ESPERANZA
DE VIDA AL NACER
(Véase Figura
1-7 y 1-8) |
En la
actualidad, la mayoría de las enfermedades que eran comunes a principios
de este siglo pueden prevenirse o tratarse con efectividad, gracias a los
esfuerzos y logros médicos que han resultado de las intensas investigaciones
biomédicas realizadas en las décadas pasadas. Por ejemplo,
la viruela ha sido casi por completo erradicada y otras enfermedades infecciosas
pueden ser evitadas o controladas por medio de inmunizaciones (e.g., difteria,
poliomielitis, tos ferina, tuberculosis, influenza, tétano, sarampión
regular y rubéola). Evidentemente, estos descubrimientos de la ciencia
médica han permitido que hoy en día se pueda vivir por más
tiempo. Otros factores que posiblemente han contribuído a la prolongación
de la vida podrían ser: (1) mejoras en el saneamiento ambiental
(e.g., disposición adecuada de excretas y basura), (2) mejores hábitos
higiénicos (e.g., sacarse las manos, usar ropa limpia, etc), (3)
mejoras en la vivienda, vestimenta y nutrición, (4) el descubrimiento
de medicamentos y antibióticos efectivos, (5) facilidad para el
acceso a los servicios de salud (e.g., hospitales, asistencia médica,
educación higiénica), (6) efectivas campañas y clínicas
preventivas, y (7) mejor nivel socioeconómico. Al presente, tanto
en Puerto Rico como en Estados Unidos continentales, se estima que la esperanza
de vida al nacer ambos sexos han rebasado los 70 años de edad. Sin
embargo, las mujeres poseen una mayor expectativa de vida en comparación
con los varones.
Según
el Departamento de Salud, en su Resumen de Estadísticas Vitales
en Puerto Rico (2000), la experanza de vida al nacer en Puerto Rico para
el 1996 fue de 74.0 años (para el 1950 era de: 60.9 años)
para la población general, 69.6 años (para el 1950 era de:
59.5 años) en el grupo de varones y 78.3 años (para el 1950
era de: 62.4 años) en la hembras.
En
el 1998, la experanza de vida al nacer para la población general
en los Estados Unidos continentales era de 76.7 años (entre 1949
y 1951 era de: 60.8 años), de 73.8 años (entre 1949 y 1951
era de: 58.9 años) para los varones, y 79.5 años (entre 1949
y 1951 era de: 62.7 años) en la población femenina (Anderson,
2001).
En
Japón, para el 1991, el número de japoneses que tienen por
lo menos 100 años de edad continúa aumentando debido a mejoras
introducidas en la dieta y en la atención médica. Las mujeres
representan la gran mayoría de las personas con cien años
o más.
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