Sistemas/Mecanismos
Biológicos de Control Homeostáticos
Concepto
Los sistemas biológicos
para la autoregulación de la homeostasia representan un conjunto/serie
de componentes interconectados que trabajan mediante reacciones que invierten
los cambios que la activaron (retroalimentación negativa) con el
fin de restablecer el equilibrio homeostático del medio interior.
Su función primorcial es la de regular algunas variables/parámetros
fisiológicos para mantenerlos cerca de valores constantes.
En términos generales,
estos mecanismos biológcos regulatorios tiene el objetivo fundamental
de enfrentarse al estrés (estímulo que induce los cambios/variaciones
en el medio interno) para poder, entonces, conservar o restablecer la homeostasia.
Más específicamente, se busca mantener/conservar relativamente
constante (cerca de niveles/valores normales) las siguientes variables/parámetros
físicos o químicos. Algunos ejemplos de estas variables que
contínuamene estos sistemas autoregulatorios intentan mantenerlas
en una relava constancia incluye: 1) las concentraciones de los elementos
sanguíneos;
2) las características de los líquidos de lcuerpo (e.g.,
oxígeno, glucosa, sodio, potasio, ácido clorídrico,
entre otros); 3) el volumen y pH (nivel de acidez) de los líquidos
corporales, 4) la temperatura del cuerpo; 5) presión arterial; 6)
frecuencia cardíaca, entre otros.
Figura 6:Objetivos
de los Mecanismos Biológicos de Control Homeostáticos |
Naturaleza/Características de
los Sistemas de Control Homeostáticos
Sistemas Principales
De una u otra forma, todos
los sistemas corporales contribuyen para regulación del ambiente
interno en situaciones donde un estímulo altera temporeramente la
homestasia de neustro organismo. No obstante, existen tres principales
sistemas o vías de respuestas que son los que dirigen en su gran
mayoría el control de la homeostasia corporal (véase Figura
7). Esto sistemas son, a saber, el aparato nervioso, endocrino y un mecanismo
intrínseco o local. Por ejemplo, el sistema nervioso
influye en el control de de variables cardiovasculares, tales como la frecuencia
cardiaca y la presión arterial. Por el otro lado, es comun que el
sistema
endocrino regula diversas variables metabólicas, como es
evidente en el control hormonal de la glucosa sanguínea. Finalmente,
encontramos un mecanismo intrínseco o local, el cual trabaja en
ciertos órganos o tejidos del cuerpo, e.g., la autorregulación
fisiológica dentro de un órgano particular.
Figura 7:
Sistemas/Vías de Respuestas Mediante las Cuales Trabajan los Mecanismos
de Control Homeostáticos |
Componentes Generales (véase Figura 8, y Figura 9)
Ya sea el sistema nervioso,
endocrino o la vía intrínseca, todos se encuentran constituídos
por ciertas estructuras o funciones especializadas. Estos componentes funcionales
son el receptor, centro de integración (o comando central) y el
efector, cada uno con una funciones específicas. Claro, dentro de
estos sistemas, estan presente las variables afectadas, el estrés
o el estímulo que alteran dichas variables y la respuesta o cambio
funcional que produce el efector.
Figura 8:
Integrantes del Sistema Biológico de Control Homeostático |
Figura 9:
Representación Diagramática de los Componentes de un Sistema/Mecanismo
Biológico de Control Homeostático (Adaptado
de: Exercise Physiology: Theory and Application to Fitness and Performance
(3ra.. ed., p. 16), por S. K. Powers & E. T. Howley, 1966, Boston:
WCM/McGraw-Hill Companies. Copyright © 1996 por Boston: WCM/McGraw-Hill
Companies. |
Receptor (véase
Figura 10). Representa un sensor que recibe el estímulo y detecta
los cambios en el estado del parámetro/variable (i.e., detecta los
cambios del medio ambiente interno). Estructuralmente, los receptores representan
Éstos moléculas de ciertas células del cuerpo. A través
de todo nuestros sistemas corporales se encuentran una diversidad de sensores,
tales como en el músculo, encéfalo, vísceras, articulaciones,
piel, entre otros.
Figura 10:
Ejemplos de Diversos Receptores Distribuídos en los Órganos
del Cuerpo |
Centro integrador
(véase Figura 11). Recibe la entrada/señal (información)
del receptor. Luego, la señal es informada/reenviada a la caja de
control. Por ejemplo, a nivel del sistema nerviosos, un sistema integrador
lo puede constituir el tallo encefálico, el hipotálamo, la
corteza cerebral, entre otros. En el sistema endocrino son comunes ciertas
glándolas, tales como la hipófisis, paratiroide, entre otras.
Localmente, los músculos esqueléticos representan un ejemplo
clásico donde se activa funcionalmnte un sistema integrador.
Figura 11:
Ejemplos de Diferentes Estructuras Orgánicas que Representan un
Centro Integrador |
Efector (véase
Figura 12 y Figura 13). El efector recibe y responde a la señal/informacióndelcentrode
integración. A continuación, emite una respuesta que altera
la actividad (ritmo de salida) de dicha señal con el fin de restablecer
el parámetro regulado a su punto normal (i.e., al valor de referencia
del sistema). Ejemplos de efectores pueden ser el corazón, los pulmones,
el músculo, entre otros.
Figura 12:
Distribución de Posibles Efectores Ubicados en Diversos Órganos
del Cuerpo |
Otros componentes o condiciones
involucradas. Dentro de estos tres principales componentes del
sistema autoregulatorio de la homeostasia encontramos el parámetro
o variable. Ésta respresenta la que sufre el trastorno homeostático
acasionado por el estímulo. Algunos ejemplos de variables incuyen
la glucosa en la sangre, temperatura corporal, presión sanguínea
corporal, entre otras. Por el otro lado, tenemos también el estrés
o estímulo. Sabemos que representa el cambio en el ambiente
interno que provoca el trastorno en el parámetro/variable dada.
El estés excita al receptor para que envíe información
sobre el cambio al centro de control integrador. La respuesta o cambio
funcional es también parte de este sistema. Dicha acción
representa aquella respuesta emitida por efector dirigida a contrarrestar
o eliminar el estímulo o trastorno homeostático original.
Figura 13:
Ejemplos de Diferentes Respuestas Producidas por los Efectores |
Sistemas de Retroalimentación
(véase Figura 14)
Para que estos mecanismo
biológicos de control homeostático puedan lograr su propósito,
se necesita un sistema que que determine en qué momento se inicia
la pertubación homeostética y cuándo dicha alteración
ha sido controlada. Esto es lo que conocemos como retroalimentación.
En otras palabras, se trata de un mecanismo (inicialmente de tipo sensorial)
que capte el momento en que se inicia el estímulo (información
de salida) y el punto en que regresa (ya en una forma de respuesta por
parte del efector) al origen, donde todo comenzó. En términos
generales, en un sistema de retroalimentación la información
captada a la salida del sistema regresa al punto de origen. Como se mencionó,
los últimos efectos del cambio en la salida por parte del sistema
deben hacérsele conocer en alguna forma al sensor/receptor que inició
la secuencia. Los mecanismos de retroalimentación en el cuerpo poseen
diversas funciones vitales, tales como: 1) el control nervioso, hormonal
y enzimático; 2) actuar, en ocasiones, directamente sobre el mecanismo
estimulante central y 3) trabajar con muchos componentes en una cadena
ampliamente eslabonada. Existen dos tipos de retroalimentación,
uno negativo y otro negativo.
Figura 14:
Descripción Diagramática de los Sistemas de Retroalimentación
Involucrados en los Mecanismos Biológicos de Control Homeostáticos |
Retroalimentación Negativa (Regulación "Feedback" o Servomecanismo
Negativo)
La retroalimentación
negativa representa el medio más importante de regulación
utilizado por el cuerpo (de los sistemas de control) para mantener la homeostasia,
con la cual resulta una desorganización de la homeostasia con cambios
funcionales que devuelven la normalidad al medio ambiente celular. Es un
mecanismo por el cual un aumento (salida) del sistema origina una disminución
en la entrada (el estrés o estímulo inicial), i.e., se invierten
los cambios del estímulo inicial. También puede describirse
como una serie de cambios/reacción del organismo (salida) por el
cual se contrarresta (invierte, niega, "contraequilibra") la situación
de estrés (entrada) que originó el disturbio homeostático,
de manera que la variable/parámetro retorne a su valor medio determinado,
conservando así la homeostasia. Es practicamente un señal
de información que "comunica" al mecanismo de mando (o unidad funcional),
lo bien que desempeña su función, al establecer o mantener
una variable en el nivel deseado.
En un sistema de retroalimentación
negativa, la respuesta es negativa con relación al estímulo
inicial. Su función es cambiar el medio ambiente celular hacia una
condición opuesta (negativa) que es producida por el estrés.
Consecuentemente, el fin definitivo de este sistema es restaurar la variable
regulada hacia lo normal después de su desplazamiento inicial, de
manera que se restablesca la homeostasia.
Este mecanismo se activa
cuando algún factor/variable alcanza concentraciones excesivas o
demasiado bajas, i.e., un estrés o estímulo que inicia un
disturbio/desequilibrio de la homeostasia. Se dice que es negativo
porque la respuesta del sistema de control es negativa (opuesta) al estímulo,
i.e., se "contraequilibra" o "niega" el cambio o estímulo inicial.
La mejor forma de enterner
este sistema es mediante la ilustración de algunos ejemplo. En el
primer caso, si la concentración de oxígeno en los líquidos
corporales es demasiado baja, por estimulación nerviosa u hormonal
se "retroalimenta" esta información hacia el mecanismo de control
de oxígeno que automáticamente lo restituye a un nivel más
alto (a su valor medio normal). En otra circunstancia, si los músculos
durante el ejercicio comienzan a reducir el nivel de azúcar en la
sangre (glucosa), el páncreas controla la reducción secretando
glucagón, que a cambio acelera la entrada de glucosa en la sangre
proveniente de las reservas del hígado, devolviendo así a
la normalidad el nivel de glucosa (variable/parámetro alterada inicialmente
por estímulo/estrés o ejercicio) en la sangre (a niveles
homeostáticos).
Retroalimentación Positiva
La retroalimentación
positiva es aquella evidente cuando una perturbación inicial en
un sistema desencadena una serie de eventos que aumentan aún más
el trastorno homeostático. Bajo estas condiciones la "salida" (o
estímulo inicial) intensifica la "entrada" (o el resultado). Consecuentemente,
se crea inestabilidad y, muchas veces, la muerte. Además, pueden
manifestarse círculos viciosos, i.e., se repite el ciclo nuevamente
una y otra vez hasta la muerte. En un escenario de no mucha gravedad esta
inestabilidad solo puede ser controlado mediante los mecanismos/sistemas
de control homestático de retroalimentación negativa del
cuerpo, lo cual previene o pone un alto a dicho círculo visioso.
Amplificación o Ganancia de un Sistema de Control
Se refiere al grado de eficacia
con el cual un sistema de control mantiene constante las condiciones de
medio ambiente interno, i.e., la efectividad en la cual el sistema de control
mantiene la homeostasia. Un sistema de control con una gran ganancia es
capaz de corregir alteraciones en homeostasia en comparación con
un sistema de baja ganancia.
La ganancia de
un sistema de control de retroalimentación negativa. Matemáticamente,
representa a razón de la cantidad de corrección requerida
para mantener una homeostasia sobre la cantidad de disturbio/anormalidad
existente después de corregirse el sistema. Su fórmula se
describe a continuación:
Ganacia |
= |
Cantidad de Corrección Requerida
---------------------------------------
Cantidad de Anormalidad Existente
Después de la Corrección |
|