EVALUACIÓN DE LA VÍCTIMA Y SIGNOS Y SÍNTOMAS

Dr. Edgar Lopategui Corsino
M.A., Fisiología del Ejercicio
Ed.D., Liderazgo e Instrucción en la Educación a Distancia

CONSIDERACIONES PRELIMINARES

        En este tópico se habrán de discutir los procedimientos evaluativos generales y específicos a seguir en el momento que se identifique una lesión, urgencia médica o enfermedad repentina.  Estas acciones son importante, puesto que le permite al rescatador determinar la posible condición que pueda poseer la víctima, de manera que se ofrezca de forma precisa (identificación de la emergencia particular que afecta al accidentado) e inmediata los primeros auxilios.

        Los primeros minutos, luego de reconocer la presencia de una emergencia, son los más críticos.  Un rescatador eficiente debe ser capaz de rápidamente evaluar y determinar el problema principal que afecta al accidentado.  De esto depende la pronta acción del tratamiento apropiado que se le pueda administrar a la víctima.  Las condiciones de vida o muerte no pueden esperar.  Además, el socorrista o primer respondiente (first responder) debe ser hábil en el reconocimiento y monitoreo constante de los signos vitales.

        La examinación de la víctima se propone identificar y corregir (mediante la acción de los primeros auxilios apropiados) condiciones de vida o muerte, reconocer y tratar otros tipos de lesiones o condiciones médicas, e inmovilizar la víctima, manteniendo una observación contínua de sus signos y síntomas hasta que llegue personal médico/paramédico especializado (e.g., técnicos de emergencias médicas [TEM] o paramédicos).  Sin una evaluación eficiente no se prodrá ofrecer una primera ayuda efectiva.


DIRECTRICES GENERALES AL LLEGAR A LA ESCENA DE EMERGENCIA/ACCIDENTE

        Según fue descrito en el primer capítulo de este libro, el primer paso evaluativo es llevar a cabo un examen general (mediante el contacto visual) corto (aproximadamente diez segundos) de la escena/ambiente o circunstancias que rodean la lesión o problema médico, en la cual se debe determinar si hay presente algún peligro inmediáto para el rescatador y la víctima, posibles claves que ayuden a identificar la causa de la lesión o condición médica, y el número de víctimas afectadas.  Si el socorrista se encuentra en un vehículo, éste debe aparcarlo en el mejor lugar posible para proteger la escena y minimizar la obstrucción del tráfico.  Recuerde, el rescatador debe tomar las medidas de seguridad pertinentes para prevenir el contagio de patógenos (microorganismos que ocasionan enfermedades) que inducen enfermedades de naturaleza infecciosa.  Por ejemplo, se deben emplear guantes de nitrilo (comunmente son de color azul, evitar los de latex), antes de proceder con una evaluación que involucre el contacto físico con la víctima (ver Figura 1-4).  Otras medidas han sido detalladas en el Capítulo 1.

        En resumen, tenemos que durante esta evaluación general se debe: (a) determinar la presencia de cualquier peligro potencial para el socorrista o la víctima, (b) observar el ambiente y las condiciones bajo las cuales se ha encontrado la víctima para establecer el posible mecanismo de la lesión y (c) determinar la magnitud del accidente y el posible número de personas lesionadas.  En las narrativas adyacentes se discute este enfoque.

Identificar Posibles Amenazas para el Rescatador y el Accidentado

        Los posibles peligros para el socorrista incluyen los siguientes

    El rescatador/socorrista debe protegerse mediante:         El rescatador debe de ser capaz de reconocer aquellos individuos afectados en la emergencia que pueden convertirse en personas violentas y atacarlo.  Se debe sospechar (y tomar la debidas precausiones) si se observan los siguientes comportamientos de la víctima: (a) la persona ignora cualquier pregunta de usted, (b) muestra manifestaciones de problemas emocionales agresivos (e.g., grita, produce insultos verbales), (c) el accidentado comienza a efectuar movimientos corporales exagerados (e.g., mueve las manos cerca de usted, corre hacia el rescatador), (d) el individuo posee antecedentes violentos, y (e) señales corporales que pueden indicar una posible manifestación violenta (e.g., se cuadra como boxeador, hombros trincos con manos cerca del cuerpo, la persona mira fijamente los ojos del rescatador) (Jacobsen, 1997).

        En breve, para poder descartar peligros potenciales, siempre el primer respondiente debe preguntarse inicialmente: ¿la escena del accidente se encuentra segura y libre de peligros? ¿puedo controlar estos peligros? ¿Es necesario trasladar a la víctima a otro lugar seguro debido a los peligros inmediátos que la rodean?.

        Una vez se identifique un área problemática, es decir, cualquier persona, objeto o lugar que pueda producir un problema de peligro para el socorrista, se debe decidir si se habrá de entrar en dicho ambiente hostil o esperar.  Por ejemplo, en situaciones que involucran violencia doméstica con posible uso de armas peligrosas, posiblemente sea prudente alejarse de este ambiente y esperar que intervengan las fuerzas del orden (e.g., policías) (Jacobsen, 1997).

Inspeccionar La Escena y el Estado del Entorno Físico de la Emergencia e Instaurar la Causa Potencial de la Emergencia

        Esto es vitar para poder administrar la ayuda apropiada.  Así, se trata de indagar o elaborar alguna teoría sobre la causa de la lesión o naturaleza de la enfermedad (American Academy of Orthopaedic Surgeons [AAOS], American College of Emergency Physicians [ACEP], & Thygerson, 2022, p. 46).  Por ejemplo, la manera en que el vehículo fue impactado (vea Tabla 2-1).  El mecanismo de la condición se refiere a las fuerzas que causaron la lesión.  Se debe preguntar: ¿Que factores circundantes pudieron haber causado la lesión?  Se requiere considerar el tipo de fuerza, su  intensidad y dirección, y el área en donde se haya la víctima. Por ejemplo, el "first responder" se puede preguntar: "¿la víctima se cayó de una escalera?", "¿hubo fuego en el accidente?", "¿algo le cayó encima al accidentado?", "¿la columna dorsal de la víctima fue afectada durante el accidente de transito?"  Más tarde, la naturaleza de la lesión puede también puede ser] confirmada por medio de los curiosos u observadores que presenciaron la acción del accidente.  Además, si los observadores conocen a la víctima, éstos pueden indicarle al rescatador los posibles problemas médicos (e.g., hipertensión arterial, diabetes, entre otros) y alergias que posee el accidentado.  Esto ayudaría en la identificación de la causa y condición que pueda poseer el accidentado.

Tabla 2-1

Examinación del Ambiente/Escena para Determinar las
posibles Causas de la Lesión o Enfermedad

e
ELEMENTOS OBSERVADOS POSIBLE MECANISMO
DE LA LESIÓN
Alta temperatura y humedad Choque por calor, condiciones producidas por el calor
Guía del automóvil aplastado Lesiones torácicas o hemorragia interna severa
Bolsa de aire del guía abierta frente al rostro Quemadura de fricción. En niños, posible lesión espina cervical
Panel de instrumentos ("dashboard") roto o magullado Lesiones faciales, fracturas craneales, o lesiones en el cuello
Cinturon de seguridad fíjo alrededor de la víctima Lesiones abdominales inferiores, fractura pélvica, fractura espinal
Botellas de licores Intoxicación por alcohol
Envases de drogas/medicamentos Abuso de drogas, sobredosis de drogas, intento de suicidio
NOTA. Adaptado de: First Aid and Emergency Care Workbook, 2da ed.; (p. 18) por B. Q. Hafen, & K. L. Karren, 1980, Denver, Colorado: Morton Publishing Company, Derechos reservados 1980 por Colorado: Morton Publishing Company.


Tabla 2-2
Pasos Generales a Seguir en el Proceso para la Evaluación de la Víctima
e
No. Paso ACCION/EJECUCIÓN COMENTARIOS
1 Evaluación General Escena de la Lesión: 10 segundos Determinar: (1) Peligros para rescatador y víctima, (2) Mecanismo y (3) Número víctimas involucradas
2 Identificarse "Yo estoy certificado en  medidas básicas de Primeros Auxilios"
3 Solicitar consentimiento "Yo estoy aqui para ayudarlo 
¿me permite hacerlo?"
4 Verificar el estado de consciencia/impasibilidad Sacudiendo con cuidado los hombros, gritar: "¿Estas Bien?"
5 Si la víctima no responde, Pedir ayuda y activar el Sistema de Emergencias Médicas  "¡Auxilio!, tú el de la camisa amarilla, llama al 9-1-1"
6 Si la víctima se encuentra boca abajo, 
rodar la persona boca arriba
Estabilizar cabeza y cuello 
Mover en una sola unidad
7 A :  Abrir - vía de aire Utilizar técnica: Sin daño cervical:

Levantar la barbilla e inclinar la
     cabeza hacia atrás 

Utilizar técnica: Con daño cervical:

► Tracción de la mandíbula 
     modificada
Tracción de la mandíbula
     (normal)

8 B: Boca - Cotejar si respira Escuchar, Sentir, Ver y Oler
de 3 a 5 segundos. 
9 B: Boca - Si no respira: Administrar 2
      ventilaciones profundas y completas
1½ a 2 segundos por cada ventilación
10 C: Circulación - Verificar el pulso
     (carótido en adultos y niños, y
      la braquial en infantes)
Cotejar durante 5 a 10 segundos
11 H : Hemorragia - Verificar sangrado severo Inspeccionar/palpar víctima
12 S : Shock - Verificar la presencia de shock Identificar signos y síntomas
13 E: Espina Cervical - Evaluar
    cuello/cervical
Coteje por fractura espina cervical:
   •  Inmovilizar cuello (collar cervical)

Observar por venas
    distendidas y traquea
    desviadad

14 I: Incapacidad - Evaluar daño en el SNC Evaluación neurológica 
Nivel de consciencia
15 Después de haber descartado cualquier otra condición de vida o muerte, proceder con la evaluación secundaria Historial, signos vitales, examen físico

Estimar la Magnitud de la Emergencia y la Cantidad de Víctimas

        Se sugiere que el socorrista se identifique en la presencia de cualquier curioso/espectador.  Por ejemplo, éste puede decir: "Yo soy un socorrita entrenado en cuidados básicos de primeros auxilios".  Si la víctima se encuentra consciente, se debe pedir el consentimiento para ofrecer el cuidado inmediáto que se necesite.  Por ejemplo, puede decir: "Yo estoy aqui para ayudarlo ¿me permite hacerlo?". En aquellos casos donde el accidentado es un menor de edad (e.g., infante o niño), el permiso o consentimiento se le pide al adulto responsable de la supervisión de ese menor (e.g., los padres).  Para obtener el consentimiento de la víctima o de sus padres (en menores), el auxiliador debe de informarle quien uno es, el nivel de entrenamiento que posee, y que es lo que el socorrista quiere hacerle a la persona afectada.  Por lo tanto, en presencia de la víctima o supervisor inmediáto, el rescatador puede informar lo siguiente: "Yo soy fulano tal y tengo entrenamiento básico en primeros auxilios, ¿puedo examinarte".  En este sentido, es importante establecer simpatía y ganar la confianza de la víctima consciente. El rescatador debe ser atento, cortés, amable y amistoso conforme se presente a la víctima. Se recomienda:

        La clave es ganarse la confianza de la víctima y de los curiosos/espectadores (véase Tabla 2-3).
 
Tabla 2-3
Recomendaciones para una Comunicación Efectiva con la Víctima

Tabla 2-3: Recomendaciones para una Comunicación Efectiva con la Víctima

        Si se encontró al accidentado tirado en el suelo, se debe primero determinar el estado de consciencia de éste (nivel de impasibilidad).  Para esto, el rescatador debe sacudir con cuidado (no brúscamente) los hombros de la víctima y gritarle "¡estas bien!".  Si no hay respuesta del accidentado, será imperante pedir ayuda, de manera que se active de inmediáto el Sistema de Emergencias Médicas.

        Siguiendo esta evaluación inicial, mientras el socorrista/rescatador se presente a la víctima, se recomienda:


Figura 2-1: El Sistema Nervioso Central

 Figura 2-2: Fases de la Evaluación de la Víctima

        Después de haber descartado cualquier otra condición de vida o muerte, el rescatador debe proseguir con un examen secundario de la víctima (véase Figura 2-2), el cual involucra el historial, signos vitales y una evaluación sistemática (comunmente desde la cabeza hasta los piés de la víctima) buscando por signos y síntomas que indiquen posibles condiciones traumáticas o que explique la enfermedad súbita que sufrió la persona.  La Tabla 2-2, resume los pasos generales iniciales para la inmediáta y correcta evaluación de la víctima.
 


EXAMINACIÓN PRIMARIA DE LA VÍCTIMA

Consideraciones Generales

        El propósito de la evaluación primaria es buscar condiciones que representan una amenaza inmediáta a la vida del accidentado y ofrecer el tratamiento correspondiente.  Como fue mencionado previamente, las condiciones de vida o muerte que requieren atención inmediáta son, a saber: paro respiratorio, fallo circulatorio, hemorragia descontrolada, shock severo, envenenamiento (amenazando la vida), entre otras.  Por consiguiente, al llegar a la escena del incidente, el rescatador deberá determinar la magnitud del problema, y establecer la presencia de condiciones de vida o muerte, administrando los primeros auxilios inmediátamente de encontrarse alguna.  El reconocimiento de estas condiciones que constituyen una amezaza a la vida de la víctima se lleva a cabo de forma simultánea.  Por ejemplo, usualmente se evalúa primero el estado de la respiración en el accidentado, no obstante, si se observa en primer instancia una hemorragia severa, ésta debe ser tratada inmediátamente.

Examinación por Condiciones de Vida o Muerte

Estado de Consciencia.

        Según fue descrito en párrrafos anteriores, se deberá determinar si la víctima se encuentra inconsciente, es decir, determinar impasibilidad:

        En estos momentos el primer respondiente deberá llevar a cabo los pasos ABC, los cuales se discutirán en los próximos párrafos (ver Figura 2-3).
 
Figura 2-3: El ABC de la Evaluación Primaria

Evalúa la Respiración

        La falta de oxígeno por más de seis minutos puede inducir daño irreversible en el tejido cerebral, de manera que es imperante una pronta evaluación de la respiración.  Espere de 3 a 5 segundos para asegurarnos la presencia o ausencia de la respiración.  Si la víctima no respira, se administran dos ventilaciones de 1½ a 2 segundos cada uno (véase Figura 2-6).  Luego se determina la presencia o ausencia del pulso.  De no haber pulso, se procederá a aplicar las medidas básicas de resucitación cardiopulmonar (RCP o CPR, siglas en inglés), una combinación de compresiones cardíacas externas con respiración artificial (véase Capítulo 3).  Por otro, si la víctima posee un pulso pero no respira, el socorrista deberá administrar respiración de rescate.  En adultos (mayor de 8 años) se administra una ventilación cada cinco a seis segundos.  En niños (de 1 a 8 años) e infantes (de 0 a 1 año), se aplica una ventilación cada tres segundos.  El primer paso para determinar si respira o no el accidentado es abrir la vía respiatoria.  Esto se conoce como el paso A del ABC (véase Tabla 2-3 y Figuras 2-3, y 2-4).  Un reconocmiento importante antes de abrir la vía respiratoria es determinar la posibilidad de daño en la espina cervical.  En estas situaciones, se deberá emplear la tracción de la mandíbula modificada o la tracción de la mandíbula (vea Figura 2-5).  En resumen, tenemos:

Figura 2-4: Evaluación de la Respiración
 
 

Figura 2-5: Técnica de la Tracción de la Mandíbula

Figura 2-6: Métodos para las Insuflaciones Artificiales - Boca a Boca

Evalúa la Circulación

        Siguiendo con el paso C del ABC, tenemos que el rescatador deberá determinar si la víctima posee o no un pulso (ver Figura 2-7).  En adultos y niños, el pulso se determina en la arteria carótida.  La examinación del pulso en infantes se realiza palpando la arteria braquial (o humeral).  Para asegurarnos un diagnóstico preciso durante la palpación del pulso, espere de 5 a 10 segundos.  Por lo regular, si el accidentado no posee un pulso, habrá también ausencia de respiración.  En estos casos, se procederá a efectuar el CPR.


Figura 2-7: Métodos para Determinar la Presencia o Ausencia del Pulso

Observa por Hemorragia.

        Otra prioridad es determinar la presencia de hemorragias.  La pérdida de más de cinco litros de sangre puede causar la muerte.  Por consiguiente, es imperante reconocer lo más rapidamente posible las hemorragias y aplicar sin demora la primera ayuda cunado éstas se localizan:

Determine la Presencia de Shock

        Durante la condición de shock, existe una deficiencia en la provisión de sangre y oxígeno hacia los tejidos/órganos vitales del organismo.  Cualquier tipo de trauma físico o psicológico puede inducir un estado de shock.  Por consiguiente, siempre evalúe por posible shock en todas las emergencias médicas o lesiones y ofrezca el tramamiento apropiado. Por ejemplo, asegure una vía de aire abierta (y la respiración), mantenga la circulación (e. g., mediante CPR), controle las hemorragias, mantenga la temperatura del cuerpo, y suba las piernas (fascilita el retorno venoso y flujo sanguíneo hacia el cerebro y el corazón).  Si el shock no se trata a tiempo puede ser mortal:

Examinar Cuello/Espina Cervical

        El rescatador debe examinar el área del cuello. Se deberá determinar la posiblidad de daño en la médula espinal del cuello (véase Figura 2-8 y Figura 2-9), en cuyo caso éste debe ser inmovilizada (vea Figura 2-10).

Figura 2-8: Lesiones Médula Espinal

Figura 2-9: Trauma Cervical por Lesiones de Extensión

Figura 2-10: Métodos para Estabilizar el Cuello

        Además, se debe llevar a cabo un reconocimiento visual y manual por la presencia de venas distendidas/dilatadas, aplanadas, y tráquea desviada.  Coteje las venas yugulares externas, las cuales se extienden hasta la clavícula en ambos lados del cuello (ver Figura 2-11).  Determine si se encuentran distendidas.  Las venas distendidas en el cuello son buenos indicadores de shock obstructivo y fallo cardíaco (Henry & Stapleton, 1997, pp. 312-313), particularmente representan una manifestación de neumotorax a tensión y de tamponada cardíaca.  Por otro lado, las venas aplanadas se observan en el hemotorax (junto a otros signos, tales como shock, matidez en el examen de percusión, entre otros).  Coteje por desviaciones en la tráquea (ver Figura 2-12) hacia cualquier lado del cuello y el desarrollo de enfisema subcutáneo (aire debajo de la piel).  Estos representan signos de posible lesión en las vías respiratorias o pecho (Henry & Stapleton, 1997, p. 216).  La traquea desviada (orientada opuesto al trauma) también es un signo de neumotorax a tensión.  Estas condiciones pueden causar en cualquier momento la muerte repentina de la víctima, de manera que requieren ayuda médica especializada lo más pronto posible.
 

Figura 2-11: Venas del Cráneo y Cabeza Figura 2-12: Tráquea

        Evaluar por Posible Incapacidad

        Durante la evaluación primaria es crucial determinar si existe algun daño a nivel del sistema nervioso central (SNC), el cual se compone del cerebro y la médula espinal (ver Figura 2-1).  Comunmente puede haber una lesión en el SNC en aquellos accidentes que involucran un a caída, colisiones de automóviles, entre otros.  Como regla general, en toda lesión/accidente que ocasione un trauma craneal, siempre asuma una lesión en la columna vertebral (con daño en el cordón espinal), a menos que se pruebe lo contrario.  Para determinar la posibilidad de lesión en el SNC/espina dorsal, el rescatador deberá efectuar los siguientes procedimientos evaluativos:

Tabla 2-6
Niveles de Consciencia
 
RESPONDIENTE (Habla) CARACTERERÍSTICAS
Alerta y Orientado Responde a Estímulos Verbales o Físicos. Conoce: ¿Quién?, ¿Dónde?, y ¿Qué?
Desorientado y Confundido Puede Responder a Estímulos Verbales o Físicos, pero no Conoce Quien, Donde o Que 
NO RESPONDE (No Habla) CARACTERÍSTICAS
Estuporoso pero puede Despertar Puede Responder Temporeramente a Estímulos Verbales o Físicos
Inconsciente Responde solo a Estímulos Físicos
Comatoso Respira y posee Pulso pero no Responde a Estímulos Verbales o Físicos
Paro Respiratorio Ausencia de Respiración, pero Posee un Pulso
Paro Cardíaco No Respira ni Tiene Pulso
NOTA. Adaptado de: Medic First Aid: Medical Emergency Manual, 6ta. ed.; (p. 9) por Emergency Medical Planning America, 1991, Eugene, Oregon: EMP. Derechos Reservados 1991 por Emergency Medical Planning America.
 

        Nunca mueva una víctima con lesión en la columna vertebral, particularmente con lesión en la espina cervical.  En esta situaciones, se procede a inmovilizar el cuello con un collar cervical (ver Figura 2-10). Si no se posee este collar se puede emplear algun tipo de material improvisado (manta, camisa, toalla, entre otros) que puede temporeramente estabilizar el cuello.

        En resumen, en aquellos accidentados con daño en la espina dorsal:

Reumen - Tablas

        En resumen, el reconocimiento primario determina el nivel de consciencia o impasibilidad del accidentado, la presencia o ausencia del la respiración, si posee un pulso o se encuentra ausente, hemmorragias evidentes, posible shock, y la evaluación del sistema nervioso central (SNC) para cotejar posible daño cerebral y en la médula espinal. (ver Tabla 2-4a, Tabla 2-4b  y 2-5).

 

Tabla 2-4a
Resumen de la Evaluación Primaria

Tabla 2-4a: Resumen de la Evaluación Primaria

Tabla 2-4b
Resumen de la Evaluación Primaria

Tabla 2-4b: Resumen de la Evaluación Primaria

Table 2-5
Pasos a Siguir en la Evaluación Primaria

Tabla 2-5: Pasos a Seguir en la Evaluación Primaria
 


EXAMINACIÓN SEGUNDARIA DE LA VÍCTIMA

Consideraciones Generales

        Si aún no han llegado los paramédicos o técnicos de emergencias médicas, es responsabilidad del primer respondiente de efectuar un reconocimiento secundario.  La evaluación secundaria se inicia luego de haber evaluado (y tratado) toda condición de vida o muerte.  El propósito de esta fase evaluativa es poder determinar otros tipos de lesiones/traumas o enfermedades que pueda poseer el accidentado.  Usualmente, estas condiciones no representan peligro inmediáto para la vida de la víctima; no obstante, si no se administran los primeros auxilios correspondientes pueden convertirse en una emergencia de vida o muerte.  La evaluación secundaria se divide en tres etapas fundamentales, a saber: el historial, signos vitales y examinación cefalo-caudal (desde la cabeza hasta los pies) (ver Tabla 2-7).  Un buen historias/entrevista ayuda al rescatador dirigir un mejor y más efectivo examen físico (cefalo-caudal).
 

Tabla 2-7
Componentes del Examen Secundario

Tabla 2-7: Componentes del Examen Secundario

        Durante la evaluación secundaria, el socorrista debe de llevar a cabo otra evaluación general de la escena de emergencia en busca de nuevos peligros potenciales.  Posiblemente el rescatador le dedicó un tiempo considerable a la evaluación y tratamiento de las condiciones de vida o muerte que afectaron a la víctima, de manera que durante ese lapso de tiempo pueden haber surgido otros peligros que no conoce el socorrista.  Por ejemplo, una escena de emergencia que incicialmente hubo un escape de insignificante de sustancias inflamables o tóxicas, pueden ahora convertirse en un derrame significativo con el potencial de amenazar peligrosamenta la vida del rescatador, la víctima (o víctimas) y a los curiosos.  Recuerde, la documentación es importante, de manera que registre toda la información adquirida durante esta evaluación.  Si se encuentra ocupado con la víctima, reclute a un curioso para que le ayude.  El rescatador debe tener mucho cuidado de no mover innecesariamente a la víctima, particularmente si se sospecha daño en el cordón espinal.  Una vez más, puede solicitar ayuda de los observadores para que mantengan inmovilizado al accidentado, especialmente en la espina cervical.

Historial/Entrevista Subjetiva

        El historial es un relato del accidentado sobre eventos/condiciones, o manifestaciones, significantes vinculados con la emergencia actual, lo cual ayuda al rescatador a tener una mejor idea de lo que tiene la víctima (su posible condición actual), de manera que se pueda ofrecer la apropiada primera ayuda.  Representa una conversación entre el accidentado y el socorrista que intenta conseguir información sobre cómo ocurrió el acidente o se inició la enfermedad.  El historial se obtiene mediante una entrevista con la víctima.  Si ésta se encuentra inconsciente, entonces se entrevistan a sus familiares o amigos.  Más aún, un observador que presenció el accidente o enfermedad repentina puede ofrecer valiosa información al rescatador.  Mediante la entrevista, el rescatador reune información valiosa mediante el uso de preguntas específicas y escuchando al accidentado.  El historial o entrevista con el accidentado proporciona algunas claves sobre las posibles lesiones, confirma sospechas de enfermedades (e.g., diabetes) o enfermedad cardíaca.

        Esta entrevista se inicia inmediátamente que el rescatador encuentra a una víctima consciente en la escena del accidente/lesión.  Comunmente se comienza luego del examen primario, pero en ocasiones (dependiendo de la situación en particular) puede realizarse simultáneamente con el examen físico.  La entrevista no solo sirve para indagar sobre las posibles manifestaciones o condición de la persona afectada, sino también para llevar a cabo un diálogo que ayude a calmar emocionalmente al accidentado.  El historial comienza preguntándle al accidentado sobre su queja o síntoma principal, seguido de una entrevista secuencial.  Un síntoma es algo que la víctima nos puede decir sobre su condición, es decir, todo aquello que siente y padece ésta.  Por consiguiente, los síntomas solo pueden ser obtenidos mediante la información que nos ofresca la persona afectada, de manera que son indicaciones o señales subjetivas.  Por ejemplo, la víctima nos puede informar que tiene naúsea, tiene la visión borrosa, experimenta siente dolor en la espalda, no siente sus extremidades, esta mareada, entre otras.

        Antes de la entrevista, observe lo siguiente:

Tabla 2-8a
Información del Historial/Entrevista que se
debe Obtener del la Víctima, sus Familiares, u Observadores

Tabla 2-8a: Información del Historial/Entrevista

Tabla 2-8b
Historial/Entrevista

Tabla 2-8b: Historial/Entrevista
 

Figura 2-13: Símbolos de Alerta Médica

Entrevista

        La entrevista comienza presentadose el rescatador a la víctima o a los observadores.  Recuerde, se requiere primero pedir el consentimiento para comenzar este proceso evaluativo. Ofrezca apoyo emocional y demuestre seguridad/confianza al accidentado.  Se recomienta hacer contacto visual y tactil con la persona afectada.  Una palmadita sobre el hombro, cogerle las manos ayudan a tranquilizar a la víctima.  A continuación, pregúntele al accidentado sobre su queja principal (síntomas), tales como dolor, mareo, entre otros.  Por ejemplo, la víctima puede describir su queja principal como sigue: "yo tengo un dolor de pecho", "tengo una fatiga que no me deja respirar", "la cabeza me quiere explotar con este dolor de cabeza".  En ocasiones, la condición es obvia, por ejemplo, un hemorragia a la vista (signo).  Mucho cuidado se debe tener de no poner palabras en la boca del accidentado.  Se deben evitar preguntas que se contesten con un "sí" o un "no".  Tome nota mientras atentamente escuche el relato de la víctima.  Más aún, evite repetir las preguntas, puesto que las víctimas bajo un estado de ansiedad o distrés no se encuentran muy motivadas de contestar estas preguntas.

 

Tabla 2-9a
Historial de la Víctima

Tabla 2-9a: Historial de la Víctima

Tabla 2-9b
Historial/Entrevista: Síntoma o Queja Principal

Tabla 2-9b: Historial/Entrevista: Síntoma o Queja Principal

        Para obtener más información, el socorrista le puede preguntar a la víctima lo siguiente: (a) ¿qué fue lo que sucedió?, (b) ¿sientes algún dolor en tu cuerpo?, (c) ¿eres alérgico a alguna alimento, medicamento, sustancia u objeto?, (d) ¿padeces de alguna enfermedad? (e) ¿te encuentra actuamente tomando medicamentos?, (f) ¿posees algun tipo de identificación o símbolo médico? (ver Figura 2-13), (g) ¿puedes mover tus brazos, piernas o dedos de la mano y pie?  Esta última pregunta provee información sobre el estado del sistema nervioso central del accidentado.  Si éste no puede mover estos segmento corporales, se debe sospechar daño a la médula espinal.

        En resumen, una vez el rescatador conozca la queja principal de la víctima, se debe indagar más sobre otras condiciones, tales como: (a) posibles problemas médicos relacionado con la emergencia actual (i.e., el historial médico); (b) alergias y medicamentos actuales que ayuden al diagnóstico y a prevenir la administración de medicamentos contraindicados (buscar por identificaciones de "medic-alert"); (c) alimentos/bebidas que se han consumido previamente, dato importante en caso que se requiera intervención quirúrgica, y puede arrojar evidencia sobre posible envenenamiento (preguntar por la hora en que se ingerió, cantidad, tipo, y si fue sólida o líquida); (d) eventos previos a la emergencia que sean relevantes a la situación presente; (e) dolores que se perciben, cuándo se iniciaron, lugar específico (y hacia dónde se irradia) e intensidad/severidad del dolor, calidad del dolor (¿como siente y describe el dolor el accidentado?) y qué condiciones lo detienen/alivian (ver Tabla 2-8 y 2-9).

        Resumiendo, se recomienda que durante el historial/entrevista el rescatador:

        A continuación se resumen los procedimientos previos a la entrevista y la información requerida en el historial de la lesión/enfermedad:

Evaluación de los Signos Vitales

        Un signo representa algo que el rescatador puede observar escuchar, sentir/palpar, olfatear de la víctima. Involucra el uso de los sentidos del rescatador para poder determinar el problema que tiene el accidentado, de manera que los signos son señales objetivas.  Por ejemplo, se puede sentir caliente el cuerpo del accidentado, observar un estado de palidez en éste, no sentir/escuchar la respiración, entre otras manifestaciones.  Los signos vitales (conjuntamenta con el historial y examen físico) proveen valiosa información sobre el estado actual del accidentado, de manera que el rescatador pueda administrar los primeros auxilios correspondientes.  Por otro lado, los signos vitales representan mediciones/evaluaciones sobre las funciones vitales (de vida) del organismo y son buenos indicadores sobre condiciones anormales.  Los signos vitales incluyen la respiración, el pulso, presión arterial, y temperatura.  La presión arterial es una medida que requiere un adiestramiento especial y equipo específico (esfignomanómetro), de manera que no estará incluída en ésta sección.

        La medición y registro de los signos vitales será de gran valor para los técnicos de emergencias médicas y los médicos en las salas de emergencia, puede sirvir de base para comenzar con el tratamiento específico, tal como terapia con oxígeno, ventilación, manejo de shock, entre otros.  La interpretación de los signos vitales se realiza tomando como base los valores normales de éstos.  Por ejemplo, la frecuencia respiratoria normal se encuentra entre 12 a 24 respiraciones por minuto en adultos, de manera que cualquier valor fuera de esto se considera anormal.  Además, se debe considerar también las situaciones y variables particulares de la emergencia, tales como estrés, ansiedad, edad de la víctima, y medicamentos, puesto que pueden alterar el valor nornal o esperado del signo vital.
 

Evaluación Secundaria: Signos Vitales

Evaluación de los Signos Vitales

Respiración

        Una respiración normal se caracteriza por ser cómoda, con un leve levantamiento del abdomen y pared torácica (pecho), sin la intervención de músculos accesorios.  Durante la evaluación de la respiración se deben considerar los siguientes factores: (1) frecuencia, (2) profundidad, (3) patrón y (4) sonidos respiratorios.  La frecuencia respiratoria representa el número de respiraciones (ciclos de inhalación y exhalación) en reposo durante un minuto.  Es un índice sobre el tiempo que tarda el intercambio de gases a nivel de los alveolos pulmonares.  Nos indica si la respiración es normal, rápida o lenta.  Para determinar la frecuencia respiratoria, el rescatador debe colocarse en un lado de la víctima, con una visión clara del pecho.  Cuente el número de veces que sube y baja el margen del pecho durante 15 o 30 segundos.  Para convertirlo en respiraciones por minuto, multiplique el valor resultante por 4 si se tomó en 15 segundo, o por 2 se se registró en 30 segundos.  Por ejemplo, si se contabilizaron 4 subidas del pecho durante15 segundos, entonces la víctima posee una frecuencia respiratiria de 16 respiracines por minuto (4 X 4 = 16 respiraciones/min.).  Comunmente la frecuencia respiratoria nomal puede fluctuar entre 12 y 20 respiraciones/minuto en el adulto.  En niños, la frecuencia respiratoria es más alta (ver Tabla 2-11).  Existe una variedad de respiraciones anormales, cada una con un nómbre específico que la identifica (vea Tabla 2-10).  Por ejemplo, una frecuencia respiratoria mayor de 24 resp./min se conoce como taquipnea.  Por otro lado, una frecuencia respiratoria menor de 10 resp/min se le da el nombre de bradipnea.
 

Table 2-10
Términos/Nombres para las diferentes Respiracionbes Anormales

Tabla 2-10: Términos/Nombres para las diferentes respiracionbes Anormales

        La calidad de las respiraciones nos indican si la víctima posee dificultades respiratorias, si padece de una condición crónica de obstrucción respiratoria, entre otras posibilidades. Cuando se evalúa la calidad de la respiración se determina si es normal, forzada o jadeante, superficial o profunda, y sofocante.  Por ejemplo, las respiraciones poco profunadas (superficiales) y rápidas pueden indicar shock, agotamiento por calor, hemorragia, shock de insulina, y condiciones cardíacas (e.g., fallo cardíaco).  Por otro lado, las respiraciones profundas, entrecortadas/jadeante y aquellas realizadas con esfuerzo pueden representar manifestaciones de obstrucción en la vía respiratoria, lesión en el pecho, insuficiencia cardíaca/enfermedad del corazón, hipertensión, asma, coma diabética, y dolor.  Se deben observar otros signos vinculados con problemas pulmonares.  Si se detecta sangre espumosa en la nariz y boca, con toz, se debe sospechar daño pulmonar, posiblemente causado por fractures de las costillas, objetos penetrantes o por cuerpos extraños (balas); edema pulmonar; y contusión pulmonar severa (ver Tabla 2-12).  Durante la evaluación de la respiración, se pueden escuchar ciertos sonidos respiratorios particulares (anormales).  Estos sonidos comunmente indican algun tipo de obstrucción en las vías respiratorias superiores o inferiores (ver Tabla 2-12 y Tabla 2-13).

 

Tabla 2-11
Frecuencias Respiratorias Normales
 
EDAD FRECUENCIA RESPIRATORIA
(resp./min.)
Recien Nacido 40-60
1 año 30-40
3 años 25-30
5 años 20-25
7 años 20-25
10 años 15-20
15 años 15-20
Adulto 12-20

NOTA. Adaptado de: "Emergency Cardiac Care: New Pediadric Guidelines", por R. K. Keddington, 1994, RN, 57(5), pp. 44-51.

 

Table 2-12
Variaciones en la Frecuencia, Calidad y Sonidos de la Respiración
con sus Posibles Condiciones Médicas Asociadas

 
CALIDAD/OBSERVACIÓN DE LAS RESPIRACIONES POSIBLE CAUSA/CONDICIÓN
Profundas, entrecortadas y con esfuerzo/dificultosas Obstrución de la vías respiratorias, asma, enfermedades cardíacas (e.g., insuficiencia cardíaca, ataque cardíaco), enferemdad pulmonar, lesión torácica (pecho), daño pulmonar por el calor, emergencia diabética (e.g., coma diabético)
Rápida y poco profundas Shock, hemorragia, condiciones cardíacas, condiciones relacionadas con el calor (e.g., choque por calor), emergencia diabética (e.g., choque insulínico), fallo cardíaco, neumonia
Respiraciones lentas Lesión en la cabeza, apoplejía, lesión en el pecho, abuso de ciertas drogas
Resollando (como un pitillo), respiraciones dolorosas, difíciles, fatigadas Asma, enfisema, obstrucción de la vía respiratoria, fallo cardíco, disnea (respiración dificultosa)
Dificultad respiratoria en decúbito (acostado) Insuficiencia cardíaca
Respiración con estertores (ronquidos) Apoplejía, fractura craneal, intoxicación con drogas o alcohol, obstrucción parcial de la vía respiratoria
Respiraciones estertorosas o borboteo/gorgeo (como si las inspiraciones pasaran a través del agua) Obstrucción de la vía respiratoria, enfermedad pulmonar, lesión pulmonar ocasionado por el calor, materias extrañas en la garganta, edema pulmonar (líquido en los pulmones)
Cacareo (sonidos como que emiten las aves) Obstrucción de la vía respiratoria, lesión en la vía respiratoria ocasionada por el calor, espasmos en la laringe
Ausencia temporera de la respiración Anoxia (falta de oxígeno)
Ausencia respiratoria Para respiratorio
Sangre de aspecto espumoso el la nariz y boca, tosiendo sangre Lesiones pulmonares/en el pecho, costillas fracturadas, heridas punzantes (u objetos extraños) en el pulmón (e.g., cuchillos, balas), lesiones internas, contusiones pulmonares severas, edema pulmonar (fallo cardíaco agudo)
 

Tabla 2-13
Sonidos Respiratorios que pueden Escucharse Durante
la Evaluación de los Signos Vitales

Tabla 2-13: Sonidos Respiratorios q

Pulso

        El pulso representa la expansión y contracción alternada de la arteria que resulta de la propulsión sanguínea rítmica con cada latido del corazón.  El pulso se determina al palpar una arteria que pasa superficialmente (cerca de la piel) y comunmente sobre un hueso.  Los criterios empleados para evaluar el pulso son, a saber: (1) frecuencia, (2) calidad, y (3) rítmo.   El pulso radial es el más frecuentemente empleado para observar/evaluar estas funciones.  La frecuencia del pulso puede ser determinada al contar el número de impulsos (o latidos) en 15 ó 30 segundos, y luego se multiplica por 4 ó 2, respectivamente, para convertirlo en latidos por minuto.  Por ejemplo, si se determinaron 18 latidos en 15 segundos, la frecuencia del pulso sería el resultado de la multiplicación de 18 por 4, i.e., 72 latidos/min.  Un pulso normal en adultos puede fluctuar de 60 a 80 impulsos o latidos por minuto, siendo el promedio 72 lat/min.  Comunmente, la frecuencia del pulso en infantes y niño es más alta en comparación con los adultos (ver Tabla 2-14).  La frecuencia del pulso puede ser rápida o lenta.  Una frecuencia del pulso menor de 60 latidos por minuto se conoce como bradicardia.   Por otro lado, si la frecuencia del pulso sobrepasa los 100 latidos por minuto, se dice que la víctima se encuentra en taquicardia.  Es importante aclarar que los atletas adultos comunmente poseen un pulso de bradicardia, (i.e., bradicardia del deportista) es decir, menor de 60 latidos por minuto.  Los atletas que practican deportes que desarrollan  tolerancia cadiovascular o aeróbicos (e.g., carreras pedestres de larga distancia, como lo son los maratones) pueden posee una frecuencia del pulso que varíe de 30 a 40 latidos por minuto (D’Souza,  Sharma, & Boyett, 2015; McKelvie, 2022; Oakley, 2001).
 

Table 2-14
Frecuencias del Pulso Normales
 
                             
 

        La calidad del pulso puede ser normal, fuerte/palpitante o débil. En ciertas situaciones de emergencia el pulso puede ser tan débil que es imposible palparlo. Por ejemplo, en un estado de shock, no se puede registrar un pulso en las extremidades. En estos casos se recomienda monitorear el pulso desde la arteria carótica (localizada en el cuello).

        El rítmo del pulso puede ser regular o irregular. El ritmo del pulso refleja la actividad sincrónica del marcapaso del corazón (nodo seno-atrial) y de su sistema de conducción eléctrico.

        Ciertas patologías se encuentran asociadas con alteraciones de los valores normales del pulso (véase tabla 2-15). Un pulso rápido, regular y fuerte puede indicar pánico/pavor, miedo o aprensión, choque por calor, hipertensión, y etapa inicial de una hemorragia. Por otro lado, un pulso rápido, regular y debil se encuentra asociado con un estado de, agotamiento por calor, coma diabética, y ú1tima etapa de una hemorragia. Una apoplejía (derrame cerebral) y fractura del cráneo (concusión) comunmente manifiestan un pulso lento y fuerte. Obviamente, la asusencia de una pulso es indicativo de un paro cardíaco que puede producir la muerte.
 


Table 2-15

Variaciones en la Frecuencia, Calidad y Ritmo del Pulso
con sus Posibles Condiciones Médicas Asociadas


EDAD FRECUENCIA
DEL PULSO
(lat./min)
Recien Nacido 120-160
1 año 80-140
3 años 80-120
5 años 70-115
7 años 70-115
10 años 70-115
15 años 70-90
Adulto 60-80

NOTA. Adaptado de: "Emergency Cardiac Care: New Pediadric Guidelines", por R. K. Keddington, 1994, RN, 57(5), pp. 44-51.

        La calidad del pulso puede ser normal, fuerte/palpitante o débil.   En ciertas situaciones de emergencia el pulso puede ser tan débil que es imposible palparlo.  Por ejemplo, en un estado de shock, no se puede registrar un pulso en las extremidades.  En estos casos se recomienda monitorear el pulso desde la arteria carótida (localizada en el cuello).

        El rítmo del pulso puede ser regular o irregular.  El ritmo del pulso refleja la actividad sincrónica del marcapaso del corazón (nodo seno-atrial) y de su sistema de conducción eléctrico.

        Ciertas patologías se encuentran asociadas con alteraciones de los valores normales del pulso (véase Tabla 2-15).  Un pulso rápido, regular y fuerte puede indicar pánico/pavor, miedo o aprensión, choque por calor, hipertensión, y etapa inicial de una hemorragia.  Por otro lado, un pulso rápido, regular y débil se encuentra asociado con un estado de, agotamiento por calor, coma diabética, y ú1tima etapa de una hemorragia.  Una apoplejía (derrame cerebral) y fractura del cráneo (concusión) comunmente manifiestan un pulso lento y fuerte.  Obviamente, la asusencia de una pulso es indicativo de un paro cardíaco que puede producir la muerte.
 

Table 2-15
Variaciones en la Frecuencia, Calidad y Ritmo del Pulso
con sus Posibles Condiciones Médicas Asociadas

 
CALIDAD/OBSERVACIÓN
DEL PULSO
POSIBLE CAUSA/CONDICIÓN
Rápido, regular y lleno/fuerte Esfuerzo físico o ejercicio, miedo o aprehensión, emergencia asociada al calor, hipertensión arterial (alta presión arterial), fiebre, etapa inicial de una hemorragia
Rápido, regular y filiformes Shock, emergencia asociada con el calor, emergencia diabética (e.g., coma diabética), fallo en el sistema circulatorio, etapa final de una hemorragia
Lento y lleno/fuerte Apoplejía, fractura craneal, daño cerebral
Ausencia del Pulso Paro cardíaco

Temperatura

        La temperatura es la cantidad de energía en la forma de calor que posee el cuerpo.  Se mide comunmente en grados centígrados.  Una temperatura normal puede fluctuar 98 y 100 ºF (36.7 ºC y 37.8 ºC) (ver Tabla 2-16).  En el caso de los primeros respondiente (que no poseen el adiestramiento ni el equipo para una medición de la temperatura más sofisticada) se toma la temperatura de la piel a nivel de la frente (en la cabeza) del accidentado.  Se debe sentir la temperatura de la piel con la parte trasera de la mano.  Determine la calidad de la temperatura empleando los siguientes criterios: normal, caliente, fría.  Además, determine si la piel se encuentra seca, húmeda o pegajosa.


Tabla 2-16
Valores Normales de la Temperatura Corporal

VÍA GRADOS FAREINHEIT
(°F)
GRADOS CENTIGRADOS
(°C)
DURACIÓN
(minutos)
Oral 97.6 - 99.6 36.5 - 37.5
Rectal 98.6 - 100.6 37.0 - 38.1 6
Axilar 96.6 - 98.6 36.0 - 37.0 10

        La Tabla 2-17 muestra algunos de las condiciones vinculadas con la temperatura de la piel.  Por ejemplo, una piel fresca, húmeda y pegajosa puede estar asociado con shock, hemorragia, agotamiento por calor, trauma, y estimulación nerviosa.  Si es fría y húmeda indica pérdida de calor en el cuerpo.  Cuando la piel se palpa fresca/fría y seca es comunmente un signo de exposición excesiva al frío.  Finalmente, una piel caliente y seca se asocia con choque por calor y fiebre alta.

Table 2-17
Variaciones en la Temperatura de la Piel
con sus Posibles Condiciones Médicas Asociadas

 
TEMPERATURA DE LA PIEL POSIBLE CAUSA/CONDICIÓN
Fresca/fría, húmeda y pegajosa Shock, trauma, hemorragia, pérdida de calor del cuerpo, condición asociada al calor, estimulación nerviosa
Fría y húmeda Pérdida de calor en el cuerpo
Fría y pegajosa shock, ataque cardíaco, ansiedad
Fría y seca Exposición excesiva al frío
Caliente y seca Choque por calor, fiebre alta
Caliente y húmeda Infección
Carne de gallina, escalofríos, castañear dientes, labios azulados y piel pálida Paludismo, neumonía, dolor, miedo

Presión Arterial

        La presión arterial (PA) representa la fuerza motriz que mueve la sangre a través de todo el sistema circulatorio.  Esta medición la toman los Técnicos de Emergencias Médicas.  La Tabla 2-18 ilustra los valores normales de la presión arterial en infantes, niños y adultos.  La condiciones viculadas con los cambios anormales en la presión arterial se describen en la Table 2-19.
 

Tabla 2-18
Presión Arterial Normal
 
EDAD PRESION ARTERIAL
(mm. Hg.)
Recien Nacido 80/40
1 año 82/44
3 años 86/50
5 años 90/52
7 años 94/54
10 años 100/60
15 años 110/64
Adulto 120/80

 NOTA. Adaptado de: "Emergency Cardiac Care: New Pediadric Guidelines", por R. K. Keddington, 1994, RN, 57(5), pp. 44-51.

                           
 
Table 2-19
Variaciones en la Presión Arterial
con sus Posibles Condiciones Médicas Asociadas


OBSERVACIÓN POSIBLE CAUSA/CONDICIÓN
Hipotensión (baja presión arterial) Hemorragia descontrolada, ataque cardíaco, shock, daño viceral/órganos (la incapacidad de bombear la sangre con apropiada presión hacia los tejidos corporales resulta en una deficiencia del suministro de sanguíneo, oxígeno y nutrientes)
Hipertensión (alta presión arterial) Daño a los vasos sanguíneos arteriales

        Otros signos pueden ser evaluados durante esta fase, tales como el color de la piel y llenado capilar, reacción de las pupilas, nivel de consciencia, habilidad para moverse, reacción a la estimulación física.  La evaluación de estos signos pueden repetirse durante el examen físico cefalocaudal en la evaluación secundaria.

Color de la Piel

        En adultos, el color de la piel se evalúa a nivel de las uñas (o llema de los dedos), mucosa oral, y conjuntiva o párpado interno del ojo.  En el caso de infantes y niños, se examina también las palmas de las manos y la planta de los pies.  Colores anormales de la piel incluyen, a saber: palidez (indica probre perfusión o deficiencia circulatoria, cianótico (color azuloso-grisoso, lo cual indica una deficiencia en la concentración sanguínea del oxígeno o probre perfusión), ruboración/enrojecimiento (asociado a la exposición excesiva al calor o intoxicación con monoxido de carbono), e ictericia (color amarillenta de la piel, mucosas y conjuntivas causado por cifras elevadas de bilirrubina en la sangre; comunmnte se asocia con una enfermedad en el hígado).

        En individuos que poseen piel de pigmentación oscura, se debe observar la lengua, labios, lados de las mejillas dentro de la boca, las uñas (o llema de los dedos), y la parte interna de los párpados.  Comunmente estas áreas poseen un color rosado.  Una persona con pigmentación oscura en estado de shock (con deficiencia de oxígeno o cianótica) evidencia una aspecto grisosa alrededor de la nariz y boca, la lengua y las lados de la mejilla dentro de la boca poseen un color azulado, y los labios y las uñas también tienen una apariencia azulada.  Las palmas de la mano y párpados también resaltan este color azul.  En aquellas circunstancia donde el shock se origina de una hemorragia, se podrá observar un color pálido, crisoso y ceroso en la lengua y en los lados de las mejillas dentro de la boca.  El color rojo (ruborización) comunmente observado en personas con fiebre, podrá ser identificado en la punta de las orejas en estas víctimas con piel de pigmentación oscura..

        Una técnica sencilla empleada para cotejar el estado de oxigenación y circulación de la víctima (e.g., la sangre perdida en una hemorragia) es el llenado capilar.  El llenado capilar representa la habilidad del sistema circulatorio de restaurar la sangre a los vasos sanguíneos capilares luego de haber apretado la punta de los dedos (sus uñas).  Esta prueba es más confiables en los niños (menor de 6 años) que en los adultos.  La prueba mide el tiempo de retorno de la sangre y el color observado cuando se carga de nuevo de sangre los capilares de la uña.  El llenado capilar no debe tardar más de dos segundos y el color debe ser rosado.  Si el color regresa color azul, la prueba se invalida, puesto que indica que el llenado capilar proviene de las venas.  En niños e infantes un llenado capilar normal tarde menos de dos (2) segundos.  Esta prueba se lleva a cabo en las uñas de las manos y pies de la víctima.  No obstante, si las uñas estan pintadas o ausentes por las lesiones, se puede emplear la llema de los dedos para estos mismos propósitos.  Esta técnica consiste en pinchar las uñas, de las mano o pies, del accidentado (colocando la uñas de la víctima entre el pulgar y el dédo índice del rescatador).  En este momento las uñas se tornan pálidas/blancas, debido a que la sangre de los capilares en la uña literalmente se "exprime" o extrae fuera de éstos.  Ahora se debe liberar la presión sobre las uñas.  Se cuentan dos (2) secundos al decir "llenado capilar".  Deberá de regresar el color normal rosado de las uñas (indicativo que regresó el flujo sanguineo arterial a los dedos).  Esto indica un tiempo de llenado normal.  Ciertas condiciones retrasan el llenado capilar (o nunca retorna a la normalidad el color de las uñas), tales como en shock hipovolémico (por pérdida de sangre) y daño en los vasos sanguíneos que suministran sangre a la extremidad.  Por ejemplo, la pérdida de alrededor 20% a 25% de sangre ocasiona un retraso en el llenado capilar (Henry & Stapleton, 1997, p. 543).  Se dice que una persona posee un llenado capilar tardío cuando tomma más de 2 segundos en regresar la sangre a los capilares de las uñas.  Inclusive, puede ser que la pérdida de sangre es tal que nunca regrese la carga de sangre a los capilares de las uñas.  La prueba del llenado capilar puede ser invalidada en ambientes fríos.  En bajas temperaturas, se retrasa el llenado capilar.

Tabla 2-20
Variaciones en el Color de la Piel
con sus Posibles Condiciones Médicas Asociadas

 
COLOR DE LA PIEL POSIBLE CAUSA/CONDICIÓN
Rubor (color rojo) Alta presión arterial, apoplejía, ataque cardíaco, intoxicación alcoholica, emergencia diabética (e.g., coma diabética), reacción anafiláctica (alérgica), simple sonrojo/ruboración
Ruborizada y caliente Infección, calor externo, quemadura solar, enfermedades relacionadas al calor (e.g., choque por calor), quemadura 
Color rojo cereza Intoxicación con monoxido de carbono, choque por calor
Pálida (blanca), color cenizsa, y fresca/fría Shock, miedo, estrés emocional, desfallecimiento, emergencia diabética (e.g., shock insulínico), hipovolemia (deficiencia o baja cantidad/volumen de sangre en el cuerpo), condiciones del calor (e.g., agotamiento del calor), pobre circulación, hemorragia
Pálida y húmeda Ataque cardíaco
Pálida y seca Hipotermia (baja temperatura corporal), anemia
Azul (cianosis) Problemas/obstrucción en las vías respiratorias (e.g., asfixia/sofocación), anoxia (falta de oxígeno), enfermedad pulmonar, embolismo, edema pulmonar, temperatura fría, ataque cardíaco, fallo cardíaco, algunos tipos de envenenamientos, última etapa de la intoxicación con monóxido de carbono, hipovolemia
Ictericia (amarilla) Enfermedad hepática (hígado), inflamación de la vesícula, obstrucción biliar, anemias hemolíticas, hepatitis, disturbio urémico
Moteada (con manchas), blanca/pálida 

y azuloza

Paro cardíaco
Contusión, color negra y azuloza Lesión por un golpe directo con objeto romo (puede tomar 24-48 horas en aparecer)
Contusión, color amarilla Contusión vieja
Coloración negra y azul

(cardenal/hematoma)

Equimosis (filtración de sangre bajo la superficie de la piel), indica lesión en un 

vaso sanguíneo grande

        Algunas condiciones/enfermedades asociadas con estas variaciones en el color de la piel se detallan en la Tabla 2-20.  Segun se puede observar en la Table 2-20, una piel con aspecto rojo puede ser indicativo de hipertensión (presión arterial alta), apoplejía, intoxicación con monoxido de carbono, ataque cardíaco, intoxicación alcohólica, choque por calor, quemaduras por el sol, y coma diabética.  En aquellas emergencias que muestran una piel pálida (blanca), se debe sospechar un estado de shock, agotamiento por calor, pánico/miedo, ataque cardíaco, shock por insulina, anemia, y una hemorragia (la cual, si es severa, debe ser evidente a la vista).  Víctimas cianóticas (color azul) se asocian con algun tipo de problema u obstrucción la vía respiratoria (e.g., asfixia/sofocación), con algunos tipos de intoxicaciones, ataque cardíaco, anoxia (falta de oxígeno), y electrocución.  El color azul resulta de una pobre oxigenación en la sangre circulante.

Pupilas de los Ojos

        Las pupilas proveen valiosa información asociada con lesiones en el cerebro y diversas intoxicaciones con fármacos y alcohol.  Las pupilas representan la parte negra central del ojo.  La Figura 2-14, ilustra las diversas posibles respuesta de la pupila ante la luz.  Comunmente, las pupilas cambian de diámetro con las variaciones en la luz.  Las pupilas se contraen (miosis, se tornan más pequeñas) cuando se exponen a una luz brillante.  Por otro lado, en la oscuridad o ambientes con poca visibilidad, las pupilas se dilatan (midriasis, se torna más grandes/anchas). Unas pupilas no reactivas no responden a las variaciones de la luz.  Ambas pupilas de los ojos deben mostrar el mismo tamaño y reacción ante la luz.  Sin embargo, se ha encontrado que de un dos al cuatro porciento de la población general pueden poseer pupilas desiguales en ausencia de alguna enfermedad asociada.  Comunmente la función de las pupilas se miden en términos de su diámetro, reacción ante la luz, y equidad en el tamaño de ambos ojos.
 

Figura 2-14: Cambios en el Tamaño de la Pupila

        Las diversas condiciones vinculadas con las variaciones anormales en las pupilas se describen en la Tabla 2-21.  Las pupilas dilatadas (que no reaccionan ante la luz) pueden sugerir la presencia de shock, hemorragia, agotamiento por calor, paro cardíaco, uso y sobredosis de drogas estimulantes (e.g., LSD y anfetaminas), daño cerebral, trastorno en el sistema nervioso central, y estado de inconsciencia.  Por otro lado, aquellas pupilas que se mantienes contraídas puede estar asociadas con lesiones en la cabeza, apoplejía, enfermedad/trastorno del sistema nervioso central, y uso/adicción a drogas depresivas/narcóticos (e.g., heroína, morfina o codeína).  Se debe sospechar una lesión/daño cerebral o apoplejía cuando se observan pupilas desiguales (una dilatada y otra contraída).  Las pupilas desiguales se describe como anisocoria.  Si las pupilas no responden a la luz, y los ojos se ruedan hacia atrás de la cabeza, es posible que la víctima se encuentre muerta.  No obstante, en esta último caso, la víctima puede poseer un ojo postiso o padecer de cataratas.  Las pupilas y ojos que no se mueven se conocen como ojos de muñeca.

 

Tabla 2-21
Variaciones en las Pupilas
con sus Posibles Condiciones Médicas Asociadas

 
OBSERVACIÓN DE
LA PUPILA 
POSIBLE CAUSA/CONDICIÓN
Dilatadas (midriasis), que no reaccionan ante la luz Alteración emocional (e.g., miedo, un susto), dolor, paro cardíaco, hemorragia, intoxicación con drogas estimulantes (e.g., LSD, anfetaminas, atropina), isquemia cerebral (pobre circulación en el cerebro), hipoxia (bajo contenido de oxígeno), trauma cerebral, estado de inconsciencia, ceguera
Contraídas (miosis), que no reaccionan ante la luz Disturbios en el sistema nervioso central, intoxicación con drogas depresivas o narcóticos (e.g., heroína, morfina o codeína), luz brillante (respuesta normal)
Desiguales (anisocoria) Apoplejía, lesiones craneales, cirugía de catarata en un ojo.
Falta de brillo, parecen carecer de enfoque Shock, coma
Fíja o mirada restrictiva Fractura en la órbita ocular
No responde (Ojos de Muñeca) Coma, muerte, catarata, ojo postizo

Estado de Consciencia

        El estado o nivel de consciencia fue discutido durante la evaluación primaria (vea Tabla 2-6).  Una persona confusa y desorientada comunmente se asocia con la mayoría de las enfermedades/lesiones, la histeria/pavor, aprensión, intoxicación con alcohol o con drogas, trastorno psiquiátrico, trauma en la cabeza, e insuficiencia de oxígeno en el cerebro.  Comunmente aquellos accidentados que poseen una deficiencia de oxígeno cerebral (e.g., durante una isquemia en el cerebro) o intoxicados con alcohol evidencian estupor (condición de inconsciencia, topor o letargia con suspensión del sentido).  Un individuo en estado de coma se asocia con apoplejía/derrame cerebral, lesión/daño cerebral, y shock diabético.  Las convulsiones se observan en un shock de insulina, y epilepsia (ver Tabla 2-22).
 
 

Tabla 2-22

Variaciones en el Estado de Consciencia
con sus Posibles Condiciones Médicas Asociadas

 

OBSERVACIÓN/NIVEL
DE CONSCIENCIA
POSIBLE CAUSA/CONDICIÓN
Incosciencia temporera Desfallecimiento común
Confusión moderada y desorientación Cualquier enfermedad o lesión, intoxicación con drogas o alcohol, enfermedad mental, disturbios emocionales, miedo, aprehensión
Coma profundo Lesión en la cabeza, envenenamienmto, apoplejía, coma diabético
Estupor 

(letargia)

Intoxicación con alcohol o drogas depresivas, isquemia cerebral

        Habilidad para moverse. Esta evaluación provee información valiosa sonbre el estado del sistema nervioso de la víctima. Si se observa una parálisis en un lado del cuerpo, se debe sospechar apoplejía, lesión en la cabeza, o lesión en la médula espinal (porción lumbar o espalda baja). La lesión en la médula espinal o cuello puede resultar en el uso limitado de alguna o todas las extremidades (brazos y piernas). Si la víctima no puede mover los brazos y manos, es posible que haya alguna presión sobre la médula espinal o en el cerebro. La incapacidad para mover las piernas y pies puede indicar una apoplejía, daño a la médula espinal a nivel del cuello, lesión en la cabeza con daño cerebral o hemorragia. La Tabla 2-23 resume este reconocimiento con sus posible enfermedades asociadas.
 
 

Tabla 2-23

La Habilidad para Moverse la Víctima
con sus Posibles Condiciones Médicas Asociadas


OBSERVACIÓN POSIBLE CAUSA/CONDICIÓN
Parálisis en una lado del cuerpo, incluyendo la cara Hemorragia cerebral (e.g., apoblejía, accidente cerebrovascular, abuso de drogas tomadas por un tiempo prolongado, lesión en la cabeza
Parálisis de las extremidades superiores Lesión en el cordón espinal en el área de la espina cervical
Parálisis de la extremidades inferiores Lesión en el cordón espinal en la región torácica o lumbar (debajo del cuello)
Uso limitado de las extremidades Presión sobre la médula espinal

        Reación a la estimulación física/dolor. Este reconocimiento representa un indicador de parálisis. La ausencia de sensación en los brazos y piernas puede indicar una lesión en la médula espinal. Similarmente, el adormecimiento u hormigueo en las extremidades (brazos y/o piernas) se encuentra también asociado con una lesión/daño a la médula espinal. En aquellas víctimas que presentan ausencia de dolor o sensación en una lesión evidente, se debe sospechar un estado de histeria, shock violento, uso excesivo de alcohol o drogas, o lesión en la médula espinal. El dolor puede indicar una variedad de condiciones. Por ejemplo, un dolor severo y ausencia de pulso en la extremidad se asocia con oclusión de una arteria principal en esa extremidad. Si el accidentado experimenta un dolor general con una lesión, se debe sospechar alguna lesión/trauma en el cuerpo, y probablemente evidencia la ausencia de daño en la médula espinal. Las víctima que sufren de fracturas pueden sentir dolor local en las extremidades (véase Tabla 2-24).
 
 

Table 2-24

Reacción a la Estimulación Dolor
con sus Posibles Condiciones Asociadas

 

OBSERVACIÓN POSIBLE CAUSA/CONDICIÓN
Adormecimiento u hormigueo en las extremidades (comunmente se manifiesta con parálisis, pero puede ocurrir aún cuando se pueden mover los brazos y piernas) Posible lesión en a médula espinal (daño al nervio)
Dolor severo y ausencia del pulso en una extremidad que ha perdido la sensación Posible oclusión del suministrro arterial principal hacia dicha extremidad 
No se percibe dolor ni sensación durante una lesión obvia Histeria, shock violento, Intoxicación con alcohol o drogas, daño en la médula espinal
Dolor general en el área de la lesión Trauma al organismo, posiblemente sin daño al cordón espinal
Dolor local en una extremidad Fractura

        Comunmente un primer respondiente no puede declarar como muerta a un víctima. Una persona muerta no manifiesta signos de actividad respiratoria ni cardíaca. Esto se conoce como muerte clínica. Durante estas situaciones de emergencia el rescatador deberá hacer lo posible de revivirla. Por otro lado, cuando la ausencia de las respiraciones y pulso se combinan con daño neurológica a nivel cerebral, se dice que el accidentado tiene una muerte biológica. Aún en estos casos, se debe continuar ofreciendo la primera ayuda, puesto que no existe una forma que el socorrista pueda diagnosticar la muerte biológica. Además, dicho diagnóstico solo lo pueden determinar los médicos con equipos/pruebas especializadas. En los siguientes párrafos se decriben los signos de muerte y los cambios morfológicos que se observan en una persona muerte.

  • Signos externos de muerte (signos de presunción):
    • Pérdida de movimiento corporal (inmovilidad): La pérdida de movimiento corporal es el signo más precoz de muerte que pueda determinarse con una simple inspección ocular. Algunos casos de muerte debida a causas externas como sumersión, acción de venenos corrosivos, van asociados de profundo "shock" y las víctimas pueden estar tan inmóviles que hace pensar que ya no hay vida cuando en realidad ésta existe.
    • Cese de respiración: La cesación total de respiración es un indicio claro de muerte real, sin embargo, hay un gran margen a equivocarse si ésta es imperceptble (véase la sección de la evaluación primaria donde se evalúa la respiraci6n). Luego de haber cesado la respiración, el daño cerebral puede comenzar desde los cuatro a seis minutos. Cuando transcurran de seis a diez minutos, se debe sospechar daño en el cerebro. Definitivamente, luego de los 10 minutos, debe haber una estado de daño cerebral permanénte. La ausencia de respiración por 20 minutos o más es definitivamente es un signo de muerte biológica o irreversible (la muerte cerebral permanente ocasionada por falta de oxígeno).
    • Cese de circulación: Si no hay circulación sanguínea activa, la cara se torna enseguida pálida, aparece la típica facies cadavérica, frente arrugada, ojos hundidos, nariz afilada, sienes deprimidas, vacías y arrugadas, orejas retraídas hacia arriba, labios colgantes, pómulos hundidos, mentón arrugado, piel seca lívida. Estos caracteres no suelen presentarse en las muertes repentinas. La ausencia de un latido cardíaco por mas de 20 minutos también representa un signo de muerte biológica, ya que si el corazón no bombea sangre (ni el oxígeno que transporta) hacia los tejidos corporales durante este tiempo, el cerebro estaría deprivado de sangre oxigenada por lo que ocurriría daño irreversible a éste órgano y la muerte será final.
    • Pérdida del movimiento de los músculos visuales y cambios en las pupílas:
      • El órgano visual tiene una protección contra elementos extraños al mismo. Si los músculos visuales no reaccionan cuando se levanta el párpado, tratando de proteger el ojo, es un indicio de muerte real.
      • También se podría observar la pérdida de la transparencia en la cornea (éste se torna blancuzca y se arruga).
  • Cambios del cuerpo después de la muerte (signos positivos de muerte):
    • Enfriamiento corporal (pérdida del calor del cuerpo): El tiempo necesario para el enfriamiento del cuerpo es largo, aunque al tacto se considera que el cadáver ya está frío entre 6-8 horas. Normalmente la temperatura corporal desciende varios grados Farenheit cada hora durante las primeras 10 horas después de la muerte.
    • Coloración post mortem (lividez cadavérica):
      • Cuando la circulación cesa, la sangre se va aposentando debido al efecto de la gravedad en aquellas partes del cuerpo que están pegadas al suelo. Esto produce unas manchas cárdenas o violáceas. Es una condición que aparece en todos los casos de muerte con excepción de aquellas ocasionadas por hemorragias agudas.
      • La coloración de las livideces depende de la sangre y, además, varía con la causa de la muerte, siendo rosada en los envenenamientos con monoxido de carbono, achocolatado en las producidas por envenenamiento con clorato de potasio y plomiza en las producidas por intoxicación aguda de alcohol. Rojo claro en los ahogados.
      • Los livideces inician su aparición entre los 20 minutos a una hora después de la muerte en sujetos apopléticos (presión sanguinea alta) y de 1 a 4 horas en los anémicos. Están totalmente desarrolladas de 10-12 horas después de la muerte.
  • Rigor mortis (rigidez cadavérica):
    • Al morir la persona empiezan a coagularse las proteínas que se encuentran en los músculos (miosina). La coagulación de este líquido produce la rigidez cadavérica que no no es otra cosa que la tenanización de los músculos. Este se inicia cuando ocurre la muerte y se percibe a las 2 horas.
  • Espasmo cadavérico:
    • Descripción: Una contracción muscular vital que persiste después de la muerte y en la que el sistema nervioso juega un importante papel.
    • Porción corporal más corrientemente afectados: Los músculos de la mano.
  • Putrefacción (descomposición cadavérica):
    • Causa: Después de la muerte, las bacterias que viven en estado normal en nuestros cuerpos, especificamente en los intestines, inician la putrefacción. Siempre es necesario la presencia de aire y organismos para que la putrefacción tenga lugar.
    • Principios de la putrefacción:
      • Mancha verde abdominal: Suele aparecer entre las 24 y las 48 horas después de la muerte.
  • Destrucción por insectos (fauna cadavérica).
  • Esqueletonización.

Examinación Física

        Una.


MS

        Tod

  • .
Figura 1-4: Usando Barreras para Evitar el Contagio de Patógenos
  • Al finalizar la administración de los primeros auxilios, se deben lavar las manos con agua y jabón.
  • Consultar a un médico si durante la acción de los primeros auxilios hubo contacto con los líquidos corporales del accidentado.
  • Considerar peligros/limitaciones en el ambiente circundante. Si el accidente es en el agua y usted no sabe nadar (o no tiene experiencia en salvamento acuático), su vida se encontrará en alto riesgo si usted intetente salvar a la víctima que se esté ahogando.
  • Estar alerta de peligros desconocidos, tales como: (1) gases tóxicos, (2) químicos peligrosos, (3) fuentes de electricidad (e.g., cables de energía eléctrica tendidos cerca del accidente), (4) fuego y materiales inflamables (e.g., derramamiento de gasolina), (5) estructuras que pueden colapsarse, (6) explosiones, (7) radiación, (8) falta de oxígeno, (9) armas de fuego y situaciones domésticas peligrosas, (10) automóviles en circulación próximo a la escena de emergencia, entre otros peligros.
  • Considerar tus limitaciones.
  • Considerar las situaciones de tráfico:
    • Posición del vehículo.
    • Delegar responsabilidades a curiosos para controlar el tráfico.

EL SISTEMA DE EMERGENCIAS MÉDICAS

       El "first responder" representa un eslabón muy importante que integra la cadena de recursos humanos dentro del sistema de emergencias médicas (véase Figura 1-5).

 

Figura 1-5: Componentes del Sistema de Emergencias Médicas

Concepto

        ¿Que es el sistema de emergencias médicas? Representa una red de recursos (incluye individuos y organizaciones) comunitarios y personal médico que proveen cuidado de emergencia a víctimas que han sufrido lesiones o una enfermedad repentina (American Red Cross, 1996, p. 4; Grant & Murray, 1987, pp. 22-24; Stout, 1992).  Es una cadena contruida de diversas unides, las cuales dependen una de la otra.

Componentes

        La cadena de recursos humanos/comunitarios que constituyen el sistema de emergencias médicas son representadas por los siguientes grupos o eslabones:

1. La respuesta del ciudadano:

  • Representa la cadena más importante y crucial del sistema.
  • Sus funciones son:
    • Reconocer la enfermedad o lesión
    • Activar el sistema de emergencias médicas. Este sistema se activa en el instante que se llame al 9-1-1 o al notificar un rescatador cercano, por ejemplo, a, un policía.
  • Papel del ciudadano en el sistema de emergencias médicas:
    • Reconocer que existe una emergencia.
    • Decidir y actuar.
    • Llamar a los profesionales del sistema de emergencias médicas.
    • Proveer la primera ayuda.

2. El despachador del sistema de emergencias médicas:

  • Trabaja en el centro de comunicaciones.
  • Funciones:
    • Contesta la llamada de ayuda y determina que tipo de ayuda se requiere.
    • Ofrece instrucciones al cuidadano que llama en cuanto a como ayudar al personal del sistema de emergencia médicas cuando llegue.

3. El rescatador/socorrista principal ("first responder"):

        Representa aquellos rescatadores profesionales que llegan primero a la escena del accidente, los cuales que pueden ofrecer ayuda médica avanzada.  Los primeros respondientes pueden ser los bomberos, policias, oficiales de seguridad industrial, y otras personas de responsabilidad similar en cuanto a la seguridad o bienestar de la comunidad.

5. El técnico de emergencias médicas (EMT):

  • Es aquel rescatador profesional que puede ofrecer una primera ayuda más avanzada. En este grupo se incuyen:
    • Personal de ambulancia.
    • Paramédicos. Estos rescatadores son técnicos de emergencias médicas altamente especializados que llevan a cabos diversas funciones avanzadas, tales como: (1) la administración de medicamentos y líquidos intravenosos, (2) proveer primeros auxilios avanzados en situciones de emergencias respiratorias, y (3) evaluar ritmos anormales del corazón.

  • Niveles de Entrenamiento/Certificación: En la actualidad existen cinco (5) niveles de entrenamiento para el personal que componen el Sistema de Emergencias Médicas (SEM), a saber (Eisenberg, 1992; Kuehl, 1992; Mottley, 1992):
    • Respondiente inicial o CPR y Primeros Auxilios del Ciudadano.
    • Primer Respondiente. Preparado en Medidas Básicas para el Mantenimiento de la Vida ("Basic Life Support System" o "BLS", siglas en Inglés) y, en algunos sistemas, algo de Medidas Avanzadas para el Mantenimiento de la Vida ("Advance Life Support System", o "ALS", siglas en Inglés). Esto no incluye transportación. Su currículo fue originado por la DOT en el 1985, y consiste de 40 horas de entrenamiento para el diagnóstico de emergencias diabéticas, cardíacas, tipos de epilepsia entre otros tópicos (Mottley, 1992).
    • Técnico de Emergencias Médicas Básico (TEM-B, ó EMT-B, siglas en Inglés). Comunmente son choferes de ambulancia. Se encuentran entrenados en Medidas Básicas para el Mantenimiento de la Vida. Los TEM repesentan el primer eslabón del SEM, donde realmente comienza el Cuidado Médico Prehospitalario.
    • Técnico de Emergencias Médicas Intermedio (TEM-I ó EMT-I, siglas en Inglés). El currículo del DOT no requiere que los TEM-I se adiestren en manejo avanzado de vías respiratorias (e.g., intubación endotraqueal) y defibrilación. Por otro lado, se requiere que los TEM-I se entrenen en caunto al diagnóstico y tratamiento de emergencias cardíacas (e.g., paro cardíaco, arritmias, entre otras), emergencias respiratoria (e.g., asthma), y condiciones anafilácticas. Algunas currículos incluyen canulación intravenosa, y uso de drogas.
    • Técnico de Emergencias Médicas Avanzado o Paramédico (TEM-A ó EMT-A, siglas en Inglés). Representa el nivel más alto de entrenamiento para el Cuidado Prehospitalario. El paramédico se encuentra adiestrado en Medidas Avanzadas para el Mantenimiento de la Vida, incluyendo defibrilación, administración de medicamentos e intubación endotraqueal, y defibrilación. El currículo del DOT requiere un mínimo de 400 horas de entrenamiento (Mottley, 1992). Los paramédicos son empleados particularmente para condiciones médicas agudas (inmediátas).

5. Personal de cuidado médico en el hospital:

        Se encuentran en los hospitales u otra facilidad médica.  El personal hospitalario lo constituyen: (1) médicos de emergencias médicas, (3) enfermeras, (4) otros profesionales de la salud.

6. Rehabilitación:

        La meta de este último eslabón en la cadena de recursos humanos del SEM es la de tratar que la víctima retorme a su estado de salud anterior. El equipo de rehabilitación se encuentra constituído por: (1)médicos de familia, (2) consultores especialistas (e.g., fisiatras, ortopedas, entre otros), (3) terapistas físicos, y (4) trabajadores sociales.


PRIORIDADES DE TRATAMENTO

Condiciones de Vida o Muerte

        Es imperante reconocer y tratar aquellas condiciones de vida o muerte que afectan a la víctima. La pronta identificación y acción auxiliadora de estas condiciones pueden salvar la vida del accidentado. Estas urgencias médicas se detectan durante la evaluación primaria.

        Las condiones de vida o muerte son, a saber: (1) dificultades respiratorias (e.g., paro respiratorio), (2) paro cardíaco/circulatorio, (3)hemorragia descontrolada, (4) shock severo, (5) lesiones severas en la cabeza con posible daño cerebral (e.g., concusiones o fracturas en el cráneo con pérdida del líquido cerebroespinal), (6) heridas abiertas en el pecho (e. g., neumotorax, hemotorax, tórax bamboleante, tamponada cardíaca, rotura de la aorta, heridas penetrantes al corazón, entre otras), (7) lesiones graves en el abdomen (e.g., eviceraciones o la presencia de contenidos abdonminales que sobresalen a través de una herida abierta del abdomen, (8) lesiones peligrosas en el cuello (e.g., heridas en las venas del cuello con posible embolia de aire), (9) quemaduras severas (e.g, de tercer grado), (10) envenenamientos críticos, y  (11) problemas médicos severos (e.g., infarto al miocardio, coma diabético, apoplejía/infartos cerebrales, coma diabético, entre otros).

Situaciones Serias pero no de Vida o Muerte

        Existe una diversidad de lesiones que no representa un peligro inmediáto para el accidentado, tales como: (1) lesiones en la espalda (con o sin daño en la médula espinal), (2) quemaduras leves (e.g., de primer gardo), (3) fracturas múltiples principales, entre otras.

Escala/Prioridades de Cuidado Urgente

        Durante accidentes masivos que involucran un grupo de víctimas, es de vital importancia que el rescatador pueda rápidamente identificar y clasificar los lesionados a base del tipo y gravedad de sus lesiones/heridas, de manera que se ofrezca la primera ayuda en aquellas personas que requieren cuidado urgente o de prioridad.  Este proceso de clasificación se conoce como tríada o "triage".  Existen tres niveles de triage (véase Tabla 1-8) o de prioidades, a saber: urgencias absolutas o de mayor prioridad, urgencias de segundo grado o de segunda prioridad, y urgencias de tercer grado o de menor prioridad.  Una última clasificación abarca aquellas víctimas declaradas muertas.

Tabla 1-8
Método de Clasificación (Tríada o "Triage") Empleando Tres Niveles

 
PRIORIDAD
DE LA LESIÓN
DESCRIPCIÓN
DE LA LESIÓN
TIPO DE
EMERGENCIA
Urgencias Absolutas
(Prioridad más Alta)
Condiciones de Vida o Muerte Problemas Repiratorios, Paro Cardíaco, Hemorragias Severas Descontroladas, Graves Lesiones Craneales, Problemas Médicos Severos, Lesones Abiertas en el Pecho y Abdomen
Urgencias de Segundo Nivel 
(Prioridades Secundarias)
Lesiones con daños Severos que puede Esperar, pero sin el Tratamiento Apropiado resulta en Muerte Quemaduras, Fracturas
Múltiples o Severas
Urgencias de
Tercer Nivel 
(Prioridades más Bajas)
Lesiones Menores/No graves Fracturas Generales, 
Lesiones Menores
Urgencias de
Última Prioridad 
Muertos/ en
la Morgue 
Víctimas Declarados Oficialmente como Muertas o Aquellas con Paro Cardiorespiratorio que requieren Atención Médica Especializada/Avanzada Lesiones Mortrales donde es Inminente la Muerte, Paro Cardiaco en la Ausencia de Suficiente Personal
NOTA. Adaptado de: First Aid and Emergency Care Workbook for Colleges and Universities, 6ta ed.; (p. 469), por B. Q. Hafen, K. J. Karren, y K. J. Frandsen, 1996, Boston: Allyn and Bacon. Derechos Reservados 1996 por Ally & Bacon.

        Urgencias absolutas (prioridad más alta). Representan víctimas gravemente lesionadas, las cuales requieren tratamiento inmediáto. Según fue descrito previamente, estas son condiones de vida o muerte, tales como: (1) todas las lesiones que alteran o impiden la respiración, (2) todas las lesiones que influyen gravemente sobre la circulación (e.g., ataque cardíaco, apoplejía o derrame cerebral, hemorragias arteriales importantes, y un estado de shock crítico), (3) quemaduras grave y extensas, y (4) graves traumatismos torácicos y abdominales.

        Urgencias de segundo nivel (segunda prioridad). Aquellas lesiones que pueden ser demoradas para su tratamiento durante un período corto de tiempo sin poner en peligro la vida, pero que pueden amenazar la vida si no se tratan. Bajo esta clasificación se encuentras las siguientes condiciones: (1) fracturas cerradas, 2) fractura de la columna y la cadera, (3) roturas múltiples de las extremidades, y 4) heridas graves y extensas, acompañadas con hemorragias críticas.

        Urgencias de tercer nivel (prioridades más bajas). Estos son traumas menores, en los cuales su tratamiento puede ser demorado y que pueden o no requerir atención médica. Se incluyen: laceraciones y contusiones menores.

        Urgencias de última prioridad para tratamiento (Muertos). Condiciones para ser tratadas últimas. Se incuyen: (1) aquellos que se esten muriendo y no pueden ser salvados, y (2) aquellos que obviamente se encuentran muertos.

        Durante estos accidentes que involucran muchas víctimas, existe una regla empírica empleada para tratar y clasificar rapidamente el orden de tratamiento, a saber:

  • Las víctimas que más se estan quejando de sus lesiones son por lo general aquellas con las lesiones de menos gravedad.
  • Aquellas víctimas que se encuentran sin conocimiento o que estan calladas son usualmente las que sufren las lesiones mas severas.
Prioridades de Cuidado Urgente

        En el momento que se identifique la presencia de condiciones de vida o muerte, se deben ejecutar las siguientes acciones de ayuda:

  • Efectuar el rescate con prontitud.  Por ejemplo, remover el accidentado del agua, fuego o garage (o cuarto) que contiene monoxido de carbono, humo o gases tóxicos.
  • Abrir vías respiratorias y dar respiración artificial de ser necesario.
  • Controlar una hemorragia severa.
  • Tratar por shock.
  • Dar primera ayuda para envenenamiento o ingestión de químicos peligrosos.

MATERIALES NECESARIOS PARA EL BOTIQUIN DE PRIMEROS AUXILIOS

        El equipo de primeros auxilios no requiere invertir mucho dinero.  El botiquín debe estar convenientemente etiquetado, ser portátil y fácilmente accesible para los adultos, pero no para los niños (véase Figura 1-6).  El botiquín debe contener (Falleta, 1988, p. 9; National Safety Council, 1997, pp. 437-440; Schottke & Briese, 1997, pp. 8-10 ):

 

Figura 1-6: Botiquín de Primeros Auxilios
  • Rollo de esparadrapo (de 1 cm de ancho).
  • Vendas de gasa estériles (de 5-10 cm).
  • Rollo de vendaje con gasas (de 10 cm).
  • Rollo de vendas elásticas e imperdibles.
  • Guantes desechables de hule ("Latex") para protección.
  • Jabón.
  • Máscara facial con válvula de una dirección ("Pocket Mask") (para CPR).
  • Tiritas adhesivas de diversos tamaños.
  • Algodón.
  • Vendas triangulares, 3 ó 4.
  • Vendajes elásticos.
  • Vendaje adhesivo.
  • Bolsas plásticas de emparedado para para hielo
  • Compresas de hielo químico.
  • Botella de caucho para agua caliente.
  • Manta grande
  • Alcohol de frotar (70%).
  • Paños de alchohol ("alcohol swabs").
  • Alfileres e imperdibles de varios tamáños.
  • Dos tijeras de punta roma.
  • Pinzas.
  • Copa para lavado ocular.
  • Peróxido de hidrógeno o agua oxigenada
  • Aguja.
  • Aspirina o cualquier sustituto.
  • Jarabe de ipecacuana.
  • Carbón activado.
  • Antihistamínicos.
  • Loción de Calamina.
  • Bicarbonato de soda.
  • Termómetro.
  • Lápiz y papel.
  • Tubo de loción antibiótica.
  • Parche ocular.

EL DILEMA DE AYUDAR O NO AYUDAR

La Ley del Buen Samaritano

        Esta ley establece que usted no puede ser responsable por lesiones o daños a menos que actúes con negligencia crasa o injustificable.  Además, proveee inmunidad contra demandas para aquellos individuos que se detengan a ofrecer ayuda para salvar una vida.  La ley del buen Samaritado en Puerto Rico se encuentra descrita en la Ley 139.

        Existen varios problemas con esta ley. Entre estas dificultades jurídicas se encuentra:

  • No todos los estados la poseen (aunque la mayoría sí la tienen).
  • Existen diferencias marcadas en la extensiónde estas leyes entre diferentes Estados de los Estados Unidos de America. Por ejemplo, en algunos Estados los socorristas estan cubiertos por una Ley del Buen Samaritano, pero esto no es la situación en la mayoría de los casos. Por otro lado, algunos Estados cubren solamente a médicos y enfermeras o solamente a accidentes automovilísticos.
  • Estas leyes estan sujetas a serias preguntas constitucionales.  Muchos expertos han concluído que puede declararse inconstitucional.
        A continuación se presenta la Ley 139 de la constitución de Puerto Rico (1218):
 

Ley 139 (P. de la C. 1218):

Para exonerar de responsabilidad civil en daños u perjuicios a los médicos, enfermeras, miembros voluntarios de la Cruz Roja Americana, Defensa Civil y Cuerpo de Voluntarios en Acción, policías, bomberos u personal de ambulancia, cuando en determinadas circunstancias ocasionen perjuicio a las personas asistidas siempre que no incurran en negliqencia crasa o en actuaciones con el propósito de causar dano.

Decrétese por 1a Asamblea Legislativa de Puerto Rico:

        Seccion 1. Las personas legalmente autorizadas para ejercerla profesión médica en Puerto Rico, en virtud de la Ley num. 22 de 22 de abril de 1931, enmendada, aquellas autorizadas para ejercer como enfermeras en virtud de la Leu núm. 121 de 30 de junio de 1965 enmendada y los Técnicos de Emergencia Médicas autorizados para ejercer su profesión en virtud de la Ley núm 46 de 30 de mayo de 1972 que fuera del curso y del sitio regular de su empleo o práctica profesional, voluntaria y gratuitamente presten servicios o asistencia de emergencia cualquier persona, así como los miembros voluntarios de la Cruz Roja Americana, Defensa Civil u Cuerpo de Voluntarios en Acción debidamente acreditados como tales por el organismo correspondiente en el ejercicio de sus funciones voluntarias, quedan exentos de responsabilidad civil cuando ocasionen perjuicio a las personas asistidas.

        Seccion 2. Asimismo, los policías, bomberos o personal de ambulancia que desempeñen como tales u que hayan aprobado algún curso de primera auuda ofrecido por la Cruz Roja Americana, por la Sociedad Americana del Corazón o por cualquier otra institución, debidamente acreditada, no seran responsables de los daños u perjuicios que sus acciones y omisiones ocasionen en la prestación de servicios o asistencia de primera ayuda en situaciones de emergencia a cualquier persona necesitada de ello.

        Sección 3. Esta exoneración sólo seró aplicable cuando los actos u omisiones realizadas por las personas referidas en esta ley no sean constitutivas de negligencia crasa, o con el propósito de causar daño.

        Seccion 4. Esta ley comenzará a regir inmediatamente después de su aprobación.

Opinión del Autor

        Es cierto que no existe una seguridad total contra demandas bajo esta ley o que con solo decir que el socorrista fue negligente, malicioso o que no actuó con buenas intensiones es suficiente para exponerse a demandas, pero el lector debe recordar la razon de los primeros auxilios, principalmente la moral.  No podemos dejar morir a una persona, teniendo en mente que el fin primordial es ayudar al prójimo.
 


REFERENCIAS

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Crédito de Ilustraciones

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Corel Mega Gallery (1996). Ottawa, Ontario, Canada: Corel Corporation.

 Presentation Task Force (1991). Nepean, Ontario, Canada: New Vision Technologies Inc.
 


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Autor del artículo: Prof. Edgar Lopategui Corsino
Última actualización del artículo: 21 de septiembre de 2024