, 2011, International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, 8, 69. doi: 10.1186/1479-5868-8-69. Recuperado de http://www.ijbnpa.org/content/pdf/1479-5868-8-69.pdf ; "Physiological and health implications of a sedentary lifestyle," por M. S. Tremblay, R. C. Colley, T. J. Saunders, G. N. Healy, y N Owen, 2010, Applied Physiology, Nutrition, and Metabolism, 35(6), 725-740. doi:10.1139/H10-079. Recuperado de http://www.sfu.ca/~leyland/Kin343 Files/sedentary review paper.pdf

        Salud Pública y Recomendaciones de Actividad Física

        La contraparte de los estudios científicos dirigidos al sedentarismo son las investigaciones que se concentran en los beneficios del ejercicio y la actividad física.  Desde el 1995 se han publicado informes sobre nuevos enfoques y actualizaciones de recomendaciones y guías dirigidas a prevenir y preservar nuestra salud.  Diversas organizaciones del Gobierno Federal y Asociaciones sin fines de lucro han hecho claro su posición en cuanto a las recomendaciones dietéticas y cantidad de actividad física necesarios para alcanzar un nivel óptimo de bienestar (Rahl, 2010, pp. 16-26, 32-35; Ransdell, Dinger, Huberty & Miller, 2009, pp. 4-8).  A través de estos años, y como resultado de los hallazgos de estudios epidemiológicos que evidencian los beneficios de la salud que se derivan de la práctica de actividades físicas moderadas, se han desarrollado varias guías de actividad física para la población general (véase Tabla 2).

Tabla 2: Principios del Modelo de Actividad Física
  Las personas sedentarias pueden mejorar su salud a través de actividades físicas moderadas integradas diariamente.  
  Las actividades físicas regulares reducen los riesgos de salud vinculados con las primeras causas de enfermedad y muerte en los Estados Unidos de Norteamérica y aplicable a Puerto Rico.  
  Aumentar la cantidad de actividad física asegura mayores beneficios de salud.  

        Antes de exponer la cronología que conforma la evolución de las guías de actividad física, es de suma importancia que primero se pueda comprender los principios que rigen los lineamientos de la actividad física.  Estos fundamentos son intensidad, duración, frecuencia y modo (Haskell, 2007; Ransdell, Dinger, Huberty & Miller, 2009, p. 4).  Tales elementos se habrán de discutir con mayor profundidad en la sección de este trabajo, titulada: La Prescripción de Ejercicio y Desarrollo de Programas de Actividad Física.  Bajo este tópico, se incluirá el componente de progresión, el cual es crucial al esbozar la prescripción del ejercicio para participante.  No obstante, el enfoque no es tan rígido al elaborar un programa de actividad física, pues tales actividades se pueden realizar todos los días, y prácticamente en cualquier lugar y hora del día.  Entonces, comúnmente, las intervenciones de actividad física no son estructurados, pues se establece en como preceptor las actividades cotidianas y laborales que son de índole activas (Bauman, 2007; Hardman & Stensel, 2009, pp. 279-280).  En cuanto a la intensidad, nos referimos a la magnitud fisiológica que se somete el organismo humano al proceder en su actividad física.  Particularmente, tal principio implica el expendio energético (o costo metabólico) que genera la persona durante dicha actividad física.  La unidad de medida energética más comun para expresar el gasto metabólico de las diversas actividades energéticas es el MET.  Esta unidades representan equivalencias metabólicas facil de contabilizar, pues emplean númros pequeños , con no más de un espacio decimal.  Un MET representa la tasa meabólica basal (en reposo) de un individuo, lo cual es aproximadamente 3.5 mililitros (mL) de oxígeno (O2) por kilogramo de la masa corporal (MC) por minuto (1 MET = 3.5 O2 ml • kg-1 • min-1) (Kriska & Caspersen, 1997).  Por su parte, la duración involucra la cuantificación temporal de estas actividades físicas, es decir, el tiempo total que se incurre en tal tipo de movimiento.  La regularidad con que se ejecutan las actividades físicas alude a la frecuencia.  En otras palabras, este fundamento de la actividad física indica las veces en el día, o semana, que se realizan estas actividades.  Finalmente, el modo representa el tipo en específico de actividad física que se llevará a cabo.  Estos cuatro pilares sirven de base para estimar la dosis (o el volumen) de las actividades físicas, las cuales son necesarias para que se provean las adaptaciones morfofuncionales correspondientes que redunden en los beneficios a la salud esperados (Bouchard, Blair & Haskell, 2007; Haskell, 2007; Shephard, R. J., 2007) (véase Gráfico 15). 

Gráfico 15: Principios de la Actividad Física. Se presenta de forma diagramática los fundamentos para el desarrollo de recomendaciones, y programas, de actividad físca. (Información de: Developing Effective Physical Activity Programs. (p. 4), por L. B. Ransdell, M. K. Dinger, J. Huberty y K. H. Miller, 2009, Champaign, IL: Human Kinetics Publishers, Inc. Copyright 2009 por Lynda Ransdell, Mary K. Dinger, Jennifer Huberty y Kim Miller).

        Por lo regular, el término dosis se utiliza para denotar los constituyentes vitales de un programa de actividad física, los cuales fueron mencionados previamente (intensidad, duración, frecuencia y modo).  El manejo apropiado de estas variables determinará el nivel de efectividad de tales intervenciones de actividad física, de manera que se obtengan las correspondientes mejoras para el bienestar o la capacidad funcional de los participantes. Consecuentemente, el concepto de respuesta, o respuesta para la salud, significa las alteraciones fisiológicas evidentes al aplicar una dosis específica a las actividades físicas que incurren las personas durante tales intervenciones (Haskell, 2007). Por lo tanto, desde el punto de vista de las sugerencias de las actividades físicas establecidas por varias autoridades en el campo de las ciencias del movimiento humano, el término dosis-respuesta describe la íntima relación existente entre el nivel de exposición de los atributos especiales inherentes en las actividades físicas realizadas y la esencia de los beneficios de la salud (o enfermedad) observados (Hardman & Stensel, 2009, p. 293; Haskell, 2007).  

        Según se observa en la Curva de Dosis-Respuesta (véase Gráfico 16 ), las actividades de moderada intensidad confieren beneficios de salud (Pate, et al, 1995).  Además, los individuos con un nivel inicial bajo de aptitud física que se involucren en actividades físicas obtienen una mayor cantidad de beneficio de salud en comparación con aquellos que no son físicamente activos.  

Gráfico 16: Curva de Dosis-Respuesta. Esta curva representa el mejor estimado de la relación entre la actividad física (dosis) y el beneficio de la salud (respuesta). (Adaptado de: "Physical Activity and Public Health. A Recommendation from the Centers for Disease Control and Prevention and the American College of Sports Medicine" por R. R. Pate, et al, 1995, Journal of the American Medical Association, 273(5), p. 404).

       Todas estas guías enfatizan en la importancia de la actividad física diaria acumulativa para la prevención de afecciones incapacitantes.  Un resumen evolutivo de estos delineamientos se presenta en la Tabla 3

Tabla 3: Guías de Actividad Física para Adultos basadas en las Recomendaciones de Organizaciones sin Fines de Lucro y Agencias del Gobierno Federal de los Estados Unidos Continentales
  ORGANIZACIONES Y AGENCIAS FEDERALES:   DOSIS RECOMENDADA:  
  Publicaciones   Frecuencia   Intensidad   Duración  

  CDC y ACSM (Pate, et al., 1995)  

PREFERENCIA: Todos los días de la semana

 

MODERADA: 3-6 METSs o 150-200 kcal • min-1

  30 minutos o más por día  

  U.S Department of Health and Human Services (1996)  

PREFERENCIA: Todos los días de la semana

 

MODERADA: 3-6 METSs o 150-200 kcal • min-1

  30 minutos o más por día  

  Institute of Medicine (2005)  

PREFERENCIA: Todos los días

 

MODERADA: 3-6 METSs o 150-200 kcal • min-1

  60 minutos o más por día  

  USDDHHS, & USDA (2005)  

PREFERENCIA: Todos los días de la semana

 

MODERADA: 3-6 METSs o 150-200 kcal • min-1

 

MODERADO: 30 minutos o más por día
MODERADO A VIGOROSO -CONTROL DE PESO: 60 minutos o más por día

 

  ACSM y AHA (Haskell et al., 2007)  

MODERADO: 5 días por semana
VIGOROSO: 3 días por semana

 

MODERADO: 3 - 5.9 METSs
VIGOROSO: ≥ 6 METSs

 

MODERADO: ≥ 30 minutos/día
VIGOROSO: ≥ 20 minutos/día  

 

  USDDHHS (2008)  

PREFERENCIA: Distribuido a través de toda la semana

 

MODERADO: 3 - 5.9 METSs
VIGOROSO: ≥ 6 METSs

 

MODERADO: ≥ 150 min/semana
VIGOROSO: ≥ 75 minutos/semana

 
NOTA. Adaptado de: Developing Effective Physical Activity Programs. (p. 5), por L. B. Ransdell, M. K. Dinger, J. Huberty y K. H. Miller, 2009, Champaign, IL: Human Kinetics Publishers, Inc. Copyright 2009 por Lynda Ransdell, Mary K. Dinger, Jennifer Huberty y Kim Miller.

        Centros para el Control y Prevención de Enfermedades y el Colegio Americano de Medicina del Deporte:

        El informe publicado por los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention o CDC, siglas en ingles) y el Colegio Americano de Medicina del Deporte (American College of Sports Medicine, con sus siglas ACSM) (Pate, Pratt, Blair, Haskell, Macera, Bouchard, Buchner, Ettinger, Heath, King, Andrea Kriska, Leon, Marcus, Morris, Paffenbarger, Patrick, Pollock, Rippe, Sallis & Wilmore, 1995) presentó por primera vez nuevas recomendaciones de salud pública con respecto a la actividad física (véase Tabla 4 y Gráfico 17).  El documento enfatizaba la práctica diaria de actividades físicas a una moderada intensidad (de 3 a 6 METs).  Además, se recomendó la acumulación de las actividades físicas durante el curso del día.  La cantidad acumulada de actividad física por día debe alcanzar los 30 minutos.  La actividad física acumulada no tiene que ser continua. Sesiones cortas de actividades físicas pueden contribuir al total de los 30 minutos de actividad física recomendados diariamente.

Tabla 4: Principios del Enfoque hacia la Actividad Física
  CARACTERÍSTICAS   DESCRIPCIÓN  
  Intensidad Moderada   3 - 6 METSs o 150-200 kcal • min-1  
  Acumulación Diaria de Actividades Físicas   30 minutos o más por día  
  Intermitente   Sesiones cortas de actividades físicas  
  Regularidad   Incorporación diaria de actividades físicas, preferiblemente todos los días  
NOTA. Información de: "Physical Activity and Public Health. A Recommendation from the Centers for Disease Control and Prevention and the American College of Sports Medicine" por R. R. Pate, et al, 1995, Journal of the American Medical Association, 273(5), p. 404.; "Physical Activity and Health", por U.S., Department of Health and Human Services, 1996.
 
Gráfico 17: Modelo de Actividad Física. Descripción esquemática de las recomendaciones para mantener una apropiada salud mediante la incorporación regular y acumulativa de actividades físicas. (Datos de: "Physical Activity and Public Health. A Recommendation from the Centers for Disease Control and Prevention and the American College of Sports Medicine" por R. R. Pate, et al, 1995, Journal of the American Medical Association, 273(5); "Physical Activity and Health: A Report of the Surgeon General", por: U. S. Department of Health and Human Services, 1996. Recuperado de http://www.cdc.gov/nccdphp/sgr/pdf/sgrfull.pdf).

        En resumen, el informe sugiere que la población adulta debe acumular un total de 30 minutos o más de actividades físicas a una moderada intensidad durante la mayoría de los días de la semana (preferiblemente todos los días) (véase Tabla 4 y Gráfico 17).

        Informe de Actividad Física del Cirujano General de los Estados Unidos Continentales:

        Luego de la primera publicación sobre las recomendaciones de actividad física, las agencias federales de salud produjeron dos informes que exponen sus posiciones y consenso en cuanto a la función de la actividad física moderada en prevenir trastornos crónicas-degenerativas (particularmente las cardiopatías coronarias) y el riesgo de muertes prematuras (NIH consensus development panel on physical activity and cardiovascular health, [NIH], 1996; U.S. Department of Health and Human Services, [USDHHS], 1996).  Una de estas publicaciones es el informe que ha diseminado el Cirujano General de los Estados Unidos de Norteamérica, dirigido hacia la Actividad Física y la Salud (USDHHS, 1996).  Este documento enfatiza la importancia de todo tipo de actividad física para mantener una buena salud y prevenir enfermedades crónicas degenerativas.  Por otro lado, el Instituto Nacional de Salud (National Institute of Health o NIH, siglas en ingles) recalcaba los beneficios cardiovasculares que se obtienen mediante la práctica regular de actividades físicas de moderada intensidad (NIH, 1996). 

        El informe diseminado en el 1996 por parte del Cirujano General de los Estados Unidos Continentales revisaba la literatura tocante a la actividad física y salud (USDHHS, 1996).  Entre los principales hallazgos encontramos: 1) las personas que son comúnmente inactivas pueden mejorar su salud y bienestar al incorporar actividades físicas regulares de moderada intensidad, 2) para poder alcanzar los beneficios de salud, las actividades físicas no tienen que ser agotadoras, 3) se obtienen mayores beneficios de salud al aumentar la cantidad (duración, frecuencia o intensidad) de las actividades físicas, 4) la práctica de actividades físicas regulares reduce el riesgo para el desarrollo de dolencias crónicas-degenerativas y de muerte prematura ocasionada por las primeras causas de muerte observadas en los Estados Unidos de Norteamérica y Puerto Rico y, 5) aumentando la cantidad de actividades físicas resulta en mayores beneficios de salud.

        Este reporte enfatizaba que la población deriva beneficios a la salud si realizan un total de 30 minutos de actividad física de intensidad moderada durante la mayoría de los días de la semana, pero preferiblemente todos los días de la misma (USDHHS, 1996, pp. 3-4, 6).  Más aún, se establece, en el informe del Cirujano General, que es posible alcanzar beneficios de salud significativos cuando los participantes incurren en un gasto energético promedio de 150 kilocalorías por día (kcal/día) o 1,000 kcal/semana.  Se recalcaba que tales actividades físicas no requierían ser vigorosas (USDHHS, 1996, p. 147).  Prácticamente, este segundo informe sobre actividad fsica, se fundamenta en los mismos principios expuestos en las gúias publicadas en el 1995 (véase Gráfico 18)   

Gráfico 18: Primeras Recomendaciones de Actividad Física (Datos de: "Physical Activity and Public Health. A Recommendation from the Centers for Disease Control and Prevention and the American College of Sports Medicine" por R. R. Pate, et al, 1995, Journal of the American Medical Association, 273(5); "Physical Activity and Health: A Report of the Surgeon General", por: U. S. Department of Health and Human Services, 1996. Recuperado de http://www.cdc.gov/nccdphp/sgr/pdf/sgrfull.pdf).

         Instituto de Medicina:

        En el año 2005, el Instituto de Medicina presentó sus propios delineamiento de actividad física (Instituto de Medicina, 2005).  El mismo enfatizaba en que la duración para las actividades físicas debería aumenta a 60 minutos o más diariamente.  La justificación para esta medida se baso en el hecho de que esta dosis promueve un índice de masa corporal (IMC) normal.

        Delineamientos Dietéticos para Puerto Rico y Estados Unidos Continentales:

        Los nuevos delineamientos dietéticos presentados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos Continentales (United States Department of Health and Human Services o USDHHS, siglas en ingles) en conjunto con el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos Continentales (United States Department of Agriculture o USDA, siglas en ingles) incorporaron recomendaciones tocante a la actividad física (USDHHS & USDA, 2005).  Las guías enfatizaban involucrar a los adultos durante 30 minutos de actividad física a una moderada intensidad, preferiblemente la mayoría de los días de la semana.  Por el otro lado, si el fin es controlar la masa corporal (MC o peso del cuerpo), lo ideal era llevar a cabo 60 minutos de actividad física a una intensidad que fluctúe de moderada a vigorosa, mientras se vigila en consumo energético de los alimentos.  También, será evidente una pérdida masa corporal grasa (MCG) si se realizan actividades físicas durante 60 a 90 minutos, siempre que no se exceda en la ingesta calórica.

         Colegio Americano de Medicina del Deporte y la Asociación Americana del Corazón:

        En un esfuerzo por actualizar las primeras guías de actividad física desarrolladas en el 1995 (Pate, et al., 1995), una coalición de epidemiólogos e investigadores científicos de las ciencias del movimiento humano, se unieron bajo dos organizaciones reconocidas, la ACSM y la Asociación Americana del Corazón (American Heart Asociation, AHA, siglas en ingles).  El propósito de estos investigadores fue revisar las recomendaciones de actividad física antes mencionada en acorde con los nuevos estudios publicados hasta el año de 2007.  El resultado fue la producción de nuevas guías con recomendaciones actualizadas en lo que respecta a la actividad física (Haskell, et al. 2007).  Las recomendaciones para adultos (18-65 años) postulan la necesidad de éstos de participar en actividades físicas de intensidad moderada realizadas dentro de un periodo de tiempo mínimo de 30 minutos, preferiblemente los cinco días de una semana.  En aquellos casos donde la intensidad se eleve a un nivel vigoroso, se requiere bajar la duración a 20 minutos dentro de tres días por semana .  La persona puede combinar actividades físicas intermitentes de tipo de moderada a vigorosa solo si cada actividad posee una duración de 10 minutos hasta acumular un mínimo de 30 minutos en su totalidad (Haskell, et al. 2007).

        Delineamientos de Actividad Física para la Población de los Estados Unidos Continentales del 2008:

        Años más tarde, para el 2008, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos Continentales (United States Department of Health and Human Services o USDDHHS, siglas en ingles) publicó las guías actuales de actividad física para niños y adultos.  Tales delineamientos recomiendan que los adultos, entre 18 y 64 años de edad, deberán de incurrir en 150 minutos (2 horas con 30 minutos) semanales de actividad física, dado una intensidad moderada .  Bajo aquellas circunstancias donde la intensidad de las actividades físicas de naturaleza aeróbica se eleve a un nivel denominado como vigorosa, entonces la duración total mínima habrá de reducirse a 75 minutos (1 hora con 15 minutos) por semana, o una combinación equivalente de actividades de moderada a vigorosa.  Similar a las guías publicadas en el 2007, las actividades físicas pueden ser intermitentes, con periodos aislados de tiempo de 10 minutos, distribuidos a lo largo de la semana.  Además, si el participante tiene como meta lograr beneficios de mayor calidad, éstos requieren involucrarse en actividades físicas aeróbicas que posean una duración semanal de 300 minutos (5 horas) de intensidad moderada, o 150 minutos de actividad física de naturaleza aeróbica realizadas a una intensidad vigorosa, o una combinación equivalente de actividades de moderada a vigorosa.  Finalmente, si el adulto le intereza ingresar en un programa de entrenamiento para el fortalecimiento muscular, se recomienda que se incurra en actividades de este tipo a una frecuencia de 2 o más días por semana, dado una intensidad de moderada a alta que active los grupos musculares principales (USDDHHS, 2008) (véase Tabla 5 y Gráfico 19).

Tabla 5: Variables Fundamentales Involucradas en el Enfoque de la Actividad Física (Aeróbicas) y Desarrollo de la Aptitud Muscular para Adultos Saludables

COMPONENTE

 

RECOMENDACIÓN

Intensidad
(METs)

:

Moderada:

  Definicións: 3.0 - 5.9 METs

  Requisito mínimo de actividad física: 150 minutos por semana

Vigoroso:

  Definicións: 6 METs

  Requisito mínimo de actividad física: 75 minutos por semana

Aleación: Moderada y Vigoroso:

  Variaciones de las intensidades: Combinación equivalente de las actividades físicas

Duración TOTAL
(minutos)

:
Acumulación diaria de actividades físicas de tipo aeróbicas:
  Tiempo total recomendado:
    21.4 minutos o más por día ( 150 min/semana) para intensidades moderadas
    11 minutos o más por día ( 75 min/semana) para intensidades vigorosas
  Para beneficios mayores de salud:
    Aumentar la duración de las actividades físicas:
      300 minutos por semana para intensidades moderadas
      150 minutos por semana para intensidades vigorosas
      Combinación equivalente de las actividades físicas de intensidades moderadas y vigorosas

Duración INTERMITENTE(minutos)

:
Sesiones breves de actividades físicas aeróbicas - ACUMULATIVAS:
  Tiempo mínimo para cada intérvalo: 10 minutos

Frecuencia
(veces por semana)

:
Actividades físicas de naturaleza aeróbicas:
  Incorporación diaria de actividades físicas de tipo aeróbicas:
    Dispersadas a lo largo de la semana

Actividades físicas dirgidas a desarrollar la fortaleza muscular:

 

2 días por semana

 

Intensidad de estos tipos de actividades:

   

Moderada o alta

 

Músculos esqueléticos entrenados:

   

Grupos musculares principales

 

Series (sets): 1 - 3

 

Repeticiones: 8 - 12

Modo
(Tipo de Actividad Física)

:
Actividades Físicas diarias: Aeróbicas

Actividades para el desarrollo de la fortaleza muscular:

NOTA. Datos de: "2008 Physical Activity Guidelines for Americans", por: U. S. Department of Health and Human Services, 2008.  Recuperado de http://www.health.gov/paguidelines/pdf/paguide.pdf
 
Gráfico 19: Guías de Actividad Física. Representación esquemática de las recomendaciones de actividad física establecidas en el año 2008 por el gobierno federal de los Estados Unidos Continentales. (Datos de: "2008 Physical Activity Guidelines for Americans", por: U. S. Department of Health and Human Services, 2008.  Recuperado de http://www.health.gov/paguidelines/pdf/paguide.pdf).

La Pirámide de la Actividad Física

        La Pirámide de Actividad Física fue concebida originalmente por "Park Nicollet Medical Foundation" (véase Gráfico 20 y Tablas 6 y 7).  Su origen se fundamenta en el modelo de la Pirámide Alimentaria concebida por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.  La Pirámide de Actividad Física representa las metas semanales de actividad física y es flexible, dependiendo de las necesidades individuales y del historial de actividad física (Norstrom & Conroy, 1995, 1996).

        Comenzando con la base, cualquier programa de actividad física puede progresar con el tiempo al incluir otras categorías.  Un programa de actividad física para personas sedentarias puede comenzar mediante el establecimiento de metas dirigidas a incrementar la cantidad de actividades físicas diarias que se disponen en la base de la Pirámide de Actividad Física.  Por otro lado, aquellos individuos que ocasionalmente llevan a cabo actividades físicas pueden ser más regulares si aumentan las actividades físicas representadas en la sección central de la pirámide.  La Pirámide de Actividad Física sirve de guía y modelo para aquellas personas que practican actividades físicas sobre una base regular en la semana.  En este tipo de población, la Pirámide ofrece un enfoque equilibrado hacia la actividad física y refuerza su programa de ejercicio actual.
 

        La Pirámide de Actividad Física representa un modelo que visualmente describe el mensaje moderno sobre la actividad física y salud.  Esta simple herramienta enfatiza la importancia del movimiento físico en mejorar la salud y debe asistir al público en alcanzar metas reales (alcanzables) en regímenes de actividades físicas semanales.
 

Gráfico 20: La Pirámide de la Actividad Física. Descripción pictórica de la pirámide que incluye las guías actividad física de 2008 dentro del concepto de prescripción de ejercicio (Adaptado de: "The Activity Pyramid: A New Easy-to-Follow Physical Activity Guide to Help you get Fit & Stay Healthy", [Brochure]. Copyright 1996 por Institute for Research and Education HealthSystem Minnesota).

        Niveles de la Pirámide de Actividad Física

        La Pirámide de Actividad Física consiste de cuatro niveles y seis secciones, cada una representando diversos aspectos del perfil típico de un programa de actividad física (véase Gráfico 18).

        Primer Nivel: Base de la Pirámide

        La Base de la Pirámide de Actividad Física representa las Actividades Físicas Diarias.  En este nivel es donde se recomienda participar en el enfoque de actividad física y salud, es decir, que los adultos participen actividades físicas diarias que acumulen de 150 (intensidad moderada) a 75 (intensidad vigorosa) minutos o más por semana.  Particularmente para la población sedentaria, se sugiere un cambio hacia actividades cotidianas activas, tales como levantarse y cambiar los canales de la televisión en vez de utilizar el control remoto, subir las escaleras caminando en vez de utilizar el elevador, entre otras modificaciones.  Se recomienda tratar de incorporar durante el día y semana todas aquellas posibles actividades físicas breves, de manera que como mínimo se acumulen 30 minutos diarios de dichas actividades.
 

        Segundo Nivel: Actividades Físicas Aeróbicas

        El segundo nivel de la Pirámide (El nivel de Ejercicios Aeróbicos/Recreativos) representa el modelo tradicional para el diseño/planificación de actividades físicas y ejercicio cuantificado por variables especificas. Por ejemplo, la práctica de ejercicios aeróbicos con una duración de 20 a 30 minutos por día, de 3-5 veces por semana (véase Tabla ?). Comúnmente los ejercicios que se incorporan en este nivel de recomendación incluyen caminar rápido, correr bicicleta, natación y la práctica de deportes activos (Ej: baloncesto, tenis).

        Tercer Nivel: Actividades Recreativas y Desarrollo Muscular

        El próximo nivel de la Pirámide de Actividad Física se conoce como Actividades Recreativas/Flexibilidad y Fortaleza-Tolerancia Muscular.  Este nivel de la Pirámide se subdivide en tres categorías de actividad física.  La primera representa actividades físicas de naturaleza recreativa caracterizadas por ser de baja intensidad que resultan en poco gasto energético o calórico.  Entre las actividades físicas que se incluyen en esta categoría tenemos el boliche, “softball”, golf y otras.  La próxima categoría en este nivel de la Pirámide consiste en la práctica de actividades que involucren ejercicios de estiramiento. Finalmente, el tercer tipo de actividad física lo constituyen aquellas que desarrollen la fortaleza y tolerancia muscular.  Algunos ejemplos son: los abdominales o sentadillas, lagartijas y ejercicios con resistencias o pesas.  Estos aspectos de la actividad física pueden combinarse dos a tres veces por semana.

        Cuarto Nivel: Pico de la Pirámide

        Finalmente, se observa el Pico de la Pirámide, el cual incluye actividades sedentarias que deben ser evitadas a toda costa.  El énfasis es de tratar de romper la rutina diaria inactiva mediante la incorporación de actividades físicas breves, tales como ejercicios de flexibilidad/calisténicos y caminar. Por consiguiente, se recomienda que las personas ejecuten sesiones cortas de actividades físicas durante períodos prolongados de sedentarismo, ejemplo: media hora sin hacer nada (véase Tabla ?, ?, ? y Gráfico ?).

El Enfoque Curativo de las Ciencias Médicas: Necesidad para un Cambio de Paradigma

        El movimiento es una necesidad en los seres humanos y, a consecuencia de satisfacer esa exigencia, han surgido guías enfocadas a incrementar la participación de la población en actividades físicas, ejercicios, deportes, juegos y recreación (Rahl, 2010, pp. 15-41).  En la mayoría de los casos, las intervenciones clínicas que emplean el movimiento humano (ejercicio, actividad física), han mostrado un significante beneficio al paciente con este enfoque terapéutico (Painter, 2008).  La incorporación de programas de ejercicio, actividad física y deportes en pacientes con enfermedades crónicas resulta en una variedad de beneficios morfofuncionales y psicológicos, como lo son el mejoramiento de la toleracia cardiorrespiratoria y muscular, la fortaleza muscular, la movilidad articular, la coordinación motora, confidencia y la auto-estima (Young, 1987, p. 20).

        Tradicionalmente, la medicina se concentra en el tratamiento convencional para una variedad de enfermedades.  Este sistema terapéutico se ha transformado a través de las épocas, donde se incorpora la medicina alternativa, como lo son las intervenciones del ejercicio y la actividad física.  Además, la práctica de los profesionales de la salud de hoy día enfatiza la prevención primaria de patologías degenerativas y el entrenamiento integrado o funcional.  Ésta última iniciativa pretende preparar, a niveles óptimos, las aptitudes físicas y fisiológicas del organismo humano, de manera que realicen efectivamenta las tareas físicas cotidianas, ocupacionales y recreativas. 

        Aptitud Física Funcional

        A través de las décadas, los problemas de salud se han tratado mediante intervenciones médicas convencionales, tales como la terapéutica farmacológica y quirúrgica.  Recientemente, se ha evidenciado un auge por la medicina alterna, particularmente en el uso del movimiento para tratar diversos males del ser humano.  Sabemos que el ejercicio posee muchos beneficios para la población general y que puede ayudar en la rehabilitación de un gran número de enfermedades incapacitantes.  Una ventaja, de suma importancia, que disponen los ejercicios físicos es que ayudan a los participantes ha ser más independientes, durante sus actividades físicas cotidianas, al mejorar la aptitud física funcional (o función física) del individuo aparentemente saludable (Brill, 2004, pp. 3-8; Garber, Blissmer, Deschenes, Franklin, Lamonte, Lee,  Nieman, & Swain, 2011; Page, 2005; Sipe & Ritchie, 2012; Weiss, Kreitinger, Wilde,  Wiora, Steege, Dalleck & Janot, 2010) y aquellos con disfunciones de la salud (Prakash, Hariohm, Vijayakumar & Bindiya, 2012).  Por consiguiente, el enfoque de los programas de ejercicios y actividad física pueden ser de tipo preventivo o terapéutico, pero siempre enfatizando en la importancia de una adecuada aptitud física funcional y óptima calidad de vida

        El Ejercicio es Medicina®

        En años recientes, existe una tendencia para que los médicos empleen el ejercicio como una alternativa muy útil para el tratamiento de la gran gama de enfermedades que padece la población humana.  Esta iniciativa fue impulsada por el Colegio Americano de Medicina del Deporte (American College of Sports Medicine, con sus siglas ACSM), conocido con el nombre de Exercise is Medicine™ (ACSM, 2008; Durstine, Peel, LaMonte, Keteyian, Fletcher, & Moore, 2009, pp. 21-30; Moore, Roberts, & Durstine, 2009, p.4; Jonas & Phillips, 2009).

        El movimiento de Exercise is Medicine™ (El Ejercicio es Medicina®) representa una iniciativa transdisciplinaria dirigida a fomentar la actividad física y el ejercicio en un ámbito clínico.  Entonces, el propósito de tal iniciativa es integrar el movimiento humano en los sistemas preventivo y terapéuticos de la medicina.  El enfoque de Exercise is Medicine™ involucra una comunidad internacional, buscando incorporar esta iniciativa en la mayor cantidad de paises posibles.

        Diversos profesionales aliados a la salud (Ej: fisiólogos del ejercicio, nutricionistas, terapistas físicos, enfermeras(os), educadores de salud, educadores físicos y otros), así como proveedores para el cuidado de la salud, son parte del equipo que promueve este esfuerzo, de naturaleza global.  Se trata, pues, de integrar las ciencias del movimiento humano en el sistema médico, así como en una variedad de instituciones y comunidades.  Por ejemplo, tales cedes del programa de Exercise is Medicine™ puede incluir a Universidades, centros comunales de urbanizaciones, hospitales, centros de cuidado para envejecientes, hospitales pediátricos y otros.

        Como fue mencionado previamente, uno de los objetivos de Exercise is Medicine™ es que parte de la práctica clínica de los médicos incorpore a la actividad física y el ejercicio dentro de los posibles medios para tratar las enfermedades crónicas, infecto-contagiosas, los problemas mentales, así como otras patologías.

        Fisiología del Ejercicio Clínico

        Para poder llevar a cabo estos esfuerzos preventivos y terapéuticos del movimiento humano es necesario estar preparado en la fisiología del ejercicio clínico (Ehrman, Gordon, Visich, & Keteyian, 2009).  La fisiología del ejercicio clínico se encarga de indagar en cuanto al vínculo existente entre el ejercicio y las enfermedades crónicas.  En tal campo, de las ciencias del movimiento humano, se estudian los efectos agudos y crónicos del ejercicio en pacientes que poseen patologías incapacitantes.  Además, se establecen los protocolos a seguir para realizar diversas pruebas de ejercicio, así como la prescripción de ejercicio en esta población enferma.  La definición de un fisiólogo del ejercicio clínico varía según sea la organización encargada de certificarlo, como lo son la ACSM, American Society of Exercise Physiologist (ASEP), American Council on Exercise (ACE) y la Canadian Society of Exercise Physiology (CSEP).  Un capítulo de la ACSM es la Asociación de Fisiólogos del Ejercicio Clínicos (Clinical Exercise Physiology Association o CEPA, siglas en ingles).

        El Movimiento: Personas Saludables - Healthy People

        La iniciativa de Personas Saludables (Healthy People) representa un esfuerzo nacional para la promoción de la salud y la prevención de enfermedades.  En el mismo de formulan una serie de objetivos y metas que se esperan lograr dentro de un periodo de 10 años.  Este trabajo se conceptualizó en el 1979 por medio del documento conocido con el nombre: Healthy People: The Surgeon General's Report on Health Promotion and Disease Prevention (USDHHS, 1979).  Tal publicación tenía como meta asistir en las acciones de prevención para las enfermedades crónico-degenerativas, particularmente aquellos problemas de salud que representan las primeras causas de muerte en los Estados Unidos Continentales.  Esta problemática es común en muchos países, como lo son Puerto Rico y otros.   Algunas de estas patologías degenerativas mortales son, a saber: las enfermedades del corazón, cáncer, enfermedades cerebrovasculares, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, diabetes sacarina (mellitus), entre otras.  Hoy día, tales trastornos degenerativos forman parte del perfil epidemiológico para las principales causas de mortalidad en Puerto Rico y Estados Unidos Continentales.

        A raíz de este proyecto federal, en el 1980 se desarrollaron los primeros objetivos de salud nacionales en el documento titulado: Promoting Health/Preventing Disease: Objectives for the Nation  (USDHHS, 1980).  En este trabajo, se establecieron 226 objetivos de salud (con 15 áreas medulares), enfocándose prospectivamente para el año 1990.  En el informe se planteó que las metas principales para el año de 1990 fue: 1) reducir la tasa de mortalidad en la población pediátrica y adulta y 2) aumentar la aptitud física funcional para el colectivo de adultos envejecientes.

        La publicación: Healthy People 2000: National Health Promotion and Disease Prevention Objectives, fue generada en el 1990, exponiendo un listado de 312 objetivos de salud, los cuales fueron divididos en 22 áreas medulares (USDHHS, 1991).  Concentrándose para el año 2000, se establecieron tres metas medulares, que fueron: 1) aumentar la expectativa de vida al nacer, 2) disminuir las disparidades de salud y 3) disponibilidad para el acceso de servicios preventivos para toda la población.  En este documento, se redactaron 13 objetivos vinculados con la actividad física y aptitud física.  De este grupo de objetivos, uno fue cumplido, que fue el relacionado con el incremento de programas de aptitud física en los escenarios ocupacionales (USDHHS, CDC & NCHS, 2001).

        En el 2000 se presentó otro conjunto de objetivos de salud a nivel nacional, nos referimos a la publicación conocida como: Healthy People 2010 (USDHHS, 2000).  En este documento se establecieron 467 objetivos específicos de salud y 28 áreas medulares.  Las metas correspondientes fueron: 1) aumentar la expectativa de vida al nacer dentro de un espectro de una vida saludable y 2) erradicar las disparidades de salud.

        Al presente, se encuentran vigente los objetivos nacionales dirigidos hacia el año 2020, es decir: Healthy People 2020 (USDHHS, 2010).  En este documento, los objetivos específicos de salud aumentaron a 580, donde se ubican 39 áreas medulares.  Se espera que para el 2020: 1) se alcance una alta calidad de vida y expectativa de vida al nacer, libre de enfermedades preventivas; 2) lograr una equidad tocante a la salud, donde se eliminen disparidades; 3) el desarrollo de ambientes ecológicos que fomenten niveles apropiados de salud; 4) estimular la calidad de vida, el desarrollo saludable y comportamiento saludables a lo largo de las etapas de la vida (USDHHS, s.f; Wright, 2012).

PROGRAMAS DE SALUD Y APTITUD FÍSICA CORPORATIVA

        El movimiento de los programas de salud y aptitud física para los escenarios ocupacionales y comunitarios comenzó desde la década de los 70 (Whitmer, 2009).  Parte de tal surgir, por las estrategias de ejercicios y salud en las compañías, se debió a la disponibilidad de investigaciones científicas que evidenciaban los beneficios a nivel de los empleados y para la salud económica de la corporación.  Algunos de estas ventajas son: 1) disminución en los costos médicos, 2) incremento en el nivel de productividad de los empleados, 3) disminución en la tasa de ausentismo, 4) menor rotación de los empleados y 4) mayor capacidad para reclutar y mantener en el empleo de trabajadores de alta efectividad productiva (Fabius & Frazee, 2009).

Beneficios de un Programa de Aptitud Física Corporativa

        Los programas de salud y aptitud física concentrados en los empleados de una compañía, poseen el potencial de: 1) mejorar la salud individual de los trabajadores y asistir en la prevención de enfermedades crónico-degenerativas; 2) puede fomentar un mejor ambiente psicosocial en el escenario ocupacional, 3) aportan al logro de la misión, así como sus metas a corto y largo plazo de la organización, como lo puede ser la reducción en el ausentismo y aumento en la productividad; 4) acortar los costos del servicio médico que disponen los empleados, lo cual previene una posible inflación; 5) ayudan a mejorar el estado general de la industria (Patton, Corry, Gettman & Graf, 1986, p. 21).

        Las compañía tienen mucho que ganar si implementan estos programas de salud y aptitud física.  Se han establecido diversos beneficios de naturaleza costo-efectivos, como lo son, a saber: 1) mejor estado del bienestar de la mayoría de los empleados involucrados en el programa; 2) incremento en la moral de los trabajadores; 3) disminuye la partida para los costos asignados a los planes médicos de la industria; 4) los trabajadores se ausentan con menos frecuencia; 5) la productividad de la corporación aumenta; 6) menor incidencia de accidentes laborales; 7) los trabajadores reciben una educación más efectiva concerniente a controversias en el campo de la salud; 8) disminuyen las reclamaciones por compensación en el trabajo (USDHHS, 1993).

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CONCEPTOS FUNDAMENTALES

        Los términos que se discuten en las próximas secciones son de importancia para la comprensión del contenido de este trabajo de revisión.

HOMEOSTASIS, SALUD, BIENESTAR Y ENFERMEDAD

        El nivel o estado de salud no puede considerarse perfecto, pero es posible alcanzar un bienestar óptimo.  Cuando hablamos de salud, es importante recalcar que la misma se encuentra constituida por cinco dimensiones principales, que son la física, mental, emocional, social y espiritual (Véase Gráfico 21).

Gráfico 21: Las Dimensiones del Bienestar. Representan cinco componentes del bienestar que se caracterizan por ser interdependientes y dinámicos, es decir, varían según el tiempo. (Tomado de: Bienestar y Calidad de Vida. p. 7, por E. Lopategui, 2006, Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc. Copyright 2006 por: Edgar Lopategui Corsino).

        Entonces, la salud se encuentra en algún punto dentro de una escala continua, es decir, una progresión de grados infinitos de alguna característica entre dos extremos.  Cada punto del continuo es compuesto de cinco dimensiones de salud.  En cualquier punto de la escala de salud, una persona puede tener algunos componentes del bienestar a niveles alto y otros a grados bajos.  Hacia el extremo izquierdo se ubica la muerte prematura o enfermedad (i.e. cero por ciento en la gradiente de salud) y en el extremo derecho esta la salud positiva u óptima (i.e. cien por ciento en la gradiente de salud) (Véase Grafico 22).   En tal punto, la persona habrá de experimentar un alto grado de bienestar.  Claro, el estado de salud no se mantendrá siempre en un nivel dado, sino cambia a través de nuestra vida.  Nadie posee un estado fijo de completo bienestar físico, emocional, social y espiritual.  Esto significa que es un proceso dinámico.  Consecuentemente, existen unas etapas intermedias es este continuo de la salud.  Estas fases representan unos grados o niveles porcentuales de salud, o sucesiones de riesgos para patologías, localizadas entre los dos extremos de la escala continua.  Además, existe un punto neutral en el centro de tal escala.  Tal punto indica la salud promedio, o tendencia central, de la población.  Esto significa que la mayoría de las personas se encuentran en alguna parte cerca de este centro.  Ahora bien, ¿por qué existen estas gradaciones de la salud?  La respuesta es simple, debido a que la salud sufre transformaciones a lo largo del ciclo de vida del individuo, también se altera el nivel de salud de la persona.  Este cambio obedece a un conjunto de factores que afectan, positivamente o de manera negativa, nuestro estado de salud (Véase Gráfico 2).  Una de las variables más apremiantes, que determinan la etapa en que se habrá de encontrar la persona, son los comportamientos o estilos de vida de ésta.  Como fue mencionado previamente, el 40% de todos los factores que determinan la salud se origina de los estilos de vida (McGinnis, Williams-Russo Knickman, 2002).  Dado este dato, mientras más patrones de conductas responsables puedan ser incorporados en el diario vivir cotidianos, mayor será el potencial para alcanzar un alto nivel de bienestar.  De manera similar, la probabilidad de las enfermedades críticas es mayor cuando se combinan múltiples comportamientos de riesgo.  La meta es, pues, que el individuo asuma responsabilidad por su salud y diseñe un estilo de vida dirigido a lograr, o mantener, un elevado estado de bienestar en los cinco componentes que forman parte de la salud total.  Como resultado de este alto nivel de bienestar contemplado en el continuo de la salud, la persona contara con 1) pocos, o ausencia, de patrones de comportamiento negativos; 2) bajo riesgo para enfermedades incapacitantes y 3) elevado nivel de energía, desarrollado mediante el mejoramiento de la aptitud física, especialmente de los sistemas circulatorio y respiratorios (aeróbicos) (Lopategui, 1997, pp. 32-33).  

Gráfico 22: La Escala Continua de Enfermedad a la Salud. Según sea el tipo de comportamiento, el nivel de bienestar puede comenzar desde un nivel alto (que responde a estilos de vida saludables) hasta enfermedades de vida o muerte (como consecuencia de estilos de vida de baja calidad). En este peligroso nivel, la persona puede sufrir muerte prematura (aquella que ocurre antes de los 65 años de edad). (Adaptado de: Health Today. 2da. ed.; p. 2, por L. K.Olsen, K. J. Redican, y C. R. Baffi, 1986, New York: Macmillan Publishing Company. Copyright 1986).

        A continuación se discutirán los conceptos relacionados con la salud, bienestar y enfermedad. 

El Concepto de Homeostasis y Enfermedad

        El organismo humano continuamente trata de lograr un equilibrio biopsicosocial.  Este estado se conoce como homeostasis, el cual permite mantener un adecuado bienestar general.  La salud dependerá de un funcionamiento apropiado de los mecanismos homeostáticos del ser humano.  La homeostasis se define como una relativa constancia ( estado estable o equilibrio) de las funciones orgánicas del ambiente interno (líquido extracelular y condiciones dentro de la célula) del cuerpo humano, lo cual se encuentra regulado mediante mecanismos fisiológicos (Gallagher, 2013, p. 2).  Los factores que afectan la homeostasis se conocen como estresantes.  Cuando el organismo humano no puede contrarrestar estos factores, se altera el equilibrio dinámico de los sistemas orgánicos, lo cual eventualmente puede provocar una enfermedad (Chiras, 1999, pp. 4, 7; Higashida Hirose, 1996, p. 6).  Entonces, se establece como una enfermedad cuando se encuentra presente una disfunción en el organismo humano (Bhopal, 2002, p. xxii).  La enfermedad es, pues, un estado de malestar o trastorno de la salud en sus dimensiones físicas, mentales, emocionales, sociales y espirituales (Lopategui, 1997, p. 3).

El Concepto de Salud

        En el 1946, la Organización Mundial de la Salud (OMS o World Health Organization, con sus siglas WHO) desarrolló su propio concepto de salud, definiéndola como "un completo estado de bienestar físico, mental y social y no meramente la ausencia de enfermedad o incapacidad" (WHO, 1947).

        Esta definición circunscribe a la salud dentro de un triángulo, siendo sus extremos las dimensiones, físicas, mentales y sociales.  Sin embargo, el concepto de salud debe considerar al ser humano como un ente total.  De este principio surgió el término de salud holística o integral.  El enfoque holístico del concepto de salud vislumbra las dimensiones físicas, mentales, sociales, emocionales y espirituales de manera interdependientes e integradas en el ser humano, el cual funciona como una entidad completa en relación al mundo que le rodea (Gordon, Golanty, & Browm, 1999, p. 6; Hahn, & Payne, 1999, p. 3; Seaward, 2006, pp. 17-18).

        Este concepto holístico de la salud es muy importante, porque enfatizan otros aspectos de la salud que han sido excluidos de la definición tradicional, según la OMS, me refiero al componente emocional y espiritual.  Sin estos dos componentes es imposible alcanzar un estado de salud óptimo.  Por consiguiente, en mi opinión, la salud es el completo estado de bienestar físico, mental, social, espiritual y emocional y no solamente la ausencia de enfermedad o accidente.

El Término Bienestar

        El concepto bienestar se refiere a las actitudes y comportamientos que mejoran la calidad de vida, de modo que nos ayude a llegar a un nivel alto de salud.  Es aquel proceso activo dirigido a mejorar nuestros estilos de vida en todas sus dimensiones (Donatell, Snow & Wilcox, 1999, p. 7).  Representa las acciones responsables que permiten el desarrollo de un nivel apropiado de salud general.  El bienestar deseado, entonces, se obtiene mediante hábitos saludables que resultan en una adecuada adaptación e integración de las dimensiones físicas, mental, social, espiritual y emocional a cualquier nivel de salud o enfermedad.  Esto implica que puedes experimentar bienestar, ya sea que te encuentres enfermo o saludable.  Las acciones ejecutadas por el individuo que se encuentran encaminadas a mejorar y mantener la salud, representan las actividades de bienestar.  Se enfatiza que estos esfuerzo del bienestar se deben enformar siempre de manera positivo.

EL SER HUMANO COMO UN ENTE BIOPSICOSOCIAL

        Existen tres variables medulares que afectan la salud del individuo, que son: 1) biológicos, 2) psicológicos y 4) sociales (De Vattuone & Graig,1985, pp. 1-2; Higashida Hirose, 1991, p. 1).  El ser humano, pues, representa una unidad integral, constituido de dimensiones físico-químicos, anatómico-bioquímicos, unidades y sistemas fisiológicos, psicológicos, grupal y cultural (Centro de Salud Deportiva y Ciencias del Ejercicio [SADCE],1988).  Como resultado, se establece al individuo como ser biológico y psicológico inmerso en un ambiente social.  Esto implica que el organismo humano se considera como una unidad biopsicosocial (Véase Gráfico 23).

 
Gráfico 23: El Ser Humano como una Unidad Biopsicosocial. El individuo como una unidad biológica y psicológica integrada en el medio ambiente social. (Adaptado de: "Niveles de Descripción del Comportamiento." por Centro de Salud Deportiva y Ciencias del Ejercicio [SADCE], 1988, En Center for Sports Health and Exercise Science, Puerto Rico, Salinas: Albergue Olímpico y Comité Olímpico de Puerto Rico. Copyright 1988 por Centro de Salud Deportiva y Ciencias del Ejercicio; Ciencias de la Salud. 2da. ed.; p. 1, por B. Y. Higashida Hirose, 1991, México: McGraw-Hill Interamericana. Copyright 1991 por: McGraw-Hill Interamericana de México, S.A., de C.V.).

CONCEPTOS EPIDEMIOLÓGICOS Y BIOESTADÍSTICOS

        El término epidemiología representa aquella ciencia que estudia la frecuencia, distribución y factores causales (factores de riesgo) de una variedad de estados vinculados con la salud (Ej: enfermedades) y eventos, los cuales se caracterizan por un patrón en específico y acontecen a lo largo de un tiempo y ubicación demográfica particular (Bhopal, 2002, pp. xxii, 2-4, 17-18; Dishman, Washburn & Health, 2004, pp. 13, 443; Olivieri, et al., 1982, p. 265; Roitman & LaFontain, 2012, p. 2).  Tal estudio asiste en las acciones requeridas para controlar los diversos tipos de disturbios del bienestar (Porta, 2008).  Las enfermedades estudiadas pueden ser infecto-contagiosas, no contagiosas, agudas, crónicas, mentales o físicas (Olivieri, et al., 1982, p. 265).  Consecuentemente, la epidemiología se encuentra constituida por tres variables medulares, a saber: patrones de las patologías a través del tiempo, lugar específico de mayor incidencia de tales enfermedades y las características de la población afectada (i. e., tipo, tamaño, crecimiento, densidad, distribución y sus estadísticas vitales) (Bhopal, 2002, pp. 2, 17-18).  El fin de la epidemiología es poder distinguir los factores de riesgo asociados con una enfermedad, de manera que sea posible aliviar el estado enfermizo y disminuir la frecuencia de las muertes originadas de tal problemas de salud (Roitman & LaFontain, 2012, p. 2).  La ciencia investigativa de la epidemiología se enfoca hacia el estudio de tales variables causales, las cuales se encuentran  correlacionadas con alguna afección particular o trauma (Roitman & LaFontain, 2012, p. 2).  Cuando estudiamos aquellos determinantes involucrados en un comportamiento específico (i. e., actividad física) y su relación con la prevalencia de una lesión o patología, nos referimos a el estudio epidemiológico de la actividad física (Dishman, Washburn & Health, 2004, p. 14). 

        Toda vida en el planeta tiene un comienzo y un final.  El ser humano no es la excepción, lo cual implica que siempre existe algún factor que induce a nuestro fallecimiento.  Las causas de muerte para una población o lugar geográfico específico durante un (1) año dado son parte de las estadísticas vitales que se incluyen en el informe anual del Departamento de Salud de Puerto Rico, similar que otros países.  Las estadísticas vitales presentan los eventos biológicos de una población particular, como lo son las tasas de nacimiento, muerte, nupcias, entre otras (Higashida, 1996, p. 269).  La tasa representa una variable estadística, y epidemiológica, la cual cuantifica la probabilidad para que se presente algún evento específico (Morales Bedoya, 1985-1986, p. 4).  Su medida se establece al dividir la cantidad de eventos (enfermedades)  presentes durante un periodo de tiempo en particular, entre la población que se encuentra bajo un estado de riesgo en tal rango de tiempo.  La medida de la tasa dependerá de las características muy particulares del eventos de salud, la región geográfica donde se ubica el evento y el rango de tiempo en que sucede (Higashida, 1996, p. 270).  Por el otro lado, la frecuencia con que aparecen  los casos de patologías, o problemas de salud, dentro de un rango de tiempo en específico, se conoce con el nombre de incidencia (Morales Bedoya, 1985-1986, p. 6).  En otras palabras, la incidencia se refiere a cuán rápido se presenta un trastorno de salud dado.   La prevalencia cuantifica la frecuencia del conjunto total de casos del disturbio patológico (Morales Bedoya, 1985-1986, p. 5).  La frecuencia de las muertes en poblaciones particulares para un año dado se conoce como la tasa de mortalidad.  Tal variable representa uno de los indicadores comúnmente utilizados para medir el estado de salud de una comunidad.  En otro orden, la mortalidad indica el número total de muertos que ocurrieron en una población específica durante un (1) año dado.  El estado de estar enfermo se conoce con el nombre de morbilidad (Dishman, Washburn & Health, 2004, p. 447).  En términos estadísticos, se dice que ocurre muerte prematura para toda aquella defunción que acontece antes de los 65 años de edad.

DESCRIPCIÓN DEL CONCEPTO DE ENFERMEDADES CRÓNICO-DEGENERATIVAS

Evolución Semántica del Término Enfermedades Crónicas

        Las enfermedades crónicas o discapacitantes son aquellas que comúnmente se adquieren por medio de estilos de vida inapropiados, aunque siempre hay que considerar que existen factores genéticos, es decir, de naturaleza hereditaria, que pueden originar tales trastornos.  La diferencia entre una enfermedad crónica y una infecto-contagiosa se fundamenta sobre el hecho de que los disturbios degenerativos y crónicos no son transmitidas mediante las vías de contagio (Ej: contacto físico directo o personal, fómites y otros).

        Desde el punto de vista médico, las enfermedades crónicas se consideran aquellas alteraciones de la salud (en todas sus dimensiones) que se desarrolla, y mantienen, durante un período largo de tiempo (Roitman & Lafontaine, 2012, p. 1).  Se caracterizan por su naturaleza no infecciosa, recurrentes, degenerativas y poseer síntomas menos llamativos en comparación con las enfermedades agudas (Caroll, 1998).  Estos tipos de afecciones pueden ocasionar incapacidades totales o parciales (Murrow & Oglesby, 1996).  El adjetivo de crónico aplica para aquel conjunto de enfermedades de naturaleza prolongada y reincidente, caracterizadas por la ausencia de patógenos infecciosos no-tóxicos (Bhopal, 2002, p. xxi).  Para aquellas enfermedades crónicas que inducen un deterioro paulatino de los tejidos ubicados en el organismo humano, se la adjunta otro adjetivo que describa esta complicación clínica.  A este respecto, se establece que tales males son de naturaleza degenerativos, por lo que se identifican como enfermedades crónico-degenerativas (Bhopal, 2002, p. xxii) (Véase Gráfico 24).  Comúnmente, estos tipos de patologías crónicas no se alivian mediante intervenciones quirúrgicas ni con el consumo de medicamentos a corto plazo (Murrow & Oglesby, 1996).

Gráfico 24: El Concepto de Enfermedades Crónico-Degenerativas. Descripción diagramática para el concepto de enfermedades crónico-degenerativas (Información de: The exercise professional's guide to optimizing health: Strategies for preventing and reducing chronic disease. p. 1,  J. L. Roitman y T. Lafontaine, 2012, Philadelphia, PA: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2012 por: Lippincott Williams & Wilkins, a Wolters Kluwer business; "Understanding chronic illness from the patient's perspective" por L. W. Caroll, 1998, Radiologic Technology, 70(1)).

        Las enfermedades crónicas poseen ciertas características particulares, que son: 1) comúnmente, tales afecciones requieren un período de tiempo considerable para que se desarrollen, lo cual implica que su naturaleza crónica (a largo plazo); 2) estas dolencias promueven una destrucción progresiva de los tejidos, por tal razón, también se les designan como degenerativas; 3) interfieren con la capacidad del cuerpo para funcionar de forma óptima, es decir, representan patologías discapacitantes y; 5) algunas enfermedades degenerativas pueden prevenirse, es decir, es posible minimizar sus efectos dañinos a la salud (Véase Gráfico 25).
 

Gráfico 25: Características de las Enfermedades Crónico-Degenerativas. Descripción diagramática para el concepto de enfermedades crónico-degenerativas (Datos de: "Compendium of physical activities: An update of activity codes and MET intensities," por B. E. Ainsworth, W. L., Haskell, M. C. Whitt, M. L. Irwin, A. M. Swartz, S. J. Strath, W. L. O'Brien, D. R. Jr. Bassett, K. H. Schmitz, P. O. Emplaincourt, D. R. Jr. Jacobs y A. S. Leon, 2000, Medicine & Science in Sports & Exercise, 32(9 Suppl), pp. S500-S501, S506-S507. Recuperado de Recuperado de http://juststand.org/portals/3/literature/compendium-of-physical-activities.pdf ).

        Una gran parte de estos trastornos crónicos se encuentran representadas dentro de las primeras causas de muerte en Puerto Rico y en muchos otros países, particularmente aquellos desarrollados.  Algunas de dichas enfermedades son, a saber: enfermedades del corazón y circulatorias, tales como las cardiopatías coronarias (enfermedades de las arterias coronarias del corazón o aterosclerosis coronaria); los padecimientos hipertensos, claudicación intermitente; cáncer; diabetes sacarina; accidentes cerebrovasculares (Ej: apoplejía o derrame cerebral); enfermedades pulmonares; problemas en la espalda baja; enfermedades óseas (Ej: osteoporosis) y reumáticas (Ej: artritis reumatoide, osteoartritis); afecciones renales (Ej: nefritis); enfermedades del hígado (hepáticas), entre otras (véase Tabla 6).

Tabla 6: Primeras Diecinueve Causas de Muerte para Ambos Sexos en Puerto Rico, Año 2008
  ORDEN   CAUSAS DE MUERTE   TASA por
100,000
Habitantes
  Por ciento
de Todas
las Muertes
 

  1  

Enfermedades del Corazón

  126.4   18.4  

  2  

Tumores Malignos (Cáncer)

  117.7   17.2  

  3  

Diabetes Sacarina (Mellitus)

  67.0   9.8  

  4  

Enfermedad de Alzheimer

  38.0   5.5  

  5  

Enfermedades Cerebrovasculares

  36.4   5.3  
  6  

Enfermedad Crónica de las Vías Respiratorias Inferiores

  28.7   4.1  
  7  

Accidentes

  27.7   3.8  
  8  

Nefritis, Nefrosis y Síndrome Nefrótico

  25.0   3.6  
  9  

Influenza y neumonia

  22.6   3.3  
  10   Septicemia   20.7   3.0  
  11   Homicidio   20.4   2.8  
  12   Hipertensión Primaria y Enfermedad Renal Hipertensiva   12.3   1.8  
  13   Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH)   10.9   1.4  
  14   Suicidio   7.5   1.0  
  15   Enfermedades del Hígado y Cirrosis   5.9   0.9  
  16   Neumonitis debido a Sólidos y Líquidos   5.4   0.8  
  17   Ciertas Condiciones Originadas en el Periodo Perinatal   6.6   0.7  
  18   Anemias   4.5   0.7  
  19   Neoplasma Benigno   4.3   0.6  
NOTA. De: Nuevas Estadísticas de Mortalidad, 2000-08 (p. 12), por Instituto de Estadísticas de Puerto Rico, 2010, San Juan, Puerto Rico: ELA. Copyright 2010 por: Instituto de Estadísticas de Puerto Rico. Recuperado de http://www.salud.gov.pr/Datos/EstadisticasVitales/Informe Anual/Nuevas Estadísticas de Mortalidad.pdf

Relaciones Etiológicas para las Enfermedades Crónicas

        Puesto que uno de los factores principales que inducen a las enfermedades crónicas es la falta de ejercicio o escasa actividad física, desde la perspectiva de la aptitud física, otros autores clasifican estas dolencias como enfermedades hipocinéticas (Allsen, Harrison, & Vance, 1997, p. 4; Corbin & Lindsey, 1997, pp. 5, 25-26; Heyward, 1998, p. 2).

        Actualmente, el auge de las enfermedades crónico-degenerativas como las principales causas de incapacidad y muerte en Puerto Rico y Estados Unidos de Norteamérica, reflejan principalmente el descuido en los patrones de estilos de vida y hábitos particulares del ciudadano.  Los comportamientos de riesgo que prevalecen en la isla promueven la alta incidencia de enfermedades crónicas de naturaleza discapacitante y al aumento en la tasa de mortalidad originado por estas afecciones.

        El sedentarismo, o un pobre nivel de aptitud física, representan uno de los factores de mayor preeminencia que promueven el desarrollo de estos trastornos degenerativos (particularmente las enfermedades en las arterias coronarias del corazón) y a la mortalidad prematura (Ekelund, Haskell, Jonson, Whaley, Criqui & Sheps, 1988; Sandvik, Erikssen, Thaulow, Erikssen, Mundal & Rodahl, 1993).

Medidas Preventivas y Terapéuticas

        Algunas de las enfermedades crónicas de origen hipocinético pueden prevenirse mediante un régimen regular de ejercicios o actividad física.   Más aun, un programa de ejercicio regular, o una mayor participación en actividades físicas, puede emplearse como un tratamiento complementario para otras dolencias que no se consideran categorizadas como hipocinéticas, entre las cuales se pueden nombrar: las enfermedades infecciosas, artritis, dolor crónico y el síndrome premenstrual (PMS, siglas en Inglés) (Corbin & Lindsey, 1997, p. 26-27).

TÉRMINOS VINCULADOS CON EL MOVIMENTO HUMANO Y LA INACTIVIDAD FÍSCA

Actividad Física y Ejercicio

       
Un nivel alto de buena salud o bienestar se adquiere principalmente mediante la práctica de comportamientos saludables (estilos de vida apropiados) (Breslow, 1990, pp. 155-163).  Ciertamente, la práctica diaria de estilos de vida activos juega un papel importante en la prevención de enfermedades crónicas-degenerativas y en un menor grado de riesgo para muertes prematuras (Blair, & Connelly, 1996; Blair, Kampert, Col III, Barlow, Macera, Paffenbarger, Jr, & Gibbons, 1996; Bouchard, Shephard, Stephens, Sutton, & McPherson, 1990, pp. 3-28; Lee & Paffenbarger, Jr, 1996; Paffenbarger, Jr., Hyde, & Wing, 1990; Pate et al, 1995; Shephard, 1995; Slattery, 1996).

        Se considera que una persona posee un estilo de vida activo (o se encuentra activo físicamente) cuando incorpore, de modo regular, actividades físicas de moderada intensidad que acumulen aproximadamente 21 minutos o más durante la mayoría de los días de la semana.  También, para personas que incursionen en actividades físicas de intensidad vigorosa que acumulen aproximadamente 11 minutos o más diariamente (USDDHHS, 2008).  Se considera, pues, a una persona físicamente activa cuando practique diariamente la recomendaciones de actividad física (Tremblay, Colley, Saunders, Healy & Owen, 2010).  Claro, es crucial evitar permanecer sentado por periodos prolongados de tiempo, porque se habría de invalidar los posibles beneficios para la salud, aún cuando se continúe comprometido con estas guías de actividad física (Hamilton, Healy, Dunstan, Zderic, & Owen, 2008).    

        El término movimiento indica un cambio en lugar, posición, o postura, del cuerpo como un todo, de sus segmentos o del centro de masa en relación a un sistema de referencia en el ambiente (Hamill & Knutzen, 2009, p. 24; Kent, 1994, p. 286).  El movimiento corporal se produce por la acción de los músculos esqueléticos, lo cual implica la utilización y liberación de energía.

        Al discutir el concepto de expendio energético (o costo energético) nos referimos a la producción de energía calorífica total por parte del organismo humano durante su intervención en una actividad física o ejercicio (Bouchard, Shephard, Stephens, Sutton & McPherson, 1990; Kent, 1998, p. 169).  Tal gasto de energía se encuentra constituido por el expendio energético en reposo y el expendio energético de ejercicio o actividad física (Garber, at al. 2011).  Las unidades de medida comunes empleadas para expresar el costo energético son los METs, kilocalorías (kcal) o kilojulios.  Por el otro lado, el MET representa un equivalente metabólico que expresa unidades de energía.  Un MET es igual al consumo de oxígeno relativo en reposo (1 MET = 3.5 O2 ml • kg-1 • min-1) (Garber, Blissmer, Deschenes, Franklin, Lamonte, Lee, Nieman & Swain, 2011). 

        En la actualidad, aún existe confusión sobre los conceptos de actividad física y ejercicio.  Una gran cantidad de profesionales y educadores en salud intercambian estos términos como sinónimos.  Esta confusión estuvo presente por muchos años entre los investigadores epidemiólogos (Taylor, 1983).  No fue hasta la publicación del artículo de Caspersen, Powell y Christenson (1985) donde se propuso una definición estándar para los conceptos de actividad física, ejercicio y aptitud física (véase Tablas 7 y 8).

Tabla 7: Conceptos Básicos Relacionados con el Nuevo Enfoque sobre el Impacto de la Actividad Física Regular en la Salud Pública

Actividad Física

: Cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueletales que resulta en gasto energético.

Actividad Física Moderada

: Aquella actividad que resulta en un gasto energético fluctuando entre 3 a 6 METs o de 150 a 200 kilocalorías (kcal) por día.

Ejercicio

: Aquella actividad física planificada, estructurada, repetitiva y dirigida hacia un fin, es decir, para el mejoramiento o mantenimiento de uno más de los componentes de la aptitud física.

Aptitud Física

: Conjunto de atributos que las personas poseen o alcanzan relacionado con la habilidad para llevar a cabo actividades físicas.
NOTA. Adaptado de: "Physical Activity, Exercise, and Physical Fitness: Definitions and Distinctions for Health-Related Research," por: C. J. Caspersen, K. E. Powell, y G. M. Christensen, 1985, Public Health Reports, 100(2), p. 129. Recuperado de http://pubmedcentralcanada.ca/pmcc/articles/PMC1424733/pdf/pubhealthrep00100-0016.pdf; "Physical Activity and Health", por U.S. Department of Health and Human Services, 1996, p. 2
 
Tabla 8: Comparación entre Actividad Física y Ejercicio.
  CARACTERÍSTICA   ACTIVIDAD FÍSICA   EJERCICIO  

 

Movimiento Corporal
mediante los
Músculos Esqueléticos

  SI   SI  

 

Gasto Energético (kcal)

  SI   SI  

 

Fluctuación:
Alto a Bajo

  SI   SI  

 

Relación con la:
Aptitud Física

  Correlación Positiva   Alta Correlación Positiva  

 

Planificación

  NO  

Diseño estructurado:

  Plan de movimientos corporales repetitivos.

Objetivo:

  Mantener o mejorar los componentes de la aptitud física.
 
NOTA. Adaptado de: "Physical Activity, Exercise, and Physical Fitness: Definitions and Distinctions for Health-Related Research," por C. J. Caspersen, K. E. Powell y G. M. Christensen, 1985, Public Health Reports, 100(2), p. 129. Recuperado de http://pubmedcentralcanada.ca/pmcc/articles/PMC1424733/pdf/pubhealthrep00100-0016.pdf

        Según estos investigadores, actividad física representa "cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que resulta en gasto energético" (Caspersen, Powell & Christenson, 1985) (véase Gráfico 26).  Si un individuo, o un grupo de personas, deciden utilizar su tiempo libre para llevar a cabo actividades físicas, tal acción se conceptualiza como actividad física de ocio (Bouchard, Shephard, Stephens, Sutton & McPherson, 1990).  Actividad física moderada es aquella que resulta en un costo energético de 3 a 5.9 METs (USDHHS, 2008, pp. A-4, D-4).  Cuando se habla de inactividad física, se hace referencia a patrones de estilos de vida sedentarios.  Según Tremblay, Colley, Saunders, Healy y Owen (2010), tal término se refiere a la falta de actividad física o el tiempo comprometido por el individuo que no incluya algún tipo de actividad física, la cual posea una intensidad dada.

Gráfico 26: El Concepto de Actividad Física. Descripción diagramática del significado de actividad física. (Adaptado de: "Physical Activity, Exercise, and Physical Fitness: Definitions and Distinctions for Health-Related Research", por: C. J. Caspersen, K. E. Powell, y G. M. Christensen, 1985, Public Health Reports, 100(2), p. 126. Recuperado de http://pubmedcentralcanada.ca/pmcc/articles/PMC1424733/pdf/pubhealthrep00100-0016.pdf).

        Existe la tendencia que la prevalencia de la actividad física para varias culturas disminuye conforme se observa una economía saludable del país (Hardman & Stensel, 2009, p. 14).  También, se ha demostrado que se reduce marcadamente los niveles de actividad física según aumenta la edad, donde la población femenina evidencia un menor nivel de actividad física en comparación con los varones (Hardman & Stensel, 2009, p. 14).

        En otro orden, ejercicio es aquella actividad física planificada, estructurada, repetitiva y dirigida hacia un fin, es decir., para el mejoramiento o mantenimiento de uno más de los componentes de la aptitud física (Caspersen, Powell & Christenson, 1985) (véase Gráfico 27).  Un ejercicio físico de baja intensidad se define como aquel que se encuentre entre 30-<40% del consumo de oxígeno máximo (VO2máx) o frecuencia cardiaca de reserva (FCresv), es decir, ejercicios durante el cual la persona es capaz de hablar (ACSM, 2013, pp. 165, 167).  Estas intensidades son recomendadas para poblaciones con enfermedades crónicas-degenerativas (Ej: cardiopatías coronarias) (Pollock, Wilmore & Fox, 1990), y envejecientes, particularmente porque reducen los eventos coronarios fatales y no fatales, y aumentan las lipoproteínas de alta densidad (Pollock, et al., 1994).

Gráfico 27: Definición de Ejercicio. Mapa conceptual para el término de ejercicio. (Adaptado de: "Physical Activity, Exercise, and Physical Fitness: Definitions and Distinctions for Health-Related Research", por: C. J. Caspersen, K. E. Powell, y G. M. Christensen, 1985, Public Health Reports, 100(2), p. 128. Recuperado de http://pubmedcentralcanada.ca/pmcc/articles/PMC1424733/pdf/pubhealthrep00100-0016.pdf).

APTITUD FÍSICA Y SUS COMPONENTES

        La aptitud física (physical fitness) integra, de manera funcional, el conjunto de todos los sistemas orgánicos del cuerpo humano, los cuales están sujeto por el nivel de actividad física (Paffenbarger, Hyde & Wing, 1990).

El Concepto de Aptitud Física

       
El término de aptitud física ha evolucionado a lo largo del tiempo.  Diversas organizaciones y  autores han propuesto su percepción conceptual.  En los próximos párrafos se discutirá la definición de aptitud física.

        La definición clásica de aptitud física, una de las primeras en salir en la literatura, se describe como la capacidad de llevar a cabo las actividades cotidianas normales (trabajo y asueto) con vigor, eficiencia y sin fatigarse en exceso, teniendo aún energía suficiente para disfrutar de pasatiempos y lidiar con emergencias imprevistas (President's Council on Physical Fitness and Sports,1971) (véase Gráfico 28).

Gráfico 28: El Concepto Tradicional de la Aptitud Física. Este enfoque de la aptitud física enfatiza el empleo de reservas energéticas para poder encarar efectivamente situaciones de emergencia. (Adaptado de: President's Council on Physical Fitness and Sports, 1971, Physical Fitness Research Digest, Series 1(1)).

       También, en el 1971, un colectivo de investigadores, pertenecientes a la OMS, expusieron su posición ante el término de aptitud física.  Entonces para la OMS, tal concepto representaba "la habilidad para llevar a cabo muscular satisfactoriamente." (Anderson, Shephard, Denolin, Varnauskas & Masironi, 1971).   

        En el 1985 se reveló en la literatura científica una de las publicaciones más citas, en la cual se plantearon los conceptos de actividad física, ejercicio y aptitud física (Casperson, Powel y Christenson, 1985).  Estos autores establecieron que aptitud física representaba "un conjunto de atributos que las personas poseen o alcanzan que se relaciona con la habilidad para llevar a cabo actividad física."  Un año mas tarde, Nieman (1986, p. 34) afirmó que la aptitud física era  "un estado de energía dinámica y vitalidad que nos capacita/permite no solamente llevar a cabo nuestras tareas diarias, práctica de actividades recreativas y encarar emergencias imprevistas, sino también nos ayuda a prevenir las enfermedades hipocinéticas, mientras se funcione a niveles óptimos de la capacidad intelectual y experimente el disfrute de la vida".  En esta misma década, Pate (1988), postuló que tal concepto debería definirse como "un estado caracterizado por (a) una habilidad para realizar actividades diarias con vigor y (b) una demostración de las características y capacidades que están asociadas con un bajo riesgo para el desarrollo de enfermedades hipocinéticas (es decir, aquellas asociadas con inactividad física)."  Desde un enfoque cardiorrespiratorio y muscular, Getchell y Anderson (1987, pp. 15-16) afirman que una persona que posea una apropiada aptitud física implica que "el corazón, los vasos sanguíneos, los pulmones y los músculos funcionan al máximo rendimiento.

        Una de las organizaciones de mayor prestigio internacionalmente, vinculada con la medicina del deporte y ciencias del movimiento humano, es decir, la ACSM, plantearon en el 1990 que la aptitud física significaba "...la habilidad de realizar niveles de moderada a vigorosa actividad física sin  fatiga y la capacidad para mantener tal habilidad a lo largo de la vida." (ACSM, 1990).  En años recientes, esta organización revisó la definición de aptitud física (Garber, at al. 2011).  Otros autores de renombre en el campo de las ciencias del movimiento humano han publicado su postura ante el término aptitud física.  Por ejemplo, Miller, Grais, Winslow y Kaminsky (1991) expusieron que el concepto de aptitud física significaba  un "un estado de habilidad para realizar un trabajo físico sostenido caracterizado por una integración efectiva de la tolerancia cardiorrespiratoria, fortaleza muscular, flexibilidad, coordinación y composición corporal".  Por su parte, Howley y Franks (2007, p. 517), fundamentado en el planteamiento de Casperson, Powel y Christenson, (1985) proponen que la aptitud física es un agregado de particularidades únicas, lo cual facilita al individuo ejecutar efectivamente actividades físicas. 

        En otro orden, Lopategui (2006, p. 44) intentó reconceptualizar la definición tradicional de aptitud física, indicando que "...representa la habilidad que posee la persona para llevar a cabo todo tipo de trabajo físico efectivamente y sin fatiga excesiva, particularmente actividades que demandan capacidades cardiorrespiratorias, de las cuales el individuo se recupera con prontitud para ejecutar otras tareas físicas (cotidianas, deportes recreativos) o manejar situaciones de emergencias que pudieran requerir un esfuerzo físico."  Tal enfoque retoma elementos que constituyen parte de la primera definición de aptitud física (President's Council on Physical Fitness and Sports,1971). A esta definición, se puede integrar la importancia de un óptimo nivel de aptitud física (elevado estado de energía y vitalidad) para la prevención de enfermedades crónicas-degenerativas que emergen principalmente a raíz de un comportamiento sedentario (Nieman,2007, p. 779) (véase Gráfico 29).

Gráfico 29: Aptitud Física. Concepción diagramático del término de aptitud física (Adaptado de: President's Council on Physical Fitness and Sports, 1971, Physical Fitness Research Digest, Series 1(1); Exercise Testing and Prescription: A health-related approach. 6ta. ed.; p. 779, por D. C. Nieman, 2007, New York, NY: McGraw-Hill Higher Education. Copyright 2007 por: The McGraw-Hill Companies, Inc.).

Los Componentes de la Aptitud Física

       
Similar al concepto de salud, una aptitud física óptima se alcanza cuando todos sus componentes se hayan desarrollado en forma adecuada.  Estos componentes se pueden clasificar en dos categorías principales.  La primera describe a los componentes de la aptitud física relacionados con la salud, que implican aquellos constituyentes que poseen un vínculo con la salud óptima (The President's Council on Physical Fitness and Sports [PCPFS], 2008; Nieman, 2007, p. 33; USDHHS, 1996, pp. 20, 22).  Bajo esta categoría, se encuentra la capacidad o tolerancia aeróbica o cardiorrespiratoria, la flexibilidad, tolerancia muscular, fortaleza muscular y composición corporal (Nieman, 2007, p. 33).  En otro lado, encontramos los componentes de la aptitud física relacionados con las destrezas o de capacidad neuromuscular, tales como la agilidad, balance, coordinación, rapidez, potencia y reacción al tiempo (The President's Council on Physical Fitness and Sports [PCPFS], 2008; Nieman, 2007, p. 33; USDHHS, 1996, pp. 20, 22) (véase Gráfico 30).  A continuación se describen los elementos vinculados con la salud.

Gráfico 30: Los Componentes de la Aptitud Física. Descripción de las clasificaciones para los integrantes de la aptitud física. (Adaptado de: "Physical Activity, Exercise, and Physical Fitness: Definitions and Distinctions for Health-Related Research", por: C. J. Caspersen, K. E. Powell, y G. M. Christensen, 1985, Public Health Reports, 100(2), p. 128. Recuperado de http://pubmedcentralcanada.ca/pmcc/articles/PMC1424733/pdf/pubhealthrep00100-0016.pdf).

        Componentes Relacionados con la Salud

        Capacidad Aeróbica
.  La capacidad aeróbica también se conoce como tolerancia cardiorrespiratoria, tolerancia circulo-respiratoria o cardiovascular, consumo de oxígeno máximo (VO2máx), aptitud fisiológica, estámina, aire, o simplemente estar en forma (aptitud física).  Se define como la capacidad del corazón, los vasos sanguíneos y los pulmones para funcionar eficientemente y realizar actividades sostenidas con poco esfuerzo, menos fatiga y con una recuperación rápida. Fisiológicamente significa la habilidad del individuo para tomar (respiración), transportar (cardiovascular) y utilizar (enzimas aeróbicas) oxígeno durante ejercicios vigorosos y prolongados (ejercicios aeróbicos).

        Flexibilidad
.  Podemos definir flexibilidad como la capacidad para usar la unidad músculo-tendinosa en toda la amplitud de su alongamiento (extensibilidad) y de activar las articulaciones de forma efectiva, es decir, doblarlas, enderezarlas y torcerlas fácilmente.  Existen dos tipos de flexibilidad, las cuales son: la estática y dinámica.  La flexibilidad estática se refiere a la amplitud de un posible movimiento alrededor de una coyuntura o secuencia de coyunturas. La flexibilidad dinámica representa la oposición o la resistencia de una articulación (o coyuntura) al movimiento.  La amplitud o arco de movimiento de una articulación tiene unos límites anatómicos que impiden seguir su recorrido de movimiento.   Los límites estructurales para la flexibilidad son 1) alineamiento estructural de los huesos, 2) cantidad de tejido muscular y grasa, 3) ligamentos y otras estructuras asociadas con la cápsula de la coyuntura, 4) los tendones y otros tejidos conectivos, y 5) La piel.

        Tolerancia Muscular
.  Se define como la capacidad que posee un músculo para ejercer múltiples contracciones o mantener una contracción estática durante un periodo prolongado de tiempo, sin experimentar fatiga excesiva.  La tolerancia muscular se desarrolla mediante un programa de entrenamiento con resistencias (Ej: pesas o algún objeto que ofrezca resistencia) en el cual se utilice poca resistencia y muchas repeticiones.  Los ejercicios calisténicos, como los abdominales, lagartijas, entre otros, también desarrollan la tolerancia muscular.  Éstos utilizan como resistencia el propio peso del segmento corporal que se ejercita.

        Fortaleza Muscular
.  La fortaleza muscular representa la capacidad que tiene un músculo para ejecutar una tensión máxima contra una resistencia.  Puede ser de tipo dinámica (combinación de contracciones concéntricas y excéntricas), isométrica (estática), isocinética o explosiva (potencia, es decir, fuerza por unidad de tiempo).

        Composición Corporal
.  La composición corporal se refiere al nivel relativo que tiene el cuerpo entre el peso sin grasa (liso, magro o masa corporal activa) y el peso graso (la grasa almacenada en el organismo).  Bajo este componente se describen las siguientes características: 1) talla (estatura), 2) masa corporal activa (MCA, peso magro o liso) masa corporal grasa (MCG o peso graso), 3) masa corporal total (MCT o peso total), 4) somatotipo o tipos físicos (endomorfia, ectomorfia y mesomorfia), y 5) líquidos (agua) versus sólidos.

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SISTEMAS DIRIGIDOS A EVALUAR EL ESTADO ACTUAL DE SALUD, Y DE LOS POTENCIALES RIESGOS,
EN LOS PARTICIPANTES PROSPECTOS

        La evaluación de los potenciales participantes para un programa de ejercicio es de gran importancia, puesto que previenen posibles situaciones de emergencias médicas.  Se encuentra muy bien documentado, en la literatura científica, los beneficios del ejercicio sobre el organismo humano.  No obstante, también, el ejercicio induce un aumento en las demandas metabólicas sobre el sistema cardiovascular, así como un incremento en la actividad simpática. Tomando en consideración este hecho, se puede inferir que sería de un alto riesgo para la salud, e incorrecto desde el punto de vista ético, que se permita participar en el programa de ejercicio a un posible cliente que no se conozca el nivel de gravedad de su enfermedad (Ej: algún tipo patología cardiaca).  Pasar por alto tal conocimiento puede, posiblemente, puede ocasionar un ataque cardiaco al individuo que se ejercita. Consecuentemente, para evitar estos eventos adversos al cliente, es de vital importancia que, antes de integrar al cliente al programa, y realizar una prueba de esfuerzo, se debe establecer el nivel de riesgo de éste.  Este análisis permite tomar una mejor decisión en cuanto a si es factible, y seguro, continuar con el cliente.

        Previo a cualquier intervención de un programa de ejercicio o actividad física, de naturaleza preventiva o terapéutica, es de suma importancia llevar a cabo las evaluaciones de salud correspondientes.  Esto también aplica si al participante se le requiere someter a una prueba a ergométrica de tolerancia cardiorrespiratoria (submáxima o máxima) o a pruebas que miden las aptitudes físicas de éste.  Este proceso evaluativo asiste en el mecanismo requerido para determinar si el potencial participante se encuentra apto, médicamente, para ingresar al programa de ejercicio o realizar la prueba de esfuerzo.  Consecuentemente, el fisiólogo del ejercicio clínico se asegura que la probabilidad que, por ejemplo, se produzca un ataque al corazón u otros males, se reduzca al mínimo.  Entonces, tales accidentes se pueden evitar si se realiza un examen del estado de salud/condición física antes de comenzar un ejercicio regular, o una prueba de ejercicio.  Consecuentemente, para poder prescribir un programa de ejercicio individualizado, o ejecutar algún tipo de evaluación de esfuerzo, de forma segura y efectiva, se debe evaluar primero el estado de salud del participante potencial.  Esta evaluación debería incluir un examen médico, un cuestionario de salud y luego efectuar una serie de pruebas de aptitud física relacionadas con la salud.
 

INTRODUCCIÓN

        Es de suma importancia que, como requisito, previo a que el potencial participante se someta a una prueba de capacidad funcional (o de aptitud física), o de su ingreso a un programa de ejercicio/aptitud física (bajo un escenario clínico o comunitario), tal persona sea evaluada su estado vigente de salud, incluyendo los factores de riesgo para una gran gama de enfermedades de naturaleza cardiovascular, pulmonar o metabólica.  Para este propósito, se emplean una variedad de métodos de evaluación.  Los tipos de pruebas evaluativas de salud implementadas al candidato, dependerá del enfoque del programa y del propósito de la instalación física que alberga el programa de ejercicio o de actividad física.  Por ejemplo, las evaluaciones de la salud son más rigurosas en programas de ejercicio que requieren la supervisión médica (Ej: rehabilitación cardiaca o pulmonar), en comparación con instalaciones físicas dedicadas a proveer servicios de ejercicio y actividad física a poblaciones aparentemente saludables (Ej: programas comunitarios de ejercicios grupales o recreativos).  Esta medida evaluativa dispone de un mayor control preventivo para circunstancias de emergencias cardiacas que puedan surgir durante la prueba ergométrica de esfuerzo progresivo o sesiones de ejercicio (entrenamiento físico).

        Estas pruebas de salud se confeccionan con el fin de detectar aquellos individuos que evidencien contraindicaciones médicas a un programa de ejercicio, o prueba electrocardiográfica de esfuerzo.  En aquellos casos donde se identifique un problema de salud clasificado como contraindicativo, el potencial participante no podrá incorporarse al programa hasta tanto tal afección clínica sea erradicada o se encuentre controlada.  También, la evaluación de la salud sirve para identificar las personas que posean patologías degenerativas de considerable magnitud, de manera que sea necesario que ingrese a un programa de ejercicio en el cual intervenga personal médico.  Esto implica, la necesidad de un referido médico para un programa de ejercicio supervisado médicamente.

       Otro objetivo de estas evaluaciones es determinar la posible necesidad que el candidato sea examinado por un médico (el examen clínico o médico), se le requiera realizar una prueba ergométrica de esfuerzo, o ambas.  Esto puede ser debido a un mayor riesgo (de moderada hasta un nivel de riesgo alto) para alguna enfermedad crónico-degenerativa, por la presencia de síntomas particulares o ciertos factores de riesgo.  Tal examen médico de mayor envergadura, formará parte de la evaluación de la salud preparticipación, que es compulsoria antes que pueda ingresar el participante prospecto al programa de ejercicio.  También, estas evaluaciones sirven de fundamento para establecer las modificaciones de progresión requeridas en las variables que determinan la dosis del ejercicio (Ej: intensidad, frecuencia, y otros), ya para un participante aceptado en el programa.

        Aquellos participantes prospectos que se identifiquen de alto riesgo, posiblemente habrán de requerir un examen médico riguroso y la realización de una prueba ergométrica de esfuerzo previo poder incorporarse en un programa de ejercicio.

        Finalmente, la evaluación de la salud y riesgos para enfermedades cardio-metabólicas y pulmonares asisten en reconocer aquellas personas que tienen otras necesidades particulares.  Algunos ejemplos de estos problemas, que requieren una atención especial son, deficiencias (o limitaciones) ortopédicas, estado gestacional (embarazo), y otras.  Tal proceso provee la posibilidad de una mejor adherencia del participante al programa de ejercicio.  También, esta precaución instaura una mayor seguridad durante la prueba de esfuerzo progresiva o la práctica de los ejercicios.  Entonces, la evaluación de otros posibles desórdenes clínicos asisten en la disminución de riesgos para eventos de emergencias médicas súbitas, principalmente situaciones cardiacas (Ej: infarto al miocardio, paro cardiaco, fibrilación ventricular, y otras), y lesiones de tipo oseo-musculares, los cuales se encuentran asociados con la práctica de los ejercicios o ejecución de las evaluaciones ergométricas de esfuerzo.  Más aún, el desarrollo de una prescripción de ejercicio individualizada más efectiva se asegura al detectar tales necesidades especiales (ACSM, 2014a, p. 22; ACSM, 2014b, pp. 170-171).

        Se ha instituido que la inclusión de un sistema dirigido a la evaluación de la salud antes que el individuo conlleve una prueba de esfuerzo, o se incorpore a un programa de ejercicio, disponen una razón beneficio-a-riesgo óptima (ACSM, 2014b, p. 170).  Cuan extenso habrá de ser la evaluación de la salud, así como el tipo de esta valoración, se encuentra determinado por la edad, sexo y la percepción, muy particular sobre la salud del propio potencial participante.  También, esto se encuentra afectado por el tipo y cantidad del personal disponible, así como de los equipos y materiales de ejercicio que posee la instalación física.

 OBJETIVOS DE LA EVALAUCIÓN DE LA SALUD

     El fin primordial para realizar las evaluaciones de la salud en los posibles participantes, es asegurar que éstos puedan seguir la programación prescrita del ejercicio,  o la intervención de actividades físicas, en una manera segura.  Además, tal proceso es importante previo a un prueba ergométrica de tolerancia cardiorrespiratoria u otras evaluaciones de la aptitud física, particularmente aquellas vinculadas con la salud.  Se espera, entonces, que el riesgo de una lesión o evento médico peligroso se considere mínimo.  La ACSM (2014a, pp. 22-23; 2014b, p. 171) ha establecido las razones para la evaluación de la salud antes de la participación al programa de actividad física o prueba de aptitud física.  Esta justificación se expone en los párrafos discutidos más adelante (ACSM, 2014a, pp. 22-23; ACSM, 2014b, pp. 171, 177, 337; ACSM, 2010, p. 16).

Identificar Contraindicaciones Médicas

        Uno de los propósitos principales de la evaluación de la salud es poder establecer aquellas personas que poseen algún tipo de problema clínico considerado como una contraindicación al programa o prueba de ejercicio (véase Tablas 17 y 18).  Estos individuos serán rechazados a tal programa de ejercicio.  En aquellos casos donde es posible corregir tal contraindicación médica, entonces éste podrá ser considerado como un posible participante.

Estabelcer aquellos Individuos que Requieren un Examen Médico Completo o Prueba de Esfuerzo

        Un fin importante para la evaluación de la salud consiste en reconocer las personas que necesitan un examen médico riguroso, o prueba ergométrica de esfuerzo, previo a poder participar en el programa de ejercicio.  Esta indicación puede surgir por la presencia de una cantidad alarmante de factores de riesgo para cardiopatías coronarias, y debido a manifestaciones clínicas que sugieren alguna patología cardiovascular, pulmonar o metabólica.

Identificar Individuos de Elevado Riesgo para Patologías Peligrosas

        Otro objetivo para este proceso evaluativo es determinar aquellas personas que tienen un alto riesgo para poseer alguna enfermedad discapacitante, ya sea por su edad, factores de riesgos o manifestaciones clínicas actuales.  A este grupo de individuos, se le requiere llevar a cabo un examen médico riguroso, así como alguna variante de las pruebas ergométricas de naturaleza cardiorrespiratoria.

Identificar Individuos con Patologías Crónicas de Cuidado

        La próxima justificación de estas evaluaciones se fundamenta en establecer aquellos clientes que padecen de una enfermedad crónica-degenerativa peligrosa.  Esta población solo podrá incorporarse en un programa de ejercicio que se encuentre supervisado por un médico.

Identificar Personas con Necesidades Particulares

        Finalmente, se requiere la evaluación de la salud para establecer los posibles participantes que presenten necesidades especiales.  Estos problemas pueden ser deficiencias diabetes sacanina (mellitus), ortopédicas, embarazo, u otros.  Para esta colectividad, será necesario llevar a cabo las correspondientes adaptaciones, como lo son: 1) el programa de ejercicio o actividad física; 2) pruebas de capacidad funcional, tal como una prueba de esfuerzo progresiva; y 3) evaluaciones de los componentes de la aptitud físca.

ESTRATEGIAS DISPONIBLES PARA LA EVALUACIÓN DE LA SALUD

     Tradicionalmente, el protocolo evaluativo de la salud ha sido desglosado en tres componentes principales, que son: 1) estratificación de los riesgos, 2) historial de la salud y otras evaluaciones pertinentes, y 3) autorización o referido médico (Thompson, 2010).  Este algoritmo evaluativo ha evolucionado a través de los años.  Particularmente, tal cambio se observa en las nuevas guías de pruebas de esfuerzo y prescripción de ejercicio publicadas por la ACSM (ACSM, 2014a; ACSM 2014b).  Esencialmente, existen tres formas para evaluar la salud de los participantes.  Una cuarta herramienta se utiliza, con frecuencia, para participantes que retornan a sesiones de ejercicios grupales (DeSimmone & Stenger, 2012).

Consideraciones Preliminares

        Como fue mencionado previamente, uno de los objetivos principales de las evaluaciones de salud pre-actividad es proveer ejercicios seguros y un estímulo efectivo para el programa de entrenamiento físico.  A este respecto, también tal evaluación identifica potenciales factores de riesgo, o síntomas, para varias enfermedades crónico-degenerativas, de modo que se proporcione un programa seguro y efectivo, en términos de sus metas.

        Existe una gran variedad de métodos disponibles confeccionados para la evaluación de la salud del candidato a un programa de entrenamiento físico o prueba de ejercicio.  Recientemente, se han revisado los posibles medios para evaluar el estado de salud de los participantes potenciales (ACSM, 2014a, pp. 19-36, 40-57; ACSM, 2014b, pp. 170-177, 324-330; DeSimmone & Stenger, 2012).  Según la ACSM (2014a, p. 22), la evaluación de la salud preparticipación consiste en evaluar al potencial participante por la presencia de varios factores de riesgo para patologías de naturaleza cardiovascular, pulmonar y metabólica.  Se incluye, también, evaluar por la posible presencia ciertos problemas de salud que deben evaluarse con detenimiento, como los son el estado gestacional de la mujer, impedimentos de tipo ortopédicos, y otros.   Estas pruebas siguen un protocolo, organizado en diversas etapas.    Tales mecanismos requeridos para la evaluación de la salud son, a saber: 1) la evaluación rápida de la salud, o entrevista verbal, desarrollada por la ACSM en clases de grupales de ejercicios  (DeSimmone & Stenger, 2012);  2) formularios estandarizados de auto-administración (inventarios/cuestionarios de salud y estilos de vida cumplimentados por los potenciales participantes); 3) evaluación, análisis, y estratificación, de factores de riesgo vinculados con patologías cardiovasculares, pulmonares y metabólicas;  y 4) evaluaciones médicas completas y rigurosos (examen médico [historial médico personal y familiar, examen físico, pruebas de laboratorio [Ej: evaluaciones cardiovasculares específicas, tal como un cateterismo coronario], y pruebas ergométricas de esfuerzo progresivo, de naturaleza funcional y diagnóstica).  Esta última evaluación puede efectuarse de manera convencional (electrocardigrama [EKG] con signos vitales [frecuencia cardiaca y presión arteria,]), o empleando imagen nuclear (Ej: Talio-201, o Tecnecio 99m-Sestamibi) (véase Tabla 9). 

Tabla 9: Evaluación del Estado de Salud de los Participantes, antes que se sometan a una Prueba Ergométrica de Tolerancia Cardiorrespiratoria, o ingresen al Programa de Ejercicio o Actividad Física
  Evaluación rápida de la salud de ACSM: Entrevista vebal al cliente  
  Formularios estandarizados de auto-administración:  
    Cuestionarios/inventarios de salud, y de estilos de vida, completados personalmente por los participantes  
    The Physical Activity Readiness Questionnaire: PAR-Q & YOU  
    Health/Fitness Facility Preparticipation Screening Questionnaire:  de la AHA/ACSM  
  Análisis y estratificación de los factores de riesgo relacionados con enfermedades crónico-degenerativas:  
    Se enfatiza en la evaluación de los factores de riesgo para las cardiopatías coronarias  
    Cardiovascular: Cardiaca, vascular periférica, o cerebrovascular  
    Pulmonar: Enfermedad pulmonar obstructiva crónica, asma, enfermedad pulmonar intersticial, o fibrosis cística  
    Metabólica: Renal; diabetes sacarina (o mellitus), tipo 1 y 2  
  Examen médico: Completo/riguroso  
    Historial médico: Personal y familiar  
    Evaluación física: Completa  
    Pruebas de laboratorio:  
      Pruebas ergométricas de ejercicio/esfuerzo progresivo (tolerancia cardiorrespiratoria): Máxima o submáxima  
        Funcional o Diagnóstica: 1) EKG y signos vitales (FC, PA), o 2) imagen nuclear (T-201, o 99mTc-Sestamibi)  
      Radiografías  
      Imagen de resonancia magnética (MRI)  
      Angiografía coronaria, cateterización cardiaca  
      Otras  
NOTA. Adaptado de Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; pp. 19-36, 40-57, por American College of Sports Medicine, 2014a, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por American College of Sports Medicine; Resource Manual for Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 7ma. ed.; pp. 170-177, 324-330, por American College of Sports Medicine, 2014b, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por American College of Sports Medicine; "Profile of a group exercise participant: Heath screening tools," por G. DeSimone y L. Stenger, 2012, En  ACSM's Resources for the Group Exercise Instructor. pp. 11-13, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2012 por American College of Sports Medicine.

        En los siguientes párrafos se discutirán en detalle estos tipos de herramientas de evaluación de la salud recomendadas por la ACSM (2014a, pp. 19-36; 2014b, pp. 170-173; DeSimone & Stenger, 2012).

Evaluación Rápida de la Salud de la ACSM (Entrevista Verbal con el Cliente)      

        De no contar en el momento con un cuestionario de salud, es posible realizar una evaluación verbal del cliente.  Tal procedimiento evaluativo de la salud se conoce con el nombre de "ACSM Quick Screen" (DeSimone & Stenger, 2012).  Este mecanismo dispone de varias ventajes, entre las cuales tenemos: 1) se establece si el potencial participante se encuentra en el programa de ejercicio correcto; 2) permite que los ejercicios, o actividades físicas, se realicen en un manera segura para el cliente y; 3) será posible determinar si el futuro participante cuenta con algún problema de salud, o físico, de manera que se lleven a cabo los ajustes necesarios en el programa de ejercicio.  El evaluador, entonces, entrevista al potencial cliente fundamentado en las preguntas que se describen más adelante.

        Introducción

        La evaluación de la salud rápida es muy común en aquellos participantes que con anterioridad han sido admitidos al programa de ejercicio y que han cumplimentado algún tipo de inventario de salud (DeSimone & Stenger, 2012, pp. 11-12).  Luego de un periodo de inactividad, estos clientes desean regresar a las actividades que provee el programa, particularmente en aquellos de instrucción grupal.  A este respecto, el instructor de ejercicios grupales podrá determinar si éste se encuentra en la clase de ejercicio colectivo que se ajuste a sus necesidades personales y de salud.  También, tal evaluación ayuda en el proceso de facilitar un entorno de ejercicio seguro y libre  de patologías cardiacas súbitas, así como de lesiones musculoesqueletales y ortopédicas, asociadas con el ejercicio.  Además, mediante este tipo de evaluación de la salud, será posible concretar posibles necesidades particulares basadas en problemas físicos, lo cual habrá de requerir la modificación correspondiente durante las sesiones de ejercicio.

        Protocolo a seguir para la Entrevista Verbal de la Salud y Estilos de Vida

        Este proceso evaluativo de la salud se administra de forma verbal.  Luego de una bienvenida, se recomienda que el instructor se presente de forma amigable y proceda  a realizar la entrevista.  A continuación se enumeran las preguntas que se habrán de hacer al cliente durante el dialogo verbal, con el candidato, para la evaluación de la salud (DeSimone & Stenger, 2012, pp. 12-13).  

1) ¿Al presente te encuentras matriculado en alguna otra sesión de ejercicio grupal?  De ser afirmativo tal pregunta, entonces se procede a indagar: ¿En cuáles?,   ¿Cuándo fue la última ocasión que pudo asistir a esta clase?, o ¿Cuáles otros tipos de actividades estás practicando en la actualidad?  La respuesta a esta pregunta suministra información valiosa sobre el historial de ejercicio y destrezas que posee el cliente.  También, se puede establecer si es un individuo nuevo en las clases de ejercicios.

2) ¿Tienes algún problema de salud en la rodilla, hombro,  espalda o cualquier otro disturbio en las articulaciones o huesos?  Esto representa una pregunta importante, pues provee información tocante a posibles limitaciones oseo-articulares y si se requiere implementar adaptaciones a los ejercicios.  También, es posible determinar posibles ejercicios contraindicativos para este cliente en particular.

3) ¿Tienes alguna enfermedad (Ej: problemas cardiovasculares, alta, o baja, presión arterial, diabetes)? La contestación a esta pregunta indica posibles problemas médicos agudos.  Dependiendo de la información obtenida de esta pregunta, el instructor habrá de interrogar más profundo al potencial participante.  Esto puede requerir que se contesten  las siguientes preguntas:

     a) ¿Cuándo fue la última ocasión que un médico lo evaluó?  Esto ayuda a establecer problemas de salud particulares y la posible necesidad de otras evaluaciones médicas o visitas a su médico de cabecera.

     b) ¿Te encuentras tomando algún medicamento, o estas bajo tratamiento médico para este problema de salud?  Esta pregunta identifica si el cliente se encuentra bajo tratamiento médico.

     c) ¿Alguna vez tu médico te dijo que no podías hacer ejercicios debido a este disturbio médico u otro desorden de salud? Tal interrogante representa la posible necesidad de un referido médico para poder autorizar su ingreso a los ejercicios grupales.  También, esta respuesta habrá de disponer restricciones específicas indicadas por el médico.

     d) ¿Sufres de algún tipo de alteración física que pueda afectar tu desempeño del ejercicio en estos momentos?  ¿Este cambio físico puede ser afectado por el ejercicio?  La contestación a esta pregunta provee datos importantes que indican la posible necesidad de modificar los ejercicios.  Disturbios de sueño, fatiga constante, y otros, son algunos problemas de salud que debe ser considerado por el instructor de ejercicios grupales.  También, existe la posibilidad que estas afecciones no permitan que el candidato ingrese al programa de ejercicio. 

        Es posible alterar la redacción de estas preguntas para adaptarse a programas de entrenamiento físico encaminados a desarrollar, principalmente, los componentes de aptitud física relacionados con la salud, así como en intervenciones de actividad física.  Tal ajuste de la entrevista verbal se presenta abajo:

1) ¿Al presente se encuentra en algún otro programa de ejercicio o actividad física? De ser afirmativo, ¿Qué tipo de programa?, ¿Cuándo fue la última vez que asistió al mismo? o ¿Cuál otros tipos de actividades al presente te encuentras practicando?

2) ¿Posee algún problema, o lesión, en alguna coyuntura del cuerpo, como la rodilla, tobillo, hombro, espalda u otro?, ¿Posees una enfermedad que afecte tus huesos?

3) ¿En estos momentos, padeces de algún tipo de enfermedad que debamos saber, como alta presión enfermedad del corazón, diabetes u otra?

4) ¿Cuándo fue la última vez que se visitó al médico para un examen completo?

5) ¿Al presente, te encuentras bajo un régimen farmacológico o tratamiento clínico especializado?

6) ¿En algún momento de tu vida, un médico te mencionó que no podías hacer ejercicios debido a un tipo de problema de salud?

7) ¿En estos momentos, usted tiene cambios físicos que puedan afectar su ejecutoria del ejercicio?
 

Formularios Estandarizados de Auto-Administración

        Existen varias herramientas para evaluar el estado inicial de la salud del potencial participante en la forma de cuestionarios de salud.  Básicamente, se han implantado dos cuestionarios de salud y estilos de vida provistos gratuitamente por organizaciones reconocidas, como lo son la Sociedad Canadiense de Fisiología del Ejercicio (Canadian Society for Exercise Physiology o CSEP, siglas en ingles), el Colegio Americano de Medicina del Deporte (American College of Sports Medicine o ACSM, siglas en ingles) y la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association o AHA, siglas en ingles).  Ambos cuestionarios de salud proveen la suficiente información para determinar si es necesario un referido médico.  Cabe señalar, que el presente autor de este documento, ha también desarrollado, aunque no se encuentra validado, un cuestionario de salud para ser administrarlo al candidato antes de poder ingresar a un programa de ejercicio o previo a la administración de una prueba de tolerancia cardiorrespiratoria (Lopategui, 2006b, pp. 139-141).  Es imperante recalcar que gran porción de la población sedentaria posee la capacidad de ingresar, de manera segura, a un programa de actividad física efectuada de una leve a moderada intensidad, sin la necesidad de pasar por un protocolo de evaluación medica minuciosa (ACSM, 2014b, p. 171).

        El propósito principal de tales cuestionarios de salud es disponer de una medida evaluativa mínima que provea información para determinar si el cliente se encuentra cualificado para ingresar a un programa de ejercicio o prueba de esfuerzo.  También, los datos derivados ayudan a estratificar los riesgos del potencial participante.  Entonces, estos tipos de cuestionarios de salud poseen la encomienda de reconocer candidatos con factores de riesgo clasificados como moderados y altos.  Consecuentemente, de esto ser palpable, es preponderante que se refiera a un médico, y se cumplimente el formulario de autorización médica, previo a poder participar en un programa de acondicionamiento físico, o de actividad física.  No obstante, existen algunas limitaciones.  Por ejemplo, estas formas estandarizadas no pueden fundamentarse en la intensidad de los programas de los entrenamientos físicos propuestos.

        Los cuestionarios de salud auto-administrados que se discutirán en esta sección son: 1) Physical Activity Readiness Questionnaire (PAR-Q) (Public Health Agency of Canada, 2007), y 2) AHA/ACSM Fitness Facility Preparticipation Screening Questionnaire (American Heart Association [AHA] & American College of Sports Medicine [ACSM],1998).  Estos tipos de inventarios, incluyendo el del profesor Lopategui, se encuentran disponibles gratuitamente en la Internet/Web (véase Tabla 10).

Tabla 10: Herramientas Gratuitas para Evaluar la Salud de los Potenciales Participantes
  CUESTIONARIO DE SALUD   ORGANIZACIÓN O RECURSO   REFERENCIA O SITIO-WEB  

 

The Physical Activity
Readiness Questionnaire:
PAR-Q & YOU

 

Canadian Society for Exercise Physiology (CSEP)

 

http://www.csep.ca/cmfiles/publications/parq/par-q.pdf

http://www.medicodeldeporte.es/files/articulos/249_PAR-QWeb.pdf

https://docs.fajardo.inter.edu/Acad/lchaves/riesgosdesalud/Shared Documents/PAR-Q.pdf

 

 

Health/Fitness Facility Preparticipation
Screening Questionnaire

 

American Heart Association (AHA), and
American College of Sports Medcine (ACSM)

 

http://www.wm.edu/offices/recsports/documents/fitnessquestionnaire.pdf

http://curriculum.dpsk12.org/physical_education/fitness_centers/PRE-PARTICIPATION_SCREENING_QUESTIONNAIRE_spanish.pdf

REFERENCIAS:

American Heart Association [AHA], & American College of Sports Medicine [ACSM] (1998). AHA/ACSM Joint Position Statement: Recommendations for Cardiovascular Screening, Staffing, and Emergency Policies at Health/Fitness Facilities. Medicine & Science in Sports & Exercise, 30(6), 1009-1018. Recuperado de http://journals.lww.com/acsm-msse/Fulltext/1998/06000/AHA_ACSM_Joint_Position_Statement__Recommendations.34.aspx

http://www.ihpargentina.com/pdf/12.pdf

Balady, G. J., Chaitman, B., Driscoll, D., Foster, C., Froelicher, E., Gordon, N., Pate, R, Rippe, J., & Bazzarre, T. (1998). Recommendations for Cardiovascular Screening, Staffing,
and Emergency Policies at Health/Fitness Facilities. Circulation, 97, 2283-2293. doi: 10.1161/01.CIR.97.22.2283. Recuperado de http://circ.ahajournals.org/content/97/22/2283.full.pdf

 

 

The Physical Activity
Readiness Questionnaire-Plus: PAR-Q & YOU+

 

Canadian Society for Exercise Physiology (CSEP)

 

http://www.csep.ca/CMFiles/publications/parq/PARQPlusforCEPs_12Sept2011.pdf

 

 

The Physical Activity Readiness
Physical Examination:
PARmed-X

 

Canadian Society for Exercise Physiology (CSEP)

 

http://www.csep.ca/cmfiles/publications/parq/parmed-x.pdf

 

 

The Physical Activity Readiness Physical Examination
for Pregnancy:
PARmed-X for Pregnancy

 

Canadian Society for Exercise Physiology (CSEP)

 

http://www.csep.ca/cmfiles/publications/parq/parmed-xpreg.pdf

 

 

Cuestionario de Salud
Pre-Ejercicio y Pre-Prueba

 

Prof. Edgar Lopategui Corsno (saludmed.com)

 

Cuestionario_Salud_Pre-Ejercicio_Pre-Prueba.pdf

 

        Estos tipos de mecanismos evaluativos deberán de ser capaces de establecer el historial de salud del potencial participante, enfermedades que posee en el presente, los factores de riesgo para otras patologías degenerativas, manifestaciones clínicas (signos y síntomas de alguna enfermedad), los hábitos actuales concerniente a la práctica de ejercicios regulares y actividad física, y medicamentos que requiere consumir diariamente para las afecciones de salud que posee.  Otra herramienta evaluativa de la salud es la estratificación de los factores de riesgo (ACSM, 2014a, pp. 34-35; ACSM, 2014b, pp. 172-173), lo cual será detallado bajo un temática más adelante en este trabajo.

        Según la ACSM, el primer paso al evaluar las personas que deseen ingresar en un programa de ejercicio es la administración de un cuestionario que examine el nivel de actividad física, ejercicio y la salud del potencial participante (véase Tabla 11).

Tabla 11: Siete Preguntas Extraídas del Cuestionario de Salud Pre-participación PAR-Q & YOU
  Objetivo: Excluir al participante no elegible al programa.  
  Instrucciones: Si la persona contesta afirmativamente a cualquiera de las siguientes preguntas abajo mencionadas, se le debe posponer cualquier ejercicio vigoroso y requerir un certificado médico:  
    ¿Alguna vez su medico le ha indicado que usted tiene un problema en el corazón, y que solamente puede llevar a cabo actividades físicas bajo la autorización de un médico?  
    ¿Sufre de dolores frecuentes en el pecho cuando realiza algún tipo de actividad física?  
    ¿En el último mes, le ha dolido el pecho cuando no estaba haciendo actividad física?  
    ¿Con frecuencia usted pierde el equilibrio debido a mareos, o alguna vez ha perdido el conocimiento?  
    ¿Tiene alguna afección en los huesos o articulaciones (por ejemplo, en la espalda, rodillas o cadera) que pudiera agravarse al aumentar la actividad física?  
    ¿Al presente, le receta su medico medicamentos (por ejemplo, pastillas de agua) para la presión arterial o problemas con el corazón?  
    ¿Existe alguna buena razón, no mencionada aquí, por la cual usted no debería participar en un programa de actividad física, aún cuando usted lo desee?  
NOTA. Adaptado de: "The Physical Activity Readiness Questionnaire (PAR-Q)", por Canadian Society for Exercise Physiology, 2013. Copyright 2013 por Canadian Society for Exercise Physiology. Recuperado de http://www.csep.ca/cmfiles/publications/parq/par-q.pdf

        El propósito de un cuestionario de salud, cumplimentado por el potencial cliente, es conocer más a fondo su historial clínico, los síntomas que experimenta, o ha experimentado, y detectar los posibles riesgos.  Esto ayuda en el proceso de establecer una prescripción de ejercicio individualizada óptima.  Además, tal proceso asiste en determinar si es requerido que el potencial participante se someta a otras evaluaciones médicas más avanzadas.  Entonces, la información recogida del cuestionario de salud y estilos de vida cumplimentadas por el propio posible candidato, sirve de base para establecer si es requerido el seguimiento por parte de los especialistas del ejercicio o profesionales de la salud, previo  a que se incorpore en el programa de actividad física o ejercicio.

        Como fue mencionado previamente, podemos emplear un cuestionario de salud de auto-administración (realizado por el propio individuo), los cuales se encuentran de libre costo en la Internet/Web (véase Tabla 11), como lo es el Physical Activity Readiness Questionnaire o PAR-Q and YOU (Canadian Society for Exercise Physiology [CSEP], 2013), y el Health/Fitness Facility Preparticipation Screening Questionnaire (American Heart Association [AHA], & American College of Sports Medicine [ACSM], 1998).  El primer cuestionario, de origen canadiense, enfatiza en identificar los posibles síntomas para cardiopatías coronarias que pueda poseer el potencial participante.  También, tal inventario de salud establece si se tiene afecciones a nivel de los músculos esqueléticos.  De esto ser un hallazgo afirmativo, entonces se le requiere al cliente que este problema clínico sea evaluado antes de incorporarse al programa de ejercicio o de actividad física.  Por el otro lado, el cuestionario confeccionado por el esfuerzo conjunto de la AHC y la ACSM, incorpora elementos evaluativos más extensos.  El mismo, cuenta con un historial de salud muy completo, la identificación de síntomas, así como factores de riesgo para enfermedades.  Como resultado, este tipo de cuestionario auto-administrado persigue determinar si el posible participante se encuentra preparado para ingresar al programa o deba de visitar a un proveedor profesional de la salud antes de que pueda comenzar su régimen de entrenamiento físico.  En las próximas secciones de este trabajo, se abundaran sobre cada uno de estos dos tipo de cuestionarios estandarizados.

        Physical Activity Readiness Questionnaire (PAR-Q)

        El propósito de este tipo de cuestionario es determinar un criterio mínimo para el ingreso del prospecto candidato a un programa de actividad física, establecido dentro de unos parámetros de intensidad leve a moderada (DeSimone & Stenger, 2012).  Tal inventario de salud fue diseñado por investigadores canadienses, específicamente por la British Columbia Ministry of Health, que atañe la evaluación del nivel de preparación para iniciar un programa de actividad física (Public Health Agency of Canada, 1998) y validado estadísticamente (Shephard, Thomas & Weller, 1991).  Este instrumento evaluativo se caracteriza por ser muy simple y fácil administrar entre los posibles candidatos del programa.  Una limitación de esta modalidad para evaluar la salud es que no distingue entre las estratas de riesgo bajo y moderada.  Solo es capaz de establecer los candidatos que se encuentran a un alto riesgo de alguna enfermedad crónica (ACSM, 2014b, p. 171) (véase Gráfico 31 ).

Gráfico 31: Cuestionario de Pre-participación PAR-Q. Modelo en español del cuestionario PAR-Q and YOU. (Adaptado de:  Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; p. 24), por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por American College of Sports Medicine).

        AHA/ACSM Health/Fitness Facility Preparticipation Screening Questionnaire

        Este formulario es más abarcador que el PAR-Q, pues incorpora un historial de disturbios cardiovasculares, síntomas de problemas cardiacos y factores de riesgo para afecciones cardiovasculares (incluyendo la variable edad) que establece si es requerido una evaluación médica (contactar el proveedor de salud) previo a incursionar por primera vez a un programa de ejercicio. También, tal inventario simplemente puede dirigir a clientes para participar en un programa de ejercicio.  La presente evaluación de la salud posee varias virtudes, como lo son: 1) rapidez en su administración; 2) el reconocimiento de posibles personas que exhiben factores de riesgos, categorizados desde moderado hasta el nivel alto; 3) permite generar y documentar los resultados de este tipo de evaluación; 4) provee unas bases educativas, tanto para los participantes como al personal del programa; y 5) fomenta el empleo adecuado del sistema profesional dirigido al cuidado de la salud (véase Gráfico 32).

Gráfico 32: Cuestionaro de Pre-participación de la AHA y ACSM. Formulario en español del cuestionario de salud y estilos de vida confeccionado por la AHA y ACSM. (Adaptado de:  Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; p. 25), por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por American College of Sports Medicine).

Evaluación y Estratificación de los Factores de Riesgo Vinculados con Patologías Cardiovasculares, Pulmonares y Metabólicas

        El proceso a seguir para estratificar los riesgos permite proponer recomendaciones adecuadas concerniente a la evaluación y supervisión médica, pruebas ergométricas (submáximas o máximas) funcionales y diagnósticas, y la estratificación de un programa de actividad física y ejercicio (ACSM, 2014, p. 34-36).

        La base para estratificar a los candidatos en categorías de riesgos bajo, moderado y alto (véase Tabla 12 y 13), se extrae principalmente del examen médico y pruebas de esfuerzo previo que este potencial participante se incorpore en el programa de ejercicio.  No obstante, la fuente principal para determinar tales niveles, o estratos de riesgos, se fundamenta del estudio de los datos recolectados por parte de los cuestionarios de salud y de los estilos de vida que se requieren completar previo a una prueba de esfuerzo y programa de ejercicio.

        Este mecanismo se asocia con la intensidad del ejercicio que habrá de prescribirse, con el fin de evaluar la necesidad para el examen médico precedente a incorporarse al entrenamiento físico.  Para poder asegurar un mayor nivel de seguridad para los clientes que pertenecen al programa de ejercicio o actividad física, el especialista del ejercicio debe poseer el adecuado peritaje para poder detectar las personas que poseen un nivel de alto riesgo para patologías cardiovasculares, y determinar los síntomas relacionados con disturbios cardio-circulatorios.  Por tal razón, es de crucial importancia que los versados en el ejercicio posean un adecuado conocimiento en la interpretación del historial médico, los signos, y síntomas que requieran la evaluación por un médico, antes que un participante sintomático, categorizado de riesgo moderado hasta un nivel alto, inicie un programa de actividad física.

        El propósito para emplear el método de estratificación de los riesgos es determinar aquellos individuos que posean factores de riesgo para enfermedades de índole cardiovascular, pulmonar o metabólica.  Más específicamente, el fin primordial de este protocolo evaluativo es identificar aquellos potenciales participantes que puedan requerir un referido de un examen médico para poder ser autorizados a ingresar al programa de ejercicios o de actividad física.  Tal proceso consiste en evaluar los posibles factores de riesgo para diversas patologías (cardiovasculares, pulmonares y metabólicas).  Como fue mencionado con anterioridad, para este fin, se emplea la información dispuesta de los cuestionarios de salud administrados a los principales participantes del programa.

        Entonces, en el caso que se confirme un nivel de riesgo de considerable magnitud (Ej: de moderada hasta alta), será requerido que los candidatos se sometan a un examen médico completo y prueba ergométrica de esfuerzo progresivo antes de poder ingresar a un programa de ejercicio cuantificado con intensidades que fluctúen de moderada a vigorosa (véase Gráfico 32).  Según se indicó en párrafos previos, si se identifica a un potencial participante de alto riesgo, o inclusive de un nivel moderado, el mismo deberá ser referido a un médico, el cual se encargará de analizar este caso y posteriormente decidir si autoriza, o no, al candidato para comenzar el entrenamiento físico.

        El protocolo a seguir para la estratificación de riesgos se fundamenta en tres elementos, que son: 1) los posibles factores de riesgo de la persona en relación a patologías cardiovasculares, pulmonares y metabólicas; 2) signos y síntomas que podrían indicar alguna enfermedad crónica; y 3) el diagnóstico del disturbio degenerativo.  Como resultado, se generan recomendaciones específicas para dos vertientes, a saber: 1) la necesidad de un certificado médico que autorice al potencial participante iniciar su programa de ejercicio; y 2) el médico requiere que el candidato realice una prueba ergométrica de tolerancia cardiorrespiratoria (o aeróbica), de tipo submáxima o máxima (véase Gráfico 32).

        Enfoque en Factores de Riesgo para Cardiopatías Coronarias

        La estratificación de los riesgo (véase Gráfico 31) se fundamenta, parcialmente, en establecer si existe, o no existe, factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares, particularmente de origen isquémico (véase la Tabla 10).  Los expertos en el campo de la salud (Ej: médicos, enfermeras cardiovasculares) y aptitud física (Ej: entrenadores personales, instructores de ejercicios aeróbicos, instructores de ejercicios grupales, fisiólogos del ejercicio clínicos, y otros) deberán de evaluar y analizar los cuestionarios de salud y estilos de vida discutidos en secciones previas de este trabajo.  A raíz de tal estudio, estos habrán de establecer cuáles de los posibles candidatos se ubican bajo algún criterio concerniente a los factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares (véase la Tabla 10).

        Bajo aquellas circunstancias donde la presencia, o ausencia de algún factor de riesgo para disturbios cardiovasculares no es evidente, o no se encuentra disponible, entonces tal factor de riesgo para afecciones cardiovasculares se habrá de considerar como un factor de riesgo, con la excepción para la diabetes latente (o pre-diabetes).  Por el otro lado, si no es posible identificar algún criterio para la diabetes, ésta deberá ser considerada como un factor de riesgo para aquellos individuos: 1) mayor o igual a 45 años de edad, particularmente si se evidencia un índice de masa corporal (IMC, body mass index o BMI, siglas en ingles) mayor o igual a 25 kilogramos por metros cuadrados; y 2) menor que 45 años de edad que posean en un BMI mayor o igual a 25 kilogramos por metros cuadrados, conjuntamente con los otros factores de riesgos cardiovasculares conducentes a una diabetes latente (Ej: la presencia de un historial familiar para diabetes sacarina (ACSM, 2014a, pp. 23, 26).  Luego, se procede a sumar los factores de riesgo identificados (factores de riesgo positivos).  Como sabemos, el colesterol de lipoproteína de alta densidad (high-density lipoprotein cholesterol o HDL-C, siglas en ingles) disponen de un beneficio a nivel del corazón, entonces si se identifica un nivel elevado de tal lipoproteína, se deberá establecer esto como un factor de riesgo negativo para enfermedades cardiovasculares.  Cuando se reconoce un valor de la HDL-C sérica mayor o igual a 60 miligramos por decilitros (1.55 mili moles por litro), se requiere que el especialista del ejercicio le reste un factor de riesgo positivo (afirmativo) para enfermedades cardiovasculares de la suma equivalente a todos los factores de riesgo positivos para disturbios cardiovasculares (ACSM, 2014a, p. 27).

        El análisis resultante de la estratificación de riesgos proporciona información de gran valor para los especialistas en el campo de la salud, aptitud física y fisiología del ejercicio clínico.  Tales datos asisten en el establecimiento de la dosis apropiada (duración, frecuencia, intensidad y tipo de ejercicio) requerida para la prescripción de ejercicio individualizada del candidato para el programa de ejercicio.  El proceso que conlleva evaluar los factores de riesgo para patologías cardiovasculares, en conjunto con el estudio dirigido a identificar posibles desórdenes de tipos cardiovascular, pulmonar, renal y metabólico, suministra información vital para la toma de decisiones tocante a 1) el nivel de autorización médica para la participación del programa de ejercicio; 2) la posible indicación para una prueba ergométrica de esfuerzo progresivo; y 3) el grado necesario de supervisión para las pruebas ergométricas de tolerancia cardiorrespiratoria y las sesiones de ejercicio (véase Gráfico 33 y Gráfico 34).

Gráfico 33: Algoritmo para Estratificar los Riesgos. Diagrama de flujo que describe la metodología para clasificar los factores de riesgos para enferemadades cardiovasculares, pulmonares y metabólicas, en riesgo alto, moderado y bajo. (Adaptado de:  Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; p. 26), por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por American College of Sports Medicine).

 

Gráfico 34: Utilidades de la Estratificación para los Riesgos. Usos de la clasificación de los factores de riesgo para determinar variables para la prescripción de ejercicio.  Esto se fundamenta en la posible necesidad de un examen médico, prueba ergométrica de esfuerzo progresiva de tolerancia cardiorrespiratoria, y nivel de supervisión para tal evaluación. (Adaptado de:  Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; p. 28, por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por American College of Sports Medicine).

        Descripción del Procedimiento para Estratificar los Riesgos: Categorización de éstos y la Determinación para una Posible Necesidad de un Examen Médico y Prueba de Esfuerzo

        La información obtenida de la clasificación de los riesgo instaura si es requerido una examen médico, prueba ergométrica de esfuerzo submáxima o máxima (que requiera la supervisión médica, o no sea necesario tal presencia).  Este procedimiento se describirá en los próximos párrafos (véase Gráfico 32).

        RIESGO BAJO: Individuos aparentemente saludables (asintomáticos con un solo factor de riesgo para cardiopatías coronarias):

       
Programas de EJERCICIOS MODERADOS (intensidades que oscilen de 40 a 60% del consumo de oxígeno máximo de reserva [VO2R], o de 3 a 5.9 METs); su intensidad ocasiona un aumento perceptible en la frecuencia cardiaca y respiratoria
Bajo este estrato de riesgo, la presencia de estos tipos de ejercicios NO REQUIERE UN EXAMEN MÉDICO O PRUEBA ERGOMÉTRICA DE TOLERANCIA AL EJERCICIO (NO SUPERVISADA O SUPERVISADA, YA SEA SUBMÁXIMA O MÁXIMA).

       
Programas de EJERCICIOS VIGOROROSOS (intensidades que igualen, o sobrepasen, el 60% del VO2R [ mayor o igual a 6 METs]); la intensidad que generan estos tipos de ejercicio inducen un aumento considerable en la frecuencia cardiaca y respiratoria En estos casos, NO SE REQUIERE UN EXAMEN MÉDICO O PRUEBA ERGOMÉTRICA DE TOLERANCIA AL EJERCICIO (NO SUPERVISADA O SUPERVISADA, YA SEA SUBMÁXIMA O MÁXIMA).

        RIESGO MODERADO: Individuos aparentemente saludables (asintomáticos con dos o más factores de riesgo para cardiopatías coronarias):

       
Programas de EJERCICIOS MODERADOS (intensidades de 40 a 60% del consumo de oxígeno máximo de reserva [VO2R] o de 3 a 5.9 METs); su intensidad ocasiona un aumento perceptible en la frecuencia cardiaca y respiratoria
La presencia de estas intensidades NO REQUIERE UN EXAMEN MÉDICO O PRUEBA ERGOMÉTRICA DE TOLERANCIA AL EJERCICIO (NO SUPERVISADA O SUPERVISADA, YA SEA SUBMÁXIMA O MÁXIMA).

       
Programas de  EJERCICIOS VIGOROROSOS (intensidades que igualen, o sobrepasen, el 60% del VO2R [ mayor o igual a 6 METs]); la intensidad que gereran estos tipos de ejercicio inducen un aumento considerable en la frecuencia cardiaca y respiratoria En estos casos, solo REQUIERE UN EXAMEN MÉDICO reciente.  De manera que NO REQUIERE UNA PRUEBA ERGOMÉTRICA DE TOLERANCIA AL EJERCICIO (NO SUPERVISADA O SUPERVISADA, YA SEA SUBMÁXIMA O MÁXIMA).

        Individuos con ALTO RIESGO (sintomáticos, los cuales sus factores de riesgo positivos para cardiopatías coronarias, o síntomas,  sugieran una patología cardiopulmonar, renal o metabólica).  Consulte la Tabla 14:

        Programas de EJERCICIOS MODERADOS (intensidades de 40 a 60% del consumo de oxígeno máximo de reserva [VO2R] o de 3 a 5.9 METs); su intensidad ocasiona un aumento perceptible en la frecuencia cardiaca y respiratoria La presencia de estas intensidades REQUIERE UN EXAMEN MÉDICO Y PRUEBA ERGOMÉTRICA DE TOLERANCIA AL EJERCICIO (SUPERVISADA, YA SEA SUBMÁXIMA O MÁXIMA).  Para este grupo, es imperativo un examen médico minucioso reciente y una prueba ergométrica diagnóstica máxima, con la presencia de un médico, antes de iniciar el programa de ejercicio.

        Programas de EJERCICIOS VIGOROROSOS (intensidades que igualen, o sobrepasen, el 60% del VO2R [ mayor o igual a 6 METs]); la intensidad que gereran estos tipos de ejercicio inducen un aumento considerable en la frecuencia cardiaca y respiratoria En estos casos, SE REQUIERE UN EXAMEN MÉDICO Y PRUEBA ERGOMÉTRICA DE TOLERANCIA AL EJERCICIO (SUPERVISADA, YA SEA SUBMÁXIMA O MÁXIMA). En este estrato, es necesario un chequeo médico reciente completo y prueba ergométrica diagnóstica antes de incorporarse al programa.  Las pruebas máximas ergométricas de tolerancia deben efectuarse bajo la supervisión médica.  Las pruebas ergométricas submáximas, también, es necesario la presencia de un médico en individuas asintomáticos.

        Definición de las Estratas de Riesgo, según las Guías de ACSM del 2010

        La octava edición de las guías para pruebas de esfuerzo y prescripción de la ACSM (2010, p. 23) provee un delineamiento sencillo para establecer los estratos de riesgo (véase Tabla 12).  Por el otra lado, la edición más reciente de tal publicación (2014b, p. 34) presenta una metodología más detallada de cómo estratificar, o clasificar a los participantes, enfatizando en patologías cardiovasculares (véase Tabla 13).  Tal metodología fue concebida originalmente por la Asociación Americana de Rehabilitación Cardiovascular y Pulmonar (American Association of Cardiovascular and Pulmonary Rehabilitation o AACVPR, siglas en ingles) (American Association of Cardiovascular and Pulmonary Rehabilitation [AACVPR], 2004).  Más adelante se abundará sobre este enfoque más reciente para clasificar a los candidatos en los estratos de riesgo correspondientes.

Tabla 12: Categorías para Estratificar los Riesgos

Riesgo Bajo

: Individuos asíntomáticos que no posean más de un factor de riesgo para las cardiopatías coronarias

Riesgo Moderado

: Individuos asintomáticos con dos o más cardiopatías coronarias

Riesgo Alto

: Individuos con uno o más síntomas de enfermedad cardiovascular, pulmonar o metabólica
NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 8va. ed.; (p. 23), por American College of Sports Medicine, 2010, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2010 por: American College of Sports Medicine.

        Según se puede observar en la Tabla 12, este procedimiento, principalmente, se basa en establecer si el potencial participante posee, o no posee, tres tipos de enfermedades (ACSM, 2010, p. 25), que son:
 

  Cardiovasculares:  Esto incluye cualquier patología del corazón, enfermedad vascular periférica o problema cerebrovascular.  
  Pulmonares:  Las enfermedades pulmonares pueden ser de tipo obstructivo-crónica, el asma, patología pulmonar intersticial, o fibrosis cística.  
  Metabólicas:  En este grupo se encuentran la diabetes sacarina, o mellitus (de Tipo I o Tipo II), disturbios tiroidales y enfermedad hepática (del hígado).  

        Además, las categorías de estratificación consideran si existen, y su cantidad, factores de riesgo para cardiopatías coronarias.  Nótese en la Tabla 12 que, también, es importante conocer las manifestaciones clínicas (en la forma de signos y síntomas) que sugieren alguna enfermedad cardiovascular, pulmonar y metabólica.

        Interpretación de las Categorías Estratificadas
 

        Como podemos observar en la Tabla 12, existen tres categorías de riesgo, que son: bajo, moderado y alto.  Las implicaciones para cada una habrán de ser discutidas en los próximos párrafos.

        Riesgo Bajo
.  Las personas de bajo riesgo no tienen manifestaciones (signos y síntomas) de patologías cardiovasculares, pulmonares o metabólicas.  Además, poseen más de un factor de riesgo para las cardiopatías coronarias.  Para esta población no será necesario que los posibles participantes obtengan un relevo médico (ACSM, 2010, pp. 22-23).  Estos clientes pueden ser sometidos a pruebas ergométricas, submáximas o máximas, sin la presencia de un médico.  Asímismo, los individuos que se encuentren en ésta categoria no requieren un referido médico para participar en un programa de ejercicio de intensidades moderadas a vigorosas (Swain & Leutholtz, 2007, p.6).

        Riesgo Moderado
.  En el riesgo moderado, los clientes no tienen manifestaciones (signos y síntomas) de patologías cardiovasculares, pulmonares o metabólicas.  No obstante, tienen dos o más factores de riesgo para las cardiopatías coronarias.  En este grupo de participantes, se pueden realizar pruebas ergométricas submáximas, tal como la prueba submáxima en el cicloergómetroNo es requerido un prueba de esfuerzo funcional máxima, aunque de ser recomendada, es de suma importancia que se lleve acabo bajo un escenario médico controlado. Los clientes en esta categoría no pueden incorporarse en un programa que incluya ejercicios de alta intensidad.  Sin embargo, los individuo de riesgo moderado pueden, y deben, ejecutar ejercicios de intensidad moderada, tal como caminar, trotar, correr bicileta a moderada intensidad, y otros (ACSM, 2010, p. 23).  Si los participantes en este grupo desean integrarse en actividades viogorosos (mayor que 60% de la frecuencia cardiaca de reserva), entonces se le requieren que un cardiólogo, o centro de medicina del deporte clínico, realice una prueba EKG de esfuerzo máximo (ACSM, 2010, p. 23; Swain & Leutholtz, 2007, p.6).

        Riesgo Alto
.  Los individuos que cualifican en esta categoría poseen uno o más de manifestaciones clínicas (signos y síntomas) para una enfermedad de tipo cardiovascular, pulmonar o metabólica. Bajo este otro extremo del espectro de la estratificación, todos los participantes deben de obtener un relevo médico antes de poder ser integrados en el programa de ejercicio o en pruebas ergométricas submáximas o máximas (ACSM, 2010, p. 23).  Esto significa que la presencia de un médico es necesario durante las puebas de esfuerzo (Swain & Leutholtz, 2007, p.6).

        Protocolo para la Estratificación de Riesgos

        Fundamentado en guías más recientes, para poder determinar el grado de riesgo que pueda poseer el paciente que desee incorporarse a un esquema de ejercicio y actividad físicas, es necesario ubicarlo en una de las tres categorías propuesta por ACSM (2014, pp. 34-35).  La Tabla 13 describe la estratificación de riesgo según específica el Colegio Americano de Medicina del  Deporte.

Tabla 13: Criterios para Estratificar los Factores de Riesgos en Pacientes con Patologías Cardiovasculares, según la "American Association of Cardiovascular and Pulmonary Rehabilitation (AACVPR)"

NIVEL

 

DESCRIPCIÓN

RIESGO MÁS BAJO
 

:
Características: Se requiere que todos estén presentes
  Resultados o hallazgos:
    Pruebas ergométricas de esfuerzo progresivo:
      Ausencia de arritmias ventriculares complejas durante la prueba ergométrica y su recuperación
      Ausencia de angina pectoral u otros síntomas significativos (Ej: disnea poco común, percepción de la cabeza liviana, o mareo, durante la prueba ergométrica y su recuperación)
      Presencia de hemodinámicas normales durante las pruebas de esfuerzo y recuperación (es decir: elevaciones y disminuciones adecuadas de la frecuencia cardiaca y presión arterial sistólica conforme incremente la cargas de la potencia ergométrica y recuperación).
      Capacidad funcional ≥7 equivalentes metabólicos (METs)
    No asociados con pruebas ergométricas de esfuerzo progresivo:
      Fracción de eyección en reposo ≥50%
      Infarto al miocardio, o procedimiento de revascularización, sin complicaciones
      Ausencia de arritmias ventriculares peligrosas en reposo.
      Ausencia de fallo cardiaco congestivo
      Ausencia de signos y síntomas de circunstancias isquémicas, posterior al incidente o procedimiento
      Ausencia de depresión clínica

RIESGO MODERADO

:
Características: Una o cualquier combinación de las manifestaciones descritas abajo
  Resultados o hallazgos:
    Pruebas ergométricas de esfuerzo progresivo:
      Presencia de angina u otros síntomas significativos (Ej: acortamiento de la respiración poco usual, percepción liviana de la cabeza, o mareo, evidente solamente a niveles elevados de esfuerzo [≥7 METs])
      Nivel leve a moderado de isquemia silente durante la prueba de esfuerzo o de su recuperación (depresión del segmento ST < 2 mm de la línea basal)
      Capacidad funcional <5 METs
    No asociados con pruebas ergométricas de esfuerzo progresivo:
      Fracción de eyección en reposo de 40% a 49%

RIESGO MÁS ALTO

:
Características: Una o cualquier combinación de las manifestaciones descritas abajo
  Resultados o hallazgos:
    Pruebas ergométricas de esfuerzo progresivo:
      Presencia de arritmias ventriculares complejas durante la prueba ergométrica y o su recuperación
      Presencia de angina pectoral u otros síntomas significativos (Ej: disnea poco común, percepción de la cabeza liviana, o mareo a niveles bajos de ejecución [<5 METs] o durante su recuperación)
      Alto nivel de isquemia silente durante la prueba de esfuerzo o de su recuperación (depresión del segmento ST ≥ 2 mm de la línea basal)
      Presencia de hemodinámicas anormales durante las pruebas de esfuerzo y recuperación (es decir, incompetencia cronotrópica o presión arterial sistólica si cambios, o disminuyendo, conforme incremente las cargas de la potencia ergométrica) o recuperación (es decir, hipotensión posejercicio severa).
    No asociados con pruebas ergométricas de esfuerzo progresivo:
      Fracción de eyección en reposo < 40%
      Historial de paro cardiaco o muerte súbita
      Arritmias cardiacas peligrosas en reposo
      Infarto al miocardio, o procedimiento de revacularización, con complicaciones
      Presencia de fallo cardiaco congestivo
      Presencia de signos y síntomas de circunstancias isquémicas, posterior al incidente o procedimiento
      Presencia de depresión clínica

NOTA. De: "Exercise testing in cardiac rehabilitation. Exercise prescription and beyond," por M. A. Williams, 2001, Cardiology Clinics, 19(3), 415-431.  

        Para aquellos programas que enfatizan la actividad física, es necesario que los candidatos cumplimenten, como mínimo, uno de los formularios estandarizados para la evaluación de la salud y estilos de vida, los cuales fueron previamente descritos.  Como sabemos, esta información se utiliza para identificar posibles factores de riesgo para patologías cardiovasculares, pulmonares, renales y metabólicas, así como otros problemas clínicos (Ej: limitaciones ortopédicas, embarazo y otras) que requieren un análisis particular durante el diseño de la prescripción de ejercicio (Gordon & Mitchell, 1993; Maron, Araújo, Thompson, Fletcher, de Luna, Fleg, Pelliccia, Balady, Furlanello, Van Camp, Elosua, Chaitman & Bazzarre, 2001; Maron, Thompson, Puffer, McGrew, Strong, Douglas, Clark, Mitten, Crawford, Atkins, Driscoll & Epstein, 1996).

        Pasos a Seguir para la Estratificación de Riesgos

        DeSimmone y Stenger (2012, pp. 17-19) han delineado una guía sencilla para establecer las estratificación de los riesgos.  Tal estrategia se desglosa en ocho pasos, los cuales se describen a continuación:

       
Administración del inventario de salud.  El primer paso para la estratificación de riesgos consiste en proveer los respectivos cuestionarios de salud a los participantes prospectos.

        Establecer los tipos de factores de riesgo. Una vez los posibles clientes hayan terminado de completar los cuestionarios de salud, lo próximo en agenda será determinar la cantidad de factores de riesgo del potencial participante.  Para este propósito será de utilidad emplear la Tabla 14.

Tabla 14: Zonas Limítrofes concerniente a los Factores de Riesgo para las Cardiopatías Coronarias

FACTORES DE RIESGO

 

CRITERIO

POSITIVOS:

Edad

:

Varones

: ≥ 45 años

Mujeres

: ≥ 55 años

Historial Familiar

:

Infarto al miocardio, revascularización coronaria o muerte súbita:

  Antes de los 55 años:
    En el padre u otro varón considerado como un pariente de primer grado

  Antes de los 65 años:
    En el madre u otra fémina considerada como un pariente de primer grado

Fumar Cigarrillos

:
Actual fumador de cigarrillos
Dejo de fumar hace 6 meses
Expuesto regularmente a humo de cigarrillo

Estilo de Vida Sedentario

:
No participa en actividades físicas:
  Como mínimo:
    30 minutos de moderada intensidad (40%-60% VO2R)
    3 veces a la semana
    Durante un periodo de 3 meses

Obesidad

:
Índice de Masa Corporal (Body Mass Index o BMI): > 30 kg • m3, o

Circunferencia de la cintura:

  Varones : > 102 cm (40 pulg.)
  Mujeres : > 88 cm (35 pulg.)

Hipertensión

:
Confirmado mediante mediciones de la presión arterial como mínimo en dos ocasiones separadas:
  Presión arterial sistólica : ≥ 140 mm. Hg., o
  Presión arterial diastólica : ≥ 90 mm. Hg.

Tratamiento Farmacológico: Medicamentos antihipertensivos

Hiperlipidemia

:
Lipoproteínas:
  Colesterol-Lipoproteína de Alta Densidad (LAD, C-LAD), o
High-Density Lipoprotein Colesterol (HDL, HDL-C):
   

< 40 mg • dL-1 (1.04 mmol  • L-1)

 

Colesterol-Lipoproteína de Baja Densidad (LBD, C-LBD), o
Low-Density Lipoprotein Colesterol (LDL, LDL-C):

   

≥ 130 mg • dL-1 (3.4 mmol  • L-1)

Colesterol sérico total:

 

≥ 200 mg • dL-1 (5.2 mmol  • L-1)

Tratamiento Farmacológico: Medicamentos para bajar los lípidos

Diabetes Latente

:
Prueba de tolerancia oral a la glucosa:
  Tolerancia alterada a la glucosa:
    Glucemia (glucosa plasmática) venosa en ayunas, a las 2 horas:
      ≥ 140 mg • dL-1 (7.70 mmol  • L-1), pero < 200 mg • dL-1 (11.00 mmol  • L-1)
      (después de una noche en ayuna en dos ocasiones)

Glucosa alterada en ayuna:

 

Glucemia en ayunas:

   

≥ 100 mg • dL-1 (5.50 mmol  • L-1)

   

(confirmado como mínimo en dos ocasiones)

NEGATIVOS:

HDL-C Sérico Alto

: ≥ 60 mg • dL-1 (1.6 mmol  • L-1)
NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; (p. 27), por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por: American College of Sports Medicine.

         También, se requiere establecer las manifestaciones clínicas presentes en estos posibles participantes.  En este caso, se requiere consultar la información provista en Tabla 15, la cual incorpora los principales signos o síntomas que se ajustan a un posible perfil clínico de un trastorno de salud de naturaleza cardiovascular, de tipo respiratoria o metabólica.

Tabla 15: Manifestaciones Clínicas Principales Indicativas de una Posible Patología de tipo Cardiovascular, Pulmonar o Metabólica

EVENTOS CLÍNICOS
(Signos y Síntomas)

 

IMPLICACIÓN
(Explicación y Significado)

Dolor, molestia (u otro equivalente anginoso) en el pecho, cuello, mandíbula, brazos, u otras regiones del cuerpo propensas a una cardiopatía isquémica potencial : Una de las manifestaciones cardinales para patologías cardiacas, en particular las cardiopatías coronarias.

INDICACIONES de isquemia miocárdica (características principales que favorecen a una etiología isquémica):


     Tipo y carácter del dolor: Opresión o compresión dentro del pecho, quemazón, percepción de un objeto pesado sobre la región pectoral.
     Localización del dolor: Subesternal, a través del medio-tórax, anteriormente; ambos brazos y hombros; cuello, mejillas y dientes; región inter-escapular.
     Presentación del dolor (factores detonantes): Esfuerzo físico, estresantes biopsicosociales (descargas emocionales súbitas), baja temperatura (frío), circunstancias posterior al consuma de comida.


CONTRAINDICACIONES para una etiología isquémica (evidencias que NO INDICAN una isquemia miocárdica):


     Naturaleza (típo y carácter del dolor): Dolor apagado o atenuado; sensación de apuñalamiento o dolor punzante; percepción de golpes directos en el pecho, exacerbados mediante la respiración
     Localización del dolor: Área submamaria izquierda; hemitorax izquierdo
     Presentación del dolor (factores detonantes): Luego de terminar una sesión de entrenamiento físico, iniciado por un movimiento específico del cuerpo
Respiración acortada en reposo o con leve ejercicio
: Disnea (definido como proceso respiratorio incomodo, o dificultad para respirar durante una actividad de leve intensidad) representa uno de los principales síntomas para una enfermedad cardiaca o pulmonar. Por lo regular, se observa durante ejercicios agotadores (individuos saludables y entrenados), y durante ejercicios de intensidad moderada (individuos saludables y no entrenados). Si embargo, debe ser considerada anormal cuando ocurre a un nivel de esfuerzo que no se espera incitar este síntoma en un individuo. La disnea de esfuerzo anormal sugiere la presencia de una enfermedad cardiaca, en particular una disfunción ventricular izquierda o enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Mareo o síncope : Síncope (definido como la pérdida del conocimiento) representa la manifestación clínica más común que sugiere una disminución en la perfusión a nivel del encéfalo. El síntoma de mareo y, en particular, el síncope durante el ejercicio, puede resultar de afecciones cardiacas, las cuales previenen el aumento normal (o disminución) en el gasto cardiaco. Tales patologías cardiacas son potencialmente de vida o muerte, e incluyen una cardiopatía coronaria severa, cardiomiopatía hipertrófica, estenosis aórtica, y arritmias ventriculares graves. Aunque no debe ser ignorado si se evidencia mareo o síncope poco después de finalizar el ejercicio, tales síntomas pueden observarse aún en individuos saludables, como resultado de una disminución en el retorno venoso al corazón.

Ortopnea o disnea paroxística nocturna : La ortopnea se refiere a una disnea (insuficiencia respiratoria) evidente durante el descanso, en el estado decúbito (recostado; por ejemplo, durmiendo en la cama), la cual se aplaca al ubicar el cuerpo en posición sentada o de pie. La ortopnea paroxística nocturna representa una disnea que se manifiesta después de 2 a 5 horas de sueño en decúbito. Esta manifestación puede ser subsanada si la persona se cambia a un costado de la cama, o se levanta de la misma. Ambos son síntomas de una disfunción ventricular. Aunque la disnea nocturna puede ocurrir en individuos con una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, se diferencia de ésta en que, comúnmente, se calma posterior a que la persona se alivie de las secreciones, en vez de específicamente colocarse de pie.

Edema en el tobillo

: La edema bilateral del tobillo es un signo muy común en la noche, el cual puede ser indicativo de un fallo cardiaco o insuficiencia venosa bilateral crónica. Por el otro lado, Usualmente, la edema unilateral de una extremidad se deriva de una trombosis venosa u obstrucción linfática en la extremidad. La edema generalizada (conocida con el nombre de anasarca), se observa en aquellos individuos con el síndrome nefrótico, fallo cardiaco severo, o cirrosis hepática.

Palpitaciones o taquicardia

: La palpitaciones (definido como una sensación fuerte o rápida de los latidos del corazón), puede ser originado mediante diversas afecciones del ritmo cardiaco. Estos tipos de arritmias son, a saber: taquicardia, bradicardia de inicio súbito, latidos ectópicos, pausas compensatorias, y un volumen de eyección sistólica marcado que resulta de a regurgitación (reflujo de un líquido en dirección contraria) valvular. También, las palpitaciones son frecuentes a raíz de contextos clínicos adversos que inducen un estado de ansiedad, tal como anemia, fiebre, tirotoxicosis, fístula arteriovenosa, y el conocido síndrome cardiaco hipercinético (de origen idiopática [etiología desconocida]).

Claudicación intermitente

: La claudicación intermitente (o isquémica) se refiere al dolor percibido a nivel de los músculos esqueléticos, comúnmente en las extremidades inferiores, que resulta de una insuficiencia en el riesgo sanguíneo, el cual es evidente durante el ejercicio (Ej: caminar). Tal síntoma desparece con el reposo. Por lo regular, esta manifestación se debe a la disminución en el calibre de la luz de las arterias, lo cual es común en la aterosclerosis. El dolor posee ciertas características, como los son: 1) no se observa en las posiciones de pie o sentado; 2) se reproduce diariamente; 3) es más severo cuando se suben escaleras o una cuesta; y 4) frecuentemente se describe como un calambre, el cual se alivia posterior a 1-2 minutos de cesar el ejercicio. Las cardiopatías coronarias es más prevalente en individuos con claudicación intermitente. La incidencia de tal manifestación clínica aumenta en personas con diabetes sacarina (mellitas).
Soplo cardiaco conocido   Aunque algunos de los soplos cardiacos pueden ser benignos, éstos pueden indicar patologías valvulares u otras afecciones cardiovasculares. Con el fin de establecer un alto nivel se seguridad durante las sesiones de ejercicio, es imperativo excluir la cardiomiopatía hipertrófica y la estenosis aórtica como una etiología subyacente. Esta precaución vital se debe a que, tales problemas clínicos críticos representan las causas más comunes para las incidencias mortales vinculadas las muertes cardiacas súbitas, observadas mientras el participante incurre en un esfuerzo físico.

Fatiga poco usual, o dificultad respiratoria, durante la práctica regular de actividades físicas

:
Aunque estos síntomas pueden ser benévolos, si se acompañan con actividades físicas cotidianas, pueden sugerir el inicio, o cambio de estado, para una variedad de patologías de tipo cardiovascular, pulmonar, o metabólicas.
NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; (pp. 21-22), por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por: American College of Sports Medicine.

        Constituir el estrato de riesgo para candidato.  Para este tercer paso, se requiere concretar en cuál categoría, o nivel, de riesgo está ubicado el participante prospecto.  Esto significa que, luego del análisis realizado en los pasos previos, se habrá de tomar la decisión si el cliente se encuentra en un riesgo bajo, moderado o alto.  Bajo esta circunstancia, será necesario estudiar la información descrita en el Gráfico 33.

         Examen médico y prueba ergométrica de esfuerzo diagnóstica.  En esta etapa, el especialista del ejercicio asumirá si es requerido que el cliente se someta a un examen médico o prueba de esfuerzo (supervisada o no supervisada).  Se sugiere consultar el Gráfico 34 para poder completar este paso.

        Como observación, tales guías no son estrictas para aquellos clientes clasificados como riesgo bajo.  No obstante, los datos obtenidos de una prueba ergométrica de esfuerzo ayudan a diseñar una prescripción de ejercicio segura  y efectiva (DeSimone & Stenger, 2012).  A raíz de la información derivada del Gráfico 34, se establece que el riesgo para acaecimientos de emergencias de naturaleza cardiovascular incrementa según, también, aumenta el nivel de intensidad del ejercicio o la actividad física.  Esto es un asunto de importancia para ser considerado, pues afecta la seguridad de los participantes.

        Autorización médica.  De ser necesario, el especialista del ejercicio le debe solicitar al candidato que lo evalúe un médico con el fin de establecer si éste puede, o no, puede ingresar al programa de ejercicio o actividad física.  Un ejemplo de la autorización médica para la participación en el programa se encuentra en el Gráfico 35.  Este es un referido a un profesional para el cuidado de la salud, de manera que el médico decida si el candidato se encuentra ápto para practicar ejercicios.  Por el otro lado, el Gráfico 36 describe un formulario de divulgación, necesario que el médico autorice disponer de la información medica del cliente.

 
Gráfico 35: Modelo de un Formulario de Autorización Médica. Se ilustra un ejemplo para la forma que requiere completar el médico, de manera que pueda el potencial participante pueda ingresar al programa de actividad física o ejercicio. (Adaptado de: "Profile of a group exercise participant: health screening tools," por G. DeSimone & L. Stenger, 2012. En G. DeSimone (Ed.), ACSM's Resources for the group exercise instructor (p. 21). Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2012 por: American College of Sports Medicine).
 
 
Gráfico 36: Modelo de un Formulario de Liberación Médica. Este es un ejemplo para la forma empleada para autorizar el levantamiento de los documentos médicos del participante. (Adaptado de: "Profile of a group exercise participant: health screening tools," por G. DeSimone & L. Stenger, 2012. En G. DeSimone (Ed.), ACSM's Resources for the group exercise instructor (p. 22). Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2012 por: American College of Sports Medicine).

        Referido médico.  Cabe la posibilidad que sea necesario indicar al candidato que debe evaluarse con un médico previo a su participación en el programa (véase Gráfico 37).

 
Gráfico 37a: Formulario de Referido Médico. Página 1 de un ejemplo de una forma para ser cumplimentada por el médico del participante prospecto. (Tomado de: Bienestar y Calidad de Vida. p. 501, por E. Lopategui, 2006, Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc. Copyright 2006 por: Edgar Lopategui Corsino).

 

 
Gráfico 37b: Formulario de Referido Médico. Página 2 de un ejemplo de una forma para ser cumplimentada por el médico del participante prospecto. (Tomado de: Bienestar y Calidad de Vida. p. 502, por E. Lopategui, 2006, Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc. Copyright 2006 por: Edgar Lopategui Corsino).

        

 
Gráfico 37c: Formulario de Referido Médico. Página 3 de un ejemplo de una forma para ser cumplimentada por el médico del participante prospecto. (Tomado de: Bienestar y Calidad de Vida. p. 503, por E. Lopategui, 2006, Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc. Copyright 2006 por: Edgar Lopategui Corsino).

        

 
Gráfico 37d: Formulario de Referido Médico. Página 4 de un ejemplo de una forma para ser cumplimentada por el médico del participante prospecto. (Tomado de: Bienestar y Calidad de Vida. p. 501, por E. Lopategui, 2006, Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc. Copyright 2006 por: Edgar Lopategui Corsino).

         Consentimiento informado y relevo de responsabilidad.  Es saludable, principalmente desde el punto de vista legal, que el candidato prospecto cumplimente una hoja de consentimiento (véase Gráficos 38, 39, 40 41).  En la misma, se requiere exponer los beneficios del programa de ejercicio, así como sus posibles complicaciones médicas.  Una hoja similar puede ser administrada al cliente previo que incursione a una prueba de esfuerzo, o inclusive, para las evaluaciones de la aptitud física.  Además, se recomienda que este posible participante llene una forma de asunción de riesgos por parte del viable candidato.  Se sugiere que, antes de administrar esta hoja el cliente, la misma sea revisada por un profesional legal, tal como un abogado notario (véase Gráficos 42 y 43).

 
Gráfico 38: Forma de Consentimiento Informado. Se presenta un ejemplo de un formulario de consentamiento informado pre-participación. (Adaptado de: "Profile of a group exercise participant: health screening tools," por G. DeSimone & L. Stenger, 2012. En G. DeSimone (Ed.), ACSM's Resources for the group exercise instructor (p. 23). Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2012 por: American College of Sports Medicine).
 
 
Gráfico 39: Forma de Consentimiento para un Programa de Aptitud Física. Arriba se presenta un ejemplo de una consentimiento informado empleado para un programa de ejercicios.

        

 
Gráfico 40: Forma de Consentimiento para una Prueba de Aptitud Física. Este modelo es para ser completado por el participante antes de someterse a un prueba submáxima en el cicloergómeetro. (Tomado de: Experiencias de Laboratorio: Bienestar y Calidad de Vida. p. 142, por E. Lopategui, 2006, Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc. Copyright 2006 por: Edgar Lopategui Corsino).
 
 
Gráfico 41a: Hoja de Consentimiento Informado para una Prueba de Ejercicio. Página 1 de otro ejemplo de una forma de consentimiento informado, previo a una evaluación funcional de esfuerzo, de tipo cardiovascular. (Tomado de: Experiencias de Laboratorio: Bienestar y Calidad de Vida. p. 143, por E. Lopategui, 2006, Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc. Copyright 2006 por: Edgar Lopategui Corsino).

 

 
Gráfico 41b: Hoja de Consentimiento Informado para una Prueba de Ejercicio. Página 2 de otro ejemplo de una forma de consentimiento informado, previo a una evaluación funcional de esfuerzo, de tipo cardiovascular. (Tomado de: Experiencias de Laboratorio: Bienestar y Calidad de Vida. p. 143, por E. Lopategui, 2006, Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc. Copyright 2006 por: Edgar Lopategui Corsino).
 
 
Gráfico 42: Forma de Asunción de Respomsabilidad. En este gráfico se describe un modelo para la hoja de relevo de resposnsabilidad y de riesgos, la cual se recomienda que la lea y firpe el candidato. (Adaptado de: "Profile of a group exercise participant: health screening tools," por G. DeSimone & L. Stenger, 2012. En G. DeSimone (Ed.), ACSM's Resources for the group exercise instructor (p. 24). Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2012 por: American College of Sports Medicine).

 

 
Gráfico 43: Forma de Relevo de Riesgos. Otro ejemplo para una forma de asunción de responsabilidad.

        Realizar las pruebas de aptitud física.  Por lo regular, una vez se haya procedido con la estratificación de los riesgos, y administrar los formularios legales oportunos, se formalizarán las evaluaciones dirigidas a medir los componentes de la aptitud física, enfatizando en aquellos relacionados con la salud.

        El protocolo sugerido para establecer la estratificación de riesgos, discutido arriba, el cual culmina con la identificación de los clientes que deben pasar por un examen médico riguroso o prueba de esfuerzo, se  resume en la Tabla 16 (DeSimone & Stenger, 2010, pp. 17-19).

Tabla 16: Pasos a Seguir para Estratificar los Factores de Riesgos

PASO

 

DESCRIPCIÓN

PASO 1
 

: Administar a los clientes prospectos los cuestionarios de salud.  Según fue descrito en párrafos anteriores, estos pueden ser el PAR-Q o el confeccionado por la AHA y ACSM.

PASO 2

: Establecer el nivel de riesgo para enfermedades cardiovasculares, pulmonares y metabólicas.  Para tal encomienda, se utilizará las Tablas 15 y 16.  De la Tabla 15 se obtiene información tocante a los factores de riesgo para cardiopatías coronarias.  Se tiene, pues, que determinar la cantidad de factores de riesgos positivos (afirmativos o identificados).  Como se mencionó previamente, existe un factor de riesgo negativo (de beneficio para la salud cardiovascular), que es el nivel elevado de HDL-C.  En otro orden, la Tabla 16 presenta los signos y síntomas indicativos para una patología cardio-metabólica y pulmonar.  En este caso, se trata de reconocer el número de signos y síntomas del cliente que pueden indicar tales patologías.

PASO 3

: Decidir el nivel (categoría o estrato) de riesgo que se encuentra el potencial participante.  Como sabemos, son tres posibles clasificaciones, que son: riesgo bajo, riesgo moderado, o riesgo alto.  El Gráfico 33 provee un modelo sistemático, mediante el cual se podrá determinar la ubicación específica para la estrata de riesgo. También es de utilidad la Tabla 13.

PASO 4

: Tomar la decisión si es necesario un examen médico, prueba ergométrica de esfuerzo diagnóstica y una prueba de ejercicio supervisada por un médico.  Para este propósito, se emplea el Gráfico 34, el cual describe un algoritmo que orienta al especialista del ejercicio en determinar si es necesario uno o más de estos requisitos.  

PASO 5

: Solicitar al candidato la autorización médica, según sea necesario en los pasos 3 o 4 (véase Gráficos 35 y 36).

PASO 6

: De estar justificado, referir al participante prospecto a un profesional de la salud, que puede ser su médico de cabecera u otro proveedor para el cuidado de la salud (véase Gráfico 37).

PASO 7

: Cumplimentar un consentimiento informado.  Algunos ejemplos de esta forma se hallan en los Gráficos 38 al 41.  También, en los Gráficos 42 y 43, se presenta dos modelos para una hoja de liberación de responsabilidad.

PASO 8

: De estar indicado, lleve a cabo las pruebas correspondientes para evaluar los componentes de la aptitud física.
NOTA. Adaptado de: "Profile of a group exercise participant: health screening tools," por G. DeSimone & L. Stenger, 2012. En G. DeSimone (Ed.), ACSM's Resources for the group exercise instructor (pp. 17-19). Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2012 por: American College of Sports Medicine.

        Curso de Acción Posterior a la Estratificación de los Riesgos
 

        Fundamentado en la Tabla 13, donde se describen los tres niveles de riesgo, según la ACSM (2014a, p. 34), se requiere estudiar el caso particular de cada participante.  Luego, a raíz de tal análisis, el evaluador procederá a determinar en qué categoría se encuentra el paciente.  Este procedimiento se conoce como estratificación de los riesgos.
Una vez se haya identificado este nivel de riesgo, entonces, el próximo paso sería establecer la dosis para cada componente de la prescripción de ejercicio.
 

        Según fue discutido en secciones previas, en orden de poder establecer la categoría de riesgo en que se encuentra el potencial participante, se requiere primero administrar un cuestionario de salud y aptitud física.  Tal evaluación, auto-administrada, de naturaleza pre-participación, puede prepararse desde cero o emplear los cuestionarios disponibles de uso libre.  Por ejemplo, la ACSM recomienda el uso del "PAR-Q & YOU" (Canadian Society for Exercise Physiology [CSEP], 2013) o el cuestionario producido por la Asociación Americana del Corazón (AHA, siglas en ingles) en conjunto con la ACSM (American Heart Association [AHA], & American College of Sports Medicine [ACSM], 1998).  Otro cuestionario que se puede emplear es el disponible en el sitio Web de Saludmed, titulado: Cuestionario de Salud Pre-Ejercicio y Pre-Prueba (Lopategui, 2013).

        Si el candidato al programa solo desea incorporarse en un régimen de actividad física, con el uso de este cuestionario es suficiente para continuar en el programa.  Posiblemente, lo que se requiera es cumplimentar una Forma de Consentimiento y una Hoja de Referido Médico, donde se autoriza al evaluado realizar las actividades físicas del programa.

La Evaluación Médica: Examen Médico y Prueba de Esfuerzo Progresivo

        El examen médico consiste de una evaluación completa por parte de un profesional de la salud, comúnmente un médico.  Mediante este examen, se habrá determinar si el factible participante se encuentre preparado para ingresar al programa de ejercicio o actividad física.   Según fue discutido en párrafos anteriores, este requisito clínico lo determinará, principalmente, el análisis de los cuestionarios de salud y actividad física que fueron administrados al principio del protocolo para la evaluación de la salud y actividad física pre-actividad.

        Cuan cabal habrá de ser tal formalidad médica, dependerá de varios factores, como lo son: 1) la edad del viable candidato; 2) nivel inicial de aptitud física de la persona; 3) el historial médico que presente el mismo; 4) los factores de riesgo que posea para disturbios crónico-degenerativos, particularmente aquellos de tipo cardio-metabólicos y pulmonares; y 5) síntomas y signos indicativos de alguna patología degenerativa.  No obstante, los requisitos fundamentales para un examen médico abarca una evaluación física y el historial médico (ACSM, 2014a, p. 31, 2014b, p. 172). 

        ¿Quienes Requieren un Examen Médico?
 

        Como sabemos, esta necesidad se extrae del estudio de los factores de riesgos, los cuales fueron estratificados en bajo, moderado y alto.  Como se puede observar en el Gráfico 34, los individuos categorizados como riesgo moderado, solo requieren un examen médico si el participante prospecto incurrirá en un programa de ejercicio cuantificado a intensidades vigorosas.  En el caso de los candidatos estratificados como riesgo alto, el examen médico es imperante, tanto para las sesiones de ejercicios a intensidades moderadas, como aquellas prescritas como vigorosas.

        Indicaciones para un examen médico
 

        Para poder determinar si el candidato puede comenzar un programa de ejercicio o actividad física, es necesario primero estudiar los resultados de las evaluaciones de la salud y estratificación de los riesgos.  Por ejemplo, para aquellos potenciales participantes categorizados como de riesgo moderado, que presenten dos o más factores de riesgo para cardiopatías coronarias, se sugieren que sean referidos a un médico.  No obstante, este grupo de candidatos puede comenzar un programa de ejercicios, o de actividad física, que se prescriba a intensidades de leve a moderada, como los son la marcha (caminar), sin la necesidad de someterse a un examen médico.  En otro orden, aquellos clientes potenciales que fueron estratificados como de alto riesgo, los cuales manifiestan síntomas o patologías previamente diagnosticadas, deberán de cumplimentar un examen médico (ACSM, 2014a, pp. 31, 36).

        Objetivos del Examen Médico

        La evaluación médica es de vital importancia para poder determinar si existe cualquier contraindicación, absolutas y relativas, para el programa de ejercicio o las pruebas de esfuerzo (véase Tablas
17 y 18).  El examen médico también sirve para diagnosticar aquellas enfermedades físicas que puedan limitar al individuo hacer ejercicio en forma segura y eficiente.  Y lo más importante, la evaluación médica nos sirve de base y guía al prescribir el ejercicio.

Tabla 17: Contraindicaciones ABSOLUTAS para una Prueba Ergométrica de Esfuerzo Progresiva, Pruebas de Aptitud Física (Específicas) Relacionadas con la Salud, y la Práctica de Ejercicios Físicos.
  Un cambio reciente significativo en el electrocardiograma (EKG) de reposo, lo cual es indicativo de isquemia, un infarto al miocardio reciente (dentro de 2 días) u otros incidentes cardíacos agudos  
  Angina de pecho inestable  
  Arritmias cardíacas descontroladas provocando síntomas o que comprometen la función hemodinámica  
  Estenosis aórtica severa sintomática  
  Fallo cardíaco descontrolado sintomático  
  Émbolo pulmonar agudo o infarto pulmonar  
  Miocarditis o pericarditis agudo  
  Aneurisma disecante: Sospechado o diagnosticado  
  Infecciones agudas sistémicas: Conjuntamente con fiebre, dolores en el cuerpo o glándulas linfáticas inflamadas  
NOTA. De: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; (p. 53), por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por American College of Sports Medicine.

 

Tabla 18: Contraindicaciones RELATIVAS para una Prueba Ergométrica de Esfuerzo Progresiva, Pruebas de Aptitud Física (Específicas) Relacionadas con la Salud, y la Práctica de Ejercicios Físicos.
  Estenosis de la arteria coronaria principal izquierda  
  Estenosis valvular moderada  
  Anormalidades electrolíticas conocidas (hipokalemia, hipomagnesemia)  
  Hipertensión arterial severa (es decir, presión sanguínea diastólica en reposo mayor de 110 mm Hg, o presión sanguínea sistólica mayor de 200 mm Hg)  
  Taquiarritmias o bradiarritmias  
  Cardiomiopatía, incluyendo cardiomiopatía hipertrófica y otras formas de obstrucción en el flujo externo del conducto  
  Disturbios neuromusculares, musculoesqueletales o reumatoides que son empeoradas con el ejercicio  
  Alto grado de bloqueo atrioventricular (Ej: Bloque o A-V de tercer grado)  
  Aneurisma ventricular  
  Enfermedades metabólicas descontroladas (Ej: diabetes sacarina, tirotoxicosis, o mixedema)  
  Enfermedades infecto-contagiosas crónicas (Ej: Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida [SIDA])  
  Desórdenes psicológicos o físico, ocasionando la ejecución impropia de los ejercicios  
NOTA. De: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; (p. 53), por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por American College of Sports Medicine.

        Posterior al análisis y reflexión efectuada de la información recolectada del historial médico y la evaluación física efectuada por el médico, y conjuntamente con los las metas delineadas por el potencial candidato, se tomará la decisión si es indicativo otros tipos de pruebas diagnósticas.  Las posibles evaluaciones clínicas adicionales que pueden efectuarse incluyen: 1) pruebas ergométricas de esfuerzo progresivo, con, o sin, el uso de modalidades de imagen nuclear (Ej: Tecnecio o Talio); 2) imagen de resonancia magnética (MRI); 3) radiografías convencionales; 4) cateterización cardiaca; y otras (ACSM, 2014b, p. 172)

        Componentes del Examen Médico (Véase Hoja de Referido Médico)

        La evaluación médica se encuentra constituida de tres secciones importantes, a saber, el historial médico, el examen físico y las pruebas de laboratorio.

       
Un historial médico. Este debe incluir un historial familiar y personal y hábitos actuales que afectan la salud.  Ejemplos: fumar, tipo de dieta, nivel de actividad física, y otros.

       
Evaluación física. Se debe evaluar el sistema cardiorrespiratorio (el corazón y pulmones), así como cualquier anormalidad en los huesos o músculos.

       
Pruebas de laboratorio. Se incluye un electrocardiograma (EKG) en reposo de doce derivaciones y la medición de la presión arterial.  Algunas pruebas opcionales pueden ser: 1) análisis del perfil completo de los lípidos séricos (Ej: colesterol y triglicéridos total, HDL-C, LDL-C, razón de LDL a HDL); 2) conteo completo de sangre, o hemograma; 3) prueba de tolerancia a la glucosa (oral); 4) urianálisis; y otras.
 

        ¿Quienes Requieren una Prueba de Esfuerzo?
 

        Fundamentado en los niveles de riesgo estratificados, se establace la posible necesidad de una prueba ergométrica de esfuerzo.  Nótese en el Gráfico 34, las personas con riesgo alto deben de realizar una prueba de ejercicio, tanto para programas cuantificados a intensidades moderadas, como vigorosas.  También, es imperante la presencia de supervisón médica durante tales evaluaciones de capacidad funcional, de tipo submáxima o máxima.

        Indicaciones para un Prueba Ergométrica de Esfuerzo Progresivo
 

        Previo que el viable cliente pueda incorporarse a un programa de actividad física, es importante que se determine si es necesario recomendar una prueba ergométrica de tolerancia cardiorrespiratoria (submáxima o máxima) (véase Tabla 19)

Tabla 19: Indicaciones para una Prueba Ergométrica de Esfuerzo Previo a Comenzar un Programa de Actividad Física
  Cardiopatía coronaria: Inestable u otros viables síntomas diagnósticos (consultar la Tabla 14).  
  Diabetes sacarina: Incluye como mínimo uno de los siguientes problemas clínicos:  
    Edad: > 35 años, o  
    Diabetes Sacarina Tipo 2: > 10 años de duración, o  
    Diabetes Sacarina Tipo 1: > 15 años de duración, o  
    Hipercolesterolemia - Colesterol Sérico Total: 240 mg • dL-1 (6.62 mmol  • L-1), o  
    Hipertensión - Presión Arterial Sistólica: ≥ 140 mm Hg., o Presión Arterial Diastólica: ≥ 190 mm Hg., o  
    Tabaquismo: Fumar cigarrillos, o  
    Historial Familiar para Cardiopatías Coronarias - Parientes de Primer Grado: < 60 años, o  
    Patología Microvascular: Positiva (diagnosticada), o  
    Patología de las Arterias Pulmonares: Positiva (diagnosticada), o  
    Neuropatía autonómica: Positiva (diagnosticada)  
  Enfermedad renal: Etapa terminal  
  Patologías Pulmonares - Sintomáticas o Diagnosticadas:  
    Enfermeda pulmonar obstructiva crónica  
    Asma  
    Enfermedad pulmonar intersticial  
    Fibrosis cística  
NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; (p. 32), por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por American College of Sports Medicine.

        Indicaciones para un Prueba Ergométrica de Esfuerzo Progresivo Supervisada      

      Cuando se efectúen pruebas de ergométricas de esfuerzo progresivo en individuos clasificados como de alto riesgo, donde se encuentre en la vecindad de la instalación física un médico, tal evaluación de esfuerzo puede ser supervisada por cualquier profesional de salud que no sea un médico.  Sin embargo, para que esta condición se pueda cumplir, es requisito que el profesional se encuentre debidamente certificado (o en entrenado) en pruebas de ejercicios clínicos.  Por el otro lado, este nivel de supervisión médica varía para clientes estratificados como riesgo moderado.  Bajo estos entornos clínicos, la supervisión de esta prueba de ejercicio puede llevarse a cabo con un personal adiestrado en pruebas de esfuerzo clínico.  Ahora bien, la necesidad de estar disponible en los alrededores del edificio un médico, se encuentra influenciado por varios factores, que son: 1) políticas y circunstancias muy particulares del programa e instalación física; 2) el nivel de salud que se encuentra el prospecto participante; y 3) el grado de entrenamiento y experiencia que poseen los miembros que forman parte del laboratorio encargado de realizar estas pruebas (ACSM, 2014a, p. 33).

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PROTOCOLOS NECESARIOS PARA ESTABLECER LA
CAPACIDAD FUNCIONAL DE LOS INTEGRANTES DEL PROGRAMA

Los.

 

PRUEBAS

 

        En

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LA PRESCRIPCIÓN DE EJERCICIO Y DESARROLLO DE PROGRAMAS DE ACTIVIDAD FÍSICA

        Aunque el ejercicio físico regular no representa la panacea para todas las dolencias de la humanidad, es reconocido que un programa de entrenamiento físico dirigido a desarrollar los componentes de la aptitud física relacionados con la salud, principalmente la tolerancia cardiorrespiratoria o capacidad aeróbica, ayuda a mejorar la calidad de la vida del ser humano.  Esto se consigue mediante el aumento en la capacidad funcional para efectuar trabajo físico y la prevención de enfermedades crónico-degenerativas que incapacitan a la persona, que entre las cuales se pueden nombrar: las cardiopatías coronarias, hipertensión, diabetes sacarina (mellitus), la obesidad y sus complicaciones, enfermedades cerebrovasculares, problemas/dolores en la espalda baja, osteoporosis/osteoartritis y artritis prematura.


        Sin embargo, para que se puedan obtener en forma segura y rápida los beneficios del ejercicio, el programa de entrenamiento debe seguir unos principios científicos y basarse en el resultado de la evaluación del estado de salud del potencial participante, sus metas y la disponibilidad de las correspondientes instalaciones físicas.  El inventario de salud con la autoevaluación de sus hábitos o comportamientos de riesgo que afectan a su salud, el examen médico y una batería de pruebas que evalúan los componentes de la aptitud física relacionados con la salud son parte de las pruebas iniciales, requeridas antes de que el participante ingrese en el programa de acondicionamiento físico.  Se le debe dar particular énfasis a la evaluación de la tolerancia cardiorrespiratoria o aeróbica, puesto que representa una medida importante para determinar el nivel de aptitud física asociado con la salud.  Esto significa que una pobre tolerancia cardiorrespiratoria puede aumentar el riesgo de muertes y enfermedades prematuras por enfermedades degenerativas y otras causas desconocidas, pero principalmente por enfermedades cardiovasculares que afectan las arterias coronarias (ACSM, 2014a, p. 163; ACSM, 2014b, pp. 467-468).


        El concepto de prescripción de ejercicio se refiere al proceso mediante el cual a una persona se le diseña un programa de ejercicio en forma sistemática e individualizada (ACSM, 2014b, p. 466); incluye la cuantificación de variables que determinan la dosis del ejercicios, tales como el tipo de ejercicio, frecuencia, duración, volumen y progresión (ACSM, 2014b, pp.162, 179-180; ACSM 2014, pp. 466, 468,).  La prescripción de ejercicio forma mate del proceso global de la metodología del entrenamiento físico.  Tal sistema estructurado, de programación de ejercicios físicos, consiste en planificar, diseñar e implementar un conjunto movimientos iterativos que generan el organismo humano, con el fin de conservar u optimizar parte, o todos, los constituyentes de la aptitud físca (ACSM, 2014b, p. 468).


        ¿Por qué se prescribe ejercicio? ¿Cuál es su propósito?  Se prescribe ejercicio por diversas razones, fundamentalmente para la prevención de enfermedades crónica-degenerativas.  Además, se emplea en la rehabilitación de varias enfermedades, tales como las afecciones cardíacas, pulmonares, metabólicas (Ej: diabetes sacarina), para el tratamiento de la obesidad, entre otras dolencias.  Es muy importante que al prescribir o diseñar un programa de ejercicio se persiga mantener unas medidas de seguridad durante la participación en el programa.


        En primer orden, la prescripción de ejercicio tiene la finalidad de promover la salud para reducir el desarrollo futuro o recurrencia de enfermedades degenerativas.    Los niveles de actividad física/ejercicio por debajo de aquellos que corresponden a la cantidad que se necesita para mejorar la aptitud física pueden ser considerados como una meta principal apropiada para algunos individuos.  Para personas sedentarias, la adopción de un estilo de vida moderadamente activo puede inducir beneficios de salud importantes y podrá ser una meta más alcanzable que el simple hecho de lograr altos niveles de ejercicio/actividad física y aptitud física.
       

        El objetivo fundamental de la prescripción de ejercicio es proveer aquella ayuda necesaria para que los participantes puedan incrementar su actividad física habitual, es decir, modificar su comportamiento hacia un estilo de vida más activo.  Los principios de la prescripción de ejercicio son flexibles.  Esto dependerá de las preferencias-metas individuales y de la magnitud y velocidad de las adaptaciones desarrolladas por el individuo.  Tales principios se encuentran alineados con aquellos que forman parte del entrenamiento físico (o deportivo), como los son: 1) especificidad (especialización), 2) individualización (variabilidad biológica), 3) variedad, 4) adaptación, 5) sobrecarga (sobreesfuerzo), 6) progresión (aumento progresivo de la carga en el entrenamiento físico), y 7) deterioro (reversibilidad) (ACSM, 2014, p. 467; Bompa, 1999, pp. 32-42; Gambetta, 2007, pp. 72-78).


        Otro propósito de la prescripción de ejercicio es mejorar aquellos componentes de la aptitud física relacionados con la salud, tales como la tolerancia cardiorrespiratoria o potencia aeróbica máxima (VO2máx), fortaleza-tolerancia muscular, flexibilidad y composición corporal.  La composición corporal incluye el porcentaje de grasa corporal (PG), masa corporal grasa (MCG o peso graso), masa corporal activa (MCA o peso sin grasa) y masa corporal total (MC o peso).
 

        El fin fundamental para la mayoría de las prescripciones del ejercicio es aumentar o mantener la capacidad funcional del individuo.   Esto permitirá que la persona pueda funcionar efectivamente en sus tareas físicas cotidianas y en su vida laboral.


        La programación individualizada de prescripción de ejercicio se puede dirigir a una variedad de poblaciones.  En primera instancia tenemos a la población general, la cual puede incluir adultos sedentarios (sintomáticos y asintomáticos).  Para las poblaciones especiales también se le prescribe ejercicio, tales como los niños, embarazadas y envejecientes.  Como fue mencionado previamente, la estructuración de un programa de ejercicio puede emplearse para el tratamiento de aquella población que posee diversas condiciones patológicas.  Esta incluye a los cardíacos, aquellos con enfermedades respiratorias (Ej: asmáticos), diabéticos, obesos, artríticos, los enfermos del riñón, aquellos que sufren de osteoporosis, SIDA y otros similares.
 

        Las bases para la prescripción de ejercicio es la evaluación objetiva de la aptitud física (pruebas de ejercicio).  Algunas variables fisiológicas que pueden ser evaluadas son, a saber: la frecuencia cardiaca vía electrocardiografía, capacidad funcional y presión arterial.
El programa de ejercicio se estructura de tal forma que se pueda desarrollar los componentes de la aptitud física relacionados con la salud, a saber: tolerancia cardiorrespiratoria, composición corporal, flexibilidad, fortaleza y tolerancia muscular.


        La información preliminar que se requiere conocer de los candidatos al programa de ejercicio incluye las siguientes:

        Preferencias y metas personales:

       

         Consiste en establecer las necesidades e intereses del participante.  Se requiere contestar las siguientes interrogantes: 1) ¿por qué quieres hacer ejercicio? 2) ¿qué formas de ejercicio tu prefieres? 3) ¿cuándo fue la última vez que tuviste participación en un programa de ejercicio regular? 4) ¿cuánto tiempo tienes durante el día para dedicarlo al ejercicio?
 

        Historial de salud:

       

         Consiste en identificar los posibles comportamientos de riesgo, o aquellos saludables, que posee el potencial participante.  Además, permite estabeces los riesgos inherentes de éste, requiedo al determinar la estratificación de los riesgos.

 

        Perfil de factores de riesgo:

 

         Este proceso forma parte de la evaluación de la salud realizada previo a que se pueda incorporar el individuo al programa de ejercico.

 

        Características de comportamiento:

 

 

         También, esta información se deriva del inventario de salud.


CONCEPTOS Y PROPÓSITOS
 

        En este segmento se discutirá las razones por la cual se lleva a cabo un programa de ejercico.  Además, se habrán de exponer algunas definiciones relacionadas con este tópico.


Concepto de Prescripción de Ejercicio

        La prescripción de ejercicio representa aquel proceso mediante el cual a una persona se le diseña un programa de ejercicio en forma sistemática e individualizada (ACSM, 2014b, p. 466).

Propósitos

        Los propósitos de la prescripción de ejercicio son: 1) promover la salud y prevenir enfermedades crónicas de naturaleza hipocinética 2) mejorar los componentes de la aptitud física relacionados con la salud 3) asegurar la seguridad durante la participación en el programa de ejercicio 4) rehabilitación.

        Promover la salud para reducir el desarrollo futuro o recurrencia de enfermedades crónico-degenerativas:

        La cantidad de ejercicio requerido para reducir significativamente el riesgo de una enfermedad puede ser considerablemente menor que aquella cantidad de ejercicio necesaria para desarrollar y mantener altos niveles de aptitud física.  Esto implica que los niveles de actividad física/ejercicio por debajo de aquellos que corresponden a la cantidad que se necesita para mejorar la aptitud física puede ser considerado como una meta principal apropiada para algunos individuos/poblaciones.  Para personas sedentarias, la adopción de un estilo de vida moderadamente activo puede inducir beneficios de salud importantes y podrá ser una meta más alcanzable que el simple hecho de lograr altos niveles de actividad física y aptitud física.


        El objetivo fundamental de la prescripción de ejercicio es proveer aquella ayuda necesaria para que los participantes puedan incrementar su actividad física habitual, es decir modificar su comportamiento hacia un estilo de vida más activo.  Los principios de la prescripción de ejercicio son modificables y determinados por: 1) las preferencias y metas individuales 2) la magnitud y velocidad de las adaptaciones desarrolladas por el individuo.

        Mejorar aquellos componentes de la aptitud física relacionados con la salud, los cuales son, a saber:

       
La tolerancia cardiorrespiratoria o potencia aeróbica máxima (VO2máx).  El propósito fundamental para la mayoría de las prescripciones del ejercicio es aumentar o mantener la capacidad funcional del individuo.


       
Fortaleza y tolerancia muscular.  Estos componentes forma para de la aptitud muscular.


       
Flexibilidad.  El grado de movilidad articular represente un constituyente vital para la aptitud física asociada con la salud


       
Composición corporal. La complexión física, y adiposa, de una person se compone de varios compartimientos del organismo humano.  En primera instancia denemos la la masa corporal grasa (MCG o tejido graso), la cual se deriva de la estimación del, porcentaje de grasa corporal (PG) y a masa corporal (MC o masa corporal total o peso).  Otro integrante de la composición corporal es la masa corporal activa (MCA o tejido magro).

        Mantener la seguridad durante la participación en el programa de ejercicio:

        Esto representa un aspecto de suma importancia al planificar el programa de ejercicio.  Por ejemplo, se requiere previamente contar una planificación en caso de un accidente o enfermedad súbita, utilizar la vestimenta y calzado apropiado, seguir procedimientos de hidratación adecuados, entre otras.

        Rehabilitación

        El ejercicio como un medio terapéutico se utiliza para el tratamiento de una diversidad de enfermedades, tales como la en la rehabilitación cardiopulmonar, poblaciones diabéticas, obesidad, entre otras condiciones.

Población para a la cual se Diseña un Programa de Ejercicio

        Se prescribe ejercicio para una diversidad de grupos, tales como la población general y especial.  Los adultos sedentarios y asintomáticos pertenecen al grupo de población general para la cual se puede diseñar un programa de acondicionamiento físico.  Por otro lado, las poblaciones especiales incluyen aquellas aparentemente saludables (niños, envejecientes, embarazadas) y las que posee ciertas enfermedades particulares, tales como condiciones cardíacas, diabetes, obesidad, artritis, osteoporosis, SIDA, problemas renales y otros.

Bases para la Prescripción de Ejercicio

        La prescripción de ejercicio se fundamenta en la evaluación objetiva de la aptitud física (pruebas de ejercicio).  Algunas variables fisiológicas que pueden ser evaluadas son la frecuencia cardiaca vía electrocardiografía, capacidad funcional y presión arterial.

Planificación del Programa de Ejercicio

        El programa de ejercicio se estructura de tal forma que se pueda desarrollar los componentes de la aptitud física relacionados con la salud, a saber: la tolerancia cardiorrespiratoria, composición corporal, flexibilidad y fortaleza y tolerancia muscular.

Información Preliminar que se Requiere Conocer de los Candidatos al Programa de Ejercicio

        Preferencias y Metas Personales:

        Antes de que los participantes se inicien el programa de ejercicio es muy importante primero establecer las necesidades e intereses del participante.  En una entrevista personal con el potencial participante, se debe indagar las siguientes interrogantes:

1) ¿Por qué quieres hacer ejercicio?
2) ¿Qué formas de ejercicio tu prefieres?
3) ¿Cuándo fue la última vez que estabas en un programa de ejercicio regular?
4) ¿Cuánto tiempo tienes durante el día para dedicarlo al ejercicio?

        Además, será necesario un historial de salud, perfil de factores de riesgo y las características de comportamiento.

Los Componentes de la Prescripción de Ejercicio (La Dosis del Ejercicio)

        La planificación y diseño del programa de ejercicio individualizado debe incluir todos los componentes que se describen en esta sección.  Estos ingredientes de la prescripción deben ser capaces de sobrecargar a una dosis apropiada los sistemas orgánicos del participante durante cada sesión de ejercicio (ejercicio agudo).  A raíz de varias sesiones de ejercicio (ejercicio crónico), los tejidos podrán adaptarse a la carga bajo la cual se sometieron.  Consecuentemente, se incurre en una adaptación morfofuncional, como lo podría ser un aumento en la capacidad funcional (Howley & Franks, 2007, pp. 151).  Esto asegura un alto nivel de seguridad y efectividad para el programa a ser estructurado e implementado.  Según el Colegio Americano de Medicina Deportiva (ACSM, 2014a, pp. 162-180; ACSM, 2014b, pp. 466-479), los componentes que debe incluir una prescripción de ejercicio dirigido a desarrollar la tolerancia cardiorrespiratoria (véase Gráfico
25Tabla 12Tabla 13, y Tabla 14) son, a saber: 1) la intensidad del ejercicio, 2) el tipo (modo o modalidad) del ejercicio a ser incorporado en el programa, 3) la duración de las sesiones de ejercicio, 4) la frecuencia o veces por semana en que se llevará a cabo cada sesión de ejercicio, 4) el volumen del ejercicio, y 4) la progresión del programa de ejercicio.

 
Gráfico 25: La Dosis de Ejerccico. Ilustración de los componentes para la prescripción de ejercicio (Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; (pp. 162, 166-180), por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por: American College of Sports Medicine.)

Tabla 12: La Dosis del Ejercicio para el Desarrollo de la Aptitud Cardiorrespiratoria en Adultos aparentemente Saludables

COMPONENTE

 

GUÍA O DOSIS

Modo
(Tipo de Ejercicio)

:
Descripción:
  Para la mayoría de los adultos:
    Como mínimo - Intensidad Moderada: Ejercicios Aeróbicos Rítmicos
      Ejercicios utilizando grandes grupos musculares que se mantengan continuamente (por un periodo prolongado) y rítmicamente, y que sean de naturaleza aeróbica.
      Grupos musculares grandes
      Que requiera poca o ninguna destreza motriz
  Individuos que posean adecuadas destrezas motrices y de aptitud física:
    Recomendación: Práctica de otros tipos de ejercicios y deportes que requieran:
      Altos niveles de capacidades motoras
      Óptimos niveles de aptitud física
Ejemplos:
  Grupo A:
    Descripción: Actividades de Tolerancia Aeróbicas/Cardiorrespiratorias
       Solo requieren mínimas capacidades motoras/aptitud física
    Población indicada: Adultos en general
    Ejemplos:
      Caminar, ciclismo recreativo, ejercicios aeróbicos acuáticos, baile de baja intensidad
  Grupo B:
    Descripción: Actividades de Tolerancia Aeróbicas/Cardiorrespiratorias
      Intensidad vigorosa
      Solo requieren mínimas capacidades motoras/aptitud física
    Población indicada - Adultos:
      Físicamente activos
      Capacidad promedio de la aptitud física
    Ejemplos:
      Trotar, correr, remo, ejercicios aeróbicos de spinning, ejecicios con máquinas elípticas, ejercicos aeróbicos de escalón, baile rápido
  Grupo C:
    Descripción: Actividades de Tolerancia Aeróbicas/Cardiorrespiratorias
      Requisito: Destrezas motrices adecuadas
      Requisito: Aptitud física promedio
    Población indicada - Adultos:
      Habilidades motoras apropiadas
    Ejemplos:
      Natación, esquí de campo traviesa, patinaje
  Grupo D:
    Descripción: Deportes recreativos
    Población indicada - Adultos:
      Participan en un programa de ejercicio regular
      Poseen un aptitud física promedio
    Ejemplos:
      Deportes de raqueta, baloncesto, balompie (fútbol), esquí de cuesta abajo, excursionismo a pie (caminata)

Intensidad
(%, absoluto)

:
Descripción:
  Para la mayoría de los adultos - Moderada a Vigorosa:
    Moderada:
      Por ciento de la frecuencia cardiaca máxima de reserva (%FCmáx-resv): 40 - 59%
      Por ciento del consumo de oxígeno de reserva (%VO2R): 40 - 59%
      Por ciento de la frecuencia cardiaca máxima (%FCmáx): 64 - 76%
      Por ciento del consumo de oxígeno máximo (%VO2máx): 46 - 63%
      Escala de la percepción del esfuerzo (RPE), o Borg Scale: 12 - 13
      Equivalencia metabólica (MET): 3 - 5.9
    Vigorosa:
      Por ciento de la frecuencia cardiaca máxima de reserva (%FCmáx-resv): 60 - 89%
      Por ciento del consumo de oxígeno de reserva (%VO2R): 60 - 89%
      Por ciento de la frecuencia cardiaca máxima (%FCmáx): 77 - 95%
      Por ciento del consumo de oxígeno máximo (%VO2máx): 64 - 90%
      Escala de la percepción del esfuerzo (RPE), o Borg Scale: 14 - 17
      Equivalencia metabólica (MET): 6 - 8.7
  Para los aquellos adultos con una pobre aptitud física - Liviana a Moderada:
    Liviana:
      Por ciento de la frecuencia cardiaca máxima de reserva (%FCmáx-resv): 30 - 40%
      Por ciento del consumo de oxígeno de reserva (%VO2R): 30 - 40%
      Por ciento de la frecuencia cardiaca máxima (%FCmáx): 57 - 64%
      Por ciento del consumo de oxígeno máximo (%VO2máx): 37 - 45%
      Escala de la percepción del esfuerzo (RPE), o Borg Scale: 9 - 11
      Equivalencia metabólica (MET): 2 - 2.9
  Individuos con patologías y envejecientes de edad avanzada - Muy Liviana a Liviana:
    Muy Liviana:
      Por ciento de la frecuencia cardiaca máxima de reserva (%FCmáx-resv): ≤ 30%
      Por ciento del consumo de oxígeno de reserva (%VO2R): ≤ 30%
      Por ciento de la frecuencia cardiaca máxima (%FCmáx): ≤ 57%
      Por ciento del consumo de oxígeno máximo (%VO2máx): ≤ 37%
      Escala de la percepción del esfuerzo (RPE), o Borg Scale: ≤ 9
      Equivalencia metabólica (MET): ≤ 2
Recomendaciones:
  Entrenamiento en intérvalos:
    Propósitos - Durante las sesiones de ejercicio, aumentar:
      Volumen total
      Intensidad promedio del ejercicio

Duración
(minutos)

:
Descripción:
  Para la mayoría de los adultos:
    Ejercicios aeróbicos continuos o discontinuos - INTENSIDAD MODERADA:
      Acumulación diaria: 30 - 60 minutos por día
      Acumulación semanal: ≥ 150 minutos por semana
    Ejercicios aeróbicos continuos o discontinuos - INTENSIDAD VIGOROSA:
      Acumulación diaria: 20 - 60 minutos por día
      Acumulación semanal: ≥ 75 minutos por semana
    Combinación - INTENSIDAD MODERADA A VIGOROSA:
      Acumulación diaria - META:
        Alcanzar los volúmenes prescritos para el ejercicio físico
Recomendaciones:
  Estrategias para acumular el tiempo del ejercicio:
    Una sola sesión de ejercicio continuo
    Entrenamiento en intérvalo: Cúmulo de sesiones cortas de ejercicios
      PERIODOS o SESIONES de tiempo que definen a cada INTÉRVALO:
        ≥ 10 minutos a lo largo del día
  Duración del ejercicio - Menor a lo recomendado:
    Indicaciones - Ciertas poblaciones:
      Ejemplo:
        Participantes con claudicación intermitente

Frecuencia
(veces por semana)

:
Descripción:
  Para la mayoría de los adultos:
    Intensidad MODERADA: 5 días por semana
    Intensidad VIGOROSA: 3 días por semana
    Intensidad MODERADA y VIGOROSA:
      Combinación semanal: 3 - 5 días por semana
Excepciones:
  Para el caso de muy pocos individuos: "Guerreros de fin de Semana"
    1 - 2 veces por semana:
      Esto no es recomendado para la mayoría de la población general adulta

Volumen
(Trabajo Total Semanal)

:
Descripción:
  Para la mayoría de los adultos
    Producto de la Frecuencia, Intensidad y Duración:
      META: ≥ 500 - 1,000 METs por minuto por semna (METs-min • sem-1)
      ACTIVIDAD FÍSICA de intensidad Moderada: 1,000 kcal por semana (kcal • sem-1)
      EJERCICIO de intensidad Moderada: ~150 minutos por semana (min • sem-1
      Conteo de pedómetros: ≥ 5,400-7,900 pasos por día  (pasos • d-1)
        Combinar con recomendaciones actuales concerniente a la duración del ejercicio
  Para los aquellos adultos con una pobre aptitud física:
    Recomendación: MENOR volumen que el regular
  Población obesa - Control de peso:
    Recomendación: MAYOR volumen que el regular

Progresión
(Ajuste de Variables)

:
Descripción - Como resultado del efecto de acondicionamiento físico (primeras 6-8 semanas):
  Ajuste gradual para el volumen del ejercicio (trabajo total) por sesión:
    Aumentar en intensidad, duración, frecuencia o combinación de las tres:
      HASTA: donde sea tolerable por el individuo
      HASTA: que se cumpla con la meta - Mantenimiento
Ventajas:
  Promueve la adherencia, o apego, al programa de ejercicio
  Disminuye los riesgos para:
    Lesiones musculoesqueletales
    Emergencias médicas de tipo cardiaco
NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 9na. ed.; (pp. 162, 165-180), por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por: American College of Sports Medicine; Resource Manual for Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 7ma. ed.; (pp. 466-479), por American College of Sports Medicine, 2014, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2014 por: American College of Sports Medicine.
 

        Intensidad

        La intensidad se refiere al porcentaje de la capacidad máxima del ejercicio a practicarse.  Representa la presión fisiológica bajo el cual se somete el individuo.

        La intensidad y el trabajo pueden clasificarse utilizando un sistema basado en el gasto energético de tareas industriales (véase Tabla
13) (Pollock & Wilmore, 1990).  La clasificación de la intensidad (véase Tabla 13) esta diseñada a base del porcentaje de la frecuencia cardiaca máxima de reserva (FCmáx-resv) del ejercicio, durante un período de 30 a 60 minutos (Pollock & Wilmore, 1990).  Es posible aplicar este sistema en la mayor parte de las poblaciones.  Al determinar la intensidad, se sugiere seguir las siguientes recomendaciones:

1) Debe ser calculada individualmente
2) Requiere ser monitoreada adecuadamente
3) Es menor en sedentarios
4) Para el individuo promedio, el nivel de intensidad óptima puede fluctuar entre 60 a 80% del VO2máx (Howley & Franks, 2007, p. 161)
 

Tabla 13: La Prescripción de Ejercicio para Adultos Saludables
  Calentamiento: 5 - 10 minutos  
    DPoblacióne  
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         

           


        Al escoger el nivel de intensidad para el participante, se debe primero considerar los siguientes factores (véase Tabla 2-24):

        Nivel actual de la aptitud aeróbica (véase Tabla 2-17).  Esta información se obtiene de los resultados obtenidos en las pruebas que miden la tolerancia cardiorrespiratoria.  Por ejemplo, aquellas personas donde los resultados de la evaluación para determinar la tolerancia aeróbica evidenciaron una reducida capacidad cardiorrespiratoria, deberán comenzar a una baja intensidad.  Comúnmente, los atletas entrenan a un porcentaje mayor de 90% del VO2R.

        El tipo de población incorporada en el programa (enfermedades presentes) (véase Tabla 2-23).  Esto se determina del examen médico y cuestionario de salud.  Algunos ejemplos de afecciones que requieren ser consideradas al establecer la dosis de intensidad para el ejercicio son: problemas respiratorios (Ej: asmáticos), hipertensión, limitaciones ortopédicas y músculo-tendinosas, obesidad, edad avanzada y otras.

        Estilos de vida que afectan a la salud.  En orden de poder establecer un nivel dado de intensidad es vital considerar el estado de actividad física o ejercicio que actualmente practica la persona, sus hábitos alimenticios y los comportamientos de riesgo que afectan la salud del potencial participante.

        Condiciones psicológicas.  Los problemas de índole psicosocial afectan negativamente el bienestar de los individuos, de manera que se debe tomar en cuenta al prescribir la intensidad.  Estos disturbios incluyen el nivel de salud mental, emocional y social del individuo.  Se sugiere realizar diversas pruebas psicológicas, con el fin de evaluar su nivel de estrés actual y el tipo de personalidad que posee (Ej: tipo A o tipo B).

        Condiciones ambientales e instalaciones físicas bajo las cuales se llevará a cabo el programa de ejercicio.  Se sabe que los factores climáticos pueden alterar el ritmo cardiaco y otras variables fisiológicas. Estos entornos meteorológicas son la temperatura, humedad relativa, altitud, nivel de contaminación y otros.  Además, es necesario ajustar la intensidad del ejercicio según sea el lugar donde se habrá de entrenar. Por ejemplo, se debe considerar el tipo de o terreno suelo (madera suspendida, tartán, cemento, brea donde se llevará a cabo el ejercicio.

        Recursos/equipos necesarios.  Determinar la necesidad de ciertos equipos que requiere el ejercicio, tales como bicicleta, kayak, mancuerdas (dumbells) y otros.

        La dosis de la duración.  La intensidad y duración del ejercicio son elementos inversamente relacionados, es decir, entre mayor sea la intensidad del ejercicio, más corta será la duración de la sesión de ejercicio y viceversa.  Esto quiere decir que la selección de una baja intensidad debería ser acompañada de mayor duración en la sesión de ejercicio.  Individuos con una buena aptitud aeróbica podrían ejercitarse a mayores intensidades y reducir la duración del ejercicio.  Este tipo de dosis puede ser empleada en forma intermitente durante la sesión de ejercicio (entrenamiento discontinuo o en intervalos).

 

Tabla 5: Determinantes para el Nivel de Intensidad Utilizado
         
    DPoblacióne  
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         
         

           
        El nivel de intensidad prescrita puede ser determinado utilizando valores absolutos (Ej: vatios) o relativos (porcentaje de la capacidad funcional).  Cuando empleamos el porcentaje de la capacidad funcional, se puede tomar en consideración uno o más de los siguientes índices (véase Tabla 2-25):

1) Frecuencia cardiaca
2) Consumo de oxígeno (VO2)
3) METs
4) Percepción del esfuerzo (RPE) o escala de Borg

        Por ejemplo, para adultos saludables, es posible prescribir una intensidad relativa que fluctúe entre 60 y 80% de la FCresv (77-90% de la FCmáx).  Para asegurar que sea efectiva esta intensidad, se necesario prescribir la adecuada dosis para la frecuencia y duración del programa de ejercicio.  Se sugiere que aquellos individuos que practican ejercicios regulares entrenen a intensidades que fluctúen en el extremo superior del porcentaje (ASCM, 2006, p. 141), tal como de 70 a 85 % de la FCresv.  En cambio, para personas con baja capacidad funcional (Ej: con padecimientos cardíacos), la intensidad recomendada es entre 40 y 60% de su capacidad funcional.


        A continuación se describen las intensidades sugeridas para las poblaciones adultas que se encuentran saludables (ACSM, 2006, pp.141-146) debe fluctuar (véase Tabla
8):


1) De 40 a 85% de la frecuencia cardiaca de reserva (FCresv) o consumo de oxígeno de reserva (VO2R).  El VO2R representa la diferencia entre el consumo de oxígeno máximo (VO2Rmáx) y el consumo de oxígeno en reposo (VO2)


2) De 64 a 94% de la frecuencia cardiaca máxima (FCmáx)


3) 50-85% del Consumo de Oxígeno Máximo (VO2máx)
 

Tabla 8: Sistema de Clasificación para Trabajo Industrial
     

VARONES

 

MUJERES

     
 

Categoría de Trabajo

 

kcal/min/65 kg

 

METs

 

kcal/min/65 kg

 

METs

 

Actividades

 
 

Liviano

 

2.0 - 4.9

 

1.6 - 3.9

 

1.5 - 3.4

 

1.2  - 2.7

 

Caminar, leer un libro, guiar el automóvil, ir de compra, boliche, pescar, golf, navegación recreativa

 
 

Moderado

 

5.0 - 7.4

 

4.0 - 5.9

 

3.5 - 5.4

 

2.8 - 4.3

 

Ciclismo de placer, baile, voleibol, bádminton, calistenia

 
 

Fuerte

 

7.5 - 9.9

 

6.0 - 7.9

 

5.5 - 7.4

 

4.4 - 5.9

 

Patinaje sobre hielo, esquí en agua, tenis competitivo, alpinismo para novatos, trotar

 
 

Muy Pesado

 

10.0 - 12.4

 

8.0 - 9.9

 

7.5 - 9.4

 

6.0 - 7.5

 

Esgrima, "football de tocar", buceo SCUBA, baloncesto, natación (la mayoría de los estilos)

 
 

Excesivamente Fuerte

 

> 12.5

 

> 10.0

 

> 9.5

 

> 7.6

 

"Handball", "squash", esquí de campo traviesa, "paddleball", correr (paso rápido)

 
NOTA. De: Exercise in Health and Disease: Evaluation and Prescription for Prevention and Rehabilitation. 2da. ed.; (p. 104), por M. L. Pollock y J. H. Wilmore, 1990, Philadelphia: W. B. Saunders Company. Copyright 1990 por: W. B. Saunders Company.

           
        Para poblaciones especiales (obesos, individuos de edad avanzada) la intensidad recomendada debe fluctuar de 40 a 60% de la FCmáx-resv. Según la ACSM (2006, p. 141), aquellas poblaciones que sus pruebas cardiorrespiratorias reflejan un baja capacidad aeróbica (Ej. < 40 mL • kg-1 • min-1) se benefician de una baja intensidad (Ej., 30% VO2R).  Para participantes novatos de estas poblaciones (intensidad al comienzo del programa), se debe emplear el porcentaje más bajo, es decir, donde es posible hablar durante el ejercicio.  Como mencionamos anteriormente, es de suma importancia establecer una baja intensidad para aquellos clientes que posean ciertas limitaciones físicas (Ej: obesos, problemas ortopédicos), enfermedades degenerativas (Ej: diabetes sacarina) o son personas de edad avanzada (mayores de 65 años de edad).  En estos casos, la meta del programa de ejercicio deberá ser lograr una mejoría en el estado de salud del participante y un estilo de vida más activo.  Este enfoque evita posibles lesiones musculoesqueletales, la aparición de eventos cardiovasculares y mejora la adherencia al programa por parte de los participantes (Pollock et al, 1994).
 

 

 

 

Tabla 6: Clasificación de la Intensidad del Ejercicio Basado en 30 a 60 Minutos de Entrenamiento de Tolerancia
  INTENSIDAD RELATIVA          
  FCmáx   VO2máx o
FCmáx-Resv
  Escala de la
Percepción del
Esfuerzo
  Clasificación
de la
Intensidad
 

  < 35%   < 30%   < 10   Muy Liviano  

  35-59%   30-69%   10-11   Liviano  

  60-70%   50-74%   12-13   Moderado  

  80-89%   75-84%   14-16   Fuerte  

  ≥ 90%   ≥ 85%   ≥ 16   Muy Fuerte  
NOTA. De: Exercise in Health and Disease: Evaluation and Prescription for Prevention and Rehabilitation. 2da. ed.; (p. 105), por M. L. Pollock y J. H. Wilmore, 1990, Philadelphia: W. B. Saunders Company. Copyright 1990 por: W. B. Saunders Company.

           

 

 


        Determinación de la Intensidad mediante la Frecuencia Cardiaca (FC)

        Existen varias maneras para determinar la intensidad del ejercicio (véase Tablas 7 y 8).  Una de las más comunes y fáciles es utilizando la frecuencia cardiaca o pulso.  Una técnica sencilla, conocido como el Método de Cero a Pico (% FCmáx), consiste en calcular un porcentaje dado para la frecuencia cardiaca máxima (FCmáx) ajustada a la edad (ACSM, 2006, p. 144).  El primer paso a seguir es determinar la frecuencia cardiaca máxima.  En términos generales, la FCmáx a la que corresponde la intensidad más alta registrada durante una prueba ergométrica máxima de esfuerzo representa la frecuencia cardiaca máxima.  Este valor se puede determinar directamente por medio de una prueba ergométrica de tolerancia cardiorrespiratoria a niveles máximos, donde se monitorea la frecuencia cardiaca.  De no ser posible llevar a cabo esta prueba, la FCmáx se puede estimar restándole la edad del participante de 220 (220 - Edad).  Luego se multiplica el porcentaje de entrenamiento deseado (el cual puede fluctuar de 30 a 85% de la frecuencia cardiaca máxima ajustada a la edad) por la frecuencia cardiaca máxima.  La frecuencia cardiaca de entrenamiento (FCE) se puede verificar tomando el pulso en la arteria radial o la carótida.  Es muy importante enfatizar que cuando se verifique el pulso, mantenerse moviéndose para evitar un posible mareo o desmayo.

 

        La intensidad recomendada, según el nivel de ejercicio practicado y la clasificación de la aptitud aeróbica, se describe en la Tabla 7 (ACSM, 2010, p 166-167):
.
 

Tabla 7: Intensidad del Ejercicio Cardiorrespiratorio, según el Nivel de Ejercicio y la Clasificación Aeróbica
  Categoría   VO2R
(%)
  FCresv
(%)
  FCmáx
(%)
  Percepción del
Esfuerzo
 

  Sedentario
(Pobre)
  30 - 45%   30 - 45%   57 - 67%   Liviano a Moderado  

  Ejercicio Mínimo
(Pobre a Aceptable)
  40 - 55%   40 - 55%   64 - 74%   Liviano a Moderado  

  Ejercicio Esporádico
(Aceptable a Promedio)
  55 - 70%   55 - 70%   74 - 84%   Moderado
a 15, 16: Fuerte
 

  Ejercicio Regular
(Promedio a Bueno)
  65 - 80%   65 - 80%   80 - 91%   Moderado
a 15, 16: Fuerte
 

  Ejercicio Vigoroso
(Bueno a Excelente)
  70 - 85%   70 - 85%   84 - 94%   13, 14: Algo Fuerte
a 15, 16: Fuerte
 
NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 8va. ed.; (pp. 166-167), por American College of Sports Medicine, 2010, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2010 por: American College of Sports Medicine.

 

        La siguiente tabla resume los diferentes métodos que se pueden emplear para establecer la intensidad del participante:

 

Tabla 8: Métodos para Determinar la Intensidad del Ejercicio
  ÍNDICE   POSIBLES ZONAS DE ENTRENAR   FÓRMULA  

  %FCmáx-resv   30 - 85%   [(FCmáx - FCrep) (% Entrenar)] + FCrep  

  %FCmáx   64 - 94%   (FCmáx) (% Entrenar)  

  %VO2R   30 - 85%   [(VO2máx-VO2rep) (% Entrenar)] + VO2Crep  

  METS   30 - 85%   (METmáx) (% Entrenar)  

  Escala de Percepción
del Esfuerzo (RPE) o
Borg Scale
  10 (Muy Liviano)
a
17 (Muy Fuerte)
  Ver Escala  
NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 8va. ed.; (pp. 166-167), por American College of Sports Medicine, 2010, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2010 por: American College of Sports Medicine.

           

 

Tabla 9: Intensidades del Ejercicio Equivalentes para los Métodos %FCresv, %VO2R, %FC máx, y RPE
  %FCresv   %VO2R   %FCmáx   RPE  

  30%   30%   57%   11  

  40%   40%   64%   12  

  50%   50%   70%   13  

  60%   60%   77%   14  

  70%   70%   84%   15  

  80%   80%   91%   16  

  85%   85%   94%   17  
NOTA. Adaptado de: Exercise Prescription: A Case Study Approach to the ACSM Guidelines. (p. 18), por D. P. Swain y B. C. Leutholltz, 2007, Champaign, IL: Human Kinetics Publishers, Inc.. Copyright 2007 por David P. Swain y Briean C. Leutholtz.

           

 

 

 


A continuación ilustramos un ejemplo:

Problema:

Determinar la frecuencia cardiaca de entrenamiento (FCE).  Utiliza el método donde se multiplica el porcentaje de entrenamiento deseado directamente por la frecuencia cardiaca máxima.

Dado:

Edad = 20 años

Porcentaje de Entrenamiento Deseado = 60%

Conocido:

Frecuencia Cardiaca Máxima (FCmáx) = 220 – Edad

Frecuencia Cardiaca de Entrenamiento (FCE) = FCmáx X % Entrenamiento

Solución:

FCmáx = 220 – 20

             = 200 latidos • min-1

Intensidad Prescrita para el Ejercicio o Frecuencia Cardiaca de Entrenamiento (FCE)

             = 60 X 200

             = 120 latidos • min-1

        Existe otro método más preciso, conocido como el método de Karvonen (ACSM, 2006, pp. 144-146), que toma en consideración la frecuencia cardiaca en reposo (FCrep). Para su cálculo se utilizará la siguiente fórmula:

FCE = [(FCmáx - FCrep) (40 a 85%)] + FCrep

        Empleando los mismos datos del ejemplo anterior, la frecuencia cardiaca de entrenamiento se puede estimar de la siguiente manera:

Problema:

Determinar la frecuencia cardiaca de entrenamiento (FCE).  Utiliza el método de Karvonen.

Dado:

Edad = 20 años

FCrep = 70 latidos • min-1

Porcentaje de Entrenamiento Deseado : 60%

Conocido:

Frecuencia Cardiaca Máxima (FCmáx) = 220 – Edad

Fórmula de Karvonen = FCE = [(FCmáx - FCrep) (40 a 85%)] + FCrep

Solución:

FCmáx = 220 – 20

             = 200 latidos • min-1

     FCE = [(200 - 70) (.60)] + 70

             =  [(130) (.60)] + 70

             = 78 + 70

             = 148 latidos • min-1

        Por lo tanto, el individuo tiene que estar entrenando a 148 latidos por minuto como mínimo.  Ahora bien, le podemos calcular una frecuencia cardiaca de entrenamiento máxima (zona superior), si en vez de 60% tomamos 65%, lo cual nos daría 155 latidos • min-1.  Para poder averiguar si se está entrenando dentro de la zona prescrita, se requiere tomar el pulso inmediatamente después de haber terminado la sesión de entrenamiento.  Para éste propósito, se recomienda emplear un reloj con segundero o cronómetro.  El procedimiento verificar la FCE consiste en primero colocar el antebrazo con la palma hacia arriba; luego, buscar con los dedos índice, corazón y anular de la mano contraria el pulso radial.  Éste se encuentra localizado en la muñeca, bajo la base del dedo pulgar.  También puedes buscar el pulso en el cuello (pulso carótído): sitúa los mismos dedos a un lado de la nuez; cuenta el número de latidos que palpes durante 6 segundos, y luego le añades un cero ("0") para poder adquirir el pulso por minuto.  Es importante que para comprobar el pulso, el participante no se detenga abruptamente luego del ejercicio; éste deberá seguir moviendo los pies y simultáneamente tomar el pulso durante 6 segundos, con fin de no dejar que el pulso descienda demasiado.  Finalmente, multiplica el valor obtenido por 10, o añade un cero, de modo que se convierta en latidos por minuto.  También, la palpación del pulso se puede realizar durante 10 ó 15 segundos.  En estos casos, multiplique por seis (6) y cuatro (4), respectivamente.
Para determinar la intensidad de un ejercicio utilizando la frecuencia cardiaca siga los pasos delineados en la Tabla
10.
 

Tabla 10: Determinación de la Intensidad del Ejercicio Mediante la Frecuencia Cardiaca (Pulso)
 

PROCEDIMIENTO - Lleve a cabo los siguientes pasos:

 
  Paso # 1: Calcula la frecuencia cardiaca máxima (FCmáx)  
    FCmáx = 220 - Edad  
  Paso # 2: Determina tu frecuencia cardiaca en reposo (FCrep):  
    Palpa tu pulso durante un minuto (latidos por minuto)  
  Paso # 3: Calcula tu frecuencia cardiaca de reserva (FCresv):  
    FCresv = FCmáx - FCrep  
  Paso # 4: Determina tu por ciento de entrenamiento deseado:  
    40%, 50%, 55%, 60%, 56%, 70%, 75%, 80%, 85%, 90%  
  Paso # 5: Multiplica el resultado del paso # 3 por el por ciento de entrenamiento seleccionado en el paso # 4:  
    Ejemplo: (.40) (FCmáx - FCrep)  
  Paso # 6: Sume el valor resultante obtenido en el paso # 5 a la frecuencia cardiaca de reposo (FCrep):  
  RESUMEN: FCE = [(.40) (FCmáx - FCrep) + FCrep]  
  RESULTADOS - Llene los blancos según el procedimiento descrito arriba:  
  FCrep ___________ latidos • min-1  
  FCmáx (220 - Edad) __________ latidos • min-1  
  FCresv (FCmáx - FCrep) ___________ latidos • min-1  
  % Deseado en Entrenamiento (Circula dos - Límite Inferior y Límite Superior):  
  (% x FCresv)  .40  .45  .50  .55  .60  .65  .70  .75  .80  .85  .90  X  ___  =  ___ latidos • min-1 + FCrep  
  (% x FCresv)  .45  .50  .55  .60  .65  .70  .75  .80  .85  .90  .95  X  ___  =  ___ latidos • min-1 + FCrep  
  FCE: ______ = latidos • min-1 (límite o zona inferior)  
  FCE: ______ = latidos • min-1 (límite o zona superior)  
NOTA. Adaptado de: El Ser Humano y la Salud. 7ma. ed.; (p. 276), por E. Lopategui, 1997, Puerto Rico: Publicaciones Puertorriqueñas, Inc. Copyright 1997 por: Publicaciones Puertorriqueñas, Inc.

           
        Determinación de la intensidad mediante el MET


        El MET representa los múltiplos de la tasa metabólica en reposo (3.5 ml • kg-1 • min-1).  Para poder prescribir la intensidad utilizando los METs, se debe primero determinar la capacidad funcional del cliente mediante una prueba ergométrica progresiva de ejercicio.  Utilizando los resultados de la prueba (el VO2máx) se determinarán los valores de las intensidades mínima, promedio y máximas (véase Tabla
11).


 

Tabla 11: Criterios para Determinar las Zonas para el Porcentaje de la Intensidad* Prescrita para Diversos Niveles de Aptitud Cardiorrespiratoria
  Zonas Prescritas   Baja (%)   Promedio (%)   Alto (%)  

  FC Mínima   40   60   70  

  FCE   60   75   80  

  FC Máxima   75   85   90  
*Porcentaje de la FCmáx-resv
NOTA. Adaptado de: Physiology of Exercise for Physical Education, Athletics and Execise Science. 5ta. ed.; (p. 303), por H. A. deVries y T. J. Housh, 1994, Dubuque, IA: WCB Brown & Benchmark Publishers. Copyright 1994 por Wm. C. Brown Communications.

           

 

 

 

 

 

 

 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

METs

 
 

Liviano

 

2.0 - 4.9

 

1.6 - 3.9

 

1.5 - 3.4

 

1.2  - 2.7

 
 

Moderado

 

5.0 - 7.4

 

4.0 - 5.9

 

3.5 - 5.4

 

2.8 - 4.3

 
 

Fuerte

 

7.5 - 9.9

 

6.0 - 7.9

 

5.5 - 7.4

 

4.4 - 5.9

 
 
NOTA. De: Exercise in Health and Disease: Evaluation and Prescription for Prevention and Rehabilitation. 2da. ed.; (p. 104), por M. L. Pollock y J. H. Wilmore, 1990, Philadelphia: W. B. Saunders Company. Copyright 1990 por: W. B. Saunders Company.

           
       

        Un modelo de lo arriba se describe a continuación.  Si el individuo obtuvo un VOVO2máx de 35 ml • kg-1 • min-1, la capacidad funcional de éste sería 10 METs (35 ml • kg-1 • min-1 ÷ 3.5 ml • kg-1 • min-1 = 10).  Podremos ahora calcular las zonas de entrenamiento (intensidades de entrenamiento mínimas, promedio y máximas) utilizando el resultado de esta prueba expresado en METs (10 METs); En otras palabras, se determinará el MET de entrenamiento (METE) mínimo (METEmin), promedio (METEprom) y máximo (METEmáx).  La intensidad mínima de entrenamiento sería el 40% de 10 METs, lo cual resulta ser 4 METs (METEmin = 10 METs X 0.40 = 4 METs); la intensidad promedio fluctúa entre 60% a 70% de 10 METS, o sea 6 ó 7 METs (METEprom =10 METs X 0.70 = 7 METs; METEprom = 10 METs X 0.80 = 8 METs); la intensidad máxima es el 85% de 10 METs, esto, es, 8.5 METs (METEmáx = 10 METs X 0.85 = 8.5 METs).  Por consiguiente, puesto que la intensidad promedio prescrita para este individuo es de 6 a 7 METs, se deben incorporar actividades físicas/ejercicio que fluctúen dentro de estos valores (Hanson, Giese & Corliss, 1980; Heyward, 1991).  Diversas actividades se han clasificado a base de su costo energético relativo (METs).  Dependiendo de la intensidad prescrita (comúnmente entre 40 a 85% del MET máximo [METmáx]), se escogen las actividades físicas que prefiere el participante.
Por ejemplo, la Tabla 2-30 presenta una gama de ejercicios/deportes que pueden ser utilizadas como los tipos de ejercicios seleccionados, que correspondan a su nivel de intensidad relativa prescrita (% del METmáx). La intensidad del ejercicio expresado en METs para caminar, trotar, correr, ciclismo y subir un escalón se encuentra directamente relacionado con la velocidad del movimiento, la resistencia o carga levantada. Para estas actividades, la ACSM (2006, pp 286-299) ha diseñado unas ecuaciones para calcular la velocidad o cargas de trabajo que corresponden a una intensidad específica expresada en METs. Por ejemplo, para estimar cuan rápido una mujer debe trotar sobre un terreno horizontal a una intensidad de 8 METS, sigue los siguientes pasos:

Problema:

A una intensidad de 8 METS, ¿Cuál es la velocidad que debe trotar la persona, en un suelo horizontal?

Dado:

Intensidad del Ejercicio = 8 METs


Conocido:

1 MET = 3.5 O2 ml•kg-1•min-1

ml•kg-1•min-1 = Velocidad (m•min-1) X 0.2 ml•kg-1•min-1 + 3.5 ml•kg-1•min-1
m•min-1

1 mph = 2.8 m•min-1

Paso = 60 min•hr-1
x mph


Solución:

1) Convierta el valor de METs en ml•kg-1•min-1:

VO2 = 8 METs X 3.5 ml•kg-1•min-1
1 MET

VO2 = 8 X 3.5 ml•kg-1•min-1

VO2 = 28 ml•kg-1•min-1

2) Substituya los valores conocidos dentro de la ecuación de correr (de la ACSM) y resuelve por velocidad:

28 ml•kg-1•min-1 - 3.5 ml•kg-1•min-1 = Velocidad X 0.2 ml•kg-1•min-1

24.5 ml•kg-1•min-1 = Velocidad (m•min-1) X 0.2

122.5 m•min-1 = Velocidad
3) Convierta velocidad en metros por minuto a millas por hora:

mph = 122.5 m•min-1 X 1 mph
1 26.8 m•min-1

mph = 122.5 mph
26.8

mph = 4.57 mph

4) Convierta millas por hora en minutos por milla del paso:

Del problema anterior, velocidad = 4.57 mph (milla•hr-1)

Paso = 60 min•hr-1
4.57 milla•hr-1

Paso = 13.1 min•milla-1

Tabla 2A-30: Algunas Actividades Físicas Recreativas (Deportes, Ejercicios, Clases, Juegos y Bailes) con su Respectivo Valor/Costo Energético Expresado en METs
ACTIVIDAD RECREATIVA Promedio Alcance

Arquería 3.9 3-4
Montar una Mochila en la Espalda - 5-11
“Badminton” 5.8 4-9+
Baloncesto:
Juego Competitivo 8.3 7-12+
Sin Juego - 3-9
Billar 2.5
Boliche - 2-4

Tabla 2B-30: Algunas Actividades Físicas Recreativas (Deportes, Ejercicios, Clases, Juegos y Bailes) con su Respectivo Valor/Costo Energético Expresado en METs
ACTIVIDAD RECREATIVA Promedio Alcance

Boxeo:
En el Cuadrilátero 13.3 -
Sin estar Confinado a un Lugar 8.3 -
Canoaje, Remo, Kayak - 3-8
Ejercicios de Acondicionamiento - 3-8+
Escalando Montes 7.2 5-10+
"Cricket" 5.2 4.6-7.4
"Croquet" 3.5 -
Ciclismo:
de Placer o para Trabajar - 3-8+
10 mph 7.0 -
Baile (Social, "Square", "Tap") - 3.7-7.4
Baile (Aeróbico) - 6-9
Esgrima - 6-10+
"Hockey" sobre Césped 8.0 -
Pescar:
desde un Banco 3.7 2-4
Moviéndose en una Corriente - 5-6
"Football" (Tocar) 7.9 6-10
Golf:
Utilizando el Carrito de Transporte - 2-3
Caminando (Cargando la Bolsa o Halando un Carro) 5.1 4-7
"Handball" - 8-12+
Caminata ("Hiking") (Campo Traviesa) - 3-7
Montando Caballo:
Galopando 8.2 -
Trotando 6.6 -
Caminando 6.4 -
Tirando en el Juego de Herradura - 2-3
Cazando (Arco o Rifle):
Juego Pequeño (Caminando, Cargando una Resistencia
Liviana) - 3-7
Juego Grande (Arrastrando una Presa/Armazón,
Caminando) - 3-14
Judo 13.5 -
Alpinismo (Escalando Montañas) - 5-10+
Tocando Música - 2-3
"Paddleball”, "Racquetball” 9 8-12

NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 6ta. ed.; (pp. 152-153), por American College of Sports Medicine, 2000, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2000 por la American College of Sports Medicine.

Tabla 2C-30: Algunas Actividades Físicas Recreativas (Deportes, Ejercicios, Clases, Juegos y Bailes) Con su Respectivo Valor/Costo Energético Expresado en METs
ACTIVIDAD RECREATIVA Promedio Alcance

Brincar Cuica (la Cuerda): 11 -
60-80 Brincos/min 9 -
120-140 brincos/min - 11-12
Correr:
12 min por milla 8.7 -
11 min por milla 9.4 -
10 min por milla 10.2 -
9 min por milla 11.2 -
8 min por milla 12.5 -
7 min por milla 14.1 -
6 min por milla 16.3 -
Navegar - 2-5
Buceo SCUBA - 5-10
"Shuffleboard" - 2-3
Patinar, Hielo o Ruedas - 5-8
Esquiar, Nieve:
Cuesta Abajo - 5-8
Campo Traviesa - 6-12+
Esquiar, Agua - 5-7
Trineo "Tobogganing" - 4-8
Caminando sobre la Nieve con Zapato de Raqueta 9.9 7-14
"Squash" - 8-12+
Balompie - 5-12+
Subir Escaleras - 4-8
Natación - 4-8+
Tenis de Mesa 4.1 3-5
Tenis 6.5 4-9+
Voleibol - 3-6

NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 6ta ed.; (pp. 152-153), por American College of Sports Medicine, 2000, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2000 por la American College of Sports Medicine.

Relación entre los porcentajes del VO2máx, FCmáx-resv y FCmáx (véase Tabla 2-31)

El método de Cero a Pico para estimar la FCE es poco confiable cuando se emplean prescripciones con bajas intensidades (ACSM, 2006, p. 144). Dado un mismo nivel de trabajo/ejercicio, el cálculo de la frecuencia cardiaca de entrenamiento (FCE) utilizando el porcentaje de la FCmáx-resv (Karvonen) es aproximadamente de 10% a 15% más bajo al compararse cuando se estima utilizando el porcentaje de la FCmáx (Howley & Franks, 1997).
Determinación de la intensidad utilizando la percepción del esfuerzo (RPE) o escala de Borg)

La percepción del esfuerzo es una descripción o escala de clasificación del esfuerzo producido durante el ejercicio. Esta escala involucra señales integradoras de los músculos y articulaciones periféricas activas durante el ejercicio (Birk & Birk, 1987). La escala de la percepción del esfuerzo (RPE) que diseño originalmente Borg enfocaba la asociación de la respuesta a la percepción del esfuerzo y la frecuencia cardiaca como un índice del nivel de esfuerzo/intensidad del ejercicio (Borg, 1970, citado en Birk & Birk, 1987).
La RPE comúnmente utilizada es aquella con una escala numérica que fluctúa de 6 a 20, con una descripción verbal (véase Tabla 2-20). La literatura indica que la RPE es un indicador confiable del nivel de esfuerzo físico durante un ejercicio submáximo en estado estable (ACSM, 2006, pp. 77). La literatura científica evidencia que la RPE, independientemente o en una combinación con la frecuencia del pulso, puede ser efectivamente utilizada para prescribir la intensidad del ejercicio (Birk & Birk, 1987). Una percepción del esfuerzo de 12 a 15 puede ser más efectiva que la frecuencia cardiaca en cuanto a la estimación del porcentaje del VO2máx necesaria para producir un efecto en el entrenamiento (Birk & Birk, 1987). Más aun, existe evidencia indicando que la RPE de 12 a 15 puede ser prescrita para ejercicios que requieran la activación de grupos musculares pequeños (Birk & Birk, 1987). Además, la información recogida del RPE durante una prueba ergométrica de esfuerzo progresiva puede ser utilizada para cuantificar la intensidad del ejercicio prescrito a base de esta escala de percepción.
Un RPE de 12 a 13 corresponde cerca del 60% de la frecuencia cardiaca máxima de reserva. Aproximadamente, 85% de la frecuencia cardiaca máxima de reserva equivale a un 16 en la escala de Borg. Otros autores (Burke & Humphreys, 1982, citado en Birk & Birk, 1987 p. 7), han determinado equivalencias adicionales con el porcentaje de la FCmáx. Por ejemplo, el valor de 11 en la escala de Borg corresponde a 70% de la FCmáx; 12 a 14 equivale de 70 a 85% de la FCmáx y el valor de 15 corresponde a 85-90% de la FCmáx.
Las respuestas de la RPE registradas durante una prueba ergométrica progresiva de esfuerzo puede ser empeada para especificar un nivel dado de RPE para la fase inicial del acondicionamiento (ACSM, 2006, p. 146).
En la etapa de mantenimiento (obesos, edad avanzada) se recomienda un RPE equivalente al 60% de la frecuencia cardiaca máxima de reserva, es decir, de 12 a 13 (Algo Fuerte) (Pollock et al, 1994). Este nivel es apropiado para el mantenimiento de la aptitud aeróbica, composición corporal y tolerancia muscular.









Tabla 2-31: Relación entre %FCmáx, %FCmáx-resv y %VO2máx
VO2máx %FCmáx-resv %FCmáx

50 50 66

55 55 70

60 60 74

65 65 77

70 70 81

80 80 88

85 85 92

90 90 96

NOTA. De: Health Fitness Instructor's Handbook. 3ra. ed.; (p. 276), por E. T. Howley y B. D. Franks, 1997, Champaign, Illinois: Human Kinetics. Copyright 1997 por E. T. Howley y B. D. Franks.

Tabla 2-32: Escala de la Percepción del Esfuerzo (RPE) o Escala de Borg
PERCEPCIÓN
DEL
ESFUERZO FRECUENCIA CARDIACA APROXIMADA
(latidos•min-1)

6 60

7 MUY, MUY LIVIANO 70

8 80

9 MUY LIVIANO 90

10 100

11 BASTANTE LIVIANO 110

12 120

13 ALGO FUERTE 130

14 140

15 FUERTE 150

16 160

17 MUY FUERTE 170

18 189

19 MUY, MUY FUERTE 190

20 200

NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 7ma. ed.; (p. 77), por American College of Sports Medicine, 2006, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2006 por la American College of Sports Medicine.

Tabla 2-33: Calorías Gastadas Durante el Ejercicio
CANTIDAD DE
CALORÍAS GASTADAS TIPO DE EJERCICIO

100 Caminar 1 Milla

150-200 40 Minutos de Baile Aeróbico

180-250 Nadar por ½ Hora

210 Correr Bicicleta a 10 mph por ½ Hora

NOTA. Adaptado de: "Exercise: An Alternative to Fad Diets for Adolescent Girls", por S. L. Hoer, 1984, The Physician and Sportsmedicine, 12(2), pp. 76-83.

Duración

La duración del ejercicio depende de la intensidad en que se efectúe el ejercicio. Por lo tanto, entre menor sea la intensidad de la actividad física, mayor deberá ser su duración. La duración de un ejercicio de naturaleza aeróbica, continua o intermitente, debe fluctuar entre 20 a 60 minutos (ACSM, 2006, pp. 146-147), con un gasto energético mínimo de 300 kilocalorías (kcal) por sesión de ejercicio. Por lo regular, se recomienda que el ejercicio sea uno de mayor duración pero de poca o moderada intensidad; esto se conoce como un ejercicio de tipo aeróbico.

Primeras semanas de acondicionamiento (para individuos sedentarios asintomáticos y sintomáticos)

Según la ACSM (2006, p.149), se recomienda una duración moderada, es decir, de 15 a 30 minutos en combinación con una moderada intensidad (40 a 60% de la FCresv). También, existe la opción de incluir intervalos de ejercicio distribuidos a través de todo el día, que posean aproximadamente 10 minutos de duración.

Para individuos con una aptitud física adecuada

Para estos grupos, la duración recomendada es de 20 a 60 minutos. Entre tanto, la intensidad sugerida es de 70-85% de la FCresv. Esta dosis no es recomendada para la mayoría de los participantes que ingresan a un programa de ejercicio. Es preferido intensidades más bajas con duraciones prolongadas.

Determinantes para modificar la duración e intensidad del ejercicio

La duración e intensidad fijada en la prescripción dependerá del estado de salud, las metas (Ej: bajar de peso) y la respuesta hacia ejercicios o actividades específicas.



Progresión de la duración

En la etapa inicial del programa de acondicionamiento, se recomienda aumentar de 15 a 30 minutos, siempre y cuando no hayan presentes complicaciones médicas y las respuestas al ejercicio sean normales.

Tabla 2-34: Duración de la Sesión del Estímulo Aeróbico para Adultos Saludables

• General/Total:

20 - 60 minutos:

• Tipo de Ejercicio:

20 - 30 minutos


Frecuencia

La frecuencia o las veces por semana en que se va a realizar el ejercicio, puede fluctuar de 3 a 5 veces por semana. Esto dependerá del nivel inicial de la aptitud física del individuo. Se recomienda que el gasto energético por semana sea alrededor de 1000 kcal. Para poblaciones que posean capacidades funcionales superiores a los 5 METs, se sugiere que el programa de ejercicio se realice como mínimo 3 veces por semana, en días alternos. No obstante, las adaptaciones óptimas al ejercicio se observan cuando estos participantes se ejercitan a intensidades moderadas, 7 veces por semana (ACSM, 2006, p. 147).
Para aquellos programas empleando ejercicios que transporta/soportan el peso corporal, se recomienda que sus primeras semanas alternen un día de ejercicio con un día de reposo. Otra posible combinación sería entrenar 5 ó más días a la semana, alternando los días de actividades físicas que soportan el cuerpo con aquellas que no soportan el peso del cuerpo.
Según la Aerobics and Fitness Association of America (AFAA), se sugieren 3 clases por día o 12 clases por semana. Es vital tener mucho cuidado cuando se incrementa la frecuencia sobre los 3 días a la semana. Investigaciones científicas han encontrado que el riesgo de lesiones incrementa cuando se aumenta de 3 a más de 4 sesiones de baile aeróbico por semana (Lorna, Francis & Welshons-Smith, 1985). Los participantes de los programas de baile aeróbico entrenando de 3 a 4 veces por semana, no deben de ejercitarse en otras actividades de impacto.

Tipo de Ejercicio

El tipo de ejercicio que se ejecutará dependerá del interés o componente de la aptitud física que desee desarrollar el individuo, el tiempo que tenga disponible y el equipo e instalaciones físicas que se disponen. Al planificar el modo de ejercitarse, se recomiendan aquellas actividades que ayuden a desarrollar la capacidad o tolerancia cardiorrespiratoria (aeróbica), ya que un nivel bajo de aptitud aeróbica aumenta los riesgos de sufrir de una enfermedad coronaria.
Al seccionar el tipo de ejercicio para los participantes, es importante primero indagar los intereses de éstos. Por ejemplo, es necesario conocer los tipos de actividades de predilección, la disposición de usar traje de baño, de participar en una sesión/clase y la preferencia para los lugares que se habrán de ejercitar (Ej: hogar, gimnasio). Si los participantes optan por trabajar su rutina de ejercicio en un gimnasio, se debe determinar los recursos y características de las instalaciones físicas de éste.

Ejercicios aeróbicos o de tolerancia cardiorrespiratoria

El tipo de ejercicio aeróbico seleccionado debe poseer ciertos atributos particulares, de manera que se pueda asegurar el éxito concerniente a la implementación del programa de ejercicio prescrito (véase Tabla 2-35). El Colegio Americano de Medicina Deportiva (ACSM, 2006, p. 139) recomienda que el programa de ejercicio dirigido a desarrollar la tolerancia cardiorrespiratoria requiere incorporar actividades físicas que utilicen grupos musculares grandes, de forma rítmica, durante períodos continuos y prolongados, y que sean de naturaleza aeróbica. Por consiguiente, es imperante que los ejercicios cardiorrespiratorios activen grupos musculares mayores y que se ejecuten de modo dinámico y constante. Se debe, pues, minimizar la utilización de grupos musculares pequeños y la contracción muscular isométrica. Ejemplos de algunos de ellos son, a saber: caminar, trotar (jogging), correr, nadar, correr bicicleta, patinar (sobre ruedas o sobre hielo), remar, brincar cuica (la cuerda), baile (aeróbico, disco y ballet), esquí nórdico o de campo traviesa y deportes que involucren correr. Algunos de estos tipos estos ejercicios se pueden realizar en interiores (bajo techo). Por ejemplo, el equipo comercial "Nordic Track" es un equivalente del esquí nórdico. Subir y bajar escaleras o un banco puede ser considerado como una actividad aeróbica. Sin embargo, éste puede ser algo extenuante, dependiendo de la altura del banco/escalón y condición física de la persona. Algunos ejemplo de aquellos deportes que integran la destreza de correr son: baloncesto, tenis, balompié, y otros. Se pueden clasificar las actividades de tolerancia cardiorrespiratoria en tres grupos diferentes (ACSM, 2006, p. 140):

Grupo #1:

• Característica: Mantienen una intensidad constante
• Ejemplos: Caminar, trotar y ciclismo

Grupo #2:

• Características: 1) mantienen una intensidad constante 2) dependen de la técnica/destreza
• Ejemplos: Natación, esquí de campo traviesa

Grupo #3:

• Característica: Varían mucho en intensidades
• Ejemplos: Baile, baloncesto, "raquetball"
Ejercicios que transportan la masa corporal:

• Ventaja: Estos proveen un mayor gasto energético
• Ejemplos:
o Caminar. Representa la mejor manera para comenzar efectivamente un programa de ejercicio, particularmente para ciertas poblaciones (Ej: obesos, personas de edad avanzada). El ejercicio de caminar o marcha evita problemas músculo esquelétales asociados con el correr, así como los peligros con el tráfico.
o Baile, con o sin compañeros: El baile puede ser aeróbico o pasos sencillos de música.

Actividades que soportan la masa corporal:

• Ventaja: Se previenen problemas de naturaleza musculoesqueletal, particularmente en individuos con pobre tonicidad muscular.
• Ejemplos:
o Correr bicicleta (en la calle o estacionaria): Bicicleta estacionaria en posición supina (boca arriba). Esta posición de correr bicicleta estacionaria es más cómoda para la población obesa.
o Ejercicios en el agua: Sus ventaja incluyen: 1) reducen las lesiones en las articulaciones 2) involucran los principales grupos musculares 3) permite progresar rápidamente y de forma segura. Algunos ejemplos de ejercicios en el agua son la natación y otros ejercicios adaptados en el agua (Ej: aeróbico, calistenia, caminando en agua a nivel de la cintura, ciclismo en agua). En la natación, el peso corporal es sostenido por la fuerza boyante del agua.

Tabla 2-35: Características que debe Poseer el Tipo de Ejercicio Dirigido a Desarrollar la Tolerancia Cardiorrespiratoria

• Involucra una gran Proporción de la Masa Musculoesqueletal Total.
• Activa al Máximo Grupos Musculares Grandes.
• Utiliza muy poco los Músculos Esqueletales Pequeños.
• Utiliza al Máximo las Contracciones Musculoesqueletales Dinámicas/Isotónicas.
• Utiliza muy poco las Contracciones Músculoesquelales Estáticas/Isométricas.
• Son de Naturaleza Rítmica, Permitiendo Fases alternadas de Relajación y Contracción.
• Utilizan muy poco el Trabajo del Corazón por unidad del Efecto del Entrenamiento.
• Pueden ser Cuantificables a Base de su Intensidad.
NOTA. Adaptado de: Physiology of Exercise for Physical Education, Athletics and Exercise Science. 5ta. ed.; (p. 294), por H. A. deVries y T. J. Housh, 1994, Dubuque, IA: WCB Brown & Benchmark Publishers. Copyright 1994 por Wm. C. Brown Communications.


Tabla 2-36: Algunos Ejercicios Aeróbicos Continuos

• Ejercicios que Transportan el Peso Corporal::

o Correr, Trotar
o Caminar
o Subir /bajar un Escalón o Escaleras
o Esquí de Campo Traviesa

• Ejercicios que Apoyan el Peso Corporal:

o Ciclismo:

 En la Carretera o Velódromo
 Bicicleta Estacionaria

o Ejercicios en Agua:

 Natación

 Ejercicios Adaptados en Agua:

- Pateo con Flotadores
- Juegos Sencillos
- Bicicleta en Agua
- Trotar o Caminar en el Agua
- Trotar en Agua Profunda con un Salvavidas
- Calistenia
- Baile Aeróbico Acuático (Acuaeróbicos)

 Banda sinfín acuática


Tabla 2-37: Ventajas de Caminar

• Evita Problemas Músculoesqueletales Comunes con el Correr.


• Previene los Peligros con el Tráfico de Automóviles en el Ciclismo.

• Evade las Inconveniencias de Tratar de Conseguir una Piscina.

• No Requiere una Destreza de Alto Nivel.

• Puede Llevarse a Cabo en casi cualquier Lugar y en Cualquier Momento.

• Puede Producir un Adaptación al Entrenamiento.

NOTA. De: "Obesity", por E. R. Burskirk, En J. Skinner (Ed.), (p. 164),1987, Exercise Testing and Exercise Prescription Special Cases: Theoretical and Clinical Applications. Philadelphia: Lea & Febiger.





Tabla 2-38: Actividades Comunes de Alto y Bajo Impacto para el Entrenamiento de la Tolerancia Aeróbica
ALTO IMPACTO BAJO IMPACTO

Trotar/Correr Caminar

Baloncesto/Voleibol Ciclismo / Correr Bicicleta

Saltar / trotar Natación/Actividades Acuáticas

Brincar Cuica (la Cuerda) Remar

Baile Aeróbico (Alto Impacto) Subir Escalón/Banco o Escaleras (sin Brincar)

Baile Aeróbico (Bajo Impacto)

Aeróbicos de Banco

Esquí Campo Traviesa

NOTA. De: "Exercise Training and Prescription for the Eldery" por Pollock, et al, 1994, Southern Medical Journal, 87(5), pp. 588-595.

Ejercicios de flexibilidad, de relajamiento y calisténicos

Los ejercicios de flexibilidad ayudan a mejorar la extensión del movimiento en las coyunturas. Éstos, se deben realizar de forma lenta, gradual, sintiendo tensión pero no dolor y sostener la posición final de estiramiento por varios segundos (10 - 20 seg.). Es importante respirar rítmicamente (nunca aguantar la respiración) y mantener una relajación mental. Comúnmente, los ejercicios calisténicos se emplean durante la fase de calentamiento de una sesión de ejercicio.

Ejercicios para desarrollar fortaleza y tolerancia muscular (véase Tabla 2-40)

Los ejercicios con resistencias o pesas son parte esencial de una prescripción de ejercicio, particularmente para aquella población con pobre tonificación muscular o con niveles considerable de sarcopenia (pérdida del tejido muscular). Por lo tanto, los ejercicios con resistencias preparan los músculos para que los participantes puedan comenzar, sin fatiga excesiva, sus actividades de tipo aeróbicas. Los programas con pesas ofrecen las siguientes ventajas:

• Pueden proveer ganancias en peso magro y pérdida de grasa.
• Preparan físicamente al participante para poder tolerar los ejercicios aeróbicos que transportan (soportan) la masa corporal.
• Se previene el estado de sarcopenia que resulta de la edad y su reducción concomitante en la tasa metabólica basal. Como consecuencia, también se evita que esta pérdida de tejido contráctil y baja tasa metabólica resulte en un aumento del tejido adiposo.
En todo programa que involucre el uso de resistencias, hay que seguir medidas de precaución/seguridad particulares. Es imperativo tener un cuidado extremo al realizar estos ejercicios, ya que pueden subir peligrosamente la presión arterial si se ejecutan incorrectamente. Para evitar esto, se recomienda que se exhale cuando se efectúe la fuerza y se inhale en la fase de relajación. Por regla general, para desarrollar fortaleza muscular se requiere utilizar mucho peso con poca resistencia. En cambio, para promover la tolerancia muscular, se necesita utilizar poco peso con altas repeticiones.

Tabla 2-39: Recomendaciones a seguir cuando se Prescriba el Tipo de Ejercicio Para Adolescentes Obesos

• Los Ejercicios Aeróbicos deben ser Divertidos y de Intensidad Apropiada.

• Se Deben Enfocar en Aquellas Actividades que Puedan ser Fácilmente Practicadas a través de toda la vida.

• Requieren ser Fácilmente Incorporadas en el Diario Vivir.

• Deben ser Variadas para evitar el Aburrimiento.

NOTA. De: "Exercise: An Alternative to Fad Diets for Adolescent Girls", por S. L. Hoer, 1984, The Physician and Sportsmedicine, 12(2), pp. 76-83.

Tabla 2-40: La Prescripción de Ejercicio: Entrenamiento con Pesas
COMPONENTE DOSIS

Tipo/Modo de
Ejercicio Ejercicios que Acondicionan los Grupos Musculares Principales

Intensidad MODERADA: El Nivel de Intensidad Necesario para poder Desarrollar y Mantener la Masa del Tejido Magro

Duración El Tiempo Requerido para Poder Hacer 1 Serie de 8 a 12 Repeticiones Compuestas de 8-10 Ejercicios cada una

Frecuencia Como Mínimo 2 Días a la Semana

NOTA. De: "The Recommended Quantity and Quality of Exercise for Developping and Maintaining Cardiorespiratory and Muscular Fitness in Healthy Adults", por ACSM, 1990, Medicine and Science in Sports and Exercise, 22(2), pp. 265-274.

ProgresiónError! Bookmark not defined.

La progresión significa el ajustar el trabajo total por sesión (aumentar en intensidad, duración o una combinación de ambas) como resultado del efecto del acondicionamiento. La progresión del programa de entrenamiento dependerá del nivel inicial de la aptitud física de la persona, su estado de salud, edad, necesidades y metas. Durante el entrenamiento, en donde el cuerpo se adapta al ejercicio, la frecuencia
cardiaca durante el ejercicio a una intensidad dada habrá de disminuir. Por lo tanto, se requiere aumentar gradualmente la duración, intensidad y frecuencia del ejercicio. Este componente de la prescripción de ejercicio se subdivide en tres etapas (véase Tabla 2-41), a saber: acondicionamiento inicial, mejoramiento del acondicionamiento y mantenimiento del acondicionamiento.

Tabla 2-41: Etapas que sigue la Progresión en un Programa de Ejercicios Para Adultos Aparentemente Saludables

• Acondicionamiento Inicial (4 - 6 Semanas):

Estiramiento, Calistenia Leve y Actividades Aeróbicas de Baja Intensidad

• Mejoramiento del Acondicionamiento (4 - 5 meses):

o Intensidad Aumenta hacia los Niveles Prescritos
o Duración Aumenta cada 2 a 3 Semanas
o Frecuencia depende de la Magnitud en las Adaptaciones Fisiológicas

• Mantenimiento del Acondicionamiento:

o Alcanzado los Primeros 6 meses
o Incluir Actividades Nuevas/Variadas y Divertidas

NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 7ma. ed.; (p. 149-151), por American College of Sports Medicine, 2006, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2006 por la American College of Sports Medicine.

Las Fases de una Sesión de Ejercicio (Véase Tabla 2-42 y Figuras 2-14 y 2-15)

Una sesión de ejercicio regular se encuentra constituida por tres fases fundamentales, que son: el calentamiento, estímulo aeróbico (fase de acondicionamiento) y el enfriamiento (véase Tabla 2-42). Cada fase incluye una variedad de ejercicios específicos, algunos de los cuales fueron descritos en la sección anterior. Además, recientemente se han incluido las actividades recreativas (Ej: tenis, baloncesto, entre otras) como parte de la fase para el estímulo de tolerancia aeróbica (ACSM, 2006, p. 138). Estas actividades deben ser modificadas, de manera que produzca beneficios para la salud (Ej: cardiovasculares, de relajamiento).


Figura 2-14: Las Fases para una Sesión de Ejercicio. Esta gráfica sectorial muestra las diferentes fases y su duración correspondiente para cada sesión de ejercicio.

Calentamiento

Antes de comenzar cualquier tipo de ejercicio, especialmente de naturaleza aeróbica, el participante deberá llevar a cabo un calentamiento. El objetivo de éste es aumentar progresivamente la tasa metabólica en reposo de 1 MET (3.5 ml de O2•kg-1•min-1) hasta el nivel del MET prescrito.
Al calentar antes de un ejercicio, se disminuyen los riesgos de lesiones musculoesqueletales y de anormalidades electrocardiográficas. El fin es preparar al cuerpo para la fase aeróbica. Esto es un hecho, porque durante el calentamiento aumenta la circulación, temperatura corporal y la flexibilidad de las articulaciones. El incremento en la circulación sistémica durante el calentamiento reduce las posibilidades de un mareo y/o desmayo. Una mejor flexibilidad alcanzada durante el calentamiento (a través de ejercicios de estiramiento) disminuyen el riesgo de un desgarre en el ligamento, tendón o músculo.







Tabla 2-42: Fases de una Sesión de Ejercicio para Adultos Saludables Dirigido a Desarrollar la Tolerancia Cardiorrespiratoria
FASES EJERCICIO DURACIÓN INTENSIDAD

Calentamiento Estiramiento, Calistenia,
Caminar o Trotar Lento,
Correr Bicicleta a Baja Intensidad 5 - 10 Minutos 10-30% FCresv

Estímulo Aeróbico
(Acondicionamiento) Caminar Rápido, Trotar, Correr, Correr Bicicleta, Nadar, Baile Aeróbico, Patinar, Brincar Cuica, Remar GENERAL:
20 - 60 Minutos

TIPICO:
20 - 30 Minutos 40-85% FCresv

Enfriamiento Reducir Progresivamente la Intensidad del Ejercicio Aeróbico, (Ej: Trotar Lento, Caminar), Estiramiento,
Actividades de Relajamiento 5 - 10 Minutos Baja hasta un % cerca de la FCrep

NOTA. Adaptado de: Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 7ma. ed.; (pp. 136-139), por American College of Sports Medicine, 2006, Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. Copyright 2006 por la American College of Sports Medicine.

El tiempo requerido para el calentamiento varía según la persona y la temperatura ambiental. Lo recomendado es que esta sesión de ejercicio fluctúe de 5 – 10 minutos (ACSM, 2006, p.137). Los ejercicios a ser inorporados en la fase de calentamiento son los siguientes:

• Realizar las actividades implementas durante la fase del estímulo aeróbico a una intensidad moderada (por debajo de la prescrita). Algunos ejemplos sugeridos son: caminar o trotar a paso lento, correr bicicleta estacionaria a una leve cadencia (baja resistencia) y caminar en el extremo llano de una piscina (si se habrá de nadar).
• Ejercicios de flexibilidad/estiramiento.
• Ejercicios calisténicos u otro tipo de actividades que acondicionan los músculos. Se pueden incluir una variedad de tipos de ejercicios calisténicos y pesas livianas (ACSM, 2006, p. 138).

La duración e intensidad de estas actividades física efectuadas durante el calentamiento dependerán de los siguientes factores:

• La capacidad funcional de los participantes.
• Las condiciones ambientales (temperatura, humedad, altitud).
• Síntomas de enfermedades (particularmente cardiovasculares) que presenten los clientes.
• Preferencias del ejercicio.
Periodo del Estímulo Aeróbico

Luego de un calentamiento adecuado, se está listo para la parte principal de la sesión de ejercicio. Esta fase puede llevarse a cabo de forma continua o intermitente (Ej: en intervalos). La intensidad y los tipos de actividades, que desarrollen la tolerancia cardiorrespiratoria o aeróbicos, ya fueron explicadas en secciones previas de este manuscrito (véase Tabla 2-36). En esta fase, se pueden incorporar juegos y deportes recreativos. La duración varía de 20 a 60 minutos de actividad aeróbica que involucre grandes grupos musculares.

Tabla 2-43: Estilos de Vida más Activos

• Usar las Escaleras en vez del Elevador.

• No Utilizar el Control Remoto de la Televisión.

• Estacionar el Automóvil Lejos de la Entrada del Centro Comercial y Disfrutar la Caminata.

• Caminar en los Alrededores del Trabajo u Hogar.

• Caminar una Distancia Dada para un Almuerzo Moderado.

• Entregar Mensajes Personalmente dentro del Edificio en que se Trabaja, en vez de usar el Teléfono.

• Trabajar más en los Alrededores de la Casa y Patio.


• Sustituir la Televisión por Actividades Recreativas y Pasatiempos Activos/Físicos:

o Ejemplos:

 Proyectos de Mantenimientos en el Hogar
 Baile Social
 Boliche, Tenis

• Tratar de ser más Activos en Trabajos de Escritorio:

o Ejemplos:

 Intermitentemente Efectuar Ejercicios de Flexibilidad e Isométricos que Involucren las Extremidades Superiores, Inferiores y el Abdomen.
 Levantarse del Escritorio como Mínimo una vez cada Hora para Caminar en los Alrededores del Trabajo.
 Ser más Activo durante el Tiempo del "Coffe Break" y el Almuerzo.







Enfriamiento

Una vez completada el período del estimulo aeróbico, el individuo no debe detenerse por completo, sino continuar con la misma actividad a una intensidad menor o mantenerse en movimiento a través de cualquier otro tipo de ejercicio moderado. El enfriamiento provee los siguientes beneficios:

• Previene complicaciones cardiovasculares después del ejercicio.
• Reduce las posibilidades de una hipotensión (Reducción súbita de la presión arterial), mareo, desmayo y/o arritmias cardíacas, ya que la acción de bombeo que ejerce los músculos sobre las venas evita que se acumule/estanque la sangre en las piernas; esto ayuda a que se mantenga un flujo de sangre (y oxigeno) adecuado hacia el corazón y encéfalo.
• Promueve una rápida eliminación del ácido láctico (desecho metabólico que indirectamente produce fatiga), en comparación con una recuperación sin movimiento.
• Permite que se disipe el calor producido por el cuerpo, y reduce la incidencia de calambres y resentimientos musculares.

La duración del período de enfriamiento puede fluctuar entre 5 y 10 minutos; por lo regular, se debe seguir enfriando hasta que la frecuencia cardiaca (o pulso) se encuentre de 5-7 latidos sobre el pulso en descanso (siempre debe ser menos de 100 latidos/min.). Según mejore la condición física, el tiempo de recuperación será menor.
Los ejercicios recomendados para esta última fase de la sesión de ejercicios son, a saber:

• Bajar progresivamente la intensidad del ejercicio que proviene de la fase del estímulo aeróbico. Por ejemplo, caminar o trotar más lento.
• Ejercicios de flexibilidad/estiramientos (estáticos). Incluir ejercicios para la espalda baja.
• Ejercicios de relajamiento.


Figura 2-15: Progresión de una Sesión de Ejercicio. Esta gráfica ilustra cada fase involucrada durante una sesión de ejercicio.

Precauciones, Recomendaciones y Motivación

Para poder llevar a cabo un programa de ejercicio seguro, motivador y divertido es necesario seguir ciertas normas de seguridad y sugerencias fundamentales. Un resumen de estas recomendaciones se enumera a continuación:

Medidas de Precaución

Todos los participantes de un programa de ejercicio deberán de seguir los siguientes delineamientos. Esto asegura una participación fuera de posibles peligros y mantiene motivado a los integrantes del programa.

• Suprimir los ejercicios si experimenta fiebre, cansancio excesivo o problemas ortopédicos (espalda baja, pies y otros).
• No consumir grandes cantidades de comida ni ingiera café o bebidas que contengan cafeína (Ej: gaseosas de cola) por lo menos dos horas y media (2½) antes del ejercicio y dentro de una hora después del ejercicio.
• Absténgase de fumar o no lo haga por lo menos dos horas y media (2½) antes del ejercicio.
• No tome bebidas alcohólicas durante las 24 horas que preceden al ejercicio y después de éste.
• Nunca mastique goma de mascar durante el ejercicio.
• Evite el usar ropa pesada. Use una vestimenta apropiada y zapatos cómodos. Se sugiere zapatillas especiales para caminar o correr (tenis). Los varones deben usar pantalones cortos deportivos y una camisa que permita ventilación. Las mujeres no deben usar ropa interior de una sola pieza o pantimedias (pantyhose). Se recomienda que las damas usen un brasier que ofrezca apoyo adecuado durante el ejercicio.
• Evite las duchas calientes, saunas, y baños de vapor antes e inmediatamente después del ejercicio. La temperatura de la ducha, luego del ejercicio, debe ser a temperatura ambiente.
• Reduzca la intensidad del ejercicio y tome las debidas precauciones cuando la temperatura ambiental exceda los 88 °F o la humedad relativa está sobre 65%. No debe hacer ejercicio si la temperatura sobrepasa los 97 °F ó la humedad el 85%.
• Disminuya la intensidad del ejercicio o deténgase por completo si experimentas los siguientes síntomas y signos:
o Dolor en el pecho, brazo, quijada, oído o dientes. Mareo o sensación de presión o falta de peso en la cabeza.
o Dolor de cabeza
o Aumento del pulso (palpitaciones)
o El pulso se siente irregular
o Corto de respiración
o Náusea o vómito
o Letargo (adormecimiento), desorientación, confusión
o Ataxia, es decir pérdida de coordinación al ejercitarse
o Molestias en los huesos, músculos, articulaciones o ligamentos
o Debilidad o cansancio excesivo
o Piloerección en el pecho (carne de gallina)

Sugerencias para Mantenerse Motivados en el Programa de Ejercicio

Para mantener motivados a los participantes y la adherencia al programa, siga las recomendaciones que se enumeran a continuación:

• Estar plenamente convencido que la actividad física debe ser parte integral de los estilos de vida del participante.
• Comenzar el programa gradualmente.
• Realizar los ejercicios en un ambiente agradable.
• Incorporar variedad al programa de ejercicio.
• Variar los lugares donde se efectúan los ejercicios. Cada día, comenzar el ejercicio siempre a la misma hora.
• Delinear metas y objetivos para el programa de ejercicio.
• Llevar un registro del progreso diario.
• Seleccionar los ejercicios preferidos, puesto que las actividades deben disfrutarse.






Ejemplos de Estudio de Casos

Para poder entender mejor el proceso de diseñar, planificar e implementar un programa de ejercicio, ofreceremos varios ejemplos para la prescripción de ejercicio en individuos con diversas capacidades funcionales y estado de bienestar.

Caso I

Datos Personales:

Nombre: Juan del Pueblo Ocupación: Cartero

Edad: 25 años Altura: 5’-5’’

Sexo: M Peso: 130 lb (59 kg)

Historial:

• No presenta factores de riesgo significantes.

• Estilo de vida activo.

Examen físico:

• Normal.

• Frecuencia cardiaca en reposo: 75 latidos•min-1

Pruebas de Laboratorio:

• Normal.

• Porcentaje de Grasa Corporal: 16%

Pruebas de Capacidad Aeróbica:

• VO2máx estimado: 38.7 ml de O2•kg-1•min-1

• METmáx estimado: 10.2

• Clasificación: Promedio

Determinación de la intensidad:

Frecuencia Cardiaca Máxima (FCmáx) : 220 - 25 = 195 latidos•min-1

Zona de Entrenamiento (FCE) : % de Entrenamiento : 85 - 90%

FCEmin : 0.85 X 195 = 166 latidos•min-1

FCEmáx : 0.90 X 195 = 175 latidos•min-1

Resumen : % de Entrenamiento : 85 - 90%

FCE : 166 - 175 latidos•min-1






Caso II

Datos Personales:

Nombre: Juana del Pueblo Ocupación: Ejecutivo

Edad: 45 años Altura: 5’-3’’

Sexo: F Peso: 190 lb (90.4 kg)

Historial:

• Fumador crónico.

• Personalidad Tipo A.

• Estilo de Vida Sedentaria

Examen físico:

• Normal.

• Frecuencia cardiaca en reposo: 88 latidos•min-1

Pruebas de Laboratorio:

• Hiperilipidemia (altos niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre).

• Porcentaje de Grasa: 34%

• Prueba EKG de Esfuerzo: EKG negativo para isquemia

Pruebas de Capacidad Aeróbica:

• VO2máx estimado: 29.1 ml de O2•kg-1•min-1

• METmáx estimado: 8.3

• Clasificación: Muy Pobre

Determinación de la intensidad:

Frecuencia Cardiaca Máxima (FCmáx) : 220 - 45 = 175 latidos•min-1

Zona de Entrenamiento (FCE) : % de Entrenamiento : 60 - 65%

FCEmin : 0.60 X 175 = 105 latidos•min-1

FCEmáx : 0.65 X 175 = 114 latidos•min-1

Resumen : % de Entrenamiento : 60 - 65%

FCE : 105 - 114 latidos•min-1
 

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DESCRIPCIÓN, ETIOLOGÍA Y TRATAMIENTO CONVENCIONAL DE
ENFERMEDADES CRÓNICO-DEGENERATIVAS

Los.

 

CONSIDERACIONES PRELIMINARES

 

        En

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EFECTOS MORFOFUNCIONES Y PSICOLÓGICOS QUE RESULTAN DE LOS EJERCICOS AGUDOS Y CRÓNICOS
PARA UNA DIVERSIDAD DE PATOLOGÍAS Y POBLACIONES PARTICULARESES

Los.

 

CONSIDERACIONES PRELIMINARES

 

        En

 

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PLANIFICACIÓN Y DISEÑO DE PROGRAMAS DE EJERCICIOS Y ACTIVIDAD FÍSICA PARA
 ENFERMEDADES CRÓNICO-DEGENERATIVAS Y OTROS COLECTIVOS

        El objetivo de esta sección es proveer una experiencia de aplicación práctica concerniente al diseño de programas de ejercicios dirigido a poblaciones con enfermedades crónicas e incapacitantes, así como para aquellas que ameritan una atención especial (Ej: envejecientes, niños, mujeres embarazadas e individuos obesos).

CONSIDERACIONES PRELIMINARES

        En el caso de las enfermedades crónicas, para cada una de éstas, primero se habrán de exponer los siguientes tópicos: 1) concepto/definición y categorías (tipos/clasificación); 2) epidemiología (frecuencia o incidencia); 3) etiología (causas) y patogenia, 4) patofisiología de la enfermedad (mecanismo fisiológico del problema de salud); 5) manifestaciones clínicas (signos y síntomas); 6) diagnóstico (pruebas de laboratorio, exámenes físicos, historial médico personal y familiar, cuadro clínico o características clínicas, y exámenes biológicos); 7) prognóstico (evolución de la enfermedad); 8) tratamiento (convencional [farmacológico, quirúrgico y modalidades terapéuticas, como terapia físca, psicológica y modificación del comportaiento, y alterno [acumpuntura, acupresión y otras); 9) historia natural de la enfermedad; 10) consideraciones especiales (complicaciones potenciales, monitoreo requerido, y educación que necesitan los pacientes).

        La segunda parte se encargará de discutir el componente que atañe al ejercicio y actividad física.  Esto incluye la planificación y diseño del programa de ejercicio y actividad física   A tales efecto, se procederá a describir los siguientes tópicos: 1) efectos del ejercicos físico, y actividad física, sobre la enfermedad (respuestas fisiologicas del ejercicio agudo, adaptaciones morfofuncionales ante el ejercico crónico o entrenamiento físico); 2) metas del programa; 3) pruebas de esfuerzo; 4)respuestas/interacción fisiológicas de los medicamentos durante el ejercicio agudo; 4) prescripción de ejercicio (tipo de ejercicio, intensidad, duración, frecuencia, progresión); 5) duración total del programa de rehabilitación (entrenamiento físico); 6) desglose de las sesiones de ejercicio (calentamiento, periodo de estímulo y enfriamiento); 7) seguimiento del participante luego de terminar el programa; 8) medidas de precausión y consideraciones especiales; 9) comentarios; y 10) programa para la modificación de comportamientos de riesgo que posea el participante).

        Para la prescripción de ejercicio de poblaciones que requieren atención especial, se habrá, en primera instancia, describir el perfil del grupo, lo cual incluye sus características morfofuncionales. Esto incluye el perfil antropométric, de composoción corporal y el funcionamiento típico de sus sistemas orgánicos (Ej: cardiovascular, pulmonar, neuromuscular, endocrinología/hormonal, reproductorio, óseo y otros).

PLANIFICACIÓN OBJETIVA DEL PROGRAMA DE EJERCICIO

Manejo del Ejercicio Orientado al Problema: Notas SOAP

        Introducción       

        Se ha sugerido que el enfoque más efectivo para resolver los problemas de salud es mediante el uso de la técnica de "SOAP" (Moore, Robers, & Durstine, 2009, pp. 7-8). Las siglas del formato "SOAP" significan Subjetividad de la información, Objetividad al analizar la información, Avalúo y Plan de acción.  Tal estrategia provee una logística, validada en el cámpo clinico, que permite manejar efectivamente la estructructuración de la prescripción de ejercicio en personas con enfermedades crónicas e incapacitantes. El modelo, el cual se concentra en el problema patológico, ayuda al especialista del ejercicio a diseñar, de una manera segura y exitosa, el programa de ejercicio y actividad físca.  Además, este método permite que se puedan identificar a tiempo los problemas y necesidades particulares de cada caso, de manera que se efectúen las evaluaciones e intervenciones correspondientes durante un periodo de tiempo óptimo.

        Descripción y Ventajas       

        El enfoque orientado al problema dispone de un algoritmo específico, el cual permite analizar, de una manera lógica y organizada, las variables complejas que se presentan al evaluar, y estudiar, las enfermedades crónicas y los mecanismos que intervienen para la planificación del programa de ejercicio. Este sistema provee un procedimiento efectivo para el seguimiento necesario de los participantes (Moore, Marsh, & Durstine, 2009, pp. 9-20).

        Componentes de: SOAP       

        En los próximos párrafos se habrán de discutir los integrantes del formato empleado para tarabjar las enfermedades y la brogramación del ejercicio.

        Datos Subjetivos

        Mediante un cuestionario de salud, el cual incluya un historial de actividad física y ejercicio, es posible identificar los problemas médicos del potencial participante. Esta información sirve de base para establecer los tipos de evaluaciones médicas y de aptitud física que se requieren realizar.
El objetivo es identificar y describir los problemas médicos del participante. Esto se lleva a cabo a través del cuestionario de salud, o médico, y el historial de actividad física y ejercicio (sus hábitos a este respecto). Consecuentemente, será posible identificar los comportamientos de riesgo. Entones, esta fase evaluativa permite al especialista del ejercicio a decidir en cuanto a cuál tipo de prueba debería realizar el cliente. 

        Ventajas del historial médico. El historial médico puede revelar los síntomas o quejas clínicas más recientes. Más aún, dicho historial habrá de indicar posibles disturbios médicos a nivel cardiaco, pulmonar, circulatorio, gastrointestinal, metabólico y de función neuromuscular. Además, es de suma importancia, en esta etapa, obtener información del historial de medicamentos y pruebas de esfuerzo realizadas.

        Datos Objetivos

        El próximo paso es analizar los datos colectados de la información subjetva.  Por consiguiente, la información objetiva se obtiene a través los datos recogidos de las evaluaciones médicas (examen físico) y las pruebas de laboratorio.  Tal estudio, ayuda a determinar los tipos de evaluaciones médicas (examinación física y pruebas de laboratorio), de aptitud física y de capacidades funcionales, que se deben realizar. Tales evaluaciones, habrán de confirmar, o descartar, las posibles causas de los síntomas expresados por el potencial participante. Entonces, la colección de dichos datos permite establecer las limitaciones patofisiológicas del cliente, de manera que se pueda inferir las posibles etiologías (causas), de haber alguna, de su pobre rendimiento al ejercicio,

        Tipos de Evaluaciones:

        Las posibles pruebas de aptitud física y ergométricas (pruebas de esfuerzo o de tolerancia cardiorrespiratoria) que se habrán de efectuar en los clientes se describen a continuación (para más detalle, véase el tema: Avalúo de la Salud y Pruebas de Aptitud Física Relacionadas con la Salud:

        Pruebas Ergométricas de Capacidad Funcional Máxima. Las pruebas de esfuerzo máximo pretenden evaluar la aptitud cardiorrespiratoria, o aeróbica, del individuo. En otras palabras, estas pruebas miden el consumo de oxígeno máximo. Tal variable puede ser determinada, o estimada, por medio de espirometría en circuito abierto o vía extrapolación de las variables potencia ergométrica y frecuencia cardiaca.

        Pruebas Ergométricas de Capacidad Submáximas. Estas evaluaciones estiman la capacidad del cliente para tolerar el ejercicio, a nivel submáximo, durante periodos prolongados.

ENFERMEDADES DEL CORAZÓN

        En Puerto Rico, y en los Estados Unidos Continentales, la primera causa de muerte son las enfermedades del corazón (Lopategui, 2006, p. 22-24).  Esta cirscunstancia amerita que se implemente medidas de intervención preventivas y terapéuticas.  Por tal razón, es de gran importancia que el estudiante posea conocimiento teórico sobre esta patología y las destrezas para estructurar un programa de ejercicio y actividad física para esta poblacíón.  Tal planificación forma parte del enforque terapéutico conocido como la rehabilitación cardiaca (ACSM, 2010, pp. 207-224; Swain & Ehrman, 2010, pp. 563-564; Visich & Fletcher, 2009, p. 291; Franklin, 2009, pp. 53-54; Swain & Leutholtz, 2007, pp. 116-117; Morales & Ribero, 2006, pp. 122-129).  La prescripción de ejercicio dirigido a las enfermedades del corazón, dependerá del tipo de problema cardiaco que posea el paciente.  Gran parte de las enfermedades del corazón se derivan de las cardiopatías coronarias (enfermedades en las arterias coronarias del corazón).  Las cardiopatías coronarias resultan en diversas complicaciones miocárdicas, las cuales incluyen el infarto al miocardio, la angina pectoral e isquemia silente, y otras.  En resumen, los problemas del corazón, y cirugías torácicas, que pueden poseer un enfoque terapéutico de movimiento (ejercicios y actividad física) (Durstine, Moore, Painter, & Roberts, 2009, pp. 49-125) se enumeran a continuación:

1) Infarto al miocardio

2) Revascularización: Cirugía de Injerto para Puente Aorto-Coronario y Angioplastía Coronaria Percutánea (o Intervención Percutánea de las Coronarias)

3) Angina pectoral e isquemia silente

4) Fibrilación atrial

5) Marcapasos

6) Enfermedad del corazón valvular

7) Fallo cardiaco crónico

8) Transplante del corazón

9) Hipertensión

10) Enfermedad periférica arterial

11) Aneurismas

Epidemiología, Descripción y Concepto

        Epidemiología       

        Los disturbios cardiovasculares siguen siendo la prioridad, en el grupo de enfermedades crónicas, que requieren la implementación de medidas de prevención primaria, secundaria y terciaria.  Esto se debe, como se mencionó previamente, a que las enfermedades del corazón representan la causa principal de las muertes en Puerto Rico y Estados Unidos Continentales.  Aproximadamente, más del 50% de todas las muertes son el resultado de este mal (Lopategui, 2006, p. 76).

        Se ha reportado que en Estados Unidos Continentales, las cardiopatías coronarias son responsables de aproximadamente 1.6 millones de infartos al miocardio (Morales & Ribeiro, 2006, p. 117).

        Descripción y Concepto       

        Aterosclerosis:

        La aterosclerosis representa el proceso mediante el cual se depositan y acumulan sustancias grasas, incluyendo, placas amarillentas de colesterol y desechos celulares en las capas de las paredes interiores de las arterias.  Estos depósitos de lípidos, y otras sustancias, se conoce con el nombre de ateroma.  Como resultado, las paredes de tales vasos se engrosan y tornan fibróticas y calcificadas.  Al endurecimiento de estas arterias se le asigna el nombre de arteriosclerosis.  Esto da lugar a la disminución de su diámetro y a una deficiencia el riego sanguíneo arterial en dirección hacia los órganos vitales del organismo humano, especialmente al encéfalo y las extremidades inferiores (Lopategui, 2006, p. 521).  Las lesiones ateromatosas constituyen una causa importante de la cardiopatía coronaria, angina de pecho, infarto de miocardio, y otros trastornos cardíacos y sistémicos (Lopategui, 2006, p. 522) (véase Gráfico 32).

 
Gráfico 33: Historia Natural de la Aterosclerosis. Etapas patológicas del proceso aterosclerótico (Adaptado de: Principles and Techniques (p. 214), por H. Haimovici, 1976, New York: MacGraw-Hill. Copyright 1976 por H. Haimovici. ).

        Las Arterias Coronarias.  Las arterias coronarias son la fuente única de irrigación sanguínea del músculo cardíaco (el miocardio) (véase Gráfico 30).  Cualquier interferencia (oclusión) importante con el flujo sanguíneo a través de ellas puede trastornar el funcionamiento del miocardio, provocando inclusive la muerte súbita.

 
Gráfico 30: El Corazón y la Circulación Coronaria. Vistas externas (antrerior y posterior) del corazón. Se incluye la circulación de los vasos sanguíneos coronarios (Reproducido de: Bienestar y Calidad de Vida. p. 65, por E. Lopategui Corsino, 2006, Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc. Copyright 2006 por: Edgar Lopategui Corsino)

        El Concepto de Aterosclerosis.  Según fue discutido con anterioridad, la aterosclerosis es el proceso mediante el cual se depositan y acumulan sustancias grasas en las paredes interiores de las arterias.  Si este proceso degenerativo continúa, las arterias se endurecen (arterosclerosis) y reducen su diámetro.  Dicha enfermedad se conoce como cardiopatía coronaria, cuando las arterias del corazón son las afectadas.  En esta etapa, la obstrucción de las arterias coronarias llega a un grado en que el suministro sanguíneo resulta insuficiente para satisfacer las necesidades del músculo del corazón (miocardio).  Si dicho estrechamiento de las arterias coronarias se agrava, o si un coagulo de sangre (trombo) se desprende y se atasca dentro de una arteria muy estrecha, el corazón padecerá un infarto al miocardio, o sea, la muerte de una zona del músculo cardíaco (Lopategui, 2007, p. 77) (véase Tabla 1 y Gráfico 31, 32).

Tabla 31: Infarto al Miocardio (Ataque Cardiaco)

CAUSAS:

  Arterosclerosis avanzada (arteria coronaria muy estrecha).
  Oclusión con un coágulo sanguíneo (trombo) en la arteria coronaria ya estrecha debido a la arteriosclerosis
  Hemorragia intramural (dentro de la placa arteriosclerótica), lo cual tapa la arteria coronaria.
  Oclusión completa por las placas de grasa.
  Espasmo coronario.

EFECTOS:

  No llega suficiente sangre (y oxígeno) al músculo del corazón. 
  Una parte del corazón muere (infarto).
  El corazón no bombea suficiente sangre hacia los tejidos.
  Se detiene el corazón y la persona muere.
NOTA. Reproducido de: Bienestar y Calidad de Vida. (p. 77), por E. Lopategui Corsino, 2006, Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc. Copyright 2006 por: Edgar Lopategui Corsino.

           

 
Gráfico 31: Infarto al Miocardio. Vista anterior de un infarto al músculo de corazón.

 

 
Gráfico 32: Zonas Creadas por Infarto al Miocardio. Ilustración de las diferentes etapas de un infarto, que son: 1) lesión, 2) isquemia y 3) necrosis.

        Factores de Riesgo para las Cardiopatías Coronarias.  El trastorno aterosclerótico en las arterias coronarias, que suplen sangre y nutrientes a corazón, es el resultado de múltiples agentes causales, conocido como factores de riesgo (véase Gráfico 32).  Algunos de esto factores no son controlables por el individuo; ejemplo: el sexo, la raza, edad, y los factores genéticos.  Otros pueden ser modificados, de manera que sea posible reducir el riesgo para contraer una enfermedad coronaria.

 
Gráfico 32: Los Factores de Riesgo. Esquema de los factores de riesgo para una cardiopatía coronaria (Reproducido de: Bienestar y Calidad de Vida. p. 65, por E. Lopategui Corsino, 2006, Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc. Copyright 2006 por: Edgar Lopategui Corsino)

        Tratamiento       

        Programa de Rehabilitación Cardiaca

        Los pacientes que participan en el programa de ejercicio dirigidos a su rehabilitación completa, requieren pasar por cuatros fases (ACSM, 2010, pp. 207-224; Swain & Leutholtz, 2007, pp. 116-117), que son:

FASE I: Hospital
FASE II: De Alta - Fuera del Hospital
FASE III: Comunidad
FASE IV: Comunidad y Mantenimiento

        FASE I: HOSPITAL

        El objetivo primordial de esta fase es educar al paciente y a la familia, implementar acciones de ambulación y realizar ejercicios de bajo nivel.  El énfasis de la fase I es prevenir los efectos adversos al organismo humano que resulta de estar recostado en la cama por un tiempo prolongado.  Además, se busca que el paciente pueda regresar, de manera funcional, a sus actividades físicas cotidianas y ocupacionales que comúnmente llevaba a cabo antes de sufrir la enfermedad (Fardy, Yanowitz, & Wilson, 1988, p. 303).

        Esta etapa, en el proceso de rehabilitación del paciente, debe iniciarse tan pronto éste se estabilice.  La intensidad de las actividades debe ser a un nivel muy bajo, pero consistente día a día.  La duración total de esta fase es de aproximadamente 3 a 5 días.

        Prescripción de Ejercicio

         La cuantificación de la dosis de ejercicio para los pacientes que se encuentran en la Fase I debe de incluir los componentes comunes, que son: intensidad, tipo de ejercicio, duración, frecuencia y progresión (ACSM, 2014, pp. 239-240).

        Intensidad.  La asignación recomendada de la intensidad para la rehabilitación cardiaca en pacientes que aún permanecen en el hospital es de un nivel bajo, posiblemente utilizando una percepción del esfuerzo (RPE) menor que 13 (algo fuerte).  Otra alternativa es emplear la frecuencia cardiaca como variable para cuantificar la intensidad.  En estas situaciones, específicamente luego de un infarto al miocardio, se sugiere emplear la regla de 20 latidos por minuto sobre sobre la frecuencia cardiaca en reposo de pie, sin execder los 120 latidos por minuto.  Si el paciente tuvo una intervención quirúrgica en el corazón (Ej: se le practicó una operación de puente aorto-coronario), entonces, la guía sería 30 latidos por minuto sobre sobre la frecuencia cardiaca en reposo de pie (Swain & Leutholtz, 2007, p. 117).

        Tiempo.  La Fase I se caracteriza por extenderse de 3 a 5 días. Comunmente, las actividades de movilización se realizan de manera intermitente.  Se recomienda que los periodos de trabajo posean una duración de 3 a 5 minutos.  Por el otro lado, se requiere que los intervalos de reposo sea menor que el tiempo de movilización, según tolere el paciente.  La duración total para cada sesión de ejercicio es de 20 minutos (Swain & Leutholtz, 2007, p. 117).

        Frecuencia.  La cantidad de veces que se aplican los ejercicios pretende prevenir la estasis y la coagulación de la sangre.  Los ejercicios de movilización, para esta etapa, deben llevarse a cabo diariamente.  La frecuencia inicial fluctúa de 3 a 4 veces por día.  Posteriormente, la frecuencia mínima debe ser de 2 veces por día (Swain & Leutholtz, 2007, p. 117).

 

        Tipo de Ejercicio.  Las actividades de movilización en la Fase I del porgrama de rehabilitación cardiaca incuyen:

1) Sentarse en la cama, con o sin asistencia
2) Actividades funcionales, o cotidianas, de cuidado personal: Por ejemplo, bañarse,lavarse los dientes, entre otras.
3) Caminar: Por los pasillos del hospital
4) Ciclismo estacionario: Si lo permite su estado

 

 

ACCIDENTES CEREBROVASCULARES Y LESIÓN EN LA MÉDULA ESPINAL

 

        La literatura científica ha evidenciado una adaptación efectiva y segura tocante a la intervención de la actividad física (reducida intensidad) en pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular o lesión en la médula espinal posterior a 6 meses (Zehr, 2011).  A tal intensidad, se ha establecido que el riesgo de sufrir algun evento clínico mortal es moderado.  Se recomienda la autorización médica para ingresar a un programa de actividad física en aquellos participantes que han sufrido una apoplejía o trauma en el cordón espinal previo a 6 meses de estas emergencia médicas (Zehr, 2011).

 

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CONCLUSIÓN

 Los.       

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Autor del artículo: Prof. Edgar Lopategui Corsino
Última actualización del artículo: 1 de julio de 2013