Introducción Constituye el conglomerado de elementos que rigen todas nuestras funciones tanto las de la vida de relación: caminar, hablar, recordar, entre otras, como las de vida vegetativa (involuntaria): respiración, digestión, secreciones, glándulas, entre otras. El sistema nervioso puede dividirse en dos partes principales, a saber: 1) el sistema nervioso central o cerebroespinal (encéfalo y médula espinal) y el 2) sistema nervioso periférico (las fibras nerviosas que del sistema nervioso central parten hacia la periferia en dirección a todos los tejidos y órganos). El sistema nerviosos periférico se subdivide a su vez en dos partes: 1) el sistema nervioso somático y 2) el sistema nervioso autonómico (involuntario, vegetativo o visceral). El sistema nervioso somático inerva los músculos esqueléticos, piel y otras partes del cuerpo; por consiguiente, este sistema es el responsable de los movimientos de arco reflejo (involuntario), así como aquellos movimientos bajo el control voluntario. Por otro lado, el sistema nervioso visceral estimula al músculo cardíaco, el liso y las glandulas, de manera que la función de estos órganos se encuentran controlados bajo la influencia inconsciente/involuntaria de este sistema. El sistema nervioso autonómico se subdivide en dos partes, a saber: 1) el sistema nerviosos simpático y 2) el sistema nervioso parasimpático.
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