PROF. EDGAR LOPATEGUI CORSINO
M.A., Fisiología del Ejercicio
Universidad Interamericana de PR - Metro, Facultad de Educación,
Dept. de Educación Física
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elopatg@coqui.net]
RESEÑA
Se define la terminología asociada con la acción
muscular (e.g., acción muscular, contracción muscular, contracción
dinámica, isotónico, contracción muscular concéntrica,
contracción muscular eccéntrica, contracción muscular
isométrica, isocinética, pliométrico, y ciclo de estiramiemto-acortamiento)
y con la planificación y diseño de programas dirigidos al
desarrollo de la fortaleza y tolerancia muscular (e.g., capacidad muscular,
fortaleza muscular, tolerancia muscular, y fuerza). En adición,
se describen los principios de entrenamiento que rigen los programas con
resistencias dirigidos al desarrollo de la fortaleza muscular (e.g., sobrecarga,
adaptación, progresión, especificidad, individualidad, variabilidad,
mantenimiento, retrogresión/plato/reversibilidad, volumen, intensidad)
así como sus variables agudas (tipo de ejercicio, orden de los ejercicios,
intensidad, períodos de reposo, y número de series). Además,
se describen los métodos actuales disponibles para el desarrollo
de la fortaleza muscular con fines de mantener una buena salud (acondicionamiento
general), rehabilitación (enfoque clínico, e.g., personas
con lesiones musculoesqueléticas), fisiculturismo, levantamiento
Olímpico, y como parte del sistema de entrenamiento que incluyen
diferentes deportes competitivos (dirigido hacia los atletas). Finalmente
se explicará la planificación y diseño del programa
para el desarrollo de la fortaleza muscular, enfatizando la periodización
del entrenamiento.
CONSIDERACIONES PRELIMINARES
Vivimos en una epoca en la
cual los programas para desarrollar la fortaleza/tolerancia y potencia
muscular mediante las pesas u otros tipos de resistencias o equipo ha obtenido
una gran popularidad, tanto a nivel recreativo, competitivo como para la
rehabilitación de lesiones
musculoesqueléticas. Esto es evidenciado por el desarrollo de
un gran número de gimnasios
privados y públicos que poseen salones de pesas. Para poder
diseñar efectivamente y de forma segura un programa con resistencias/pesas
con miras para desarrollar la fortaleza/hipertrofia, potencia y/o tolerancia
muscular es requerido seguir unos delineamientos y principios que rigen
el entrenamiento con resistencias, tanto como para la población
general que deseen mejorar su nivel de aptitud muscular como para los atletas,
los cuales necesitan periodizar su entrenamiento,i.e., dividir
en fases y ciclos el plan anual para la preparación de la(s) competencia(s).
En adición, es imperante que todo gimnasio que posea equipo con
pesas/resistencias debe emplear personal capacitado y, si es posible, certificado
en el área de entrenamiento con resistencias (e.g., la especialización
en Acondicionamiento y Fortaleza que ofrece la "National
Strength and Conditioning Association", entre otras asociaciones/organizaciones
que también certifican).
Los programas de entrenamiento
con resistencias/pesas pueden ir orientado hacia diversos fines, desde
un énfasis preventivo/para la salud hasta un enfoque terapeútico
(tratamiento de lessiones musculoesqueléticas/tendinosas y de enfermedades
crónicas o incapacitantes (DiNubile, 1991; Stone & Kroll, 1986,
pp. 29-31). La población general (incluye ambos sexos)
se involucra en estos programas para mejorar y mantener su aptitud física,
particularmente aquel componente relacionado con la salud que desarrolla
la fortaleza y tolerancia muscular. En un mayor o menor grado,
todos los deportes en los cuales compiten los atletas requieren
que se desarrolle el componente de la fortaleza muscular. En estos competidores,
los programas con resistencias dirigidos a desarrollar la fortaleza muscular
pueden ayudar a mejorar la ejecutoria deportiva y a prevenir lesiones vinculadas
con la práctica de su deporte (Fleck & Falkel, 1986; Stone &
Kroll, 1986, p. 30). Otros deportes requieren un programa más riguroso
para el desarrollo de la fortaleza muscular. En esta categoría se
encuentran los levantadores de pesas Olímpicas y los
fisiculturistas;
no obstante, este último grupo de competidores enfatiza particularmente
una hipertrofia (aumento en tamaño) masiva de la musculatura combinado
con el desarrollo de músculos bien definidos, proporcionados y en
armonía con todo el cuerpo. En la actualidad, estos programas son
también muy populares en ciertas poblaciones especiales, tales como
niños prepúberes, envejecientes, y personas con diversas
condiciones médicas (e.g., osteoporosis, obesidad, problemas en
la espalda baja y otros problemas de postura/malalineamientos, problemas
cardiovasculares o con un alto perfil de factores de riesgo para cardiopatías
coronarias (enfermedades en las arterias coronarias del corazón),
y disturbios psicológicos/distrés (DiNubile, 1991). Finalmente,
tenemos que los programas para el desarrollo de la fortaleza y tolerancia
muscular pueden formar parte de una rutina de entrenamiento para la rehabilitación
de lesiones atléticas (Dillingham, 1987; Grimby, 1985).
Antes de comenzar un programa
de entrenamiento que utilicen resistencias externas (e.g., pesas) para
el desarrolllo muscular, se debe reflexionar en las siguientes preguntas:
¿que factores debemos considerar antes de comenzar un programa para
el desarrollo de la fortaleza, potencia y/o tolerencia muscular?, ¿cuáles
son los principios de entrenamiento que rigen este programa?, ¿que
factores afectan el desarrollo de la fortaleza, tolerancia y potencia muscular?,
¿cuales son los métodos actuales de entrenamiento para el
desarrollo de la fortaleza, tolerancia y potencia muscular?, y ¿cual
representa el mejor diseño de entrenamiento para estos propósitos?.
Esta última pregunta es un poco dificil de contestar, puesto que
dependerá de diversas variables (e.g, metas y necesidades particulares,
edad del participante, capacidades genéticas/diferencias individuales,
nivel inicial de aptitud física/entrenamiento del individuo, estado
de salud actual/condiciones patológicas que posee, tipo de deporte
en el cual compite, duración y frecuencia del entrenamiento, entre
otras)
(Fleck & Kraemer, 1997, pp. 83-91; Kraemer & Baechle, 1989;
Kraemer & Fleck, 1988; Kraemer & Koziris, 1993; Wrathen & Roll,
1994). No obstante, estas preguntas y otras más tratarán
de ser contestadas en este trabajo.
PROCESOS EVALUATIVOS PRELIMINARES Y
ESTABLECIMIENTO DE LAS METAS/OBJETIVOS DEL PARTICIPANTE
Previo a ingresar a cualquier tipo de programa de entrenamiento con resistencias es muy importante someterse a un examen de salud/médico y evaluar la fortaleza/tolerancia y potencia muscular del participante/atleta (véase Tabla 1). El propósito de estas pruebas es asegurar de que no se encuentre presente ninguna contraindicación al ejercicio, de manera que los ejercicios se efectúen de forma segura, sin peligro para la salud del individuo. Además, es requerido determinar las necesidades individuales del participante y del deporte que practica, a nivel recreativo o competitivo (Fleck & Kraemer, 1997, pp. 83-91; Kraemer & Baechle, 1989; Kraemer & Fleck, 1988; Kraemer & Koziris, 1993; Wrathen & Roll, 1994).
Examen Médico
El médico debe de llevar a cabo un examen físico completo del participante, incluyendo la función cardiorespiratoria y neuromuscular. Si el médico encuentra algún problema relacionado con la capacidad funcional para el ejercicio del potencial participante (e.g., deficiencias en las funciones cardiovasculares y musculoesqueléticas), se sugiere efectuar pruebas de laboratorio más específicas (e.g., prueba ergométrica progresiva de tolerancia cardiorespiratoria y/o evaluación de función/fortaleza muscular vía dinamometría) (Kraemer & Fleck, 1988). Si la persona evaluada muestra algún tipo de condición/anormalidad ortopédica y/o postural, pobre flexibilidad, y problemas en el balance de la fortaleza muscular entre agonistas y antagonistas, se recomienda que el programa con resistencias se enfoque hacia la rehabilitación/tratamiento de estas condiciones, de manera que se puedan corregir estas deficiencias musculoesqueléticas (Kraemer & Fleck, 1988).
Evaluación de la Fortaleza y Potencia Muscular
¿Porqué medir
fortaleza y potencia muscular?. Como habíamos mencionado previamente,
estas pruebas son de vital importancia antes de la implementación
de un programa con resistencias, puesto que nos provee las bases iniciales
para diseñar el programa de entrenamiento de fortaleza muscular,
y sirve para determinar la progresión del entrenamiento. En este
último caso, se requieren evaluaciones regulares durante el transcurso
del período de entrenamiento con resistencias, de manera que se
actualicen las variables agudas utilizadas para diseñar la prescripción
de ejercicio (Kraemer, 1995, p. 117). En adición, la evaluación
de la fortaleza muscular nos sirve para crear un perfil de los atletas,
el cual servirá para modificar, según sea el caso, el entrenamiento
del atleta y concentrarse en mejorar las debilidades de éstos (Sale,
1991). Más aún, la evaluación periódica de
la fortaleza muscular durante los ciclos de entrenamiento del atleta podrá
ayudar a vigilar/observar el progreso de la rehabilitación de las
lesiones deportivas (Sale, 1991).
Comunmente, la fortaleza
y potencia muscular se determina mediante uno de los siguientes cuatro
métodos (Baltzopoulos & Brodie, 1989; Bosco, 1994; Kraemer &
Fry 1995, pp. 115-138; Kraemer & Koziris, 1993; Moffatt & Cucuzzo,
1993; Perrin, 1993, p. 6; Sale, 1991), a saber:
1) Levantamiento de
pesas. La valoración de la fortaleza muscular mediante el
levantamiento de pesas comunmente se determina mediante el peso máximo
que pueda ser levantado durante un solo intento (comunmente conocido como
una repetición máxima, o 1-RM). Estas pruebas pueden utilizar
pesas
libres (e.g., barras de pesas ["barbells"], mancuernas ["dumbells"],
y pesas de levantamiento Olímpico) o diversas máquinas comercialmente
disponibles (e.g., máquinas multi-estaciones Universales). Además,
se pueden efectuar ciertos ejercicios específicos de calistenia
(e.g., contar el número de repeticiones que puede realizar un ejercicio
específico, tales como las largartijas y dominadas). La calistenia
representa una variante para el levantamiento de pesas/resistencias, en
la cual se utiliza la masa corporal (peso del cuerpo) como la resistencia
ha ser levantada (Kraemer & Fry, 1995). La potencia puede ser evaluada
mediante el levantamiento de pesas, en las cuales se determina la distancia
y duración del peso levantado.
2) Valoración
isométrica. Esta medida evaluativa determina el potencial
máximo del músculo para producir fuerza estática.
La fortaleza isométrica se mide en términos de fuerza pico
o torque producido mediante una contracción isométrica
máxima voluntaria. Los equipos utilizados para estas pruebas consisten
de dinamómetros disponibles comercialmente, o aquellos construídos
localmente. Los primeros dinamómetros cuantificaban la fortaleza
isométrica de tracción mediante una cable (conocido como
tensiometría
o medidor de tensión) (Bosco, 1994, p. 13; Mathews, 1978,
p. 91). Estos dinamómetros determinan la fortaleza isométrica
de los músculos esqueléticos en articulaciones aisladas (Kraemar
& Fry, 1995). Otros tipos de dinamómetros isométricos
comunes consisten en la evaluación de la cadera (pierna) y espalda
(Mathews, 1978, p. 91; Kraemer & Fry, 1995). Son muy populares las
mediciones de la fortaleza isométrica en la mano (dinamómetro
de mano, el cual mide la fortaleza prehensora).
3) Pruebas isocinéticas.
Para poder realizar estas pruebas se requieren ciertos equipos especiales,
conocidos como dinamómetros isocinéticos. En estas
máquinas se aplica una velocidad constante concéntrica y
eccéntrica a través del movimiento articular. La resistencia
que se produce en estos aparatos es el resultado de una "acomodación"
de la fuerza o torque muscular aplicada en contra del mecanismo
de resistencia a través del arco de movimiento de la coyuntura
(Baltzopoulos & Brodie, 1989; Osternig, 1986). Durante las evaluaciones
isocinéticas, la aplicación de la fuerza aplicada por el
sujeto al aparato isocinético provoca que la resistencia resultante
del dinamómetro corresponda de forma equitativa/uniforme a la accción
muscular efectuada a lo largo de la gama completa del recorrido angular
de la articulación, de manera que se provea una carga óptima
de los músculos esqueléticos en condiciones dinámicas.
Esto quiere decir que la resistencia creada durante la valoración
isocinética equivale proporcionalmente a la fuerza muscular que
se ejerce contra el sistema, de suerte que la carga muscular sea máxima
en aquellos puntos donde la ventaja mecánica del sistema
de palanca de la extremidad sea también máxima (i.e., en
todos los puntos a través del arco de movimiento) (Baltzopoulos
& Brodie, 1989; Perrin, D., 1993, p. 6; Osternig, 1986). La mayoría
de los dinamómetros isocinéticos tienen la capacidad de evaluar
el torque, trabajo, y potencia que producen las contracciones de los músculos
esqueléticos a diferentes velocidades contantes que dispone el dinamómetro
(Baltzopoulos & Brodie, 1989; Perrin, 1993, p. 6; Sale, 1991). Finalmente,
se han propuesto ciertas ventajas de las pruebas realizadas mediante dinamómetros
isocinéticos, a saber: (1) son más seguras en comparación
con otros tipos de pruebas de valoración muscular, (2) se provee
una resistencia acomodativa (el grupo muscular se ejercita a su potencial
máximo a través de todo el arco de movimiento de la articulación),
y (3) se facilita el análisis de la fuerza muscular (Osternig, 1986;
Perrin, 1993, p. 6).
4) Pruebas isotónicas.
Literalmente, el término isotónico significa la aplicación
de una tensión (fuerza o torque) constante. Desde el punto de vista
biomecánico, dicha tensión constante no se produce durante
el levantamiento de las resistancias/pesos a través del arco de
movimiento. No obstante, los modernos dinamómetros isotónicos
disponibles comercialmente proveen una aceleración del movimiento
durante la cual se controla la fuerza/torque. En estos sistemas, la valoración
isotónica permite determinar la aceleración, velocidad pico,
trabajo, y potencia efectuadas a diversas cargas pre-establecidas (fuerza
o torque) (Sale, 1991).
5) Valoracón
del ciclo de estiramiento-acortamiento. En un gran número
de disciplinas deportivas (e.g., eventos de saltos, lanzamientos en atletismo,
las salidas y virajes en natación, entre otros) los músculos
esqueléticos trabajan mediante una carga de preestiramiento. Esto
implica que sus movimientos consisten de una contracción negativa
(eccéntrica) seguida inmediátamente de una acción
musculoesquelética positiva (contracción concéntrica).
Debido a esta naturaleza de los deportes, es muy recomendable evaluar los
sistemas de estiramiento-acortamientos en los atletas (Bosco, 1994, p.
14; Sale, 1991). Se ha sugerido que durante este período de estiramiento
activo (trabajo eccéntrico) de los músculos esqueléticos
se almacena cierta cantidad de energía en los elementos elásticos
de éstos; esto representa una energía potencial que podrá
ser re-utilizada en forma de trabajo mecánico cuando inmediátamente
a la contracción eccéntrica le sigue una activación
concéntrica (Bosco, 1994, p. 14; Bosco, Ito, Komi, Luhtanen, Rahkila,
Rusko & Viitasalo, 1982; Bosco, Tihayi, Komi, Fekete & Apor, 1982;
Thys, Faraggiana & Margaria, 1972; Cavagna, 1977; Cavagna, Dusman &
Margaria, 1968). Este retorno potencial energético acumulado durante
la fase eccéntrica se conoce como utilización de la energía
elástica almacenada (Anderson & Pandy, 1993; Komi &
Bosco, 1978). Tradicionalmente, se han utilizados plataformas de fuerza
para determinar la fuerza, trabajo, y potencia producido durante una prueba
de salto (Bosco, 1994, pp. 14, 26; Sale, 1991). Más recientemente,
se ha diseñado una prueba sencilla y relativamente económica
para evaluar el ciclo de estiramiento-acortamiento, conocida como
Ergojump
de Bosco (Bosco, 1994, pp. 29-34; Bosco, Luhtanen, & Komi, 1983; Komi
& Bosco, 1978). El instrumento consiste de una plataforma (semejante
a un alfombra) conductiva (o capacitiva) conectada a una sistema de cronometraje
electrónico/digital (microprocesador). El cronómetro se activa
con los pies del sujeto. Por ejemplo, para determinar el tiempo de vuelo
durante la ejecución de un salto, el sujeto se coloca con mucho
cuidado en la plataforma capacitiva; ésta se activa automáticamente
por el sujeto en el momento del despegue (salto, abre el circuito), y en
el momento del aterrizaje (cuando el pie haga contacto con la plataforma,
cierra el circuito). Se asume que el despeque y aterrizaje del salto se
ejecuta en el mismo lugar de la plataforma (Bosco, 1994, p. 30; Bosco,
Luhtanen & Komi, 1983). Este sistema permite calcular tiempo de vuelo,
altura (h) del salto, el tiempo de trabajo (tiempo de contacto con el suelo),
tiempo de contacto, potencia mecánica (expresada en vatios/kg),
trabajo positivo (concéntrico) y negativo (eccéntrico), por
ciento de tipos de fibras musculoesqueléticas activadas (aquellas
de contracción rápida vesus las de contracción
lenta), entre otras variables (Bosco, 1994, p. 30; Bosco, Komi, Tihanyi,
Fekete, & Apor, 1982). Una variable importante que mide esta prueba
de Bosco es la utilización de la energía elástica
almacenada. Esto se determina restando la diferencia entre el salto
de contramovimiento ("counter movement jump", CMJ, siglas
en inglés) y el salto encuclillado ("squat jump",
SJ,
siglas en inglés) (Komi & Bosco, 1978). El salto encuclillado
representa un salto vertical que comienza desde una posición encuclillada
(rodillas flexionadas a 90). Este brinco involucra solamente la contracción
concéntrica de los extensores de la rodillas y tobillos. El salto
de contramovimiento comienza desde una postura de pie/erecta. Entonces,
de forma contínua y uniforme, el sujeto se encuclilla hasta 90 y
luego salta (sin pausa), extendiendo las articulaciones de la rodilla y
tobillo. Este brinco se realiza con la ayuda del ciclo de estiramiento-acortamiento
(secuencia eccéntrica-concéntrica). Durante ambos brincos,
los brazos se mantienen en la cintura con el fin de minimizar su posible
contribución al brinco, y el tronco permanece erecto (Anderson &
Pandy, 1993; Bosco, 1994, pp. 39-41, 88-90; Komi, 1984).
6) Instrumentos computadorizados.
En esta categoría se encuentran los dinamómetros isotónicos
computadorizados. Utilizando las máquinas isotónicas
comunes, se puede aplicar un dispositivo electrónico que determine
el tiempo y distancia recorrida durante la contracción del grupo
muscular evaluado. Como resultado, es posible medir la velocidad, aceleración,
fortaleza, potencia y desplazamiento de la carga desplazada durante la
ejecución del movimiento en la máquina (Bosco, 1994, p. 19).
Determinando las Metas y Objetivos del Programa
En términos generales,
un programa para el desarrollo muscular utilizando
resistencias/pesas debe perseguir las siguientes metas (Kraemer &
Fleck, 1988):
1) Desarrollo o mantenimiento de la fortaleza muscular.
2) Hipertrofia muscular.
3) Cambios en la composición corporal (e.g., reducir el por ciento de grasa).
4) Mejorar la tolerancia muscular local.
5) Desarrollo de la potencia muscular.
Análisis de las Necesidades de Entrenamiento
Como habíamos mencionado, antes de implementar el programa de resistencias, se recomienda que se lleve a cabo un análisis de las necesidades particulares de cada participante potencial (Fleck & Kraemer, 1997, pp. 83-91; Kraemer & Baechle, 1989; Kraemer & Fleck, 1988; Kraemer & Koziris, 1993; Wrathen & Roll, 1994). Estas metas pueden ser modificadas o cambiadas conforme progrese el programa de entrenamiento con resistencias. El análisis deberá de evaluar las siguientes áreas:
1) Grupos musculares
principales (y los ángulos específicos) que necesitan ser
desarrollados:
Esto
requiere un análisis cinesiológico cinemático cualitativo,
incluyendo movimientos
articulares involucrados, músculos motores primarios y auxiliares,
tipos de contracciones
musculares que se llevan a cabo, entre otras consideraciones. Además,
se deben examinar
las posibles regiones de lesiones. Por lo regular, este proceso se puede
llevar a cabo
mediante la filmación a cámara lenta en video cinta de la
destreza. Este video puede
digitalizarse para luego analizar sus componentes cinemáticos y
cinéticos. Existe hoy en día
diversos programas computadorizados relativamente poco costosos que realizan
este
análisis biomecánico. El próximo paso será
diseñar un programa con resistencias que
enfaticen el entrenamiento de estos grupos musculares principales (y ángulos
articulares específicos) activados durante la destreza competitiva
en la cual participa el
atleta. Si el objetivo es mejorar en términos generales la aptitud
física del individuo,
entonces se recomienda entrenar todos los músculos principales del
cuerpo (Fleck &
Kraemer, 1997, pp. 88-90).
2) Método de entrenamiento a ser implementado:
Este
análisis debe considerar el tipo de acción muscular que habrá
de utilizar el participante
durante el programa (véase Tabla 2), e incluye los ejercicios dinámicos
(concéntricos y
eccéntricos), isométricos (estáticos), de resistencia
variable, isocinéticos (acomodativos o
de velocidad constante) y pliométricos (o ciclos de estiramiento-acortamiento).
Una vez
más, la decisión final se deriva del análisis cinesiológico
cualitativo de la destreza.
3) Sistema energético
predominante (característico del deporte que practica elatleta)
que deberá ser enfatizado durante este programa de entrenamiento:
La
mayoría de los deportes, en un mayor o menor grado, emplean todas
las vías
energéticas disponibles (Bowers & Fox, 1992. pp. 40-49). Las
fuentes energéticas pueden
derivarse de los procesos aeróbicos y anaeróbicos.
La vía anaeróbica se conoce tambien
como el sistema de oxígeno (abarca procesos oxidativos).
Por otro lado, la producción
anaeróbica de energía implica procesos no-oxidativo (sin
oxígeno). El metabolismo
anaeróbico se puede dividir en dos sistemas (Fox, Bowers & Foss,
1993. pp. 16-21). El
primero se conoce como el sistema de adenosina de trisfosfato y fosfocreatina
(ATP-FC, ó
fosfágeno), el cual dispone de un suministro rápido de ATP.
El segundo proceso anaeróbico
contempla al sistema de ácido láctico o glucólisis
anaeróbica (sistema glucolítico), el cual
abarca deportes que se llevan a cabo dentro de 1 a 3 minutos. Ambos sistemas
poveen
energía en la ausencia de oxígeno. Pero la pregunta es, entonces,
¿cual es el sistema
energético que se debe enfatizar durante el programa de entrenamiento
con resistencias?. La
realidad es que el sistema de ATP-FC y de ácido láctico son
los que particularmente son
activados en estos programas, de manera que el entrenamiento debe de girar
alrededor de
estos procesos de naturaleza anaeróbica (Fleck & Kraemer, 1997,
p. 91).
4) Principales lugares
anatómicos que se deben considerar para la prevención
de
lesiones:
El
diseño del programa de entrenamiento con resistencias debe contemplar
fortalecer
aquellas regiones musculares y articulares más propensas a traumas.
Además, para aquellos
atletas que han sufrido lesiones específicas musculoesqueléticas
y tendinosas, es imperante
que planifiquen su entrenamiento con resistencias en torno a éstas
áreas previamente
afectadas. La palabra clave es prevención. Este proceso eventualmente
tendrá resultados
positivos en la ejecutoria deportiva del atleta.
Tabla 1
Pasos Preliminares a Seguir para el Diseño de un Programa con Resistencias
Evaluación médica:
Examen físico: - Sistema cardiorespiratorio - Sistema óseo-articular - Sistema neuromuscular Historial médico/de salud: - Condiciones/enfermedades previas y actuales - Análisis de los estilos de vida Pruebas de la laboratorio: - Procedimientos ergométricos de tolerancia (pruebas de esfuerzo) - Evaluación de la función muscular - Pruebas de flexibilidad/determinación del arco de movimiento Evaluación de la fortaleza muscular: Levantamuento de pesas (1-RM, pesas libres, máquinas, calistenia) Isométricas (dinamometría, tensiómetría) Isocinéticas (dinamometría) Isotónicas Ciclo de estiramiento-acortamiento Instrumentos computadorizados Determinar las metas y objetivos del programa con resistencias: Metas del programa: - Desarrollo o mantenimiento de la fortaleza, potencia y/o tolerancia muscular - Hipertrofia muscular - Cambios en la composición corporal (porciento de grasa, tejido magro, masa muscular) Análisis de necesidades: Especificidad del movimiento (grupos musculares, ángulos articulares, velocidad angular de la articulación, tipo de resistencia, acción muscular) Método de entrenamiento a ser implementado (tipo de contracción) Sistema energético específico: - Anaeróbico (ATP-FC, sistema glucolítico) - Aeróbico (sistema de transporte de oxígeno) Prevención traumas regiones específicas: - Areas vulnerables a lesiones (prehabilitación) - Enfatizar fortalecer secciones anatómicas previamente lesionados |
Una vez se establezca el análisis de necesidades, se podrá entonces diseñar e implementar el programa de entrenamiento con resistencias. Ahora se podrá determinar las siguientes variables agudas del programa de resistencias/pesas (véase Figura 4):
1) Los tipos de ejercicio que habrán de ser utilizados en el programa.
2) El ordén de estos ejercicios en el cual serán practicados.
3) El número de series para cada ejercicio.
4) Los períodos de
reposo entre las series, entre los ejercicio, y entre las sesiones de
entrenamiento.
5) La resistencia o carga
a ser utilizada (esto determina la intensidad del ejercicio).
DEFINICIONES BÁSICAS
Para poder aplicar programas
efectivos de entrenamientos con resistencias dirigidos al desarrollo de
la fortaleza, tolerancia y potencia muscular, es necesario entender y estandarizar
ciertos conceptos utilizados en el diseño de estos sistemas de acondicionamiento.
La literatura científica disponible ha tratado de estandarizar esta
terminología (Kent, 1994, pp. 138-140, 148, 236-237, 288-291, 339,
350, 373, 427-429, 471, 485; Knuttgen y Kraemer, 1987; Knuttgen & Komi,
1992).
¿Que significa fortaleza
muscular?. La habilidad que posee un músculo o grupo muscular
para generar/aplicar una fuerza máxima contra una resistencia dada
y a una velocidad específica se conoce como fortaleza muscular
(Kent, 1994, p. 291, 427; Knuttgen y Kraemer, 1987; Knuttgen & Komi,
1992). Se necesita fortaleza muscular cada vez que ocurre una contracción
muscular. La fortaleza muscular se desarrolla a través de una variedad
de ejercicios específicos y máquinas especiales, tales como
el entrenamiento con pesas, el entrenamiento con resistencias progresivo,
calistenia (ejercicios utilizando el cuerpo como resistencia), ejercicios
pliométricos, entrenamiento en circuito, entre otros (Kent, 1994,
p. 227). Algunos atletas producen un tipo de fuerza ejecutada rapidamente.
En estas circuntancias se produce potencia (Potencia = Trabajo/Tiempo).
Potencia
muscular representa la capacidad que posee un músculo o
grupo muscular para ejercer una fuerza máxima en el período
de tiempo más corto posible (Kent, 1994, p. 291). Aquellos deportes
de naturaleza explosiva que generan potencia son, por ejemplo: los lanzamientos
en atletismo, levantamiento de pesas Olímpicas, entre otros.
Otros autores (particularmente
Europeos) han clasificado la fortaleza muscular desde otro punto de vista
(véase Tabla 3, y Figura 1) (Balk, 1994, pp. 18-19; Dick, 1993,
pp. 255-258; Grosser, Starishka & Zimmermann, 1988, pp. 62-63; Hartman
& Tünnemann, 1993; Manno, 1991, p. 132; Pila, 1998, pp. 56-57;
Poliquin & Patterson, 1989). En primera instancia, se descrbe la fortaleza
interna, la cual representa aquella fuerza que resulta de una contracción
muscular (fuerza de tracción muscular) transmitida al exterior mediante
el sistema de palancas provistas por el esqueleto. Aquella fortaleza que
se produce como resultado de fuerzas de resistencias/cargas (e.g., la fuerza
generada en contra del atleta por un adversario), fuerzas gravitacionales
(e.g., el peso del propio atleta o el de un implemento deportivo), y las
fuerzas de fricción, se conoce como fuerza externa.
La fortaleza máxima se ha descrito como la mayor fuerza
(tensión) posible que puede desarrollar un grupo muscular (o sistema
neuromuscular - conjunto de nervio y músculo) voluntariamente contra
una máxima oposición/resistencia (o una sola contracción
máxima). Por ejemplo, la fortaleza máxima se puede manifestar
en términos de la magnitud de resistencias externas (e.g., pesas)
que sea capaz de superar el individuo. Diversos deportes competitivos requieren
el uso de la fortaleza máxima, tales como en gimnasia (e.g., "el
cristo" en las argollas), en el levantamiento de pesas Olímpicas
(e.g, en el arránque ["snatch"]), entre otros. El atleta
aumenta su fortaleza máxima mediante un programa de entrenamiento
con resistencias, el cual resulta en hipertrofia (aumento
en tamaño) muscular. En segundo término tenemos la fortaleza
absoluta, la cual se refiere a la producción máxima
de la fortaleza muscular que pueda generar un músculo o grupo de
músculos mediante un estímulo involuntario (e.g., estimulación
eléctrica externa). Comunmente, el individuo solo puede desarrollar
alrededor de un 60 a 80% de su fortaleza muscular máxima voluntaria;
de manera que, el valor obtenido de la fortaleza muscular máxima
voluntaria no muestra una cifra real (no representa un 100% del máximo).
Por otro lado, la fortaleza relativa representa la expresión
de la fortaleza absoluta (o fortaleza máxima) en relación
a la masa corporal del atleta. Esta variable se emplea para comparar la
fortaleza máxima entre diversos atletas con diferentes masas corporales,
puesto que los atletas pesados pueden en términos absolutos alcanzar
una mayor expresión de fortaleza muscular en comparación
con aquellos deportistas con menos masa corporal (más livianos).
Este tipo de fortaleza muscular es independiente a la masa corporal del
atleta. Se calcula dividiendo la fortaleza absoluta (o máxima) por
la masa corporal del atleta. La fortaleza-velocidad o fortaleza
explosiva se define como la capacidad que posee un grupo muscular
(o sistema neuromuscular) para acelerar cierta masa hasta la velocidad
máxima de movimiento, i.e., aquella fuerza desarrollada durante
el período de tiempo más corto (se superan las resistencias
con una elevada velocidad de contracción). Con respecto a este tipo
de fortaleza, tenemos que el lanzamiento de la pesa (o bala) en
atletismo es un buen ejemplo, en el cual se resquiere el uso de la fortaleza
explosiva. En general, la habilidad del sistema neuromuscular para soportar
la fatiga representa la fortaleza-tolerancia. Más
especificamente, se refiere a la capacidad que posee un músculo
o grupo muscular para tolerar el cansancio durante repetidas contracciones
musculares o durante una acción muscular sostenida ante una resistencia
específica (fortaleza estática). Muchos eventos deportivos
emplean el uso de la fortaleza-tolerancia, tales como el canoaje, remo,
kayak, entre otros. Rara vez estas cualidades de la fortaleza muscular
se manifiestan de forma pura. La realidad es que éstas se generan
de forma mixta en los diversos deportes competitivos.
Cuando hablamos de entrenamiento
con pesas o resistencias nos referimos a una modalidad de entrenamiento
para el desarrollo de la fortaleza y/o tolerancia muscular utilizando pesas
libres, maquinas especiales, entre otros (Kent, 1994, p. 485). El sistema
de ejercicios con resistencias progresivo aplica las cargas/resistencias
en forma gradual, según sea la capacidad generadora de fuerza que
posea el músculo o grupo muscular. No obstante, siempre habrá
de aplicarse el principio de sobrecarga. El sistema de ejercicio progresivo
comunmente se emplea en los programs de entrenamientos con resistencias,
en el cual se determina la repetición máxima
(RM). El RM representa la carga máxima que un grupo
muscular puede levantar durante un número dado de repeticiones antes
de alcanzar un estado de fatiga/agotamiento (Kent, 1994, p. 373). La resistencia
(masa) sobre la cual el participante puede levantar una sola vez sin poder
repetir el intento se llama una repetición máxima
ó 1-RM (Knuttgen y Kraemer, 1987).
¿Como podemos decribir
los tipos de acciones o contracciones manifestadas por las fibras/células
musculares que son empleadas en el programa de entrenamiento con resistencias?.
Primeramente, debemos definir los conceptos de acción y contracción
muscular. El efecto que resulta de la tensión generada por un músculo
esquelético se conoce como acción muscular
(Kent, 1994, p. 288). Cuando hablamos de contracción muscular
nos referimos al estado activo (generación de tensión) del
músculo o al intento de la fibra muscular en acortarse a través
de su eje longitudinal, lo cual comunmente produce movimiento (Kent 1994,
p. 289; Knuttgen y Kraemer, 1987). En un músculo esquelético,
se produce una contracción muscular cuando se genera tensión
a través de los miofilamentos de actina y miosina (Kents, 1994,
p. 289). Las contracciones de las células musculares puede manifestarse
de diversas formas, de suerte existen contracciones concéntricas
(acortamiento muscular), eccéntricas (alargamiento muscular), dinámicas,
isométricas o estáticas (longitud del músculo no cambia),
o isocinéticas (contracciones generadas a una velocidad constante
pre-determinada). Estos tipos de acciones musculares serán discutidas
en los párrafos que siguen en este trabajo.
Existen otros terminos afines
que son importantes. Cuando hablamos de haltera ("barbell"),
nos referimos a una barra larga de metal que puede ser cargada con diferentes
discos o pesas en cada extremo. Se utilizan como pesas libres en el entrenamiento
con resistencias (Kent, 1994, p. 54, Balk, 1994, p. 96). Halterofilia
se refiere al deporte de levantar pesas como método de entrenamiento
con resistencias, o al deporte del levantamiento de pesas Olímpicas.
Como deporte competitivo, la halterofilia requiere dos movimientos reglamentarios
Olímpicos. Por ejemplo, tenemos la arrancada o arranque
("snatch"), en la cual el atleta (en una sola fase) eleva
la barra por encima de la cabeza hasta tener los brazos completamente estirados.
Esta levantada se ejecuta con las palmas hacia abajo. Todo el movimiento
tiene que hacerse sin pausas. También, esta competencia requiere
efectuar lo que se conoce como envión o levantamiento
a dos tiempos o movimientos ("clean and jerk"). El
primer movimiento es el "clean", el cual es similar al arranque.
La diferencia estriba en que la barra solo se eleva hasta la altura de
los hombros, sin que toque el pecho mientras es levantada. El segundo movimiento
es el "jerk" que consiste en levantar la barra hasta donde
la permita la extensión de los brazos (Rigau, 1979, p. 166). Mancuerna
("dumbbell") se refiere a una barra corta con pesas en los
entremos (comunmente ajustables). Por lo regular, se utilizan en parejas
(una en cada mano). Tambien se emplean durante movimientos con un solo
brazo (Kent, 1994, p. 137, Balk, 1994, p. 96).
Tabla 2
Terminología Relacionada con la Accion Muscular
CONCEPTO/TÉRMINO | DESCRIPCIÓN |
Acción Muscular | Se refiere a los tipos de contracciones que efectúan los músculos esqueléticos |
Contracción Muscular | El estado activo de un músculo. El intento de una célula o tejido muscular de acortarse a través del eje longitudinal de la(s) célula(s) muscular(es) activada(s) |
Contracción Dinámica | Aquella que envuelve movimiento. Consiste de una contracción concéntrica o eccéntrica |
Isotónico | Un evento dinámico en el cual el músculo genera la misma cantidad de fuerza a través de todo el movimiento. Esta condición rara vez ocurre en la ejecutoria del ser humano |
Contracción Muscular
Concéntrica |
Una acción dinámica en la cual los extremos del músculo (las insersiones óseas) se mueven una hacia la otra, produciendo el movimiento del esqueléto |
Contracción Muscular
Eccéntrica |
El músculo activo se alarga. Los extremos del músculo (insersiones óseas) se apartan (se mueven fuera del centro) por una fuerza externa |
Contracción Muscular
Isométrica (Estática) |
No ocurre ningún movimiento del esqueléto y el músculo ni se acorta ni se alarga |
Isocinética | Término utilizado para describir la actividad muscular en la cual los movimientos del cuerpo ocurren a una velocidad constante según es controlado por un dinamómetro; aplicado tanto en las contracciones concéntricas como en las eccéntricas |
Pliométrico | Término utilizado para describir una contracción eccéntrica del músculo seguido inmediátamente por una contracción concéntrica |
Ciclo de estiramiento-acortamiento | Término que sustituye al concepto pliométrico. Describe un evento en el cual el músculo activado (forzadamente alargado) es exitoso en invertir la actividad de alargamento mediante el logro de una contracción concéntrica inmediáta |
Tabla 3
Otras Definiciones Relacionadas con las Cualidades de la Fortaleza Muscular
TIPO DE FORTALEZA MUSCULAR | DESCRIPCIÓN |
Fortaleza Interna | La fuerza que produce la contracción muscular, transmitida al exterior mediante el sistema esquelético |
Fortaleza Externa | Representa aquella fortaleza que resulta de las fuerzas de resistencias, gravitacionales, y de fricción |
Fortaleza Máxima | Aquella mayor tensión posible que pueda desarrollar un grupo muscular voluntariamente contra una máxima resistencia |
Fortaleza Absoluta | Fortaleza muscular máxima generada por el sistema neuromuscular a través de un estímulo involuntario (e.g., estimulación eléctrica). |
Fortaleza Relativa | Se refiere a la expresión de la fortaleza absoluta (o fortaleza máxima) sin tomar en consideración la masa corporal del atleta. |
Fortaleza Explosiva | La capacidad que posee un grupo muscular para desarrollar una tensión durante el período de tiempo más corto posible |
Fortaleza Tolerancia | La habilidad del sistema neuromuscular para tolerar fatiga durante contracciones musculares repetidas o sostenida ante una resistencia dada |
FORTALEZA MUSCULAR | ||
Interna | Máxima | Explosiva |
Externa | Absoluta | Tolerancia |
Relativa |
Figura 1. Cualidades de la Fortaleza Muscular
PESAS LIBRES | RESISTENCIAS VARIABLES | ISOCINÉTICA | PLIOMETRÍA |
- Grupo de Pesas | - Aparatos Pneumáticos
- Aparatos Hidraúlicos |
Figura 2. Tipos Entrenamiento Mediante Acciones de Resistencias
Dinámicas (Adaptado
de: Physiology of Sport and Exercise (p. 81), por J. H. Wilmore,
& D. L. Costill, D. L.,
1994, Champaign, IL: Human Kinetics. Derechos reservados 1994 por Jack
H. Wilmore y David L. Costill.
TIPOS/FORMAS DE ACCIONES MUSCULARES
La generación de tensión en el músculo esquelético tiene sus bases de una estimulación nerviosa a su placa motora terminal (o unidad motora). La acción final del músculo esqueletico puede variar. Como resultado, se han clasificado cuatro tipos de contracciones musculares, a saber: acción concéntrica, acción eccéntrica, acción isotónica, acción isométrica, y accción isocinética (véase Tabla 2).
Acción Concéntrica
En este tipo de contración, se acortan las fibras musculares (i.e., los sarcómeros) al generarse la tensión. Como resultado, se produce el movimiento articular. Cuando el músculo esquelético se acorta, se tracciona/hala la palanca ósea (en su punto de inserción) y ocurre el movimiento. La acción concéntrica representa el tipo de contracción más comunmente utilizada. Un ejemplo clásico de esta acción se representa cuando se flexiona la articulación radioulnar (codo) desde un ángulo de 180 (codo extendido), soteniendo una pesa en la mano.
Acción Eccéntrica
Esta acción se manifiesta
cuando la resistencia externa excede la fuerza muscular y el músculo
se alarga mientras desarrolla tensión. La contracción concéntrica
se conoce también como trabajo negativo, puesto que
se lleva a cabo a favor de la fuerza de gravedad. Utilizando el ejemplo
anterior, si se baja gradualmente el peso de la mano desde una completa
flexión de la articulación radioulnar hasta una extensión
completa, se alargan progresivamente los sarcómeros de las fibras
musculares, lo cual produce la contracción eccéntrica. Durante
un programa de entrenamiento con pesas libres, siempre se utiliza la fase
eccéntrica de la contracción muscular al regresar lentamente
el peso a su posición original.
Esta combinación
de acciones concéntricas y eccéntricas durante un programa
con resistencias produce mejores ganancias en cuanto a la fortaleza y tamaño
muscular. Además, si se ha utilidado esta combinación de
acciones musculares, el músculo preserva mejor su fortaleza muscular
luego de haber cesado el entrenamiento (McArdle, Katch, & Katch, 1996,
pp. 426-427).
Acción isotónica
La combinación de las contracciónes concéntricas y eccéntricas se conoce como isotónico. A esta combinación de acciones musculares también se le llaman contracciones musculares dinámicas. Literalmente, el término (derivado del griego) isotónico significa igual tensión (iso = lo mismo o igual, tonos = tensión). En términos prácticos, éste término no describe lo que realmente ocurre cuando uno acorta y alarga un músculo esquelético durante el recorrido del movimiento articular. Si realizamos un análisis biomecánico, se observa que durante una acción muscular dinámica la fuerza o torque generado varía conforme cambia el ángulo de la articulación. Esto implica, contrario al concepto literal de isotónico, que la fuerza o torque máximo producido no es uniforme a través del arco de movimiento de la coyuntura.
Acción Isométrica (o estática)
Durante este tipo de acción muscular, la tensión generada (inducida por una resistencia externa) en un músculo esquelético no puede producir el acortamiento (ni alargamiento) de las fibras musculares. Consecuentemente, no se efectúa trabajo externo (la articulación no se mueve). En otras palabras, no se observa cambio en la longitud de las fibras musculares, a pesar de generarse tensión (fuerza muscular).
Acción Isocinética
El movimiento articular durante
esta acción se mantiene a una velocidad constante, sin importar
si el sujeto trate de aplicar una fuerza liviana o una máxima. Los
aparatos isocinéticos utilizan un sistema electrónico o hidraúlico
para de antemano controlar la velocidad del movimiento (velocidad angular
de 0. s-1 [acción estática]
hasta 300. s-1 ó mayor). Como habíamos
mencionado prevamente, el principio isocinético postula que un individio
apropiadamente motivado puede ser capaz de contraer sus músculos
a una fuerza máxima a través de todos los puntos del arco
de movimiento.
FACTORES FUNDAMENTALES QUE AFECTAN EL PROGRAMA DE
ENTRENAMIENTO CON RESISTENCIAS
(PRINCIPIOS DE ENTRENAMIENTO)
Especificidad
Este principio se refiere a las adaptaciones específicas (de naturaleza estructural y funcional) que ocurre en el individuo como resultado del entrenamiento (NiNubile, 1991). Es de vital importancia tomar en consideración la especificidad aplicada a los procesos de entrenamiento con resistencias. Como habíamos mencionado previamente, las adaptaciones específicas a nivel de las cualidades de la fortaleza muscular que resultan del programa de entrenamiento con resistencias dependerán de las siguientes variables (NiNubile, 1991; Plowman & Smith, 1997, pp. 472-473):
1) Los músculos esqueléticos involucrados. El programa de entrenamiento con resistencias es específico a los grupos musculares que se entrenan. Los músculos (y sus tipos de fibras musculares) se adaptan de forma específica conforme sea la naturaleza del estímulo (i.e., el ejercicio con resistencias). Esto significa que el entrenamiento es altamente específico al grupo muscular ejercitado en el programa. Por lo tanto, los programas de entrenamiento con resistencias progresivo deben de enfatizar aquellos músculos que se utilizan durante la ejecutoria deportiva. Por ejemplo, los atletas que participan en deportes de lanzamiento en los eventos de campo de atletismo requieren una alta fortaleza y potencia muscular (capacidad explosiva). Estos atletas se benefician si su entrenamiento con resistencias se diseña de forma específica, de manera que puedan desarrollar la fortaleza y potencia muscular que requiere su evento deportivo. En resumen, el músculo que se ejercita durante el entrenamiento con resistencias es el músculo que se adapta al entrenamiento, de manera que se deben ejercitar aquellos grupos musculares principales responsable de la ejecutoria deportiva del atleta.
2) Tipo de acción muscular. Las ganancias en la fortaleza muscular son específicas al tipo de contracción muscular. Se han estudiado los efectos combinados de diversas acciones musculares sobre la especificidad del deporte y protocolo de valoración para la fortaleza muscular. En cuanto a este respecto, cualquier forma de contracción concéntrica o combinación de concéntrica más eccéntrica deberá resultar en ganancias comparables de fortaleza muscular, siempre y cuando se empleen durante el entrenamiento y evaluación patrones musculares y velocidades de movimiento similares (Manning, Graves, Carpenter, Leggett, & Pollock, 1990).
3) Intensidad de la contracción y número de repeticiones. Los músculos esqueléticos responden de forma específica a la carga/resistencia que se le imponen. Por ejemplo, un músculo que se expone a intensidades cerca del máximo, habrá de desarrollar mayor fortaleza muscular al compararse con aquellos grupos musculares sometidos a muchas cargas submáximas.
4) Velocidad de las contracciones. Las ganancias en fortaleza muscular es altamente específico a la velocidad del entrenamiento. Esta es la naturaleza de la mayoría de los deportes competitivos. Consecuentemente, se recomienda que los atletas consideren integrar en su programa de fortalecimiento muscular ejercicios con resistencia ejecutados a unas altas velocidades (Wilmore & Costill, 1994, p. 84). Por ejemplo, utilizando un dinamómetro isocinético, aquellos músculos que se ejercitan a bajas velocidades tienden a producir aumentos en torque específico a la velocidad del entrenamiento (Perrin, 1993).
5) Posiciones de los ángulos articulares a través de los cuales se ejecuta la contracción. La fortaleza muscular desarrollada es altamente específica al ángulo articular en el cual se entrenó el músculo o grupo muscular. Por ejemplo, si se entrena un grupo muscular solamente a un ángulo de 90, la fortaleza muscular resultante será específica solamente a dicho ángulo entrenado, debido a que el restante de los puntos angulares no fueron entrenados. En otras palabras, fuera de 90 no se podran observar ganancias en la fortaleza muscular porque los grupos musculares no entrenaron a éstos ángulos. Por el otro lado, si el programa con resistencias sobrecarga a niveles máximos los músculos esqueléticos a través toda la gama del recorrido angular de la coyuntura, entonces se habrá de generar ganancias en la fortaleza muscular para todos los ángulos del arco de movimiento. Este es el principio que explica las curvas de fuerza. La curva de fuerza representa una descripción gráfica que muestra los cambios en la fuerza máxima generada a lo largo del recorrido de cada punto angular en el arco de movimiento de la articulación (Kulig, Andrews & Hay, 1984). En esta gráfica se observa la relación entre las variaciones en las capacidades contractiles para generar la fuerza del músculo o grupo muscular y los ángulos en el arco de movimiento de una articulación. La curva de fuerza es una función del efecto de la tensión en la longitud del músculo, y la distancia perpendicular entre la línea de tracción del músculo y el eje de rotación de la articulación en el cual el músculo actúa (DiNubile, 1991).
6) El patrón específico del movimiento deportivo. Las ganancias en fortaleza muscular son altamente específicas a los patrones de movimiento. Esto implica que para poder mejorar una ejecutoria física específica, los músculos esqueléticos ejercitados durante el entrenamiento con resistencias de los atletas deben tratar de simular/imitar la ejecutoria real del deporte practicado (incluyendo patrones de movimiento/destrezas y velocidad). El hecho es que entre más cerca el patrón de movimiento utilizado en el programa con resistencia sea parecido a la ejecutoria real del deporte, mayor será el beneficio obtenido de este entrenamiento (McArdle, Katch, & Katch, 1996, p. 426; Wilmore & Costill, 1994, p. 84). Este tipo entrenamiento específico de los músculos esqueléticos con resistencias, el cual simula la destreza real del deporte practicado, se conoce como entrenamiento con resistencias suplementario. A través de esta modalidad se utilizan equipos deportivos suplementarios, los cuales son alterados en peso y tamaño (DeRenne, Ho, & Blitzblau, 1990). Si se desea mejorar la fortaleza muscular, se puede aumentar el peso del implemento deportivo, de suerte que se produzca un estímulo de sobrecarga. Por el otro lado, si se busca velocidad (entrenar las unidades motoras de activación rápida), el implemento debe ser más liviano que lo normal (McArdle, Katch, & Katch, 1996, p. 431).
Intensidad
La intensidad se refiere a la magnitud de la resistencia absoluta levantada por cada repetición durante las sesiones de entrenamiento. Es posible también expresar la intensidad en términos relativos. En este caso utilizamos un por ciento específico de la resistencia máxima que pueda ser levantada durante una repetición (1-RM) o seis repeticiónes (6-RM) (Fleck & Kraemer, 1988). La intensidad depende del número de series y repeticiones, los períodos de reposo entre las series, duración de las sesiones de entrenamiento, y de la carga/resistencia. Esta última variable es una de las más importantes al determinar la intensidad (Pauletto, 1986).
Duración
Por lo regular, la duración se refiere al tiempo dedicado para cada sesión de ejercicio. Esta variable dependerá del número de repeticiones y de series, y de los períodos de reposo. En general, se recomienda que la sesión de entrenamiento fluctúe entre 45 a una hora. Este período debe incluir el tiempo dedicado al calentamiento y al enfriamiento. En términos crónicos, la duración se refiere al total de semanas dedicadas al entrenamiento. Por ejemplo, para el desarrollo de fortaleza muscular mediante un programa empleando contracccions/ejercicios dinámicos o estáticos, se sugiere entrenar durante seis semanas como mínimo (Mcglynn, 1990).
Frecuencia (y Tiempo de Recuperación)
El término frecuencia se refiere al número de sesiones de entrenamiento realizadas por cada semana. La frecuencia determina el tiempo disponible de recuperación entre las sesiones de ejercicio. La frecuencia depende del volumen y cargas/resistencias del ejercicio, tipo de movimiento (multiarticular vs monoarticular) que predomina durante las sesiones de ejercicio, fase del entrenamiento en que se encuentra el atleta, el nivel de entrenamiento (aptitud física) del atleta, historial del entrenamiento, las metas del programa, y el estado de salud del atleta (Fleck & Kraemer, 1997, p. 97; Fleck & Kraemer, 1988; Wathen, 1994). Se sugieren tres sesiones por semana para cada grupo muscular efectuados en días alternados, particularmente para principiantes (Fleck & Kraemer, 1988). Los individuos que llevan practicando por un tiempo considerable en cuanto al entrenamiento con resistencias, problablememnte pueden ser capaces de tolerar mayores cargas/resistencia, de manera que también podrán incrementar su frecuencia de entrenamiento (Fleck & Kraemer, 1988; Stone & O'Bryant, 1987, p. 141). La mayoría de los atletas entrenan de tres (3) a cuatro (4) días por semana. Bajo este regimen, se entrenan primero los grupos musculares grandes (e.g., encuclilladas ["squat"] y prensada de pecho ["bench press"]) como mínimo dos (2) veces por semana. Este sistema permite un tiempo de recuperación apropiado entre las sesiones de entrenamiento (Brooks, Fahey & White, 1996, p. 391).
Volumen
El volumen del ejercicio implica la cantidad total de trabajo realizado durante las sesiones de ejercicio. El término trabajo se relaciona con la cantidad de fuerza (resistencia) aplicada a través de una distancia. Para estimar el volumen de entrenamiento durante un programa con resistencias se requiere cuantificar el número de repeticiones efectuadas durante un período de tiempo dado (ya sea para cada sesión de entrenamiento o por semana). El volumen también se puede calcular si determinamos el resultado del número de repeticiones realizadas por la resistencia utilizada (repeticiones X resistencia). Las repeticiones serán determinadas por el número de series (repeticiones por series). En otras palabras, se multiplica el número de series por el número de repeticiones efectuadas para cada serie para poder calcular el número total de repeticiones. Este valor resultante (número de repeticiones) se multiplica por la carga o resistencia levantada durante cada repetición para poder precisar el trabajo (volumen) total de la sesión de entrenamiento (Fleck & Kraemer, 1988; Wathen, 1994). Para ilustrar este concepto, se describe a continuación un ejemplo para el cálculo del volumen de una sesión de ejercicio:
PROBLEMA:
Estimar el volumen (y trabajo) de entrenamiento para una sesión de entrenamiento.
DADO:
Sets = 3 por sesión de ejercicio
Repeticiones = 5 por sets
Carga (resistencia) = 150 lb por repetición
CONOCIDO:
Volumen (V) = Trabajo realizado durante las sesiones de entrenamiento
Trabajo = (Sets X Repeticiones) Resistencia
SOLUCION:
3 series
5 reps 1
50lb
V = ( ---------- X ----------- )
------------
Ejer
series
reps
3 series
5 reps
150lb
V = ( ---------- X ------------ )
------------
Ejer
series
reps
15 reps 150lb
V = ( ---------- ) ------------
Ejer reps
2,250lb
V = -------------
Ejer
V
= 2,250lb
Principio de Individualización
Cada individuo responde y se adapta diferente a las cargas de entrenamiento. Según fue mencionado a principios de este trabajo, el primer paso para individualizar el programa de entrenamiento con resistencias es determinar las necesidades, metas y objetivos particulares del participante. Luego le sigue evaluar su fortaleza muscular actual. Finalmente, se habrá de diseñar un ciclo de entrenamiento específico para este atleta, i.e, periodizar el programa de entrenamiento con resistencias a tono can las características y necesidades únicas de estos deportistas. Uno de los factores principales que distinguen a los diferentes atletas es su potencial genético. A este respecto, ciertos atletas poseen características particulares en su composición de los tipos de fibras musculares (Brooks, Fahey & White, 1996, p. 393).
Principio de Adaptabilidad
Si el músculo se estimula (bajo límites tolerables), se adapta y mejora su función. Por el contrario, si un músculo recibe menos estímulo (se activa con muy poca frecuencia), se atrofia (reduce su tamaño). El propósito de el entrenamiento físico es de estimular el cuerpo sistemáticamente, de suerte que mejore su capacidad para realizar trabajo físico. El proceso debe ser uno en el cual el músculo esquelético sea capaz de adaptarse efectivamente ante tales estímulos del esfuerzo físico. Sin importar el método o sistema de entrenamiento con resistencias que se utilice, siempre y cuando que se provea un umbral de tensión, el resultado final será mejoras en la fortaleza muscular. Esto implica que lo más importante ha ser considerado en el ambiente atlético y de ejercicio es el tipo fortaleza muscular que se desarrolla. Este principio de adaptación siempre debe ser considerado cuando se diseña el programa de entrenamiento con resistencias (Brooks, Fahey & White, 1996. p. 390).
Principio de Mantenimiento
Una vez el participante del programa con resistencia alcance sus niveles deseados/óptimos de fortaleza/tolerancia muscular, es posible mantener estas ganancias con un menor volumen o frecuencia de entrenamiento, siempre y cuando la intensidad sea la misma (Plowman & Smith, 1997, p. 476).
Principio de Retrogresión/Plato/Reversibilidad
Hay momentos que no importa cuan fuerte entrene el atleta, no habrán cambios en el desarrollo muscular. Este estado se conoce como plato. Más aún, puede ser que los niveles de aptitud muscular y ejecutoria deportiva disminuyan, en cuyo caso se dice que ha ocurrido retrogresión. Posiblemente, estos dos fenómenos sean el resultado de un estado de sobreentrenamiento o diferencias individuales (Plowman & Smith, 1997, pp. 476 - 477). Cuando los músculos dejan de entrenar ocurre el fenómeno de reversibilidad. El grado de deterioro dependerá del nivel inicial de fortaleza y tolerancia muscular del atleta. Aunque gran parte de las adaptaciones neuromusculares que resultan de un programa de entrenamiento con resistencias se retienen después de haber abandonado el programa, el mayor grado de deterioro ocurre a nivel celular (alteraciones en el tamaño y propiedades bioquímicas de la fibras musculares). Comunmente el nivel de la fortaleza muscular se mantiene por más tiempo que la tolerancia muscular, luego de haber dejado el entrenamiento (Plowman & Smith, 1997, p. 477). El fenómeno de reversibilidad también ocurre cuando el atleta se encuentra lesionado. Los músculos se atrofian como resultado de una falta de uso e inmovilización. La falta de uso resulta en reducciones de la fortaleza muscular y cantidad de masa. La atrofia resulta en disminuciones en las proteínas contractiles (miosina y actina) y sarcoplasmáticas. Si los músculos esqueléticos se inmovilizan en una posición acortada, es posible perder sarcómeros (Brooks, Fahey & Timoty, 1996, pp. 392-393).
Principio de Sobrecarga
Para poder observar aumentos significativos en hipertrofia y fortaleza muscular, es imperante que el músculo esquelético se active cerca de su capacidad máxima para generar fuerza. Para un desarrollo óptimo de fortaleza muscular, la tensión muscular generada debe ser adecuada en términos de intensidad y duración. El principio de sobrecarga puede aplicarse en cualquier equipo o máquina disponible comercialmente utilizadas para desarrollar la musculatura del individio, incluyendo los sistemas tradicionales para el levantamiento de pesos, poleas, muelles, barras estáticas, o una una diversidad de aparatos isocinéticos e hidraúlicos. Sin importar el tipo de equipo/máquina en el cual se ejercita el atleta, se habrá de manifiestar aumentos en la fortaleza muscular siempre y cuando se entrenen los músculos a unas intensidades (nivel de tensión aplicada sobre el músculo esquelético) apropiadas (sobrecarga). No obstante, ciertos métodos de ejercicios pueden aplicar una sobrecarga específica y sistemática (Brooks, Fahey & White, 1996, p. 390; McArdle, Katch, & Katch, 1996, p. 426). Aunque no se ha comprobado experimentalmente, es posible que atletas involucrados en deportes explosivos y aquellos que requieren fortaleza muscular (e.g., lanzadores en pista y campo) se benefician si practican ejercicios con resistencias con pocas repeticiones, y alta intensidad durante o inmediátamente antes de la temporada competitiva. Este tipo de entrenamiento desarrolla la potencia muscular (o fortaleza explosiva), mientras deja suficiente reservas energéticas para la práctica de sus destrezas motoras (Brooks, Fahey & White, 1996, p. 390). La práctica general de los fisiculturistas es comunmente realizar mayor cantidad de series y repeticiones de ejercicio, así como más ejercicio para cada región anatómica de su cuerpo, al compararse con los levantadores de pesas Olímpicas. No obstante, este sistema no ha sido validado a través de una investigación científica controlada (Brooks, Fahey & White, 1996, p. 390). Algunos estudios han evidenciado que ejercicios con altas resistencia sy baja repeticiones son más efectivos que aquellos de bajas resistencias y altas repeticiones para producir hipertrofia muscular (Brooks, Fahey & White, 1996, p. 390). Para poder observar mejoras notables en la fortaleza muscular, es importante aumentar progresivamente la sobrecarga.
Variación y Progresión
La periodización se refiere a los cambios o variaciones del programa de entrenamiento con resistencias las cuales son implementadas a lo largo de un período de tiempo dado (e.g., durante un año). La periodización varía el estímulo del ejercicio y previene el sobreentrenamiento o el estancamiento ("mohosidad"). Una vez el cuerpo se ha adaptado al nivel de entrenamiento actual, se debe de aumentar el nivel de estímulo (principio de sobrecarga) si se desea observar aumentos adicionales en la fortaleza muscular. La progresión se puede llevar a cabo al aumentar la carga, las repeticiones, el número de series, o la frecuencia de las sesiones de entrenamiento, o al disminuir los períodos de reposo entre las series. Comunmente las variables agudas que se manipulan para este respecto son la carga y número de repeticiones. Una vez más, esto dependerá de las metas y objetivos del atleta. Por ejemplo, si el fin es desarrollar la fortaleza muscular, una carga más elevada se debería utilizar. Por el contrario, si los que se busca es mejorar la tolerancia muscular, entonces la misma resistencia deberá ser utilizada pero con más repeticiones (Plowman & Smith, 1997, p. 475).
Calentamiento y Enfriamiento
El calentamiento
es de vital importancia para poder preparar al músculo, y prevenir
lesiones. Se ha encontrado que el calentamiento aumenta la temperatura
corporal, lo cual produce una reducción en la viscosidad de la cápsular
articular, un aumento en la velocidad de contracción y relajación
del músculo, e incremento de las reacciones enzimáticas.
El calentamiento puede incluir aquellos ejercicio que comunmente empleamos
durante las actividades aeróbica. Un calentamiento específico
involucra la utilización de los mismos ejercicios del programa de
entrenamiento con resistencias pero con cargas muy por debajo de lo normal.
En términos generales, se puede decir que el calentamiento es adecuado
cuando el individuo comienza a sudar (Plowman & Smith, 1997, p. 477).
En adición, se recomienda
un período de enfriamiento al terminar cada sesión
de entrenamiento. El calentamiendo abarca principalmente ejercicios de
estiramiento. Esto es muy importante, ya que por lo regular los programas
con resistencias tienden a crear músculos y articulaciones menos
flexibles. Más aún, la fase de enfriamiento ayuda a prevenir
el estancamiento venoso en las extremidades inferiores (Plowman & Smith,
1997, p. 477).
Tabla 4
Variables Agudas Constituyentes de un
Programa de Ejercicios con Resistencias
VARIABLE | DESCRIPCIÓN |
Tipo de Ejercicio | Modos de ejercicios (acción muscular o tipo de contracción) que habrán de desarrollar los músculos esqueléticos del participante |
Orden de los Ejercicios | Comenzar ejercitando los grupos músculares más grandes y luego progresivamente utilizar los grupos musculares más pequeños |
Intensidad del Ejercicio | La cantidad de masa a ser levantada (carga o resistencia); una repetición máxima (1-RM) |
Períodos de Reposo | Duración de los períodos de reposo entre series y repeticiones |
Número de Series | Se recomiendan 3 a 6 series por sesiones de ejercicio |
VARIABLES AGUDAS QUE COMPONEN/INTEGRAN
EL PROGRAMA DE EJERCICIOS CON RESISTENCIAS
Estas variables (véase Tabla 4) establecen la dosis para las sesiones de ejercicios que requiere cada participante durante el programa de entrenamiento con resistencias. Cada sesión de ejercicio debe cuantificar estas variables, de manera que se provea el estímulo/carga de trabajo adecuado para el individuo. Por lo tanto, el diseño de una sesión específica de entrenamiento con resistencias se estructura a base de las variables agudas del programa.
Tipo/Método de Ejercicio (Refiérase a Tablas 4 y 5)
Es muy importante seleccionar
aquellas modalidades de ejercicios (acción muscular
o tipo de contracción) que habrán de desarrollar
los músculos esqueléticos (y ángulos articulares específicos)
del participante. La selección del ejercicio dependerá del
objetivo y necesidades particulares del participante, de la situación
clínica, y del tipo de equipo de resistencias a ser utilizado. Por
ejemplo, para atletas con problemas/limitaciones en sus acciones articulares,
los cuales se encuentran en un proceso rehabilitativo por razones de lesiones,
es mucho más práctico que estos atletas realicen ejercicios
isométricos. Por el otro lado, si el objetivo es mejorar la fortaleza
muscular como parte del programa general de entrenamiento de un atleta,
lo indicativo es utilizar ejercicios dinámicos (combinaciones de
contracciones concéntricas y eccéntricas). Los tipos de ejercicios
empleados para las sesiones individuales de entrenamiento pueden clasificarse
en cuatro categorías (véase Tabla 5), a saber: 1) ejercicios
primarios, 2) ejercicios auxiliadores, 3) ejercicios estructuales, 4) ejercicios
multiarticulares, y 6) ejercicios monoarticulares. ¿Cual de estos
tipos de ejercicios es el mejor?. Una vez más, esto dependerá
de las necesidades particulares del atleta. Por ejemplo, los ejercicios
estructurales de naturaleza multiarticular son de beneficio (pueden mejorar
la ejecutoria atlética) para aquellos deportes que requieren desarrollar
una fortaleza muscular general (de todos sus músculos) y movimientos
explosivos (e.g., brincar, lanzar), tales como baloncesto, lucha olímpica,
entre otros. El tiempo que dispone el atleta o el individio buscando mejorar
su aptitud muscular representa otro factor a considerar para decidir el
tipo de ejercicio a ser empledo durante sus sesiones de entrenamiento con
resistencias. Con respecto a esto, los ejercicios estructurales son ventajosos
para esta población (Fleck & Kraemer, 1997, p. 92).
Tabla 5
Clasificación de los Ejercicios para las Sesiones Agudas
TIPO DE EJERCICIO | DESCRIPCIÓN | EJEMPLO |
Ejercicios Primarios | Son aquellos ejercicios que entrenan los músculos motores primarios (grupos musculares principales) para un movimiento específico | Encuclilladas ("squats"), prensada de pecho, tracción de colgar ("hang pulls"), entre otros |
Ejercicios Auxiliadores | Representan aquellos tipos de ejercicios que entrenan grupos musculares pequeños y que ayudan al movimiento que producen los motores primarios | Prensada de tríceps, tracción lateral hacia abajo ("lateral pulldown"), flexión ("curl") del bíceps |
Ejercicios Estructurales | Ejercicios que requieren la coordinación de muchos grupos musculares. Involucran técnicas avanzadas de levantamientos de pesas | Enviones ("power cleans), arranques ("power snatches"), levantamiento peso muerto ("deadlifts"), encuclilladas ("squats") |
Ejercicios Multiarticulares | Aquellos ejercicios en los cuales el movimiento se lleva a cabo en más de una articulación | Prensada de pecho ("bench press"), tracciónes laterales hacia abajo ("lateral pulldowns"), prensada militar ("millitary press"), prensadas para piernas ("leg presses") |
Ejercicio Monoarticulares | Entrenan un solo grupo muscular particular | Flexiones del codo, sentadillas ("situps"), extensiones de la rodilla. |
Orden de los Ejercicios (Refiérase a Tabla 6)
Esta variable determina el
nivel de intensidad de los ejercicios realizados. La secuencia de los ejercicios
puede producir eventualmente adaptaciones crónicas (a largo plazo)
específicas (e.g., tolerancia muscular local o hipertrofia) (Kraemer
& Fleck, 1988). Además, el orden a seguir de los ejercicios
puede determinar si el participante pueda o no finalizar la sesión
de ejercicio prescrita. ¿cual es la secuencia de los ejercicios
recomendada?. Una vez más, esto dependerá de las necesidades
particulares del participante.
Por lo general, se sugiere
comenzar ejercitando los grupos músculares más grandes y
luego progresivamente utilizar los grupos musculares más pequeños
(Kraemer & Fleck, 1988; Stone & O'Brayant, 1987, p. 143; Westcott,
1982, p. 63). Se cree que en este orden se recibe mayor estímulo
(sobrecarga) a estos grupos musculares que se entrenan primero. Otros métodos
pueden incluir:
1) Primero efectuar aquellos
ejercicios más complejos (ejercicios estruturales o
multiarticulares) (Pauletto, 1986):
En
teoría, la práctica de este tipo de secuencia previene el
advenimiento de fatiga
prematura; consecuenmtemente, se prodrá emplear una mayor resistencia.
2) Acoplar en parejas los ejercicios que involucran empujar y halar.
3) Ejercitar (en parejas) los músculos agonistas y luego los antagonistas:
Si
el programa incluye ejercicios con resistencias en circuito, el orden comunmente
se inicia
con ejercicios para los brazos (e.g., prensada de pecho) y termina ejercitando
las piernas
(e.g., prensada de piernas) (Kraemer & Fleck, 1988).
Se ha sugerido siempre descansar
los músculos previo a un programa de entrenamiento que enfatice
el desarrollo de la fortaleza explosiva. La secuencia de los ejercicio
juega un papel importante cuando el entrenamiento abarca varios ejercicios
durante la misma sesión de entrenamiento. En estas situaciones,
se recomienda que mientras se entrena un grupo de músculos, otro
grupo debe estar recuperandose (Pauletto, 1986). Esta secuencia se conoce
como grupos musculares alternados. Mediande el empleo de
este orden, aquellos grupos musculares que son entrenados y descansados
de forma alternada, se podrán recuperar parcialmente de su primer
ejercicio y estarán capacitados para manejar cargas relativamente
más pesadas en la segunda secuencia de ejercicio. En teoría,
esto le provee a los músculos una sobrecarga apropiada, de manera
que se pueda producir ganancias notables en la fortaleza muscular (Westcott,
1982, p. 64). Cuando el participante busca mejorar sus cualidades de la
fortaleza-tolerancia y desarrollar hipertrofia muscular, se recomienda
entrenar la misma región muscular con una diversidad de ejercicios,
empleando períodos de recuperación muy breves (Pauletto,
1986).
Tabla 6
Alternativas para el Orden de Ejercicios en las Sesiones de Entrenamiento
ORDEN DE EJERCICIOS | CARACTERÍSTICA | TIPOS DE EJERCICIOS |
Primero grupos musculares grandes y luego los pequeños | Mayor estímulo (sobrecarga) a todos los músculos involucrados en un ejercicio | |
Primero ejercicios estructurales | Se puede emplear más resistencia (se limita la fatiga) | |
Primero grupos musculares pequeños y luego los grandes (método de pre-agotamiento) | - Aportacíon mímima a los
próximos ejercicios, lo cual produce un mayor estímulo a los grupos musculares grandes - La fatiga puede estimular a la hipertrofia/fortaleza muscular |
Realizar flexión/extensión rodilla primero y luego encuclilladas ("squats") |
Primero músculos sinergéticos o estabilizadores y luego realizar el movimiento principal (método de pre-agotamiento) | Realizar tracciones laterales hacia abajo ("lateral pull-downs") o prensadas militares ("military presses") antes de la prensada del pecho ("bench press") | |
Primero músculo más importantes, según las metas (sistema de prioridad) | - Se alcanzan primero las metas
específicas - Reduce la fatiga excesiva al principio del programa |
Realizar primero ejercicios explosivos (e.g., pliométricos) |
Primero ejercicios nuevos/practicados | Evita fatiga prematura en estos ejercicio |
Intensidad del Ejercicio (Carga o Resistencia Empleada) (Refiérase a Tabla 7)
Para los programa de entrenamientos
dirigidos a desarrollar la fortaleza y/o tolerancia muscular, la intensidad
del ejercicio se determina mediante la cantidad de masa a ser levantada.
Esto se conoce como la carga o resistencia del ejercicio
(Kraemer & Koziris, 1993). Esta es una variable muy importante para
el programa de entrenamiento con resistencias. Para cada tipo de ejercicio
prescrito debe ser establecida la cantidad de resistencia a ser sobrellevada.
Comunmente la resistencia se determina utilizado concepto de la repetición
máxima (RM). El RM representa aquella masa que solo permite
una cierta cantidad dada de repeticiones (1, 2, 3, entre otras) para un
ejercicio/grupo muscular particular, en el cual el individuo no pueda efectuar
repeticiones adicionales (Fleck & Kraemer, 1988; Kraemer & Baechle,
1989; Kraemer & Koziris, 1993). Los programas de entrenamiento, generalmente,
utilizan un RM específico (ejemplo 1-RM, 6-RM) para establecer la
resistencia. Menos frecuentemente, se emplea un porciento del 1-RM o 6-RM
(e.g., 50% ó 75% del 1-RM) como método para prescribir la
resistencia. Este método para determinar la resistencia se utiliza
muy poco debido a que require evaluaciones regulares (e.g., semanalmente)
para poder re-ajustar la carga (Fleck & Kraemer, 1997, p. 98). No obstante,
se recomienda emplear el por ciento del RM en aquellos atletas que participan
en levantamientos Olímpicos. La cantidad de masa muscular (i.e.,
grupos musculares grandes versus pequeños) activada durante un programa
empleando un por ciento dado del 1-RM, representa un factor determinante
para el número de repeticiones que pueda efectuar el participante.
Se ha encontrado que en aquellos ejercicios con resistencias que utilicen
grupos musculares grandes (e.g., ejercicios estructurados multiarticulares
- véase Tabla 5) requieren el uso de por cientos altos del 1-RM
para poder manifestar aumentos en la fortaleza muscular (Fleck & Kraemer,
1997, p. 99).
Comunmente se prescribe
el RM en forma singular (e.g., 10-RM) o como una zona de entrenamiento
(e.g., 5-RM a 8-RM). Una vez se mejora la aptitud muscular (fortaleza,
potencia, o tolerancia muscular), progresivamente se va ajustando la carga
(véase sección de entrenamiento con resistencias progresivo).
Se han encontrado aumentos
en la fortaleza muscular cuando se diseña el programa de entrenamiento
con una resistencia equivalente a 6-RM ó menos. Menos de 6-RM induce
ganancias poco siginificativas en la fortaleza muscular. Por otro lado,
aquellas intensidades en las cuales la carga corresponde a 20-RM o más
resulta en un desarrollo de la tolerancia muscular (Fleck & Kraemer,
1997, p. 98). Aquellas cargas que sobrepasen 25-RM producen muy pocas ganancias
en la fortaleza muscular (Atha, 1982). Se ha sugerido que las ganancias
en la fortaleza muscular con cargas de altas repeticiones son el resultado
de un aprendizaje motor, factores genéticos únicos del individuo,
y un estado pobre de aptitud física al principio de programa. Una
vez se alcancen estos niveles de ganancias en la fortaleza muscular, será
necesario incrementar la intensidad, de manera que se produzcan aumentos
adicionales en la fortaleza muscular (Fleck & Kraemer, 1997, p. 98)
En general, el participante
desarrolla en forma óptima la fortaleza muscular mediante pocas
repeticiones y una alta resistencia, mientras que la tolerancia muscular
se desarrolla mejor si se ejercita con resistencias livianas y muchas repeticiones
(Wilmore & Costill, 1994, p. 82).
Para el desarrollo de la
potencia muscular, se ha sugerido que la carga/resistencia debe ser la
misma que la utilizada para el programa de fortalecimiento muscular (Fleck
& Kraemer, 1997, p. 101). No obstante esto puede ser debatible, puesto
que se debe incorporar la variable de velocidad, la cual es fundamental
para determinar potencia.
Una de las metas de los
fisiculturistas es la hipertrofia (aumento en tamaño)
de los musculos esqueléticos. Consecuentemente, la resistencia utilizada
debe fluctuar entre 8-RM y 12-RM. Las series deben de ser como mínimo
de 3 a 6 o más hasta un máximo de 10 a 15. Además,
los intervalos de reposo deben de ser bastante cortos, no más de
90 segundos (Wilmore & Costil, 1994, p. 83).
Tabla 7
Adaptaciones Musculares según sea la Resistencia Utilizada
CARGA/RESISTENCIA | EFECTOS/OBJETIVOS |
< 6-RM | Incrementos Máximos en Fortaleza y Potencia/Muscular |
> 20-RM | Aumentos Máximos en Tolerancia Muscular |
6-12 RM | Hipertrofia Muscular |
< 10 RM Periodizado | Aumenta Potencia Muscular |
Períodos de Reposo - Entre Series y Ejercicios (Refiérase a Tabla 8)
Se refiere a la cantidad/duración
de los períodos de reposo entre series y repeticiones de ejercicio.
Esto representa un factor que afecta/determina el tipo de sistema energético
que pueda desarrollar el participante (particularmente para el grado de
dependencia de las fuentes energéticas glucolíticas y fosfagénicas)
(Fleck & Kraemer, 1997, p. 95). Mucho depende de los objetivos del
participante y del tipo de deporte que practica.
Si el tiempo de recuperación
indicado entre series y ejercicio debe ser breve, el protocolo de entrenamiento
con resistencias requiere progresar desde un período prolongado
de reposo hasta un período corto (Fleck & Kraemer, 1997, p.
96). Se recomiendan períodos de reposo cortos (ejemplo de 10 a 60
segundos) en las siguientes situaciones:
1) Si la meta es desarrollar hipertrofia y definición muscular (e.g., para fisiculturistas):
Un
alto volumen (series X repeticiones), con una intensidad moderada
(e.g., 8-10 RM) y
períodos cortos de reposo (menores de 1 minuto) proveen la configuración
óptima para el
desarrollo de hipertrofia muscular (Kraemer & Koziris, 1993).
2) Si el deporte que participa
el atleta requiere tolerar altos niveles de ácido láctico
(eventos
anaeróbicos, e.g., lucha olímpica, carreras de velocidad
[400 a 800 metros], baloncesto,
entre otros):
Períodos
cortos de reposo con resistencias moderadamente altas (e.g., 10-RM) resultan
en
altos niveles de ácido láctico sanguíneo. Obviamente,
esto ayudará a desarrollor el sistema
anaeróbico glucolítico. Por lo tanto, esto fomenta el proceso
adaptativo de tolerar altas
condiciones de acidosis metabólica. No obstante, esto no necesariamente
asegura un
mejoramiento en la ejecutoria deportiva de dichos deportes. Más
aún, se debe evitar
implementar este regimen en aquellos atletas que requieren desarrollar
ciertas destrezas
motoras de su deporte luego de las sesiones de entrenamiento con resistecias.
Esto se debe
a las alteraciones homeostáticas perjudicantes psicológicas
y metabolicas (e.g., agotamiento
físico, distrés, entre otras) que resultan de tales períodos
cortos de reposo (Fleck &
Kraemer, 1997, p. 97).
Se recomiendan períodos de reposo mayores de 2 minutos en aquellos programas dirigidos al desarrollo de fortaleza y potencia muscular. Esto permite más tiempo de recuperación y mejora la habilidad para levantar cargas más pesadas con cada serie del ejercicio (Kraemer & Koziris, 1993).
Períodos de Reposo entre Sesiones de Entrenamiento (Refiérase a Tabla 8)
Como hemos recalcado repetidas
veces, esta variable dependerá de los objetivis/metas y necesidades
particulares del participante. Para principiantes, se ha encontrado que
tres (3) sesiones de entrenamiento a la semana, alternados con (1) día
de reposo es suficiente para lograr recuperaciones adecuadas entre las
sesiones de entrenamiento (Atha, 1982). Conforme progrese el participante
durante su programa de entrenamiento con resistencias, se puede aumentar
el número de días a la semana en que se ejercita el individuo.
Entrenar cuatro días seguidos puede ser de mayor beneficio que entrenar
tres días de forma alternada (Hunter, 1985). Comunmente los atletas
de alto rendimiento necesitan entrenar cinco (5) días consecutivos,
de manera que se obtengan ganancias en la fortaleza muscular a corto plazo.
Además, es posible que levantadores de pesas Olímpicos necesiten
entrenar de 5 a 7 días consecutivos para poder alcanzar aumentos
en el tamaño de los músculos esqueleticos y mayor fortaleza
muscular (Fleck & Kramer, 1997, p. 97).
Tabla 8
Comparacion entre los Diversos Períodos de Reposo entre Series y Ejercicios
PERÍODOS DE REPOSO | INDICACIONES/OBJETIVOS | EFECTOS |
Períodos Cortos (10 - 60 seg): | - Aumenta Lactato
-Ansiedad psicológica - Fatiga |
|
Cargas Moderadamente Altas y Alto Volumen | - Fisiculturistas
(Hipertrofia, Definición Muscular) |
- Aumenta Lactato |
Cargas Moderadamente Altas
(40 - 60% 1-RM) |
- Deportes anaeróbicos
- Entrenamiento con resistencias en circuito (40 - 60% 1-RM) |
- Aumenta Lactato |
Debido ha este regimen riguroso (días consecutivos de entrenamiento), se recomienda variar los grupos musculares entrenados y las resistencias empeadas. Además, se deben utilizar rutinas de ejercicios divididas, o programa dividido para la misma región anatómica (véase Tabla 23). Si estas frecuencias de entrenamiento resultan en molestias musculares y/o pobre rendimiento deportivo, será necesario re-evaluar y re-ajustar los períodos de reposo entre sesiones de entrenamiento (Fleck & Kramer, 1997, p. 97). Estos problemas se pueden evitar si el entrenamiento con resistencia se periodiza, lo cual será discutido más adelante.
Número de Series (Refiérase a Tabla 9)
Para obtener ganancias óptimas
en la fortaleza muscular, se recomiendan 3 a 6 series por sesiones de ejercicio
(Fleck & Kraemer, 1997, p. 93; Kraemer & Fleck, 1988). Para principiantes
(primeras dos semanas de entrenamiento), se sugiere que utilicen un programa
de una sola serie (Kraemer & Fleck, 1988). Es posible que si se utliza
el método multi-serie (3-6) se estimula mejor el desarrllo de la
fortaleza y tolerancia muscular (Atha, 1981).
Tabla 8
Comparacion entre Sesiones de Entrenamiento
FRECUENCIA Y PERÍODOS DE REPOSO | POBLACIÓN/INDICACIONES | EFECTOS/OBJETIVOS |
3 días, reposar días alternos | - Principiamtes
- No entrenados - Atletas en general |
Aumenta fortaleza muscular |
4 días corridos | Participantes entrenados | Aumenta fortaleza muscular |
5 días corridos | Atletas elites | Aumenta fortaleza muscular
a corto plazao |
5-7 días corridos | Levantadores de pesas Olímpicas | Hipetrofia/aumenta fortaleza muscular |
MANIPULACIONES CRÓNICAS (A LARGO PLAZO) DE LAS VARIABLES QUE
COMPONEN/INTEGRAN EL PROGRAMA DE EJERCICIOS CON RESISTENCIAS
Un aspecto importante del programa de ejercicio con resistencias es la habilidad para poder manejar y cambiar efectivamente las variables agudas (establecidas para las sesiones de ejercicio) conforme progrese el entrenamiento (Kraemer & Baechle, 1989, Kraemer & Koziris, 1993). El grado de eficacia para las variaciones crónicas de estas variables determinan en gran medida la magnitud en las ganancias para la fortaleza y potencia muscular. Además, una eficaz manipulación de las variables de ejercicio podrá ayudar a evitar la monotonía, de manera que los participantes se mantengan motivados y no abandonen el programa (Kraemer & Fleck, 1988; Kraemer & Koziris, 1993).
Tabla 9
Número de Series Recomendados para cada Sesión de Ejercicio con Resistencias
NÚMERO DE SERIES | INDICACIONES | VENTAJAS |
1-2 | - Para principiantes (primeras
6-12 sesiones) y sedentarios - Programa de mantenimiento Entrenamiento en circuitos - Programas cortos de entrenamiento |
Ganancias rápidas en
fortaleza/tolerancia muscular |
3-6 (Multi-series) | - Programa general de
entrenamiento - Atletas/entrenados - Luego de 6-12 sesiones (aproximadamente 2 semanas) |
Ganancias óptimas en
fortaleza/tolerancia muscular |
Tabla 10
Metas/Objetivos y Ventajas del Programa de Entrenamiento Periodizado
META/OBJETIVO | JUSTIFICACIÓN/VENTAJA/BENEFICIO |
- Variar el Programa de Entrenamiento
- Alcanzar un Nivel óptimo de condición
- Gradualmente reducir el volumen de
|
- Se evita la monotonía, sobreentrenamiento,
estancamiento - Mejora la ejecutoria deportiva - Proceso de adaptación más rápido |
Tabla 11
Características del Entrenamiento Periodizado
- Varía volumen e intensidad del ejercicio
- Estímulos (sobrecargas) cambian frecuentemente - Rápida adaptabilidad |
El Concepto de Periodización
La periodización
se refiere a cambios o variaciones en el programa de entrenamiento con
resistencias que se implementan a lo largo del curso de un período
específico de tiempo (e.g., un año). Uno de los objetivos
de la periodización (véase Tabla 10) es variar el estímulo
del ejercicio (i.e, manipular las variables agudas de intensidad, volumen,
frecuencia, series, y períodos de reposo), de manera que no resulte
en sobreentrenamiento o estancamiento, y se alcance un nivel de ejecutoria
óptimo durante la fase competitiva del atleta (Bompa, 1990; McArdle,
Katch, & Katch, 1996, p. 428; Wathan, 1994; Wilmore & Costill,
1994, p. 83). La meta de la periodización según se acerca
la fase competitiva es la de gradualmente reducir el volumen de entrenamiento
mientras se aumenta la intensidad (Fleck & Kraemer, 1997, pp. 102-104;
Wathen, 1994). En otra palabras, la periodización es un proceso
de fragmentación cíclica del entrenamiento deportivo el cual
involucra una relación inversa entre el volumen de entrenamiento
y su intensidad a través de la fase competitiva, para luego disminuir
ambas variables durante el período de recuperación.
El principio de periodización
fue concebido originalmente por Matveyev (1981). Este científico
ruso planteó la idea de subdividir en unidades cíclicas (períodos
específicos de entrenamiento con resistencias) el programa de entrenamiento.
Estas unidades se definen como macrociclos (12-15 meses), mesociclos (3-6
semanas) y microciclos (1 semana). Según Matveyev (1981, pp. 32-58),
el plan anual de entrenamiento se divide en tres fases o períodos
principales, a saber: 1) período preparatorio, 2) período
competitivo y 3) período transitorio. Cada período o fase
de entrenamiento se compone de mesociclos y microciclos. La fase
preparatoria enfatiza el desarrollo general de la aptitud física
(alto volumen y baja intensidad). La meta fundamental que se desea alcanzar
durante la fase competitiva (bajo volumen y alta intensidad)
es lograr un óptimo nivel de ejecutoria deportiva durante las competencias
principales. La fase transitoria provee períodos de
reposo activo, de manera que se disponga para un proceso de recuperación/restauración
y se evite el sobrentrenamiento. Se han conceptualizado modificaciones
al trabajo original de Mateyev (1991) (Bompa, 1990, Fleck & Kraemer,
1997; McArdle, Katch, & Katch, 1996, pp. 428-429)
Bomba (1990) subdivide el
termino periodización en dos componentes conceptuales.
En primera instancia, para Bomba (1990) esta se describe como la "periodización
del plan anual, o su división en fases de entrenamiento con el fin
de poder organizar el programa en segmentos más pequeños
y manejables, con la meta principal de lograr un nivel óptimo de
rendimiento en la(s) competencia(s) principal(es) del año". Como
segundo término, se encuentra la "periodización de las principales
destrezas motoras (fortaleza, velocidad y tolerancia), la cual se refiere
a la "secuencia metódica utilizado para desarrollar lo mismo". La
Tabla 12 muestra un ejemplo del proceso de periodización a seguir
para el desarrollo de la fortaleza muscular según describe Bomba
(1990). Las variables agudas que componen un programa de entrenamiento
con resistencias pueden ser periodizadas (ser variadas/cambiadas) durante
un microciclo, con el fin de alcanzar un nivel de desarrollo óptimo
en la fortaleza, potencia y/o tolerancia muscular (Kraemer & Baechle,
1989; Kraemer & Fleck, 1988; Kraemer & Koziris, 1993). Por lo tanto,
la periodización consiste en cambiar/variar la intensidad (resistencia
o carga) y el volumen a través del programa.
Tabla 12
El Proceso de Periodización para el Desarrollo de la Fortaleza Muscular
Fase de Entrenamiento | Preparatorio | Competitiva | Transitoria | ||
Tipo de Entrenamiento | General | Específica | Juegos de
Exibición |
Juegos
de Liga |
General |
Adaptación
Anatómica |
Fortaleza
Máxima |
Conversión de Potencia y
Tolerancia Muscular |
Mantenimiento de la Potencia
y/o Tolerancia Muscular |
Rehabilitación |
Segun Fleck & Kraemer
(1997, p. 103), la periodización se fundamenta de cuatro fases para
cada ciclo de entrenamiento (refiérase a Tablas 13 y 14). La primera
fase se caracteriza por un alto volumen (repeticiones y series) y baja
intensidad. Para las restantes fases, progresivamente se reduce el volumen
y aumenta la intensidad. Por lo general, al finalizar la cuarta fase se
comienza una fase de recuperación activa, en la cual se pueden llevar
a cabo ejercicios con resistencias livianas u otra actividad no relacionada
directamente con el deporte en que compite el atleta. Esta ultima fase
es muy importante, pueste que permite al atleta recuperarse tanto física
como mentalmente del ciclo de entrenamiento. Al finalizar esta fase de
recuperación, se repite todo el ciclo de periodización.
Tabla 13
Fases del Programa Periodizado de Ejercicios Con Resistencias
FASES DEL CICLO | OBJETIVO/DESCRIPCIÓN |
Fase I | Se enfatiza la hipertrofia muscular (aumento en el tamaño del músculo esquelético) |
Fase II | El objetivo principal es desarrollar la fortaleza muscular del atleta |
Fase III | En esta fase se busca mejorar la potencia muscular |
Fase IV | Fase importante donde el deportista debe de alcanzar un nivel de fortaleza óptima |
Fase V | Recuperación activa |
La duración de los
ciclos en el entrenamiento con resistencias periodizados pueden variar
desde un ciclo por año hasta dos o tres anualmente. La Tabla 13
ilustra un ejemplo de un programa de periodización para deportes
que requieren fortaleza y potencia muscular. Para cada fase del ciclo de
periodización se enfatizan ciertos componentes particulares de la
aptitud muscular
Otros autores (McArdle,
Katch, & Katch, 1996, pp. 428-429) han fracionado el entrenamiento
en cuatro fases particulares (véase Tabla 15), a saber fase preparatoria,
primera fase de transisión, fase competitiva, y segunda fase de
transición (período de recuparación). Estas fases
del entrenamiento periodizado se repiten para la próxima competencia
deportiva.
Tabla 14
Ciclo de Entrenamiento Periodizado para el
Desarrollo de la Fortaleza y Potencia Muscualar
Mesociclos
Variable Aguda |
Fase I
Hipertrofia |
Fase II
Fortaleza |
Fase III
Potencia |
Fase IV
Pico |
Fase V
Recuperación
|
Series | 3 - 5 | 3 - 5 | 3 - 5 | 1 - 3 | Actividad Física Liviana |
Repeticiones | 8 - 20 | 2 - 6 | 2 - 3 | 1 - 3 | Resistencias
Livianas |
Intensidad | Baja | Alta | Alta | Muy Alta | |
Duración | 6 Semanas | 6 Semanas | 6 Semanas | 6 Semanas | 2 Semanas |
Como habíamos mencionado previamiente, se ha sugerido que la periodización de un programa con resistencias (dirigido a mejorar la fortaleza y potencia muscular) comience con un alto volumen y una baja intensidad (Fleck & Kraemer, 1997, pp. 103-104; Kraemer & Koziris, 1993). Segun dicta el principio de progresión, durante el curso cíclico del período de entrenamiento, se procederá a incrementar la intensidad y disminuir el volumen. El propósito de este ajuste es proveer mayor desrrollo de fortaleza y potencia y a la vez prevenir el sobre-entrenamiento (Kraemer & Koziris, 1993). Esta forma de periodizar puede variar según la calidad/nivel de entrenamiento del deportista. Por ejemplo, para atletas de mayor rendimiento, se recomienda iniciar el programa con un alto volumen e intensidad, y progresar con un aumento en la intensidad y una reducción moderada del volumen (Kraemer & Koziris, 1993). La variación/periodización de las variables agudas del entrenamiento con resistencias puede llevarse a cabo de diversas maneras. Por ejemplo, algunos prefieren alternar por día diferentes cargas/resistencias (repeticiones máximas) a lo largo de su período de entrenamiento. En este tipo de periodización, se efectúan sesiones de ejercicio empleando altas cargas/resistencias (3 a 5 RM), moderadas (8 a 10 RM) y livianas (12 a 15 RM) para un ejercicio específico en días alternos (Kraemer & Koziris, 1993). Por el otro lado, se han empleado series con cargas livianas, moderadas y pesadas durantes dos a tres semanas para cada una (Kraemer & Koziris, 1993). Otras variables agudas merecen ser consideradas para integrarse en el proceso de periodización. Por ejemplo, estamos hablando de los períodos de reposo entre series. La frecuencia de las sesiones de ejercicio también debe ser periodizada a través de los ciclos de entrenamiento.
Tabla 15
Ciclos de Periodizacón para Programas de Entrenamiento con Resistencias
Características | Fase Preparatoria | Primera Fase
de Transición |
Fase Competitiva | Segunda Fase
de Transición (Período de Recuperació) |
Enfasis/Enfoque | Desarrollo específico de la fortaleza muscular | Desarrollo específico de la fortaleza muscular | Desarrollo específico de la fortaleza muscular | Práctica de otras actividades no relacionadas al deporte en que se compite |
Volumen | AlTO:
3-5 series de 8-12 reps |
MODERADO:
3-5 series de 5-6 reps |
BAJO:
3-5 series de 2-4 reps |
BAJO |
Intensidad | BAJO:
50-80% de 1-RM |
MODERADA:
80-90% de 1-RM |
ALTO:
90-95% de 1-RM |
BAJO |
Otras Características | Ejercicios de flexibilidad,
Entrenamiento aeróbico y anaeróbico |
Ejercicios de Flexibilidad, Entrenamiento aeróbico en intérvalos | Períodos cortos de entrenamiento a intérvalos que enfatiza ejercicios específicos del deporte. Durante esta fase el participante alcanza su nivel máximo de condición física | Actividades recreativas, incluyendo otros tipos de ejercicios de baja intensidad |
En términos generales,
la periodización es específica al deporte, i. e., se aplica
el principio de especificidad a la estructura del entrenamiento atlético
basado en los requisitos particulares de fortaleza, tolerancia y potencia
muscular del deporte. El entrenamiento de la técnica juega un papel
importante en el entrenamiento estructurado. Comunmente, según se
acerca la fase competitiva, aumenta la cantidad de tiempo que se le dedica
a la técnica. Lo contrario ocurre con el volumen (dismuye progresivamente
conforme se acerca el período de competencia).
RESUMEN
Las Tablas 16, 17, 18, y 19 presentan las características (variables agudas) que se recomiendan para un programa de entrenamiento con resistencias que persigue objetivos de entrenamiento específicos para el desarrollo de un músculo o grupo muscular (Kraemer & Koziris, 1993).
Tabla 16
Caracteristicas del Programa de Entrenamiento con Resistencias
para el Desarrollo de la Fortaleza Utilizando el Concepto del 1-RM
VARIABLES | RECOMENDACIONES |
Tipo de Ejercicio | Enfatizar en patrones de movimiento y tipos de acciones musculares específicos |
Orden de los Ejercicios | Para cada sesión de entrenamiento, efectuar primero los ejercicios ha ser enfatizados y luego los ejercicios asistivos |
Intensidad | Resistencias de alta intensidad (típicamente < 10 RM) |
Periodización de la Intensidad | 1-5 RM (pesado); 6-10 RM (moderado); > 10 RM (liviado) |
Períodos de Reposo | Moderadamente prolongado (> 2 min) |
Series | Para los ejercicios asistivos: 1-3 |
Tabla 17
Caracteristicas del Programa de Entrenamiento con Resistencias
para el Desarrollo de Potencia Utilizando el Concepto del 1-RM
VARIABLES | RECOMENDACIONES |
Tipo de Ejercicio | Enfatizar en patrones de movimiento específicos para desarrollar potencia, los cuales deben estar relacionados con movimientos estructurales multiarticulares (ejercicios de tipo Olímpico, tales como enviones ["power cleans"], tracciones de colgar ["hang pulls"], entre otros). |
Orden de los Ejercicios | Para cada sesión de entrenamiento, efectuar primero los ejercicios a ser enfatizados y luego los ejercicios asistivos |
Intensidad | Resistencias de alta intensidad (típicamente < 10-RM) |
Periodización de la Intensidad | 1-5 RM (pesado); 6-10 RM (moderado); >10 RM (liviado); es raro que sean más de 5 repeticiones en una serie, ya sea que se utilice una carga/resistencia fuerte, moderada o liviana. La carga utilizada para el desarrollo de potencia es menor en comparación para aquella utilizada en el desarrollo de la fortaleza. Consecuentemente, para una serie específica, el número de repeticiones efectuadas será levemente menor que el número en la carga del RM |
Períodos de Reposo | Moderadamente prolongado (> 2 min) |
Series | Para los ejercicios asistivos: 1-3 |
Tabla 18
Caracteristicas del Programa de Entrenamiento con Resistencias
para el Desarrollo de Hipertrofia Utilizando el Concepto del 1-RM
VARIABLES | RECOMENDACIONES |
Tipo de Ejercicio | La mayor variedad posible de ejercicios o patrones de movimientos, incluir una cantidad considerable de ejercicios aislados, junto con el uso de acciones concéntricas y eccéntricas |
Orden de los Ejercicios | Gran variedad en el orden de ejercicios, efectuar primero los ejercicios a ser enfatizados para cada sesión de ejercicio |
Intensidad | Intensidades moderadamente altas (6-12 RM), aún un alto número de repeticiones resultan cuando se reduce la intensidad al final de la serie, lo cual permite completar repeticiones adicionales |
Períodos de Reposo | Períodos de reposo cortos (< 1.5 min) |
Series | Alto número total de series por músculo ejercitado (> 5) |
Tabla 19
Caracteristicas del Programa de Entrenamiento con Resistencias para
el Desarrollo de la
Tolerancia Muscular Utilizando el Concepto del del 1-RM
VARIABLES | RECOMENDACIONES |
Tipo de Ejercicio | Enfatizar en patrones de movimiento y tipos de acciones musculares específicos |
Orden de los Ejercicios | Para cada sesión de entrenamiento, efectuar primero los ejercicios a ser enfatizados |
Intensidad | Intensidades moderadamenmte bajas (> 12-RM) |
Períodos de Reposo | Moderadamente prolongado (> 2 min) |
Serie | Número moderado de series (3-6) |
FORMAS/TIPOS DE ENTRENAMIENTO CON RESISTENCIAS
Las diferentes variantes
en los programas de entrenamiento con resistencias estan relacionados principalmente
con los tipos de acciones musculares (véase Tabla 2). Esto significa
que un programa se puede diseñar a base de las acciones musculares
dinámicas (concéntricas, eccéntricas) estáticas/isométricas,
e isocinéticas. Las acciones dinámicas abarcan las pesas
libres, resistencias constantes y variables, acciones isocinéticas,
y pliométría (Wilmore & Costill, 1994, p. 80). La pregunta
sobre la cual el participante debe reflexionar es: ¿Cual representa
el mejor método de entrenamiento con resistencias?, ó ¿que
combinaciones de estos tipos de ejercicios proveen aumentos óptimos
en la fortaleza muscular?. Como siempre hemos enfatizado, no existe una
sola contestación lejítima para estas interrogantes. La realidad
es que el método o métodos a emplearse dependerá del
análisis de necesidades del participante potencial discutido a principios
de este trabajo. No obstante, se deben evaluar las ventajas y desventajas
de cada forma de entrenamiento (véase Tabla 20) para poder tomar
una decisión final.
Los estudios científicos
han evidenciado aumentos significativos en la fortaleza muscular cuando
los individuos se someten a contracciones máximas voluntarias
(Fleck & Schutt, 1985). En una contración muscular máxima
voluntaria, el participante no podrá levantar una resistencia adicional,
i.e., representa la última repetición antes de que el peso
no pueda ser levantado a una velocidad y forma específica. La realidad
es que esta tensión máxima ocurre en el punto más
debil de la curva de fuerza (Fleck & Schutt, 1985; Kulig,
Andrews & Hay, 1984). Esto puede ocurrir en cualquier momento durante
las sesiones del entrenamiento con resistencias. Dado los beneficios que
proveen estas contracciones máximas, se debe evaluar si el tipo
de acción muscular o método de entrenamiento a ser seleccionado
nos permite ejecutar contracciones musculares máximas de naturaleza
voluntaria.
Al evaluar la modalidad
de entrenamiento con resistencias, se debe también considerar si
eventualmente nos permite mejorar la ejecutoria motora y deportiva (Fleck
& Schutt, 1985). Para poder determinar si el método de entrenamiento
posee esta cualidad, se requiren realizar una batería de pruebas
motoras, tales como los saltos vertical y de longitud, lanzamiento de una
bola para determinar distancia, carrera de 50 yardas, entre otras.
Otro factor a considerar
consiste en determinar si el tipo de contracción muscular a ser
utilizado en el entrenamiento con resistencias desarrolla los grupos musculares
a niveles máximos a través de todo el recorrido angular de
la articulación y a todas las velocidades del movimiento (Fleck
& Kraemer, 1997, p. 13; Fleck & Schutt, 1985). Una vez más,
esta cualidad es de vital importancia para aquellos deportes que demandan
contracciones musculares efectuadas a través de todo el arco de
movimiento.
Por último, se deben
analizar los equipos e instrumentos (con sus costos) requeridos por el
tipo/modalidad de entrenamiento con resistencias (Fleck & Schutt, 1985).
Tabla 20
Preguntas Básicas Necesarias para la Evaluación de
la Modalidad de Entrenamiento
(Tipo de Acción Múscular) ha ser Seleccionado
1. ¿El tipo de entrenamiento para el
desarrollo de la fortaleza muscular permite ejecutar
contracciones musculares máximas voluntarias? 2. A largo plazo, ¿la modalidad de entrenamiento dispone para
mejoras en la ejecutoria
3. ¿Este método puede eventualmente desarrollar la fortaleza
muscular a través de todo el arco de
4. ¿Se producen ganancias en la fortaleza muscular por toda la
gama de velocidades que permite
5. ¿Cual es el equipo que requiere este tipo de entrenamiento para fortalecimiento muscular? a. ¿Cual es el costo de este equipo? b. ¿Cuanto espacio físico requiere? c. ¿Se puede adaptar a cualquier dimensión Física (tamaño) del cuerpo? d. ¿Que medidas de seguridad provee? e. ¿Cual es su nivel de complejidad?, ¿requiere un período de adiestramiento técnico? f. ¿Es versatil?, ¿se pueden adaptar ejercicios que simulen el movimiento deportivo? g. ¿Cuan fácil es cambiar las cargas/resistencias del equipo? 6. ¿Que aplicaciones clínicas dispone esta modalidad de entrenamiento? 7. ¿Cuales son sus contraindicaciones? |
Ejercicio Isotónicos
Representa la técnica
de entrenamiento con resistencias progresiva más comummente empleada
por la población general y los atletas. Además, se utiliza
como método terapeútico (e.g., rehabilitación/tratamiento
de lesiones). Los ejercicios isotónicos fueron uno de los primeros
sistemas de entrenamiento con resistencias a utilizarse en escenarios clínicos.
Estos surgen despues de la segunda guerra mundial y se conocieron como
programas de entrenamiento con resistencias progresivos (Atha,
1981; Clark, 1973). Estas acciones musculares se llevan a cabo contra una
resistencia a través del arco de movimiento. Como habíamos
mencionado previamente, literalmente, las contracciones (o acciones) isotónicas
se definen como "tensión constante" (iso = constante,
tónico = tensión). Este concepto no representa realmente
lo que ocurre a nivel muscular, puesto que comunmente durante estos tipos
de ejercicios (e.g., levantamiento de pesas) la tensión muscular
no será la misma durante el movimiento de la coyuntura. La ejecución
correcta de los ejercicios isotónicos mediante el uso de pesas libres
y de algunos tipos de máquinas de entrenamiento con pesas fijas
no resulta en una tensión constante ejercida por los músculos
esqueléticos (Fleck & Schutt, 1985). Más aún,
la velocidad de contracción no es fija. En los ejercicios isotónicos,
la aplicación de la fuerza muscular resulta en movimiento articular.
Consecuentemente, a estos tipos de ejercicios se le conoce también
como acciones dinámicas. Los movimientos isotónicos
se subdividen en fases concéntricas y eccéntricas.
Las acciones concéntricas o positivas (trabajo positivo,
i.e., en contra de las fuerzas gravitacionales) consisten de un acortamiento
del músculo, como ocurre durante la flexión de codo ("biceps
curl"). Por otro lado, las contracciones eccéntricas o negativas
(trabajo negativo, i.e., en contra de la fuerza de gravedad)
se caracterizan por un alargamiento de los músculos esqueléticos
involucrados, como ocurre durante la extensión del codo.
Los métodos de cargas
isotónicas se clasifican como ejercicios dinámicos
con resistencias constantes y ejercicios dinámicos
con resistencias variables. Los movimientos que emplean resistencias
constantes abarcan el levantamiento de pesas libres y ejercicios que se
llevan a cabo en máquinas (estaciones compuestas de cables y poleas)
que emplean resistencias fíjas, ejercicios eccéntricos, pliométricos,
velocidad (cargas rápidas), entrenamiento isocinético, ejercicios
de cadenas cerradas, facilitación neuromuscular propioreceptiva,
y uso de tubos elásticos (Brooks, Fahey, & White, 1996, p. 386;
DiNubile, 1991; Ducan, 1994; Hamill, 1995, p. 97).
Durante el entrenamiento
con resistencias constantes, la carga o resistencia no cambia a
través del arco de movimiento. Por consiguiente, estos tipos de
ejercicios no desarrollan una tensión muscular uniforme durante
el recorrido articular, de manera que se habrán de encontrar puntos
débiles a lo largo de la curva de fuerza (DiNubile,
1991).
Los ejercicios isotónicos
representan una forma efectiva para desarrollar la fortaleza muscular,
de suerte que todo programa de entrenamiento con resistencias debe considerar
su uso. Todos los programas isotónicas deben de aplicar contracciones
musculares máximas voluntarias, así como el entrenamiento
hasta un punto temporero de fallo muscular para los grupos musculares activos
(DiNubile, 1991). Además, un diseño eficiente isotónico
permite el uso de ambas acciones musculares (fases concéntricas
y eccéntricas).
¿Cual es la combinación
ideal de cargas, repeticiones, y series utilizando los programas isotónicos
que provean las mejores ganancias en la fortaleza muscular?. No existe
una contestación definitiva para esta pregunta. Como hemos contínuamente
mencionado a lo largo de este trabajo, esto dependerá de las necesidades
y objetivos particulares del participanmte. Por ejemplo, en un atleta competitivo
buscando mejorar su fortaleza muscular en un período corto de tiempo,
necesitará emplear altas resistencias, pocas repeticiones y dos
o más series de ejercicios. Por otro lado, la población general
y especial (e.g., envejecientes), y aquellos en los escenario clínicos
(e.g., rehabilitación de lesiones), el uso de bajas intensidades,
altas repeticiones con una sola serie pueden también proveer ganancias
en la fortaleza (y tolerancia) muscular, aunque no en la magnitud observada
en los atletas.
Ventajas del programa.
(1) emplea las acciones concéntricas y eccéntricas, las cuales
representan los componentes naturales de los ejercicios dinámicos;
(2) el atleta puede percibir que se encuentra trabajando, esto le sirve
de motivación (satisfación psicológica); (3) se puede
cuantificar y observar fácilmente el progreso (vía aumento
progresivo de las cargas) del participante, lo que facilita un entrenamiento
más individualizado (provee refuerzo positivo para la motivación);
(4) con el uso de pesas libres, se activan músculos accesorios por
el hecho de tener que mantener una postura y balance; (5) son relativamente
poco costosos (particularmente las pesas libres); (6) permite entrenar
diversas articulaciones a la misma vez (ejercicios multiarticulares); (7)
se ejecutan con relativa facilidad al emplear ejercicios de cadenas cinéticas
cerradas (el cuerpo soporta el peso en el suelo); (7) el uso de máquinas
de resistencias son generalmente seguras, y se requiere poco tiempo para
cambiar los pesos, de manera que las sesiones de entrenamiento son más
cortas (Fisher & Jensen, 1990, p. 145; Kearney, 1980; Perrin, 1993,
p. 9; Powers & Howley, 1994, p. 466).
Desventajas del programa.
Las desventajas provienen básicamente del alto costo con que cuentan
las máquinas de entrenamiento con resistencias. Otra desventaja
se relaciona con la seguridad de este sistema de entrenamiento. Nos referimos
particularmente al uso de pesas libres. En esta modalidad, es imperante
poseer una buena técnica y emplear ayudantes en ciertos ejercicios
(e.g., prensada de pecho). Si se utilizan máquinas de pesas comercialmente
disponibles, no será posible llevar a cabo ejercicios/destrezas
especializadas a los deportes (Fisher & Jensen, 1990, p. 145; Powers
& Howley, 1994, p. 466).
Ejercicios Dinámicos con Resistencias Constantes
Se ha comprobado que estos
programas resultan en ganancias de la fortaleza muscular (Atha, 1981; Clark,
1973; DiNubile, 1991). Sin embargo, la magnitud de estos aumentos son diferentes
entre los diversos estudios. Posiblemente, esta variabilidad en las ganancias
de fortaleza muscular sea ocasionado por las diferencias en el estado inicial
de aptitud física de los sujetos (e.g., entrenado versus no entrenado),
nivel de familiarización con las pruebas de ejercicio que evalúan
la fortaleza muscular, y el diseño y duración de los programas
de entrenamiento con resistencias constantes (Fleck & Kraemer, 1997,
p. 26).
Para la población
general aparentemente saludable, los programas de entrenamiento con resistencias
constantes pueden proveer adaptaciones adecuadas a nivel neuromuscular
(i.e., aumentos en la fortaleza muscular) si se realizan utilizando por
los menos una (1) serie que incluya como mínimo un ejercicio para
cada grupo muscular (véase Tabla 21) (ACSM, 1990; Berger, 1962;
Graves, Pollock, Leggett, Bralth, Carpenter, & Bishop, 1988). Para
algunos atletas competitivos, el uso de una (1) serie puede ser de beneficio
a corto plazo. No obstante, a largo plazo, el uso de series multiples resultan
en mayores aumentos de la fortaleza muscular (Fleck & Kraemer, 1997,
p. 19). Más aún, se han observado aumentos notables en la
fortaleza muscular cuando un diseño de entrenamiento con resistencias
constantes no periodizado emplea cargas entre 2-RM y 10-RM, y de dos (2)
a cinco (5) series de ejercicios (Fleck & Kraemer, 1997, p, 19).
Tabla 21
La Prescripción de Ejercicio: Entrenamiento con Pesas
COMPONENTE | DOSIS |
Tipo de Ejercicio | Ejercicios que Acondicionan los Grupos Musculares Principales |
Intensidad | MODERADA: El Nivel de Intensidad Necesario para Poder Desarrollar y Mantener el Peso del Tejido Magro |
Duración | El Tiempo Requerido para Poder Hacer 1 Serie
de 8 a 12 Repeticiones Compuestas de 8-10 Ejercicios
cada una |
Frecuencia | Como Mínimo 2 Días a la Semana |
En general, entre más
frecuente se entrene a la semana, mayores beneficios se producem en cuanto
a la fortaleza muscular. No obstante, para principiantes, un entrenamiento
con resistencias constantes a corto plazo (e.g., 12 semanas) que emplee
tres (3) sesiones de ejercicio por semana provee el estímulo suficiente
para inducir aumentos óptimos en la fortaleza muscular (Fleck &
Kraemer, 1997, p. 20).
Para novatos, no se recomienda
entrenar más de dos veces al día. A corto plazo, un atleta
elite puede tolerar dos sesiones de entrenamiento al día. Sin embargo,
es posible que esto pueda resultar en una disminución de la potencia
muscular (e.g., salto vertical) y cambios en la técnica deportiva
(Fleck & Kraemer, 1997, p. 25). Por otro lado, si el volumen diario
de entrenamiento con resistencias se divide en dos sesiones por día,
es posible inducir aumentos significativos en la fortaleza muscular luego
de un período breve de recuperación (Fleck & Kraemer,
1997, p. 25).
Se ha comprobado que los
programas de entrenamiento con resistencias dinámicas pueden aumentar
la ejecutoria motora (Campbell, 1962; Schultz, 1967; Stone, O'Brayant,
& Garhammer, 1981). La magnitud de estos cambios favorables para las
destrezas motoras dependerá del nivel inicial de aptitud física
que posea el sujeto. Para el deporte de béisbol ("baseball"), se
ha observado que el uso de bolas con pesos variados (más pesadas
y más livianas que lo normal) resulta en mejoras de la velocidad
de lanzamiento por encima del hombro (DeRenne, Ho, & Blitzblau, 1990).
Para poder observar ganancias positivas en la ejecutoria de actividades
motoras es necesario combinar las prácticas directas de las destrezas
deportivas conjuntamente con el programa de entrenamiento de resistencias
constantes (Schultz, 1967).
Estos programas producen
a largo plazo aumentos poco significativos en la masa corporal activa (peso
magro o sin grasa), y reducciones modestas en el por ciento de grasa (Fleck
& Kraemer, 1997, p. 26).
Entrenamiento con Pesas
Libres. Existe al presente una tendencia a regresar al uso de pesas
libres en los programas con resistencias. Esto surge del hecho de que el
entrenamiento con pesas libres posee muchas ventajas sobre los demás
métodos. Por ejemplo, con las pesas libres el participante requiere
activar un mayor número de unidades motoras necesarias para controlar
la barra y mantener el balance muscular; consecuentemente, se desarrolla
más efectivamente la fortaleza/tolerancia muscular al compararse
con otros sistemas que utilizan máquinas (Wilmore & Costill,
1994, p. 84).
Estudios científicos
han mostrado aumentos en la fortaleza muscular empleando pesas libres (Berger,
1962; Clark, 1973; Fleck & Schutt, 1985). Sin embargo esta fortaleza
muscular se encuentra limitada en un punto de la curva de fuerza.
¿Cual es la razón de esto? Primeramente, en el entrenamiento
con pesas libres (e.g., barras de pesas y mancuernas), la resistencia o
peso levantado se mantiene constante a través de todo el arco de
movimiento. El grado de dificultad para poder levantar el peso dependerá
del ángulo de la articulación. Expresándolo de otra
manera, la fuerza generada por el músculo esquelético varía
a lo largo del recorrido articular. Por ejemplo, en la presanda de pecho,
es más fácil mover un peso cuando se encuentra al final del
movimiento angular que cuando esta en el pecho. Ciertamente, esto representa
una limitación principal para aquellos que entrenan levantando pesas
libres. Esto implica que la fortaleza máxima desarrollada no será
la misma para todos los ángulos del recorrido articular, de manera
que habrán ciertos puntos del arco donde el atleta (su grupo muscular)
estará más debil. Comunmente estos se conoce como el punto
débil ("sticking point") (Brooks, Fahey, &
White, 1996, pp. 387).
Ciertas ventajas
se derivan de los programas con pesas libres. Mencionamos arriba que puede
mejorar la fortaleza muscular. En general, se ha encontrado que estos ejercicios
promueven un aumento en la capacidad del atleta para ejecutar destrezas
motoras (Clark, 1973; Fleck & Schutt, 1985). Cambios positivos en la
composición corporal ocurren cuando se entrenan con pesas libres
(Fleck & Schutt, 1985). Otra ventaja del uso de pesas libres es que
son relativamente poco costosas, y se encuentran generalmente disponibles
en la mayoría de los salones de entrenamiento con pesas. Las pesas
libres se caracterizan por su versatilidad, de manera que se pueden crear
ejercicios con múltiples variaciones (Stone & Wilson, 1985).
Además, con las pesas libres se pueden diseñar ejercicios
especializados que simule el movimiento real del deporte específico.
Otro beneficio importante consiste en que estos equipos permiten que el
participante observe su progreso mediante evaluaciones periódicas;
además, se deriva una satisfacción personal al ver que se
ha llevado a cabo el trabajo propuesto (Kearney, 1980; Powers & Howley,
1994, p. 466).
Dentro de las desventajas
que incluyen el entrenamiento con pesas libres se encuentra: (1) no se
entrena la fortaleza máxima en cada ángulo de la articulación,
(2) requiere del uso de observadores/ayudantes; (3) existe la posibilidad
de lesiones mediante el uso de las barras de pesas (las pesas se pueden
caer); (4) se necesita más tiempo para aprender las técnicas
de los diferentes ejercicios al compararse con las máquinas que
proveen resistencias constantes, y (5) debido a que se requieren cambiar
los discos/pesas de las barras, la duración total de cada sesión
de entrenamiento podrá ser relativamente más larga que en
los demás sistemas de entrenamiento (Fleck & Kraemer, 1997,
p. 26; Kearney, 1980).
Ejercicios Dinámicos con Resistencias Variables
Las acciones de resistencia
variable involucran mechanismos que varían la resistencia a través
del arco de movimiento de los músculos esqueléticos involucrados,
i.e., tratan de acoplar la carga a la curva de fuerza (DiNubile,
1991; Fleck & Schutt, 1985; Kent, 1994, p. 471). Consecuentemente,
aplican al músculo una tensión más constante o uniforme
a lo largo del recorrido angular de la articulacióm. Estos mecanismos
utilizan un sistema de poleas, volantas ("cams") de metal de aspecto irregular,
o combinación de palancas para ajustar la resistencia (cambiar el
brazo de resistencia de la palanca) a través del arco de movimiento
(Keohane, 1986). En un ejercicio común con pesas libres donde se
flexiona el codo, la fortaleza resultante dependerá del ángulo
en que se encuentre los músculos flexores a través del arco
de movimiento. La fortaleza es óptima a un ángulo de 100.
Por otro lado, los músculos son más débiles a un ángulo
de 60 (cuando el codo se encuentra flexionado por completo) y a 180 (el
codo se encuentra completamente extendido). Con el mecanismo de resistencia
variable, la resistencia se reduce en los puntos más débiles
del arco de movimiento y aumenta en los puntos más fuertes. En otras
palabras, cuando el sistema esquelético se encuentra en su punto
más alto de desventaja mecánica, la resistencia del equipo
se coloca en su peso más liviano, mientras que cuando el sistema
esquelético alcance una ventaja mecánica óptima, las
cargas de la máquina se ajustan a su peso máximo (Keohane,
1986). Más aún, las máquinas de resistencias variables
proveen una variación costante/uniforme en relación a las
fuerzas gravitacionales (Keohane, 1986).
La teoría de este
sistema consiste en que el músculo podrá ser entrenado en
su totalidad si se esfuerza a que actúe a través de cada
punto en su arco de movimiento. En otras palabras, la resistencia relativa
que se aplica al músculo esquelético, en teoría, es
aceptablemente constante por todo el recorrido del movimiento articular.
Las máquinas de resistencia variable también utilizan los
principios de pre-agotamiento, lo cual permite que los músculos
esquelétcos se activen a mayores capacidades (Keohane, 1986).
Diversas ventajas
se obtienen con este método de entrenamiento. El uso de resistencias
variables pueden proveer contracciones musculares máximas voluntarias
si el ejercicio se ejecuta hasta un punto de fallo muscular o si éste
se lleva a cabo de forma explosiva (Fleck & Schutt, 1985). En general,
los programas de entrenamiento con resistencias variables (utilizando diversas
combinaciones de series y repeticiones) inducen aumentos notables en la
fortaleza musccular a corto plazo (4 a 16 semanas) (Fleck & Kraemer,
1997, p. 27). Se han reportado aumentos significativos en la fortaleza
muscular empleando de 10 a 12 repeticiones en esta modalidad de entrenamiento
(Peterson, 1975). Más aún, el entrenamiento con resistencias
variables pueden producir aumentos en la capacidad motora (Peterson, 1975).
El mejoramiento en las acciones motoras empleando resistencias variables
va a depender, en parte, del protocolo de entrenamiento y maquinaria utilizada
(Fleck & Kraemer, 1997, p. 28). Se han observado aumentos en la masa
corporal activa y reducciones en el porciento de grasa con éste
método (Fleck & Kraemer, 1997, p. 28). Por lo general, estos
sistemas no requieren el uso de un ayudante/observado. Posiblemente otro
beneficio de esta modalidad de entrenamiento es que son fáciles
de utilizar y seguras. Finalmente, las máquinas de resistencia variable
pueden proveer satisfacciones personales y motivación entre sus
participantes (Kearney, 1980).
Estas máquinas poseen
ciertas limitaciones. Primeramente, no pueden controlar la
velocidad del movimiento. Además, debido a que el diseño
de la máquina se construye a base de las dimensiones físicas
promedio de la población general, es muy dificil ajustar estos aparatos
a otras personas con dimensiones más grandes o pequeñas (e.g.,
niños). En adición, existe poca evidencia de que tales sistemas
de poleas y volantas realmente compensan en su totalidad por las diferencias
en las aplicaciones mecánicas y fuerza en todas las fases del arco
de movimiento (DiNubile, 1991; Fleck & Schutt, 1985; McArdle, Katch,
& Katch, 1996, p. 434). Más aún, no existe evidencia
científica que compruebe la superioridad de las máquinas
que proveen resistencias variables sobre otros sistema o máquinas
(Brooks, Fahey, & White, 1996, pp. 387). Es posible sobre-estirar un
músculo o articulación en algunas de estas máquinas
(Fleck & Kraemer, 1997, p. 28). Otra desventaja es su alto costo y
la necesidad de un espacio física relativamente grande. También,
la carga que se levanta (número de platos) no representa la fuerza
aplicada, lo cual complica el proceso de cuantificar el progreso (Kearney,
1980).
Entrenamiento Eccéntrico
Este tipo de modalidad tambien
se conoce como entrenamiento con "resistencia negativa" porque
el trabajo muscular se lleva a cabo a favor de la fuerza de gravedad. Durante
el entrenamiento eccéntrico, el músculo se alarga mientras
genera tensión. Por ejemplo, durante un programa con pesas libres,
el descender de forma controlada el peso desde una posición de flexión
produce el alargamiento (y tensión) de las fibras musculares. El
entrenamiento eccéntrico puede emplearse en diveras máquinas
de entrenamiento. Para esto, se requiere que el participante levante una
carga mayor de 1-RM con ambas manos o piernas y luego bajar esta carga
con solo una mano o pierna, respectivamente (Fleck & Kraemer, 1997,
p. 33). Basado en estudios electromiográficos, se ha evidenciado
que las acciones eccéntricas generan menos tensión muscular
al comparase con las acciones concéntricas, siempre y cuando se
utilice la misma resistencia (Stauber, 1989). En otras palabras, durante
las acciones musculares eccéntricas los músculos esqueléticos
son capaces de soportar mayores cargas externas (aproximadamente 30%) en
comparación con las acciones concéntricas (Fleck & Schutt,
1985; Wilmore & Costill, 1994). Por lo tanto, para poder igualar las
tensiones generadas en el músculo esquelético cuando se ejecutan
acciones eccéntricas y concéntricas, será necesario
aplicar una mayor carga/resistencias al entrenamiento eccéntrico.
Es posible, entonces, especular que los programas de entrenamiento eccéntricos
pueden inducir incrementos en la fortaleza muscular equivalentes a los
encontrados durante el entrenamiento concéntrico, con la diferencia
que en el programa eccéntrico se emplea una carga menor (Fleck &
Schutt, 1985). En teoría, esto implica que este tipo de entrenamiento
deberá resultar en mayores incrementos de la fortaleza muscular.
Sin embargo, esto no se ha podido confirmar (de manera conclusiva) mediante
estudios científicos controlados. Se han reportado estudios que
muestran ganancias en la fortaleza muscular, pero estos aumentos no han
sido significativamente diferentes al compararse con el entrenamiento concéntrico
y eccéntrico (Clark, 1973; Fleck & Schutt, 1985). La magnitud
en las ganancias de la fortaleza muscular a través del entrenamiento
eccéntrico versus concéntrico o isotónico dependerá
particularmente de la cantidad de resistencia utilizada en el programa
(Fleck & Schutt, 1985). Por ejemplo, hay estudios que evidencian un
mayor aumento en la fortaleza muscular usando acciones eccéntrica
en comparación con entrenamientos concéntricos; no obstante,
el grupo eccéntrico empleaba un esfuerzo menor durante el ejercicio
(Fleck & Schutt, 1985). El grueso de las investigaciones cientificas
evidencian que el entrenamiento eccéntrico no induce aumentos significativamente
mayores en la fortaleza muscular isométrica, eccéntrica,
y concéntrica en comparación con los programas de ejercicios
dinámicos con resistencias constantes (Atha, 1981; Clark, 1973;
Fleck & Schutt, 1985). Otras investigaciones científicas bien
diseñadas experimentalmente, han evidenciado que cuando el entrenamiento
con resistencias combina acciones musculares eccéntricas conjuntamente
con las contracciones concéntricas se provee un mejor estímulo
para aumentos óptimos en la fortaleza y tamaño de los músculos
esqueléticos activados en el programa (Wilmore & Costill, 1994,
p. 84). La realidad es que las contracciones eccéntricas forman
parte de la mayoría de los programas de entrenamientos con resistencias
progresivo, por lo que contribuye a las ganancias de fortaleza que resultan
de estos sistemas de entrenamiento. Siempre y cuando el entrenamiento con
resistencia incluya acciones eccéntricas, se habrán de observar
ganancias en la fortaleza muscular. Por consiguiente, este componente es
muy importante para el desarrollo óptimo de la forlateza msuculoesquelética.
De hecho, en ocasiones, se requiere enfatizar los programas que involucren
acciones eccéntricas, de manera que se puedan desarrollar ganancias
notablemente altas en la fortaleza muscular (Fleck & Kraemer, 1997,
p. 34).
Los programas de entrenamiento
eccéntricos ejercen poca influencia en la ejecutoria motora y en
la composición corporal (Fleck & Kraemer, 1997, p. 34).
Los estudios en esta área
no han revelado ventajas importantes sobre los demás
métodos de entrenamiento, no obstante, es posible emplear esta técnica
para inducir cambios positivos rápidos en la fortaleza muscular
de diversos atletas. Además, el incluir ejercicios eccéntricos
al programa de entrenamiento con resistencias puede ayudar a evitar el
aburrimiento, de manera que los atletas se mantengan motivados durante
sus sesiones de ejercicio (Fisher & Jensen, 1980, pp. 142-143).
Los ejercicios eccéntricos
poseen una diversidad de problemas y limitaciones. Una limitación
clásica de los ejercicios eccéntricos es que producen molestia
muscular al final de las sesiones de entrenamiento (Brooks, Fahey, &
White, 1996, pp. 387; Newham, 1988; Newham, Jones, & Clarkson, 1987;
Stauber, 1989). No obstante, es posible resolver este problema si el programa
eccéntrico emplea cargas por debajo del 1-RM de una contraccióm
concéntrica (Fleck & Kraemer, 1997, p. 34; Fleck & Schutt,
1991, Talag, 1973). Otra deventaja consiste en la necesidad del uso de
un ayudante o algun tipo de equipo que ayude en levantar la resistencia
durante el programa (Fleck & Kraemer, 1997, p. 35).
Entrenamiento con Resistencias que utilicen Acciones Isométricas/Estáticas
Los ejercicios isométricos
se caracterizan por acciones musculares estáticas, i.e., aquellas
donde no varía la longitud de los músculos activados, mientras
se genera tensión. Por lo tanto, no se producen cambios en las posiciones
angulares de la articulación, i.e., el sistema de palancas oseo-musculares
no efectúan ningun trabajo (Stone, & Wilson, 1985). Comunmente
estos ejercicios se llevan a cabo contra un objeto inmóvil (e.g.,
una pared) o cuando se trabaja un grupo muscular fuerte contra un grupo
muscular débil (Fleck & Schutt, 1985).
Para la década de
los años cincuenta, estudios científicos realizados por investigadores
Alemanes (Hettinger y Mueller) hallaron que los programas de entrenamiento
con resistencias de naturaleza isométrica resultaban en considerables
aumentos en la fortaleza muscular (Brooks, Fahey, & White, 1996, pp.
385-386; McArdle, Katch, & Katch, 1996, p. 430; Wilmore & Costill,
1994, p. 83). Su programa básico consistía de tan solo seis
segundos de ejercicios isométricos a 75% del esfuerzo máximo
(Brooks, Fahey, & White, 1996, p. 385). No obstante, otros estudios
subsiguientes no pudieron confirmar los resultados de estas investigaciones.
Actualmente, los programas
de contraciones isométricas se utilizan en ciertos programas de
entrenamiento, particularmente en la rehabilitación de grupos musculares
afectados por lesiones u operaciones. Por ejemplo, en aquellos deportistas
lesionados donde una extremidad se encuentra inmovilizada (e.g., un yeso)
las acciones musculares estáticas ayudan a mantener tonificados
los músculos afectados, de manera que se reduzca la magnitud de
la atrofia y pérdida de la fortaleza muscular. Esto facilita el
proceso de recuperación (Morrissey, Harman, & Johnson, 1995;
Wilmore & Costill, 1994, p. 83).
Se ha sugerido que los programas
con resistencias que emplean ejercicios isométricos deben utilizar
multiples series que incluyan contracciones estáticas máximas
de tres (3) a seis (6) segundos en duración, y realizadas como mínimo
tres veces por semana (Fleck & Schutt, 1985). Puesto que el entrenamiento
isométrico permite utilizar contracciones musculares máximas
voluntarias, se han observado ganancias notables en la fortaleza e hipertrofia
muscular. No obstante, los aumentos en la fortaleza muscular no son de
magnitudes significativas (menos de 5% por semana) (Fleck & Schutt,
1985). La realidad es que los posibles aumentos en la fortaleza muscular
derivado de los programas isométricos dependerá de varios
factores, a saber: (1) la cantidad de acciones isométricas ejecutadas,
(2) la duración de estas contracciones, (3) si la acción
muscular isométrica es máxima o submáxima, y (4) la
frecuencia del entrenamiento (Fleck & Kraemer, 1997, p. 15).
Beneficios del ejercicio
isométrico. Como fue mencionado en los párrafos previos,
la importancia de los ejercicios isométricos radica en el campo
clínico y de rehabilitación (Dean, 1988; DiNubile, 1991).
En la actualidad, existen diversos equipos que miden la fortaleza isométrica
máxima, la cual representa una variable importante para determinar
la fortaleza y potencia muscular. Mediante estos instrumentos especiales,
es posible evaluar isometricamente grupos musculares con el fin de diagnosticar
deficiencias musculares específicas. Además, es posible diseñar
programas de entrenamiento isométricos enfocados hacia el desarrollo
de la fortaleza muscular en aquellos ángulos articulares donde se
encuentran debilitados los musculos motores principales. Como fue mencionado
arriba, esto se conoce como los puntos débiles ("sticking
points") (Brooks, Fahey, & White, 1996, p. 385). Cuando los
ejercicios isométricos se practican varias veces en el día,
es posible observar mejoraras en la fortaleza muscular muscular. Sin embargo,
hay que tener mucho cuidado que esto no resulte en un estado de sobre-entrenamiento
(Brooks, Fahey, & White, 1996, p. 386). Otra ventaja es que este programa
de entrenamiento no require mucho tiempo ni equipo sofisticado. Practicamente
se pueden realiza en cualquier lugar. Su técnica es sencilla y poco
costosa. En estos programas, existe más seguridad porque no hay
peligro de caídas de pesas o lesiones musculares (Fisher & Jensen,
1990, p. 141; Kearney, 1980).
Limitaciones del ejercicio
isométrico. Los programas isométricos poseen pocas
aplicaciones útiles para el atleta durante su entrenamiento. Por
su naturaleza estática, éste método hace dificil cuantificar/monitorear
el progreso de los atletas. La realidad es que no se sabe cuanta fuerza
se esta generando. Debido a esto, no se fomenta una adecuada motivación
(no hay un refuerzo positivo y se fomenta el aburrimiento) entre los participantes.
El ejercicio isométrico NO aumenta la fortaleza muscular
a través del arco de movimiento de la articulación. Más
aún, las adaptaciones que resultan de los programas isométricas
son altamente específicas. En otras palabras, el desarrollo
de la fortaleza muscular isométrica será específica
al ángulo de la articulación en el cual se entrenó
el grupo muscular (Brooks, Fahey, & White, 1996, p. 385; Fleck &
Schutt, 1985; McArdle, Katch, & Katch, 1996, p. 430; Perrin, 1993,
p. 9). Por lo tanto, de utilizarse un programa de ejercicios con resistencias
que empleen las acciones isométricas con miras hacia el desarrollo
de la fortaleza muscular de un movimiento, posiblemente sea necesario entrenar
en cada punto del recorrido angular de la articulación (DiNubile,
1991; Fleck & Schutt, 1985; Stione & Wilson, 1985). Este procedimiento
es muy tedioso y le resta mucho tiempo al atleta, el cual necesita también
concentrar su entrenamiento en otras áreas de relevancia. Además,
es muy dificil entrenar ciertas áreas y movimientos con esta modalidad
(Fisher & Jensen, 1990, p. 141). El entrenamiento isométrico
no mejora (o empeora) la capacidad para generar fuerza a una alta velocidad
(Brooks, Fahey, & White, 1996, p. 386; DiNubile, 1991). Además,
no induce ganancias en la tolerancia muscular. No se ha encontrado que
la ejecutoria motora mejore con los entrenamientos isométricos (Clark,
1973; Fleck & Schutt, 1985; Linderburg, Edwards, & Heath, 1963).
Para personas con enfermedades cardiovasculares, los ejercicios isométricos
pueden inducir aumentos notables en la presión arterial y una tensión
excesiva en la pared ventricular izquierda (Petrosfsky & Phillips,
1986). Por consiguiente, los ejercicios isométricos son contraindicados
para la población hipertensa, individuos con fallo cardíaco
congestivo, entre otras condiciones patológicas cardiovasculares
(DiNubile, 1991). Otro problema relacionado con las complicaciones cardiovasculares
(particularmente la alta presión arterial) que resultan de los ejercicios
isométricos es el fenómeno de la maniobra de valsalva.
Una valsalva ocurre cuando la glotis se cierra durante un
esfuerzo espiratorio (Kent, 1994, p. 470). Este mecanismo es común
durante las contracciones isométricas. Literalmente, el participante
"aguanta la respiración". Debido a que no se escapa el aire, se
induce un aumento considerable en la presión intratorácica.
Como consecuencia, aumentan dramáticamente las presiones arteriales
sistólicas y diastólicas (Fox, Bowers, & Foss, 1993,
p. 177)
Comparación
entre los ejercicios isométricos versus los dinámicos.
Conforme al análisis de necesidades que fue discutido a principios
de este trabajo, el atleta habrá de seleccionar aquel método
de entrenamiento con resistencias que pueda satisfacer las demandas particulares
del deporte. En adición, hay que considerar las respuestas específicas
del deporte practicado para determinar el método de entrenamiento
(Morrissey, Harman, & Johnson, 1995).
Entrenamiento con Resistencias Isocinéticos
Literalmente, isocinética
significa "velocidad constante". La máquina isocinética
siempre se colocará a una velocidad específica y no permitirá
que el movimiento articular sea más rápido o más lento
que la velocidad pre-determinada. Es importante saber que la resistencia
no se encuentra pre-fijada (Fleck & Kraemer, 1985). Los ejercicios
con resistencias que utilizan acciones isocinéticas sobrecargan
al músculo esquelético a una velocidad constante pre-ajustada
mientras activan los músculos motores a través del recorrido
completo del movimiento articular. En este tipo de máquinas, el
músculo esquelético es capaz de generar una potencia máxima
a través de todo el arco de movimiento a una velocidad de acortamiento
controlada (McArdle, Katch, & Katch, 1996, p. 434). En teoría,
este modo de entrenamiento debe reclutar el mayor número possible
de unidades motoras e uniformemente sobrecargar al músculo a través
de todos los ángulos del movimiento. El entrenamiento isocinético
también se conoce como ejercicios con resistencias acomodativas.
El nombre se origina de la capacidad que tienen las máquinas isocinéticas
para "acomodar" la resistencia con el esfuerzo muscular efectuado durante
el ejercicio. En otras palabras, a la fuerza generada (por el sujeto) se
le aplica una resistencia de igual magnitud por medio del dinamómetro
isocinético.
Una gama amplia de beneficios
estan presente en este método de entrenamiento. Mediante esta modalidad
es posible efectuar contracciones musculares máximas voluntarias
a través de todo el arco de movimiento para cada repetición
(Fleck & Schutt, 1985). Por consiguiente, en teoría, los programas
de entrenamiento isocinéticos deben proveer aumentos máximos
en la fortaleza muscular. Para poder ser fuerte en un movimiento rápido,
el participante debe entrenar utilizando movimientos a una alta velocidad
(Fleck & Schutt, 1985). Se han reportado aumentos notables en la fortaleza
muscular cuando se entrenan a velocidades relativamente bajas (e.g., 60.
s-1) (Brooks, Fahey, & White, 1996, p. 389). Cualquier combinación
de series y repeticiones de máquinas isocinéticas que solo
entrenan el componente concéntrico provee aumentos en la fortaleza
muscular (Fleck & Kraemer, 1997, p. 28). Este programa de entrenamiento
isocinético debe emplear velocidades que fluctúen entre 180.
s-1 y 200. s-1 cuando el objetivo
es aumentar la fortaleza muscular a través de toda la gama de velocidades
que permite el dinamómetro. Por otro lado, si lo que busca el atleta
es aumentar a niveles máximos la fortaleza muscular a una velocidad
específica, entonces el entrenamiento deberá estar dirigido
hacia dicha velocidad (Fleck & Kraermer, 1997, p. 31). Se ha comprobado
que el entrenamiento isocinético puede mejorar la ejecutoria motora.
Además, cuando este entrenamiento se lleva a cabo a través
de altas velocidades de movimiento, se producen incrementos significativos
en la ejecutoria en la ejecutoria motora al compararse con entrenamientos
a bajas velocidades (Fleck & Kraemer, 1985). Se han encontrado reducciones
en el porciento de grasa y aumentos en la masa corporal activa empleando
las acciones isocinéticas. Estos tipos de entrenamiento producen
poca o ninguna molestia muscular. Como no hay pesos que levantar, la posibilidad
de lesiones es mínima y no será necesario el uso de un ayudante.
Debido a que las contracciones musculares se ejecutan comunmente a unas
velocidades relativamente altas, las duraciones de cada sesión de
ejercicio serán más cortas al comparase con otros métodos
(e.g., pesas libres) (Fleck & Kraemer, 1985). En términos diagnósticos,
los dinamómetros isocinéticos proveen una indicación
de velocidad específica para la fortaleza muscular absoluta (Osternig,
1986). En adición, los dinamómetros isocinéticos permiten
la cuantificación del torque, trabajo y potencia. Este programa
de entrenamiento permite aislar a grupos musculares débiles (Perrin,
1993, p. 9).
Los métodos isocinéticos
no estan libres de limitaciones. En términos prácticos,
este sistema no provee unas velocidades reales de entrenamiento al compararse
con las velocidades angulares que generan comunmente los movimientos deportivos.
Por ejemplo, la velocidad máxima que puede generar un dinamómetro
isocinético es 400. s-1, cuando en
realidad la velocidad de un movimiento para una actividad deportiva puede
ser tan alto como 2000. s-1 (McArdle, Katch,
& Katch, 1996, p. 435). Las máquinas isocinéticas más
recientes no proveen una sobrecarga a los músculos en su fase eccéntrica.
Como sabemos, las contracciones concéntricas sirven para desacelerar
y "frenar" las extremidades durante los movimiento normales (Brooks, Fahey,
& White, 1996, p. 388-389; McArdle, Katch, & Katch, 1996, p. 435).
Otras limitaciones (de naturaleza técnica) de los ejercicios con
resistencias efectuados en dinamómetros isocinéticos son,
a saber: 1) errores de fuerzas gravitacionales y musculares, y 2) errores
de inercia. No obstante, las máquinas isocinéticas permiten
entrenar articulaciones lesionadas con un bajo riesgo de daño adicional
(Grimbey, 1985). Además, estas máquinas son muy costosas
y requieren un espacio amplio. Debido a que no se observa un peso específico
subiendo y bajando, puede haber problemas de motivación al utilizar
este sistema. Los ejercicios se llevan a cabo principalmente en posiciones
de cadenas cinéticas abiertas (literalmente el movimiento se lleva
a cabo "en el aire" o sin ninguna base apoyo fíja en el suelo) (Perrin.
1993, p. 9). En ocasiones, la resistencia se puede remover, de manera que
los atletas no podrán entrenar a intensidades máximas (no
habrá una sobrecarga) (Fisher & jensen, 1990, p. 144).
Ciclos de Estiramiento-Acortamiento (Pliometría)
Estos tipos de ejercicios activan el reflejo de estiramiento, de manera que se pueda reclutar un mayor número de unidades motoras (Chu, 1993, p. 14; McCollum, 1994; Radcliffe & Farentinos, 1985, pp. 7-9). Además, durante la fase eccéntrica del ejercicio se carga de energía potencial los elementos elásticos (tejidos conectivos, tendones y ligamentos) y contractiles (miofilamentos de miosina y actina) de los músculos esqueléticos, de suerte que se pueda re-usar esta energía en la próxima contracción de naturaleza concéntrica (Bosco, 1994, p. 14; Bosco, Ito, Komi, Luhtanen, Rahkila, Rusko & Viitasalo, 1982; Bosco, Tihayi, Komi, Fekete & Apor, 1982; Thys, Faraggiana & Margaria, 1972; Cavagna, 1977; Cavagna, Dusman & Margaria, 1968). Los ciclos de estiramiento-acortamieto (actividades pliométricas) se utilizan como un programa suplementario para el entrenamiento de resistencias con miras a desarrollar la potencia explosiva de los músculos esqueléticos. Se cree que las repeticiones de estos ejercicios poveen las apropiadas adaptaciones neuromusculares, de manera que mejore la potencia y ejecutoria de músculos esqueléticos específicos (Cho, 1984; McCollum, 1994). Este tipo de programa será ampliado más adelante en este trabajo.
Entrenamiento con Cargas Rápidas
Este sistema consiste en mover la resistencia lo más rapido posible. En cuanto a la magnitud en ganancias de forlaleza muscular, la mayoría de los estudios han mostrado que el entrenamiento con cargas rápidas es menos efectivo que los ejercicios isotónicos con resistencias constantes. Esto se debe a que este tipo de entrenamiento no permite generar una tensión muscular lo suficientementa alta para poder producir ganancias significativas en la fortaleza muscular. La tensión disminuye conforme aumenta la velocidad de la contracción muscular, y una tensión apropiada es necesaria para inducir hipertofia muscular (Brooks, Fahey, & White, 1996, p. 387). Por otro lado, el entrenamiento con cargas rápidas son efectivas para la velocidad angular durante el movimiento articular. Posiblemente mejore la proporción para generar fuerza, aunque tiene poco efecto sobre la fuerza absoluta. Muchos atletas (deportes explosivos/de fortaleza) practican esta modalidad de entrenamiento con miras de aumentar su potencia máxima, particularmente durante la fase competitiva del entrenamiento (Brooks, Fahey, & White, 1996, p. 388)
Ejercicios de Cadenas Cinéticas Cerradas
Los ejercicios de cadenas cinéticas cerradas representan una secuencia de movimientos isotónicos en los cuales el extremos distales de la cadena (o segmento) se encuentran fíjos (e.g., una mano o pie se encuentra fijo en el suelo), con el movimiento ocurriendo alrededor de ese segmento fíjo y empleando algun tipo de carga (Duncan, 1994; Hamil, & Knutzen, 1995, p. 97; Kent, 1994, p. 93). En esta modalidad de entrenamiento, el participante emplea su peso corporal y acciones concéntricas y eccéntricas. Se cree que este tipo de entrenamiento es más efectivo que los ejercicios de cadena cinética abierta (el extremo distal se encuentra libre para moverse, e.g., extensión de la rodilla utilizando un dinamómetro isocinético) porque emplea la masa coporal, mantiene las relaciones musculares, y son más aplicables a la función normal del ser humano (Hamil, & Knutzen, 1995, p. 97). Un ejemplo de un ejercicio de cadena cinética cerrada para los músculos cuadriceps es efectuar un movimiento de encuclillado con los pies en el suelo. Los ejercicios de cadenas cinética cerradas se emplean comummente en el escenario clínico/rehabilitativo.
Entrenamiento de Estimulación Eléctrica (Modalidad Pasiva)
Esta técnica contempla el principio de que un músculo esquelético puede ser estimulado si se le transmite una corriente eléctrica a lo largo de su nervio motor. Este estímulo induce una contracción isométrica. El entrenamiento de estimulación eléctrica ha sido efectivo muy particularmente en el aspecto rehabilitativo del atleta/deportista. Se ha encontrado que ayuda a reducir la magnitud en la pérdida de la fortaleza y tamaño muscular durante la fase de inmobilización. Además, ayuda a restaurar la fortaleza y tamaño del músculo afectado durante la etapa de rehabilitación (DiNubile, 1985). Más aún, esta técnica se ha utilizado exitosamente en diversos escenarios experimentales. Con respecto a esto último, se ha evidenciado un aumento en la fortaleza muscular en sujetos saludables (incluyendo atletas) (Willmore & Costill, 1994, p. 84). Sin embargo, estos incrementos en la fortaleza muscular no representan magnitudes significativas al compararse con el entrenamiento convencional. Al presente, muchos atletas emplean la estimulación eléctrica como un método suplementario para su programa de entrenamiento con resistencias, a pesar de la falta de evidencia científica en cuanto a incrementos considerables en la fortaleza/potencia muscular, o mejoría en la ejecutoria deportiva (Brooks, Fahey, & White, 1996, p. 386; Willmore & Costill, 1994, p. 84).
Facilitación Neuromuscular Proprioceptiva
Esto es un ejercicio manual
que involucra una combinación de estiramiento de los músculos
esqueléticos con cargas isotónicas e isométricas.
Comunente se utiliza para el tratamiento y prevención de lesiones
deportivas. Se ha encontrado que esta técnica puede mejorar la fortaleza
muscular (Brooks, Fahey, & White, 1996, p. 388; Voss, Ionta, &
Myers, 1985, pp. xvii, 1).
ENTRENAMIENTO CON RESISTENCIAS PROGRESIVO
Por lo general, el levantamiento
de pesas representa el método más comunmente utilizado para
entrenar con resistencias. El entrenamiento con resistencias que se planifica
para emplear el levantamiento de pesas provee una estímulo apropiado
para el desarrollo de grupos musculares específicos, los cuales
se someten a sobrecargas (resistencias fijas) mediante el uso de pesas
libres (e.g., barras de pesas, y mancuernas) o platos de pesas colocadas
en un sistema de poleas o volantas ("cam"). En aquellos programas de entrenamiento
que emplean ejercicios con resistencias progresivos la carga
o resistencia se adapta a la fortaleza muscular que posee el participante.
Antes de continuar con la
discusión de esta sección, es imperante mencionar la importancia
vital de poseer una mente crítica ante la diversidad de trabajos
investigativos disponibles en esta área de entrenamiento. Exiten
un sin número de fallas en el diseño y metodología
empleada es estos estudios (Brooks, Fahey, & White, 1996, p. 385).
Algunos de estos problemas incluyen: 1) uso de sujetos no entrenados, 2)
períodos de entrenamiento muy cortos, 3) extrapolación de
investigaciones con animales a humanos, 4) extrapolación de sujetos
no entrenado a los atletas, 5) dificultad en distinguir los efectos del
aprendizaje motor sobre las ganancias en la fortaleza muscular, 5) re-evaluación
de la fortaleza muscular de los sujetos antes de que alcancen su nivel
máximo, debido a periódos de recuperación muy cortos,
6) uso de observaciones y conclusiones empíricas, y 7) la influencia
del comercialismo descontrolado de los equipos/máquinas de ejercicio,
las cuales exajeran sobre los beneficios que generan.
Programa de Entrenamiento con Resistencias Progresivo ("Progresive Resistance Exercise" ó PRE, siglas en Inglés)
El mejor ejemplo del principio de sobrecarga se manifiesta en aquellos programas de entrenamiento con resistencias de naturaleza progresiva. Además, este tipo de entrenamiento representa los fundamentos para el diseño de la diversa gama de métodos de entrenamiento con resistencias que existe hoy en día.
Origen del Programa de Entrenamiento con Resistencias Progresivo
Las raíces de los programas de entrenamiento con resistencias progresivo tuvo lugar después de la Segunda Guerra Mundial. Inicialmente, el enfoque de estos programas era puramente de naturaleza terapeútica/rehabilitativo. Con este fin, un grupo de investigadores científicos diseñaron un método de entrenamiento con pesas dirigido hacia el mejoramiento de la fortaleza muscular para aquellos grupos musculares de las extremidades que fueron previamente lesionados (McArdle, Katch, & Katch, 1996, p. 427). Originalmente, el programa empleaba tres (3) series de ejercicios, cada uno realizando 10 repeticiones consecutivas (sin intérvalos de reposo) (véase Tabla 22). La primera serie se efectuaba a un cincuenta por ciento (la mitad) de lo que representa la fortaleza máxima a 10 repeticiones (10-RM); la segunda serie se cuantificaba a setenta y cinco por ciento (tres cuartos) del 10-RM; la tercera y última serie debía de utilizar el peso máximo del 10-RM. Conforme se evidenciaba un aumento en los niveles de fortaleza muscular en estos pacientes, progresivamente se incrementaba el 10-RM, de manera que continuaran las ganancias de fortaleza muscular en las extremidades entrenadas.
Tabla 22
Programa de Entrenamiento con Resistencias de Naturaleza Progresivo
Concebido Originalmente
SERIES | PORCIENTO DE LA REPETICION MAXIMA (RM) | INTENSIDAD (RM) |
1 | 50 % (1/2) | 10 RM |
2 | 75 % (3/4) | 10 RM |
3 | 100 % (1) | 10 RM |
Variaciones del programa de entrenamiento con resistencias progresivo. Diversas investigaciones científicas han estudiado las variables agudas (series, repeticiones, frecuencia, intensidad relativa) que componen los ejercicios con resistencias progresivos con el fín de obtener la dosis/combinación óptima para el desarrollo de la fortaleza muscular. Los hallazgos de estos estudios se resumen a continuación (McArdle, Katch, & Katch, 1996, pp. 427-428):
1) Aquellas combinaciones
numéricas para las repeticiones máximas (RM) que suministran
las apropiadas sobrecargas musculares para aumentos óptimos en la
fortaleza muscular,
fluctúan entre 3-RM y 12-RM. Las repeticiones deben de realizarse
en series múltiples (tres
o más).
2) En los programas de entrenamiento
de ejercicios con resistencias progresivos que posean
una estructura de entrenamiento semanal de 1-RM con una sola serie, se
observan aumentos
significantes con respecto a la fortaleza muscular despues de la primera
semana de
entrenamiento y continúan aumentando la fortaleza del músculo
esquelético cada
subsiguiente semana hasta un máximo de 6 semanas.
3) Se han hallado aumentos
notables en la fortaleza muscular durante sesiones de
entrenamiento que tan solo efectúen una (1) serie de ejercicios
a una intensidad de 10-RM.
Por lo tanto, no existe una combinación ideal de series e intensidad
para aquellos programas
de entrenamientos con resistencias buscando mejorar su fortaleza de los
músculos
esqueléticos.
4) El dilema continúa
para decidir cual es la combinación óptima para el número
necesario de
series que provea las mejores adaptaciones en la fortaleza muscular. En
cuanto a este punto,
se ha encontrado que es menos efectivo llevar a cabo una (1) serie de ejercicios
al
comparase con aquellos ejercicios que combinan dos (2) ó tres (3)
series; más aún, la
tendencia en la literatura cientifica sugiere que realizar tres (3) series
es más efectivo que
efectuar dos (2).
5) Empleando sistemas de
entrenamiento/ejercicios con resistencias progresivos, no se conoce
con exactitud cual es la frecuencia (número de días por semana)
de entrenamiento óptima.
Para principiantes, se han hallado aumentos notables en la fortaleza muscular
con tan solo
entrenar un (1) día por semana.
6) Siguiendo la discusión
de la frecuencia del entrenamiento, cuando el entrenamiento incluye
una variedad de ejercicios (diferentes grupos musculares), es posible que
sea más efectivo
entrenar 2 ó 3 veces por semana en comparación con sesiones
de entrenamiento realizadas
4 ó 5 veces semanalmente. Por otro lado, el entrenamiento diario
de un mismo grupo
muscular resulta en un inadecuado tiempo de recuperación entre sesiones.
Consecuentemente, se demoran las deseables adaptaciones neuromusculares
y el desarrollo
de la fortaleza muscular.
7) La velocidad empleada
para levantar un peso particular afecta el grado de adaptación en
la
fortaleza muscular. Durante el programa de ejercicios con resistencias
progresivo, en
aquellos movimientos que levanten las pesas a un ritmo rápido se
ha obervado mejores
ganancias en la fortaleza muscular al comparase con movimientos realizados
más lentos.
Más aún, no exite un solo tipo de equipo (e.g., pesas libres
[barras de pesas, platos de
pesas, o mancuernas]) o máquina para ejercicicios con resistencias
que sea la mejor en
cuanto al desarrollo de la fortaleza muscular.
SISTEMAS DE ENTRENAMIENTO CON RESISTENCIAS
Existen diversos métodos sistemáticos utilizados para el desarrollo de la fortaleza, potencia y tolerancia muscular (vease Tabla 23). Posiblemente se requiera utilizar más de un sistema para poder alcanzar los objetivos deseados. En otras palabras, cada persona responde diferente para cada sistema de entrenamiento con reisistencias seleccionado. Algunos de los principales sistemas de entrenamiento utilizados actualmente serán descritos a continuación.
Sistema de Sets Simples y Múltiples
Con el fin de lograr un efectivo desarrollo de la fortaleza muscular, se han diseñado programas de resistencias que incluyen sesiones de entrenamiento de una sola serie (sistema de serie sencillo/simple) y de varias series (sistema de series múltiples). Los programas que incluyen una serie consisten de ejercicios que llevan a cabo entre 8 a 12 repeticiones. Para un desarrollo óptimo en la fortaleza muscular utilizando el programa de series múltiples, se sugiere que se empleen de 5 a 6 repeticiones para un mínimo de tres series.
Tabla 23
Principales Sistemas de Entrenamiento con Resistencias
METODO DE ENTRENAMIENTO | DESCRIPCIÓN |
Sistemas de Series Sencillos | 1 serie de 8 a 12 repeticiones |
Sistemas de Series Múltiples | Cualquier resistencia y combinaciones de repeticiones y series (recomendado 5-6 repeticiones; 3 series) |
Sistema Piramidal | Series sucesivos que progresan con resistencias de liviano a pesado, mientras simultáneamente se reducen el número de repeticiones |
Sistema de Super Serie | DOS TIPOS:
Se alterna el uso de grupos musculares antagonistas mediante el uso de varias series de 2 ejercicios para la misma región corporal Una serie de diversos ejercicios para un mismo grupo muscular |
Sistema de Rutina Dividida | Diferentes partes del cuerpo entrenados cada día |
Sistema de Programa Dividido | Diferentes ejercicios para la misma parte del cuerpo en días sucesivos |
Pliométrica | Movimientos explosivos/multi-saltos de secuencia eccéntrica-concéntrica |
Sistema Piramidal (de Liviano a Pesado)
En este sistema de entrenamiento para el desarrollo muscular utilizando resistencias el ejercitante efectúa varias series que van progresado desde el más liviano hasta el más pesado mientras se van bajando la cantidad de repeticiones para cada serie que le sigue. Un ejemplo de este sistema es el "Westcott Pyramid Program". Este programa consiste de tres series. la primera serie incluye diez repeticiones a una intensidad de 55% del peso de la carga/resistencia que representa el 1-RM. la segunda serie a cinco repeticiones a una intensidad de 75% del peso de la carga/resistencia que representa el 1-RM. En la tercera y última serie se realiza una repetición a 95% del 1-RM.
Entrenamiento con Resistencias en Circuito
Este tipo de sistema se utiliza no solo para desarrollar la fortaleza, potencia y/o tolerancia muscular, sino también la capacidad cardiorespiratoria (aeróbica). Como resultado, este programa también mejora la composición corporal, el cual es un componente importante de la aptitud física relacionado con la salud. Más aún, los programas de entrenamiento con resistencias en circuito se emplean muy frecuentemente en la rehabilitación cardíaca con el fin de mejorar la fortaleza muscular y tolerancia cardiorespiratoria de sus participantes (Kelemen, & Stewart, 1985). Se ha encontrado que estos programas son seguros y efectivos en esta población especial. Además, la inclusión del entrenamiento con resistencias en circuito mantiene motivado y evita la incidencia de abandono en dichos programas de rehabilitación cardíaca (Kelemen, & Stewart, 1985). En general, el diseño del programa de entrenamiento en circuito especifica que el participante pueda efectuar tantas repeticiones como pueda a una intensidad que flutúe entre 40 a 60% del 1-RM durante 30 segundos, con períodos de reposo entre las estaciones de 15 a 30 segundos. El programa puede poseer de 6 a 15 estaciones por circuito. El circuito puede repetirse dos o tres veces por sesión de entrenamiento.
Sistema de Super-Serie
Existen dos tipos de sistemas de super-serie. Uno de éstos consiste en alternar el uso de los músculos antagonistas mediante el diversas series que incluyan dos ejercicios para la misma parte del cuerpo. Por ejemplo, llevar a cabo flexiones del codo ("arm curls") inmediatamente después de haber realizado extensiones del tríceps, o efectuar extensiones de las piernas inmediátamente despues de haber hecho flexiones de la rodilla ("leg curls"), durante tres series. El otro tipo de super-serie consiste en utilizar una serie de diversos ejercicios para el mismo grupo muscular. Por ejemplo, ejercicios de la barra, los cuales la halan sentado y doblado (de pie con flexión del tronco) ("seated" y "bent-over rowing") con los ejercicios que halan la barra hacia abajo desde la posición arrodillada ("lateral pull-downs"). Estos dos tipos de sistema emplean de 8 a 12 repeticiones por serie, con poco o ningun períodos de reposo entre las series.
Sistema de Rutina Dividida
Este sistema entrena diversas partes del cuerpo en días alternados, de manera que se pueda inducir hipertrofia en todos los músculos esqueléticos de una región específica del cuerpo. El objetivo es realizar una serie de ejercicios dirigidos a desarrollar una parte anatómica particular del cuerpo. Por ejemplo, se puede dedicar los lunes, miercoles y viernes a entrenar los músculos del pecho, hombros y espalda, los viernes a ejercitar las extremidades (brazos y piernas), y los jueves los músculos abdominales. La intensidad (resistencia) del entrenamiento utilizada en este sistema se mantiene a un nivel alto a través de los seis días de entrenamiento efectuados por semana, lo cual permite un mayor desarrollo de fortaleza muscular.
Pliometría (ciclos de estiramiento-acortamiento, o entrenamiento multisaltos)
La pliometría fue
creada para formar parte de un entrenamiento suplementario al programa
de entrenamiento con resistencias, con fines en desarrollar potencia explosiva
(en el tiempo más corto posible), factor determinante para una exitosa
ejecutoria deportiva en gran parte de los eventos competitivos de naturaleza
aneróbica/explosiva (e.g., baloncesto, volibol, los saltadores en
atletismo, la carrera con vallas en pista y campo, clavadistas, nadadores,
gimnástas, levantadores de pesas, jugadores de béisbol, entre
otros) (Allerheiligen, 1994; Cho, 1984, p. 70; Radcliffe & Farentinos,
1985, pp. 1-5).
Los ejercicios pliométricos
ayudan al atleta saltar mejor, cambiar de dirección o acelerar con
mayor rapidez (reacciones rápidas), y a mejorar la velocidad en
general (Allerheiligen, 1994; Chu, 1993, pp. 7-8; McCollum, 1994). Las
prácticas pliométricas consisten comunmente de saltos explosivos,
incluyendo caídas de altura ("drop jumps"), saltos verticales, correr
o saltos repetitivos en sitio, multisaltos con una o ambas piernas utilizando
pesas/resistencias en los tobillos y una serie de obstáculos/bancos,
brincos y saltos múltiples, botes, oscilaciones/balanceos del tronco
con movimientos de los brazos a nivel del hombro (utilizado pesas en las
manos), rotaciones izquierda/derecha del tronco que involucran también
los hombros y manos, o lanzamientos con balones medicinales (Allerheiligen,
1994; Cho, 1984, pp. 19-37; Radcliffe & Farentinos, 1985, pp. 15-27).
Un programa de entrenamiento
pliométrico requiere el uso de un equipo básico, a saber:
conos, calas/escalones, obstáculos y barreras, escaleras, y balones
medicinales (Cho, 1993, p. 37). Se ha propuesto que la práctica
repetida de tales ejercicios proveerá adaptaciones a nivel neurológico
y muscular de los músculos específicos, de manera que mejore
la potencia durante la ejecutoria deportiva (Cho, 1984; McCollum, 1994;
Radcliffe & Farentinos, 1985, p.4).
Los movimientos realizados
mediante los ejercicios pliométricos estan diseñados para
tomar ventaja de dos mecanismos fisiológicos que se llevan a cabo
durante estos movimientos.
En primera instancia, encontramos
que estas actividades explosivas se realizan a través del reflejo
de estiramiento (reflejo del huso muscular o reflejo miotático)
(Chu, 1993, p. 14; McCollum, 1994; Radcliffe & Farentinos, 1985, pp.
7-9). Los husos musculares son receptores sensoriales localizados dentro
de las fibras musculares intrafusales, las cuales corren paralelas con
las fibras musculares extrafusales (Åstrand, & Rodahl, 1986,
pp. 76-77; Prochazka, 1996, pp. 93-94). Los husos musculares son sensitivos
a la frecuencia y magnitud de estiramiento muscular. La teoría científica
detrás del entrenamiento pliométrico consiste en que durante
dichos movimientos se carga al músculo esquelético al colocarlo
inicialmente en un estado de estiramiento (fase eccéntrica) justamente
ante de la fase de contración (concéntrica). Este fenómeno
en el cual rápidamente se alarga el musculo esquelético durante
la fase eccéntrica (carga musculoesquelética) activa el reflejo
del huso muscular (se estimula una neurona sensorial en el huso), el cual
envía impulsos aferentes hacia el sistema nervioso central (inerva
a una neurona motora en la médula espinal), el cual en cambio devuelve
un impulso eferente (mediante la neurona motora o fibra extrafusal que
sale del cordón espinal) hacia los músculos esqueléticos,
provocando una mayor fuerza explosiva de contración durante la siguiente
fase concéntrica (Allerheiligen, 1994; Brooks, Fahey, & White,
1996, pp. 350-353; Chu, 1993, pp. 12-15; McColum, 1994; Prochazka, 1996;
Radcliffe & Farentinos, 1985, p. 8). Entre mayor sea la rapidez del
estiramiento mayor será la tensión concéntrica generada
por el músculo esquelético (Åstrand, & Rodahl,
1986, pp. 77-78; Prochazka, 1996)
El segundo factor que influye
en las adaptaciones que se adquieren durante el entrenamiento pliométrico
o ciclo de estiramiento-acortamiento proviene de la propiedad de extensibilidad/elasticidad
que se observa en los componentes seriados elásticos inherentes
en los músculos esqueléticos, incluyendo los miofilamentos
de actina y actina (constituyentes de los puentes cruzados en las fibras
musculares), y los tendones. Este fénómeno se conoce como
energía
elástica almacenada. La energía elástica almacenada
se puede definir como aquella energía potencial cinética
y/o gravitacional almacenada en los elementos seriados elásticos
de aquellos músculos esqueléticos que se han estirado (contracción
eccéntrica), la cual puede ser re-usada durante el acortamiento
(fase concéntrica) subsiguiente del músculo esquelético
(Cavagna, 1977). Esta energía potencial almacenada se deriva del
trabajo mecánico absorbido que ocurre durante la tracción
gravitacional cuando el músculo esquelético activado se estira
(fase eccéntrica) por una fuerza externa. La enregía almacenada
resultante podrá ser utilizada durante el subsiguiente acortamiento
(fase concéntrica) del músculo esquelético (Bosco,
1994, p. 14; Bosco, Ito, Komi, Luhtanen, Rahkila, Rusko & Viitasalo,
1982; Bosco, Tihayi, Komi, Fekete & Apor, 1982; Thys, Faraggiana &
Margaria, 1972; Cavagna, 1977; Cavagna, Dusman & Margaria, 1968). Durante
los
ejercicios pliométricos, las contracciones musculares eccéntricas
son seguidas rápidamente por contracciones concéntricas.
Esto asegura que la energía elástica potencial desarrollada
mediante el estiramiento rápido sea re-utilizada efectivamente durante
la fase positiva (concéntrica) del ejercicio. Este fenómeno
mejora la ejecutoria deportiva, i.e., resulta en una mejor eficiencia mecánica
y potencia derivada de la contracción de los músculos esqueléticos
(Åstrand, & Rodahl, 1986, p. 49). Por ejemplo, el correr y brincar
representan movimientos que se benefician de esta energía potencial
re-usada eficientemente durante cada fase de acortamiento (Anderson &
Pandy, 1993; Bosco, Tihayi, Komi, Fekete & Apor, 1982; Komi, 1984;
Komi, 1992).
No obstante, la literatura
científica no evidencia la superioridad de los ejercicios pliométricos
sobre otros métodos de entrenamiento con resistencias (Bobbert,
1990). Además, no se han estudiado las posibles consecuencias ortopédicas
de tales ejercicios (Boocock, Garbutt, Linge, Reilly, & Troup, 1990).
Las actividades pliométricas (particularmente la caída de
altura) pueden generar una carga externa excesiva sobre el sistema esquelético
(Allerheiligen, 1994).
LA IMPORTANCIA/BENEFICIO DE LOS PROGRAMAS DE RESISTENCIAS
Las investigaciones científicas tradicionales, sin duda alguna, han comprobado la efectividad de los programas de resistencia en desarrollar la fortaleza, tolerancia, y potencia muscular en la población masculina joven, saludable, y atlética. Por otro lado, estudios relativamentes más recientes también han evidenciado los beneficios de estos programas para el grupo femenino, en los niños, y envejecientes.
Programas de Entrenamiento con Resistencias para Mujeres
Tanto las mujeres como los varones poseen la misma capacidad para desarrollar la fortaleza muscular (Häkkinen, 1992; Holoway, & Baechel, 1990). No obstante, debido a factores fisiológicos particulares, las mujeres no podrán alcanzar niveles tan altos como aquellos adqueridos por la población masculina. Los varones poseen una mayor cantidad de homonas androgénicas (e.g., testosterona) de naturaleza anabólica, las cuales inducen una mayor magnitud de hipertrofia (tamaño) muscular cuando se compara con los cambios en el tamaño muscular observados en las mujeres. El programa de fortalecimiento muscular en la mujeres posee otros beneficios particulares, a nivel óseo, de composición corporal, y de auto-concepto (Holoway, & Baechel, 1990). Por ejemplo, se ha encontrado que en mujeres posmenopaúsicas estos programas ayudan a mantener e incrementar la masa ósea, de manera que se puede prevenir la osteoporosis (Holoway, & Baechel, 1990). Más aún, aquellas mujeres sometidas a programas de entrenamiento con resistencias para el desarrollo muscular poseen menos cantidad de grasa corporal, en comparación con las mujeres sedentarias. Esto implica que se habra de transportar menos peso muerto en movimientos tales como saltar y correr (Holoway, & Baechel, 1990). Finalmente, se ha encontrado que los programas de pesas para mujeres pueden mejorar el auto-concepto y auto-estima (Holoway, & Baechel, 1990). No hay razón, entonces, para que las mujeres entrenen de forma diferente a los hombres. En síntesis, al igual que en los varones, es posible diseñar programas de entrenamiento con resistencias para la población femenina que sean efectivos en desarrollar la fortaleza, tolerancia y potencia muscular (Wilmore & Costill, 1994, p. 85).
Programas de Entrenamiento con Resistencias para Niños y Adolescentes
Los programas de entrenamiento
con resistencias estructurados con la apropiada duración, intensidad
y volumen, son efectivos para promover aumentos en la fortaleza muscular
para la población de niños prepúberes. La evidencia
científica actual nos indica que los niños/niñas prepúberes
y adolescentes pueden involucrarse en los programas con resistencias (que
emplean acciones músculares concéntricas con altas repeticiones
y una resistencia relativamente baja) sin sufrir lesiones físicas
peligrosas (sin efectos adversos en el hueso, músculo esquelético
o tejido conectivo), siempre y cuando se tomen las apropiadas medidas de
segurida (Birrer, & Levine, 1987; Blimkie, 1992; Blimkie, 1993; Bar-Or,
1989; Fleck & Kraemer, 1997, p. 200; McArdle, Katch, & Katch, 1996,
p. 427; Sale, 1989; Wilmore & Costill, 1994, p. 85; Weltman, 1989).
Estos cambios son el resultado
particularmente de adaptaciones neurológicas (Fleck & Kraemer,
1997, p. 202; Ozmun, Mikesky & Surburg, 1994; Sale, 1989). El concepto
de adaptación neurológica se refiere al incremento en la
capacidad para activar los músculos motores primarios y/o una mejoría
en la coordinación de los músculos esqueléticos sinergístas
y antagonistas (Sale, 1989). Posiblemente esto refleja un aumento en el
reclutamiento de las unidades motoras (Ozmun, Mikesky & Surburg, 1994;
Sale, 1989).
Programa de Entrenamiento con Resistencias para Envejecientes
Durante el proceso biológico
normal de envejecimiento, se pierde una cantidad significativa de masa
corporal activa (i.e., magra o libre de grasa) (Buskirk, 1985; White, 1995).
Este fenómeno es el resultado principalmente de la condición
de sarcopaenia (pérdida de masa muscular que acompaña
el envejecimiento). La sarcopaenia ocurre particularmente
a raíz de una disminución en la actividad física/ejercicios
que manifiestan las personas cuando entran en edad avanzada. Los individuos
sedentarios (i.e., que no realizan actividades físicas y/o ejercicios)
no activan regularmente los músculos esqueléticos, lo cual
induce a una notable atrofia y pérdida de la fortaleza muscular
(Buskirk, 1985; White, 1995).
La magnitud de la pérdida
de masa muscular que resulta del proceso de envejecimiento puede prevenirse
mediante la implementación de un programa de entrenamiento con resistencias
en esta población. De hecho, estos programas de entrenamiento producen
aumentos en masa y fortaleza muscular en los envejecientes (White, 1995).
El mejoramiento de la fortaleza muscular en las personas de edad avanzada
mejoran la salud y calidad de vida en estas personas. Por ejemplo, la incidencia
de caídas y fracturas óseas, particularmente en la región
de la cadera, se reduce dramáticamente como resultado de este aumento
en la fortaleza muscular. Consecuentemente, el envejeciente poseerá
una vida más productiva, menos dependiente y posiblemente una mayor
expectativa de vida (Wilmore & Costill, 1994, p. 85).
Programa de Entrenamiento con Resistencias para Atletas
La meta principal de un programa
de entrenamiento para los atletas competitivos es mejorar su ejecutoria
o rendimiento en el deporte específico en que participa. Esto quiere
decir que las adaptaciones que manifiestan los músculos esqueléticos
(aumento en la fortaleza, tolerancia y potencia muscular) que resulta de
un programa de entrenamiento con resistencias deben traducirse en algún
beneficio notable en la ejecutoria deportiva. Sabemos que cada deporte
posee ciertas necesidades particulares en cuanto a la fortaleza muscular.
El entrenamiento con resistencias debe orientarse hacia estos requisitos
específicos, de manera que el atleta sea exitoso (o mejore) en su
participación deportiva. Esto implica que se debe poseer alguna
medida evaluativa para estos atletas puedan cuantificar el grado de ejecutoria
deportiva, de suerte que se evalúe la efectividad de los programas
de entreamiento con resistencias para la población atlética
(Wilmore & Costill, 1994, pp. 85-85).
COMPARACIÓN DE LOS DIFERENTES PROGRAMAS DE
ENTRENAMIENTO CON RESISTENCIAS
La realidad es que no existe
un método único/ideal que desarrolle a niveles óptimos
la fortaleza muscular. Los estudios científicos indican que se desarrolla
efectivamente la fortaleza muscular siempre y cuando el ejercitante sobrecargue
los músculos utilizados durante el programa con resistencias. Fleck
& Kraemer (1997, pp. 28, 33) sugieren que el entrenamiento isocinético
aumenta tanto la fortaleza isocinética como la isotónica
y resulta en menos molestia muscular. Según estos autores, el entrenamiento
isotónico es superior al entrenamiento isométrica en cuanto
respecta al desarrollo de la fortaleza y tolerancia muscular.
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS AL IMPLEMENTAR UN
PROGRAMA DE ENTRENAMIENTO CON RESISTENCIAS
El éxito de un programa de entrenamiento con resistencias dirigido a mejorar la fortaleza, tolerancia y/o potencia muscular dependerá de la aplicación de las siguientes sugerencias basadas en datos científicos de la literatura (McArdle, Katch, & Katch, 1996, pp. 429-430)
1) Todo principiante debe
de evitar el uso de pesos máximos. La realidad es que el
levantamiento de resistencias excesivas no proveen estimulos apropiados
para el desarrollo
de la fortaleza muscular en los comienzos del programa. Además,
estas prácticas aumentan
las probabilidades de lesiones musculoesqueléticas y articulares.
2) Para un adecuado desarrollo
de la fortaleza muscular, basta con entrenar a intensidades que
flutúen entre 60-80% de la capacidad máxima muscular para
generar fuerza (RM).
Usualmente, a dichas intensidades se prodrá completar diez (10)
repeticiones para un
ejercicio dado.
3) Durante los inicios de
un programa de entrenamiento con resistencias, se sugiere emplear
cargas livianas con un alto número de repeticiones. Por ejemplo,
12 a 15 repeticiones
representa un número apropiado para ser empleado por principiantes.
Si el individuo es
capaz de levantar más de 15 repeticiones, se deberá aumentar
la resistencia. Por otro lado,
se recomienda reducir el peso si el novicio no puede alcanzar las 12 repeticiones.
4) Una vez ocurran las adaptaciones
musculares y neurológicas (aproximadamente entre una a
dos semanas) es posible disminuir el número de repeticiones de seis
(6) a ocho (8). Se
recomienda añadir más resistencia cada vez que se alcance
la meta de repeticiones
máximas.
5) Por lo regular, se debe
entrenar primero los grupos musculares grandes y luego aquellos
grupos pequeños. El propósito de esta secuencia es evitar
la fatiga prematura de la
musculatura pequeña, de suerte que sea posible activar los grupos
musculares grandes
cuando así se necesiten durante el programa de entrenamiento con
resistencias.
6) Se recomienda el uso de
una correa para el levantamiento de pesas en los programas de
entrenamiento con resistencias que requieran levantar pesos muy cerca de
la capacidad
máxima del músculo para generar fuerza. Se ha encontrado
que el uso de estas correas
durante levantamientos pesados (e.g., encuclillas ["squats"], levantamiento
de peso muerto
["deadlifts"], maniobras de enviónes ["clean-and-jerk"]) disminuyen
notablemente las
presiones intra-abdominales al compararse con aquellos levantadores de
pesas que no la
utilizan (Harmon, 1989). El uso de una correa podra reducir el riesgo potencial
que
producen las fuerzas de compresión sobre los discos intervertebrales
durante levantamientos
utilizando altas resistencias, tales como aquellos empleados durante eventos
de
Levantamiento Olímpico. Por otro lado, si el peso no es muy elevado,
se recomienda llevar
a cabo algun tipo de ejercicio con resistencias sin el uso de esta correa,
de manera que se
puedan fortalezcer los músculos abdominales profundos y se desarrolle
el patrón normal
para el reclutamiento de los músculos esqueléticos requeridos
para la generación de
elevadas presiones intra-abdominales.
7) Aquellos atletas que requieren
alcanzar niveles óptimos de fortaleza y potencia muscular
para una ejecutoria efectiva durante su fase competitiva (e.g., levantadores
de pesos
Olímpicos) deben de evitar un entrenamiento paralelo de ejercicios
aeróbicos. Estudios
científicos han revelado que cuando estos tipos de entrenamiento
se implementan, el
desarrollo óptimo de la fortaleza y potencia muscular se ve obstaculizada
(Chromiak &
Mulvaney, 1990; Dudley & Fleck, 1987; Hortobágyi, Katch, &
Lachance, 1991; Sale,
MacDougall, Jacobs, & Garner, 1990). ¿Porque ocurre esto?. Se
ha hipotetizado que
posiblemente este fenómeno sea el resultado de las demandas metabólicas
y proteínicas que
requieren los ejercicios de tolerancia cardiorespiratoria (e.g., carreras
pedestres de larga
distancia). Posiblemente, estas alteraciones bioquímicas pueden
imponer un umbral para
ganancias adicionales de fortaleza/potencia muscular. Se han postulado
otras posibles
causas para este fenómeno (Chromiak & Mulvaney, 1990; Dudley
& Fleck, 1987), a saber:
1) sobre-entrenamiento, como consecuencia de esta combinación de
ejercicios (alto
volumen de entrenamiento); 2) dificultades/obstaculos en la organización
neuromuscular
requrido para un patrón de reclutamiento eficiente de las unidades
motoras (e.g.,
tipos/características de las fibras musculares: I, IIa, IIb) requerido
para generar
contracciones musculares potentes desde el sistema nervioso periférico
o sistema nervioso
central, incluyendo una posible transformación de fibras musculares
de contracción rápidas a
fibras de contracción lentas, lo cual compromete el desarrollo apropiada
de la fortaleza
muscular; 3) alteraciones en las concentraciones hormonales (e.g., testosterona,
cortizona,
tiroxina) y diferencias en la activación o represión de los
diversos procesos
anabólicos-catabólicos en la musculatura esquelética;
4) alteraciones en las proteínas
isoenzimas (e.g., los cambios de la miosina isoenzima de una isoforme rápida
a una lenta
puede impedir la produccción de un alto nivel de potencia). No obstante,
aquellas personas
que entrenan con el fin de mejorar/desarrollar los componentes de la aptitud
física
relacionados con la salud, deben continuar con este de tipo entrenamiento
combinado.
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Rev. 13 de marzo de 2000
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