CIENCIAS DEL MOVIMIENTO HUMANO:

INTRODUCCIÓN Y CONCEPTOS BÁSICOS

 

Prof. Edgar Lopategui Corsino

M.A., Fisiología del Ejercicio

 


CONSIDERACIONES PRELIMINARES

 

INTRODUCCIÓN Y CONCEPTOS BÁSICOS

 

        Las ciencias del movimiento humano se refieren a todas aquellas ciencias aplicadas que se encuentran vinculadas con el origen, mantenimiento y entrenamiento de cualquier tipo de movimiento que pueda ejecutar el ser humano dentro de un contexto específico.  Tales movimientos pueden ser aquellos que se llevan a cabo en los deportes recreativos o competitivos, en los ejercicios dirigidos hacia la prevención de enfermedades o mejoramiento de la salud, y en las actividades físicas que se realizan regularmente durante la vida cotidiana u ocupacional.

        Los movimientos humanos que se ejecutan en los diferentes deportes se conocen con el nombre de destrezas motoras (o motrices).  A su vez, cada destreza motriz se encuentra constituida por un conjunto de patrones fundamentales de movimientos, como lo son el saltar, correr, lanzar y otros.

        Entre las ciencias del movimiento humano más apremiantes podemos mencionar a la fisiología del movimiento humanoplanificación y organización de entrenamiento físico, mediciones para la evaluación de la aptitud física y rendimiento atlético, la cinesiología, biomecánica, nutrición para el ejercicio y ejecutoria atlética, dopaje del deporte, evaluación aguda y crónica de la traumatología atlética, prevención y tratamiento de lesiones deportivas, terapéutica atlética, rehabilitación física del atleta lesionado, masaje terapéutico, antropología física y del deporte, y psicología del deporte.

        Todas estas disciplinas aplicadas al movimiento humano poseen el fin principal de prevenir consecuencias patológicas entre la población no atlética y los deportistas, así como mejorar la ejecutoria de los atletas que compiten en sus respectivos deportes.  Además, se busca alcanzar, y mantener, un nivel alto de salud holística y calidad de vida.

 


PLANIFICACIÓN Y ORGANIZACIÓN

DEL ENTRENAMIENTO FÍSICO Y DEPORTIVO

 

CONSIDERACIONES PRELIMINARES

 

        El éxito de un programa de entrenamiento deportivo dependerá, en gran medida, de su correspondiente planificación a corto y largo plazo.  Uno de los factores de gran importancia que afecta el entrenamiento para un deporte de conjunto o individual son los ciclos circadianos.  Este fenómeno forma parte de la cronobiología, es decir el campo que estudia los ritmos biológicos del organismo humano que afecta una diversidad de variables, como lo son la frecuencia cardiaca, presión arterial, temperatura, ciclos de dormir y estar despierto, ciclo menstrual, función neuromuscular, y otras (Gambetta, 2007, p. 67).

 

PERIODIZACIÓN

 

        El principio de periodización se fundamenta en las adaptaciones morfofuncionales que manifiesta el organismo de un atleta cuando es sometido a un sistema de entrenamiento (el estímulo o estrés).  Este hecho nos ayuda a planificar y estructurar un programa de entrenamiento sistematizado en varios ciclos específicos a lo largo del entrenamiento deportivo, el cual se organiza durante un periodo de tiempo dado, comúnmente un año, pero pueden llegar hasta cuatro años.  Para la planificación de una periodización exitosa, se requiere plantear un posible pronóstico que se extrae del régimen de entrenamiento físico.  Esta visión del futuro se basa en una serie de factores, entre los cuales encontramos: 1) los hallazgos de las evaluaciones del atleta (o atletas) administradas con anterioridad, 2) los informes de progreso derivados de la documentación sistemática del programa de entrenamiento y 3) la evidencia científica que presenta la literatura relacionada con las ciencias del movimiento humano donde se estudia las adaptaciones que sufre el cuerpo al someterse bajo estrés (Gambetta, 2007. p. 67).  Es crucial que la organización del sistema de entrenamiento deportivo se desglose en ciertos ciclos especializados.  Tal planificación cíclica deberá seguir el concepto de progresión e incluir el desarrollo de las aptitudes motrices generales que demanda la actividad competitiva en que participa el deportista.

        Según Gambetta (2007, p. 68), un sistema periodizado podrá alcanzar las metas preestablecidas del entrenamiento si la planificación a largo plazo enfatiza las prioridades del régimen de entrenamiento.  Estas prioridades deberán estar fundamentadas en el rendimiento atlético, el sistema de entrenamiento y en los hallazgos encontrados de las pruebas funcionales realizadas durante las etapas anteriores del programa de entrenamiento.  Además, los procesos adaptativos que evidencian una mejoría en la ejecutoria del competidor ocurre principalmente cuando la planificación se concentra en una estructura cíclica más corta, como lo podrían ser los microciclos y las sesiones de entrenamiento que ocurren día a día (Gambeta, 2007, p. 68).

        El concepto, y aplicación, de la periodización ha sido usado desde la década de los sesenta.  Mucho ha cambiado desde entonces.  Esto significa que el principio de periodización requiere adaptarse al contexto que vivimos en la actualidad.  Por ejemplo, hoy día los itinerarios de las competencias son muy complejos y frecuentes, dificultando implementar un sistema de entrenamiento periodizado tradicional.  Otro factor que altera la periodización son las nuevas evidencias científicas tocantes a las adaptaciones de los atletas ante un programa de entrenamiento físico o deportivo.  Las recientes investigaciones científicas sobre los efectos agudos y crónicos, de naturaleza neurológica y endocrina, representa otro factor que refleja la necesidad de innovar concerniente a los métodos para prescribir la dosis de la intensidad durante la planificación cíclica del entrenamiento (Gambetta, 2007, p. 67).

 

ADAPTACIONES MORFOFUNCIONALES DESEADAS EN LOS ATLETAS

 

        Uno de las metas de mayor envergadura que tiene la periodización del entrenamiento deportivo es proveer los estímulos adecuados, de manera que el competidor, en su etapa cíclica correspondiente, desarrolle las adaptaciones deseadas para cada cualidad, o aptitud, física (o motora), según fue establecido previo a la implementación del programa de entrenamiento.  Este fenómeno se conoce con el nombre de supercompensación (Gambetta, 2007, p. 69).

        El principio de supercompensación puede ser integrado durante los periodos cortos de la planificación cíclica, como lo son los mesociclos, microciclos y las sesiones de entrenamiento individuales de los atletas.  El primer paso para alcanzar este estado de supercompensación consiste en el momento que el entrenador asigna las cargas de entrenamiento.  Durante este proceso, el organismo del competidor produce una variedad de respuestas fisiológicas, y psicológicas, ante tales estimulos (o estresantes), los cuales fueron dosificados al inicio de la planificación del sistema de entrenamiento.  Por lo regular la respuesta clásica ante este estrés es la fatiga o la percepción de cansancio, así como una reducción en el rendimiento deportivo.  Esta reacción claramente altera la constancia o el equilibrio del ambiente fisiológico que posee el cuerpo.  En otras palabras, se pierde temporeramente la homeostasis del organismo humano.  La recuperación represente el siguiente paso.  Durante este periodo, se restauran las reservas energéticas, y el grado de ejecutoria atlética, a los niveles homeostáticos normales, que fue el punto de partida del entrenamiento atlético.  Eventualmente, el cuerpo alcanza un nivel de adaptación sobre la línea de base original, lo cual origina la fase de supercompensación.  En este tercer paso, el organismo se mueve desde un punto de fatiga hasta un nivel alto de adaptación, donde se manifiesta el fenómeno de supercompensación.  Según Gambetta (2007, p. 70), la etapa de supercompensación se manifiesnta, también, la dimensión psicológica y técnica.  Finalmente, cuando la supercompensación llega hasta a su punto máximo, se evidencia una reducción progresiva de las adaptaciones óptimas previamente alcanzadas.  Esto representa una cuarta, y última, etapa para el modelo de supercompensación.  Esta fase se observa cuando el entrenador incorpora una nueva carga de entrenamiento o si se elimina por completo el estímulo para el entrenamiento.  Bajo esta última circunstancia, ocurre un deterioro del entrenamiento.

 


MEDICIONES PARA LA EVALUACIÓN DE LA

APTITUD FÍSICA Y RENDIMIENTO ATLÉTICO

 

ERGOMETRÍA

 

Principios Generales

 

        Comúnmente, las pruebas ergométricas se encuentran diseñadas para determinar la capacidad funcional del individuo o el consumo de oxígeno máximo (VO2máx).  En ambos casos, se recomienda que los evaluadores consideren las guías que se enumeran a continuación (Åstrand & Rodahl, citado en Froelicher & Stahr, 2005, p. 4):

 

1. La prueba requiere que se activen grandes grupos musculares.

2. Toda evaluación ergométrica debe poseer los medios para ser medible y poder reproducirse.

3. Las condiciones en la cuales se realizan estas pruebas de esfuerzo deben permitir que los resultados se puedan comparar y repetir.

4. Los evaluados deben se capaces de tolerar estas pruebas de ejercicio.

5. Las destrezas necesarias para ejecutar tales evaluaciones deben ser mínimas entre los participantes que se evalúan.

 

PRUEBAS FUNCIONALES CONCERNIENTE A LA EJECUTORIA DEL INDIVIDUO

 

Evaluación Funcional del Atleta

 

        Objetivos

 

        Con el fin de poder diseñar un programa de entrenamiento físico efectivo para los deportistas, es primordial determinar primero el grado de las cualidades físicas que poseen estos atletas.  Esto implica que las pruebas funcionales permiten identificar los niveles de fortaleza muscular, tolerancia muscular, potencia muscular, flexibilidad, velocidad y rapidez, y agilidad.  Entonces, mediante tales pruebas se podrá evaluar las capacidades motoras generales del deportista, lo cual deberá ser el resultado de las demandas que representa el deporte en el cual participa el competidor (Gambetta, 2007, p. 45).  Por lo tanto, a raíz de tales evaluaciones el entrenador habrá de tener herramientas adicionales que lo ayuden en la planificación y organización del entrenamiento atlético.    El entrenador, entonces, debe evaluar con un fin en mente.  No se trata de realizar pruebas sin sentido alguno.  También, las pruebas funcionales no deben ser utilizadas para determinar la selección de los integrantes de un equipo deportivo dado.  Para este propósito, lo recomendado que evaluar la calidad de las destrezas motrices, o el rendimiento atlético, de los deportistas durante el evento competitivo en que ellos participan.

 

        Ventajas

 

        La implementación periódica de pruebas funcionales permite al entrenador adaptar apropiadamente la dosis del entrenamiento para cada atleta.  Esto significa que se habrán de diseñar programas de entrenamiento físico según sean las necesidades únicas de cada deportista.  Además, los hallazgos de tales pruebas representan otros criterios que podrá contar el entrenador al establecer las metas de ejecutoria para el entrenamiento deportivo del atleta.  En resumen, las pruebas funcionales se encuentran enmarcadas por las siguientes ventajas (Gambetta, 2007, p. 45):

 

1. Disponen de información vital tocante al nivel de progreso que se encuentra el atleta en su sistema de entrenamiento físico.  Esto quiere decir que el entrenador podrá tener una mejor idea sobre el estado actual de las cualidades físicas que espera desarrollar el atleta y cómo esto compara con las metas previamente establecidas.

2. Las pruebas proveen información muy particular que atañe algún componente específico que requiere desarrollar el deportista.  Por consiguiente, los resultados obtenidos de estas evaluaciones permiten al entrenador determinar si el competidor está desarrollando efectivamente la aptitud física específica que se entrena.

3. El análisis de las mediciones realizadas en las pruebas permiten al entrenador establecer prospectívamente posibles ejecutorias del atleta.  Esto quiere decir que será posible prededir el rendimiento atlético en futuras competencias.

4. Finalmente, las pruebas funcionales ayudan a establecer los criterios requeridos para determinar el momento en que el deportista pueda regresar a la competencia luego de haber sufrido una lesión.  Se espera, pues, que atleta alcance un grado, o porcentaje, específico de la prueba antes de que retorne a su actividad atlética.

 

        Análisis de la ejecutoria atlética durante el entrenamiento y competencia

 

         La documentación y evaluación de cada sesión de entrenamiento físico, incluyendo también las participaciones de los eventos competitivos, representa otra manera para cuantificar objetivamente el nivel de progreso del competidor.  En otras palabras, otra forma para llevar a cabo pruebas funcionales es mediante la bitácora diaria del entrenamiento y las observaciones de su entrenador.

        Todo dirigente, "coach" o entrenador debe de analizar y evaluar cada actividad competitiva en que participa el deportista.  Este proceso provee información valiosa concerniente al nivel de efectividad del plan de entrenamiento que sigue el atleta.  Esto implica que el nivel de ejecutoria que posea el deportista durante su participación en las competencias dispone de la información que se requiere al determinar si el programa periodizado del entrenamiento deportivo es realmente el apropiado y efectivo, y si permite alcanzar las metas de rendimiento previamente establecidas.  Como resultado, de ser necesario, el entrenador deberá realizar lo cambios necesarios en el sistema de entrenamiento, de manera que el atleta pueda asegurar una ejecutoria exitosa.  Según Gambetta (2007, p. 46), durante el proceso para analizar las actividades competitivas se requieren considerar los siguientes factores:

 

1. La hora del día en se realiza la competencia.

2. Las circunstancias climatológicas bajo las cuales se efectuó la actividad deportiva.

3. El estado en que se encuentra el terreno de juego o escenario competitivo.  También se requiere considerar el tipo de terreno; por ejemplo, grama natural o sintética, arcilla, asfalto, madera suspendida, tartán y otros.

4. La presencia o ausencia de ejercicios de calentamiento previo al evento.

5. La incidencia y mecanismos de las lesiones sufridas durante la competencia o juego.

6. Documentación en cuanto a la fatiga experimentada por el atleta posterior a la actividad competitiva o partido.

 

        Selección de la prueba

 

        Las pruebas funcionales se pueden categorizar en dos tipos, que son: 1) pruebas de criterio y 2) pruebas de progreso (Gambetta, 2007, p. 46 - 48).

 

        Pruebas de criterio.  Éstas representan un conjunto de pruebas que se encuentran diseñadas para evaluar las cualidades motoras generales del competidor.  Por lo regular, las pruebas de criterio se implementan como máximo tres veces durante el ciclo del entrenamiento anual que sigue el atleta.

 

        Pruebas de progreso.  Contrario a las pruebas de criterio, las pruebas de progreso evalúan una cualidad motriz particular, la cual puede ser muy específica a las demandas del deporte.  Comúnmente, tales pruebas se aplican en varios puntos estratégicos del plan de entrenamiento.  Como lo expresa su nombre, las pruebas de progreso determinan el grado de progresión de una aptitud motora muy específica a la actividad deportiva que participa el atleta.  La administración de estas pruebas dependerán, en gran parte, de la etapa de entrenamiento en que se encuentra el competidor.  Es importante enfatizar que sería contraproducente someter al atleta a un número excesivo de pruebas de progreso.

 

        Etapas estratégicas del entrenamiento anual para la administración de las pruebas de criterio y de progreso

 

        Lo sugerido es implementar tales pruebas durante el inicio de cada ciclo de entrenamiento (Gambetta, 2007, p. 48).  Se espera que durante este periodo el atleta se encuentre en un estado de recuperación total.  Esto permite que la prueba refleje realmente el grado de adaptación morfofuncional del entrenamiento.

 

        Mediciones antropométricas y de composición corporal

 

        Con el fin de establecer si, en efecto, han ocurrido cambios en las dimensiones físicas y en la distribución de la adiposidad en el organismo del deportista, es requerido incorporar evaluaciones de tipo antropométrica y de composición corporal.

 

        Criterios para comparar los resultados entre los atletas evaluados

 

        Lo ideal es que el entrenador pueda confeccionar sus propias escalas de clasificación.  Estos datos normativos se pueden desarrollar mediante la colección longitudinal de los datos colectados a través de un conjunto de pruebas realizadas a lo largo de varios años.  Lo único que se requiere es emplear el tratamiento estadístico apropiado para la base de datos que reflejan los resultados de tales pruebas.  Inicialmente, se puede implementar una distribución de valores "Z".  Por ejemplo, esto permite comparar diversas variables evaluadas entre los propios integrantes de un equipo (Ej: jugadores de baloncesto) o perfil atlético particular, como lo podrían ser corredores pedestres de larga distancia.

 

        Consideraciones especiales al seleccionar y administrar la prueba

 

        Las pruebas seleccionadas deben ser prácticas, fácil de implementar e interpretar.  Por esta razón se prefieren las pruebas de campo, en comparación con las pruebas de laboratorio.  Las pruebas funcionales simples aseguran una mayor precisión, validez y confiabilidad de la misma.  Además, para asegurar tal validez y confiabilidad, se requieren estandarizar los protocolos de la prueba.  Es de suma importancia que estas pruebas se fundamenten en las metas y principios filosóficos del programa de entrenamiento deportivo (Gambetta, 2007, p. 50).  Gambetta (2007, p. 50) recomienda que las pruebas se graben digitalmente, pues el competidor podrá analizar su ejecutoria, incluyendo sus debilidades, lo cual permite que éste tenga la oportunidad de mejorar estas deficiencias.

        Se tiene que tener cuidado al observar una mejoría en las pruebas.  En este sentido, es necesario estar seguro que este resultado no sea debido a una mejor familiarización del protocolo de la prueba.  Esto es muy común entre los atletas novatos (Gambetta, 2007, p. 51).  Lo que se desea es que los hallazgos de tales pruebas reflejen las adaptaciones morfofuncionales al sistema periodizado del entrenamiento deportivo.

        Otro aspecto importante al administrar la prueba funcional es que el atleta evaluado se encuentre lo suficientemente motivado para ejecutar un esfuerzo máximo.  Con el fin que el entrenador pueda asegurar que el competidor realice su mejor empeño, se sugiere realizar varios intentos de la misma prueba.  Por lo regular, una vez se llegue al intento quinto o siete, se puede dar por hecho que uno de los intentos ha evidenciado una ejecutoria máxima (Gambetta, 2007, p. 51).  Esto se observa en las pruebas que involucran brincos, lanzamientos o pruebas de agilidad de corta duración.

 

        Guías durante el proceso de implementar las pruebas

 

        Los criterios para la selección, administración e interpretación de las pruebas debe ser un proceso, donde la decisión se toma por un equipo de trabajo, desde el "coach" o dirigente, el entrenador y el personal de medicina del deporte (Ej: fisiólogo del ejercicio, médico de cabecera, terapeutas atléticos y otros).  Según Gambetta (2007, pp. 51-52), tal proceso deben seguir los siguientes delineamientos:

 

1. La decisión con respecto a la necesidad para realizar las pruebas se ejecuta por el "coach".

2. El próximo paso consiste en escoger el tipo de prueba y establecer los protocolos para las pruebas funcionales seleccionadas.

3. Es de vital importancia, en este paso, que el "coach" ayude en la preparación de un itinerario para las pruebas funcionales.  Las pruebas, pues, deberán de poseer una estructura en cuanto a las etapas del entrenamiento cíclico en que se asignarán la administración de éstas.

4. Antes de implementar las pruebas es un requisito indispensable de explicar de forma detallada la misma.  Se requiere que el evaluador le pregunte al atleta si tiene alguna duda de cómo se deberá ejecutar la prueba.

5. Una vez se hayan cumplido los pasos arriba mencionados, se podrá, entonces, llevar a cabo la prueba.

6. Durante el proceso de realizar la prueba, el evaluador deberá registrar y organizar los datos derivados que resultan de las mediciones que requieren efectuar la prueba funcional.  Este paso, se caracteriza por ser cuantitativo y objetivo

7. En este paso, el entrenador, o evaluadores, habrán de analizar y evaluar los hallazgos encontrados en la prueba.  Esto es un proceso cualitativo y subjetivo.

8. Durante la fase evaluativa de la prueba, se interpretan los datos colectados.  Se recomienda que se prepara un informe escrito que detalle las variables evaluadas, los atletas que participaron en la prueba, estadísticas descriptivas de estas variables, incluyendo las de tendencia central (Ej: media o promedio aritmético, mediana y moda) y de dispersión (Ej: desviación estándar, amplitud o rango y otras), gráficas que describen la distribución de los valores "Z" en el grupo de deportistas para cada variable, y una sección donde se describen las interpretaciones de la prueba.  Este último reglón representa el componente más importante del informe de los resultados, pues se habrán de ofrecer las recomendaciones basadas en la interpretación de los resultados.  Es de vital importancia que este informe de los resultados sea redactado en un lenguaje sencillo, evitando términos científicos complejos.  Es necesario preparar como mínimo imprimir tres informes de resultados, uno para el "coach" de cabecera, otro para el médico del equipo o atleta y otro para el archivo del evaluador.  La explicación de la interpretación de los hallazgos de las pruebas será dirigida, principalmente, para el "coach" y los atletas.

9. Lo próximo que se requiere realizar es aplicar las recomendaciones que resultan del informe.  Esto podría incluir modificaciones en el régimen de entrenamiento.

10. Como último, se necesitará asignar la fecha de la próxima prueba.  Luego, para cada evaluación, se habrán de repetir todos los pasos previamente descritos.

 

        Pruebas que miden las cualidades motoras globales

 

        Las pruebas que se describen es esta sección solo representan una guía general de posibles evaluaciones que se pueden administrar en los atletas.  Lo deseado es que las pruebas se implementen fundamentadas en las necesidades y demandas muy particulares que posee cada deporte.  Además, se sugiere comenzar con aquellas pruebas dirigidas a establecer el nivel de velocidad y potencia muscular.  Mas adelante, se podrán administrar las pruebas confeccionadas para medir la tolerancia cardiorrespiratoria o capacidad aeróbica (Gambetta, 2007, p. 53).

 

PRUEBAS DE SALTO      

 

1. Salto en cuclillas (squat jump, SJ).  El propósito de esta evaluación es medir la fortaleza contráctil de los músculos esqueléticos.  Para esta prueba se recomienda el uso de una plataforma electrónica.  En primera instancia, determina la masa corporal (peso o MC) del atleta en kilogramos (kg).  La prueba requiere que el atleta ejecute un salto vertical desde una posición inicial en cuclillas.  Desde la posición en cuclillas, las manos deben estar en las caderas y las rodillas flexionadas hasta un nivel de 90 grados.  Se requiere instruir al evaluado que no podrá aterrizar con las rodillas flexionadas.  El atleta deberá realizar tres intentos, registrando la repetición que resultó en la distancia del salto más alta.  Las unidades de medida para los valores cuantificados deberán emplear el sistema métrico, que bajo este caso sería en centímetros (cm).

 

1. Salto en contramovimiento (countermovement jump, CMJ).  El propósito de esta evaluación es medir la capacidad elástica de los músculos esqueléticos.  Para esta prueba se recomienda el uso de una plataforma electrónica.  La prueba requiere que el atleta ejecute un salto vertical desde una posición inicial erecta, es decir, con las rodillas extendidas por completo.  Desde esta posición erecta del cuerpo, las manos deben estar en las caderas y las rodillas estiradas.  Entonces, luego de un contramovimiento, con las rodillas flexionadas a 90 gradas, el sujeto deberá realizar el salto vertical.  Es de suma importancia que durante el vuelo del salto, se mantenga la región del tronco la más verticalmente posible, mientras que las rodillas se encuentre extendidas (alrededor de 180 grados).  Se requiere instruir al evaluado que no podrá aterrizar con las rodillas flexionadas.  El atleta deberá realizar tres intentos, registrando la repetición que resultó en la distancia del salto más alta.  Las unidades de medida para los valores cuantificados deberán emplear el sistema métrico, que bajo este caso sería en centímetros (cm) para distancia del brinco.  Además, utilizando el resultado de la prueba de salto en cuclillas (SJ), le restamos el valor obtenido de la prueba de salto en contramovimiento (CMJ), para obtener el índice reactivo.  Calcule la potencia muscular en vatios (w).  Para más detalles de esta prueba acceda el Experimento de Laboratorio C3b: Potencia Muscular.

 

 

MEDICIÓN PARA LA EVALUACIÓN DE LA EJECUTORIA ATLÉTICA 

 

Equipos de Conjunto

 

        Pruebas de Velocidad Repetidas

 

1. Propósito:

    El objetivo de esta actividad es medir la velocidad de una carrera pedestre a lo largo de 10 y 30 metros de distancia.  La prueba espera establecer el grado de tolerancia ante la fatiga durante estas carreras cortas.

 

2. Procedimiento:

    Este tipo de prueba requiere que se marquen dos puntos a lo largo de una distancia de 40 metros.  Para los primeros 10 metros, se habrá de colocar un marca que rotule esta distancia.  De ser posible, se deberá de preparar unos bloques de salida electrónicos.  Lo importante es que se active el cronómetro desde cada punto de la carrera.  La prueba espera medir el tiempo a través de tales distancias.  Se requiere instruir al evaluado que primero acelere en la zona de 10 metros y continúe corriendo los restantes 30 metros.  Se requiere que el sujeto ejecute su esfuerzo máximo.  Puede ayudar si se estimula verbalmente al evaluado, es decir, se grite para ofrecer motivación.  El sujeto Es importante que se tome el tiempo en ambas zonas, es decir, desde la salida hasta la marca de los 10 metros y desde este punto hasta el final del tramo de 40 metros.  Finalizada la llegada a la marca de 40 metros, el evaluado continua trotando a través de una distancia aproximada de 10 metros y luego regresa a la línea de salida.  Indique al sujeto que tiene una máximo de 25 segundos de reposo activo antes de repetir la prueba de velocidad para las distancias de 10 y 30 metros.  En cada intento, los evaluadores deben de gritar un conteo regresivo de cinco segundos previo a la salida inicial.  Se sugieren realizar siete intentos para cada sujeto (Reilly, 2009). 

 

3. Cálculos:

    Los resultados de los datos obtenidos de esta prueba sirven para determinar el índice de fatiga (IF o %F) para ambas distancias, a saber 10 y 30 metros.  Este valor se obtiene cuando el resultado de la multiplicación por cien de la razón del tiempo más lento (TL) sobre el tiempo más rápido (TR) se le resta cien.  Por lo regular el TR se observa durante los primeros dos intentos de la prueba, mientra que el TL se registra durante los últimos dos intentos (Reilly, 2009).  En resumen, tenemos que:

 

IF (o %F) = [(TL / TR)100] - 100,

 

donde:

 

IF (o %F) = Índice, o porcentaje, de Fatiga

TL = Tiempo más Lento

TR = Tiempo más Rápido

 

MEDICIONES ANTROPOMÉTRICAS Y DE COMPOSICIÓN CORPORAL 

 

Índices que Determinan el Nivel de Adiposidad, Muscularidad y Distribución del Tejido Adiposo en el Organismo del Ser Humano

 

        Índice de Masa Corporal Magra (IMCM) e Índice de Masa Corporal Grasa (IMCG)

 

1. Teoría:

    A ráiz de los problemas de confiablidad para las pruebas que determinan el índice de masa corporal (IMC), surge la idea de solo incorporar la variable del cuadrado de la talla (estatura) en relación a la masa corporal magra (MCM) o masa corporal grasa (MCG ) (Eston, Hawes, Martin, & Reilly, 2009).  Se establece, entonces, la fórmula para el IMCM con el objetivo de identiticar aquellas personas que poseen un elevado IMC, pero sin la presencia de un exceso en la MCG.  Por el otro lado, el IMCG se emplea para determinar los individuos que aparentan poseer un IMC normal, pero se encuentra en nivel de alto riesgo para enfermedades ateroscleróticas debido a un elevado componente en la MCG (Eston, Hawes, Martin, & Reilly, 2009).

 

2. Propósito:

    El propósito de esta experiencia es determinar el índice de masa corporal magro (IMCM).  Esta actividad de laboratorio se realiza con el fin de establecer si el nivel de la masa muscular (MM) se encuentra dentro de los estándares esperados o se aparta de lo que es razonable.

 

3. Procedimiento:

    a. Medir la talla (estatura) del sujeto.  Es necesario que esta medición se efectúe el mismo día de la prueba.  La razón de esto es que es posible que la talla varíe a través del día.  Similarmente, se debe instruir al evaluado que no lleve a cabo ejercicios antes de esta prueba pues tal actividad puede comprimir los discos intervertebrales, ocasionando una posible reducción en la talla (Eston, Hawes, Martin, & Reilly, 2009).  Es  necesario que el sujeto se encuentre  descalzo en el momento de medir la talla.  Si utilizamos un estadiómetro, el sujeto deberá colocarse en posición erecta, de espalada al estadiómetros y con los pies juntos.  Registre le valor de la talla al 0.1 centímetro (cm) más cercano.

 

    b. Medir la masa corporal.  Se recomienda emplear una escala-detecto calibrada.  El evaluado se pesa sin su calzado y deberá solo poseer ropa liviana. Registre le valor de la masa corporal al 0.1 kilogramo (kg) más cercano.

 

    c.  Establecer el porcentaje de grasa.  Para este procedimiento, refiérase al Experimento de Laboratorio H-18.

 

4. Cálculos:

    Para determinar el IMCM se requiere insertar la talla (altura, en m), masa corporal (MC, en kg) y el porcentaje de grasa (PG o %G) en la fórmula que se describe a continuación:

 

                MC (kg) X [(100 - PG)/100)) + 6.1 X (1.8 - Talla (m)]

IMCM = ------------------------------------------------------------------------

                                                   Talla2

 

donde:

 

IMCM = Índice de Masa Muscular Magra

MC = Masa Corporal (peso)

PG = Porcentaje de Grasa

[6.1 X (1.8 - Talla (m)] = Factor de corrección solo para la población masculina

 

5. Interpretación:

    Para la clasificación de los resultados, se emplean valores porcentiles (véanse Tabla 1)  y otras categorías basado en el grado de masa muscular (véanse Tabla 2).

 

Tabla 1.  Rangos Porcentiles para el IMCM y el IMCG por Sexo y Edad.
  P5 P10 P25 P50 P75 P90 P95

IMCM

Varones              
18 - 34 años 16.8 17.2 18.0 18.9 19.8 20.5 21.1
35 - 54 años 17.2 17.2 18.3 19.2 20.1 21.1 21.7
 
Mujeres              
18 - 34 años 13.8 14.1 14.7 15.4 16.2 17.1 17.6
35 - 54 años 14.4 14.7 15.3 15.9 16.7 17.5 18.0
               

IMCG

Varones              
18 - 34 años 2.2 2.5 3.2 4.0 5.0 6.1 7.0
35 - 54 años 2.5 2.9 2.9 4.8 6.0 7.2 7.9
 
Mujeres              
18 - 34 años 3.5 3.9 4.6 5.5 6.6 7.8 8.7
35 - 54 años 3.4 3.9 4.8 5.9 7.3 8.8 9.9
NOTA. De: "Human Body Composition", por R. Eston, M. Hawes, A. Marting y T. Reilly. En Kinanthropometry and Exercise Physiology Laboratory Manual: Tests, Procedures and Data.
Volume 1: Anthropometric Data, 3ra. ed.; p. 21), por R. Eston y T. Reilly (Eds.). New York: Routledge Taylor & Francias Group. Copyright 1996 por E & FN Spon, 2001, 2009 por
Roger Eston y Thomas Reilly.  

 

Tabla 2.  Evaluación del Estado de la Masa Muscular.

VARONES

18 = Complexión débil y constitución muscular baja

20 = Varón joven de constitución muscular promedio

22 = Constitución muscular bien definida

25 = Nivel superior para la constitución muscular.  Es posible lograr tal alto de nivel de complexión muscular sin la necesidad del consumo de andrógenos sintéticos (esteroides anabólicos)

 

MUJERES

13 = Constitución muscular baja

15 = Mujer joven de constitución muscular promedio

17 = Mujer de constitución muscular sobre el promedio

22 = Nivel superior para la constitución muscular.  Es posible lograr tal alto de nivel de complexión muscular sin la necesidad del consumo de andrógenos sintéticos (esteroides anabólicos)

NOTA. De: "Human Body Composition", por R. Eston, M. Hawes, A. Marting y T. Reilly. En Kinanthropometry and Exercise Physiology Laboratory Manual: Tests, Procedures and Data.
Volume 1: Anthropometric Data, 3ra. ed.; p. 36), por R. Eston y T. Reilly (Eds.). New York: Routledge Taylor & Francias Group. Copyright 1996 por E & FN Spon, 2001, 2009 por
Roger Eston y Thomas Reilly.  

 


 

NUTRICIÓN PARA EL EJERCICIO Y EJECUTORIA ATLÉTICA

 

Hidratos de Carbono

 

        Consumo diario de hidratos de carbono para los atletas que participan en eventos de tolerancia cardiorrespiratoria (o aeróbica).  Lo sugerido para los deportistas que participan en competencias que poseen una duración de 90 minutos o más es ingerir diariamente de 6 a 10 gramos de hidratos de carbono por cada kilogramo de la masa corporal (3 a 5 gramos de hidratos de carbono por cada libra de la masa corporal) (Clark, N., 2008, p. 114).  Tales porciones deben asegurar el mantenimiento apropiado de las reservas de glucógeno muscular y hepático.  Consecuentemente, el atleta podrá llevar a cabo efectivamente su programa de entrenamiento físico y poseer una óptima participación en su evento competitivo.  Nancy Clark (2008, p. 114) recomienda que este consumo diario de hidratos de carbono se desglose en tres segmentos a lo largo del día.  Para esto, estaremos distribuyendo las raciones de los hidratos de carbono en el desayuno, almuerzo y comida.  Cada uno de estas partes requiere, también, la ingesta de meriendas.

 

        Luego de la sesión de entrenamiento físico.  Para un deportista de tolerancia, se recomienda que durante los primeros 15 a 30 minutos de recuperación se consuma una bebida deportiva que provea agua, algún soluto electrólito e hidratos de carbono.  Dentro de los primeros 30 minutos posejercicio, lo sugerido es consumir como mínimo alimentos que provean 1 a 1.2 gramos de hidratos de carbono por cada kilogramo de la masa corporal (la mitad de un gramo de hidratos de carbono por cada libra de la masa corporal) o alrededor de 50 a 100 gramos de hidratos de carbono (Eberle, 2007, p. 37).  Por ejemplo, algunos alimentos que cumplen aproximadamente con tales porciones son los cereales fríos o calientes, frutas, yogur, batidas confeccionadas con leche baja en grasa, alimentos que posean pastas (Ej: espagueti, pizza)barras de energía y otros.  Durante este periodo, son aceptados los alimentos líquidos, jugos de fruta o una bebida carbonatada, siempre que su solución no posea más de 8 por ciento de hidratos de carbono.  Es crucial evitar la ingesta de alimentos que posean grandes cantidades de grasa.

 


 

ENTRENAMIENTO PERSONAL

 

Evaluación de la Movilidad Articular

 

Consideraciones Preliminares

 

        La implementación de pruebas para medir la flexibilidad representa un componente esencial para los clientes de un entrenador personal.

 

Ejercicios con la Bola Estabilizadora

 

Rutinas Fundamentales

 

        Existen varios ejercicios básicos que emplean el balón estabilizador, los cuales están dirigidos a desarrollar diversos componentes de la aptitud muscular, flexibilidad y aptitud cinestética (Ej: estabilidad y equilibrio).

 

        Sentado sobre el balón.  Desde esta posición se puede realizar diversos ejercicios de calentamiento, principalmente con las extremidades superiores.  Alguno de tales actividades puede ser: 1) ejecutar movimientos circulares con los hombros, 2) realizar círculos con los brazos, 3) subir y bajar verticalmente los brazos, 4) movimientos con la cadera o pelvis (sin apartarse del balón), 5) flexión troncal con movimientos hacia delante y laterales de los brazos, 6) variaciones (con movimientos de los brazos) de rodadas laterales (de la región gluteal)sobre el balón, manteniendo la posición sentada (Westlake, 2010, pp. 26, 32-39).

 


 

REFERENCIAS

 

Clark, N. (2008). Nancy Clark's Sports Nutrition Guidebook (4ta. ed., p. 114). Champaign, IL: Human Kinetics

 

Eberle, S. G. (2007). Endurance Sports Nutrition (2da. ed., p. 37).  Champaign, IL: Human Kinetics

 

Eston, R., Hawes, M., Martin, A., & Reilly, T. (2009). Chapter 1: Human body composition. En R. Eston & T. Reilly (Eds.), Kinanthropometry and Exercise Physiology Laboratory Manual: Tests, Procedures and Data. Volume One: Anthropometry (3ra. ed., pp. 3-53). New York: Routledge Taylor & Francis Group.

 

Froelicher,V. F., & Stahr, S. G. (2005). General principles of exercise testing. En Skinner, J. S. (Ed.), Exercise Testing and Exercise Prescription for Special Cases: Theoretical Basis and Clinical Application (3ra. ed., pp. 3-21). Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins

 

Gambetta, V. (2007). Athletic Development The Art & Science of Functional Sports Conditioning (p. 45-53, 67-70). Champaign, IL: Human Kinetics.

 

Martínez Ferrer, M. A. (2009). Valoración de la flexibilidad: La movilidad articular. En G. Hernando Castañeda (Ed.), Nuevas Tendencias en Entrenamiento Personal (pp. 374-396). Baladona, España: Editorial Paidotribo.

 

Reilly, T. (2009). Chapter 7: Assessment of performance in team games. En R. Eston & T. Reilly (Eds.), Kinanthropometry and Exercise Physiology Laboratory Manual: Tests, Procedures and Data. Volume One: Anthropometry (3ra. ed., pp. 184-196). New York: Routledge Taylor & Francis Group.

 

Westlake, L. (2010). La Técnica del Fitball: Desarrollo de Ejercicios (pp. 26, 32-39). Baladona, España: Editorial Paidotribo.