SALUD Y BIENESTAR
        En el 1946, la Organización Mundial de la Salud (OMS) conceptualizó a la salud como "un completo estado de bienestar físico, mental y social y no meramente la ausencia de enfermedad o incapacidad" (WHO, 1947). 
        Esta definición circunscribe a la salud dentro de un triángulo, siendo sus extremos las dimensiones, físicas, mentales y sociales. Sin embargo, el concepto de salud debe tomar en cuenta al ser humano como un ser total. De este principio surgió el término de salud holística. El enfoque holístico del concepto de salud vislumbra las dimensiones físicas, mentales, sociales, emocionales y espirituales de manera interdependientes e integradas en el ser humano, el cual funciona como una entidad completa en relación al mundo que le rodea (Gordon, Golanty, & Browm, 1999, p. 6; Hahn, & Payne, 1999, p. 3)

        Fundamentalmente, la salud holística posee las siguientes características: 

  • Se vislumbra la salud desde una perspectiva positiva.
  • Se enfatiza el bienestar en vez de la enfermedad.
  • El ser humano se desempeña como una unidad entera e integrada.
  • No existe salud si una de las dimensiones no se encuentra saludable.
  • Su propósito principal es alcanzar una óptima calidad de vida por medio de la práctica de comportamientos apropiados que puedan asegurar una vida saludable.
        Este concepto holístico de la salud es muy importante, porque le otorga importancia a los otros aspectos de la salud que han sido excluídos de la definición tradicional, segun las OMS; me refiero al componente emocional y espiritual de la salud. Sin estos dos componentes es imposible alcanzar un óptimo estado de salud. Por consiguiente, en mi opinión, la salud es el completo estado de bienestar físico, mental, social, espiritual y emocional y no solamente la ausencia de enfermedad o accidente.
        Con las tendencias actuales sobre una mayor concientización del problema ambiental, se ha conceptualizado una nueva dimensión de la salud, conocida como la salud ambiental. (Donatell, Snow, & Wilcox, 1999, p. 5; Gordon, Golanty, & Browm, 1999, pp. 5-6; Hales, 1999, p. 21). Bajo este modelo, la salud se enfoca hacia los medios empleados por el ser humano para poder adaptarse ante los cambios ambientales contínuos que ocurre diariamente. Se refiere al proceso que todo individuo sigue para tomar decisiones correctas que ayuden a la calidad del ambiente ecológico donde se vive. La salud ambiental implica poder protegerse ante los diversos contaminantes que se encuentran en la tierra, agua, aire, en los alimentos y en otros productos que se utilizan en el trabajo y el hogar.
        El concepto bienestar se refiere a las actitudes y comportamientos que mejoran la calidad de vida y nos ayuda a llegar a un estado de salud óptima. Es aquel proceso activo dirigido a mejorar nuestro estilo de vida en todas su dimensiones (Donatell, Snow & Wilcox, 1999, p.7). Representa nuestras acciones responsables que permiten el desarrollo de un nivel adecuado de salud general. El bienestar deseado, entonces, se obtiene mediante hábitos saludables que resultan en una adecuada adaptación e integración de las dimensiones físicas, mental, social, espiritual y emocional a cualquier nivel de salud o enfermedad. Esto implica que puedes experimentar bienestar, ya sea que te encuentres enfermo o saludable. La salud no es perfecta, pero se encuentra dentro de una escala que clasifica a la salud en niveles (véase Figura 1-1).
ESCALA CONTÍNUA DE LA SALUD
Figura 1-1: La Escala Contínua o "Contínuum" de la Salud. Dependiendo del tipo de comportamiento, el nivel de bienestar puede comienzar desde un alto nivel (estilos de vida de alta calidad) hasta enfermedades de vida o muerte (estilos de vida de baja calidad). Este bajo nivel puede, inclusive, ocasionar una muerte prematura (aquella que ocurre antes de los 65 años de edad).
        Cuando hablamos de calidad de vida nos referimos al óptimo bienestar entre las cinco dimensiones de la salud (física, mental, emocional, social y espiritual) que caracteriza a ciertos grupos sociales o comunidades. Incluye, también, la integración familiar, participación comunitaria activa y el lograr establacer estilos adecuados de vida, tales como la actividad física regular, buena alimentación, entre otras y la calidad ambiental.
        Hasta ahora hemos enfocado nuestra discusión de la salud desde un punto de vista personal. Pero hablar sobre la salud a nivel colectivo o social merece nuestra atención, puesto que en última instancia nosotros como ciudadados determinamos en gran medida la salud de nuestro pueblo. La salud pública requiere un esfuerzo mayor por parte del ciudadado y el gobierno. Se trata de la prevención de condiciones enfermisas, de manera que se pueda prolongar las esperanza de vida al nacer. Esto requiere esfuerzos sociales y gubernamentales para poder controlar aquellos factores ambientales que afectan la salud de las personas, instituir programas comunitarios dirigidos a fomentar el bienestar mediante una mayor parcicipación en actividades físicas y recreativas, desarrollar medidas de prevención ante las enfemedades infecto-contagiosas, un sistema administrativo médico-hospitalario eficiente que sea capaz de prevenir, diagnosticar y tratar a tiempo las enfermedades, y la implantación de un mecanismo colectivo que garantice el disfrute de un estado óptimo de salud a nuestro pueblo.

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Copyright  © 2001 Edgar Lopategui Corsino